2. Todo el que desee subir la
escalera debe comenzar
desde abajo.
26Mas entre vosotros no será así, sino que el que
quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro
servidor, 27y el que quiera ser el primero entre
vosotros será vuestro siervo;
• (Mt 20.2627).
3. Un gran hombre siempre
esta dispuesto a server a los
demas.
El que es el mayor de vosotros, sea vuestro siervo.
• (Mt 23.11).
4. La sabiduria es la riqueza de
un gran lider.
Bienaventurado el hombre que halla la sabiduría,
Y que obtiene la inteligencia;
Porque su ganancia es mejor que la ganancia de la plata,
Y sus frutos más que el oro fino.
(Pr 3.1314).
6. Amar lo que uno hace y
sentir que es de gran
importancia.
Cuando comieres el trabajo de tus manos,
Bienaventurado serás, y te irá bien.
(Sal 128.2).
7. Decid al justo que le irá bien,
porque comerá de los frutos
de sus manos.
(Is 3.10).
Bienaventurado el hombre que teme a Jehová,
Y en sus mandamientos se deleita en gran manera.
(Sal 112.1).
9. La prueba de un trabajo de
primera clase es que lo
termines.
He peleado la buena batalla, he acabado
la carrera, he guardado la fe.
• (2 Ti 4.7).
10. De nada valen los suenos si
tu mismo no te esfuerzas.
El deseo del perezoso le mata,
Porque sus manos no quieren trabajar.
(Pr 21.25).
11. Debes limpiar tu mente del
no puedo
Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
filipenses 4:13
12. La diligencia es la madre de
la fortuna.
La mano negligente empobrece;
Mas la mano de los diligentes enriquece.
(Pr 10.4).
13. La vida escomo ua moneda. Puedes
gastarla de la manera que desees,pero
solo puedes gastarla una sola vez.
cuando no sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra
vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de
tiempo, y luego se desvanece.(Stg 4.14).
14. Nunca se ha erigido una
estatua en honor a un critico.
Así que, ya no nos juzguemos más los unos a
los otros, sino más bien decidid no poner
tropiezo u ocasión de caer al hermano.
(Ro 14.13).
15. La manera de levantarte
hasta la cima es
levantandote de tu asiento
El alma del perezoso desea, y nada alcanza;
Mas el alma de los diligentes será prosperada.
(Pr 13.4).