2. El cristianismo, históricamente, había tenido una intervención directa en lo
político, con distintos planteamientos desde el debate que arranca con San
Agustín. Sin embargo, ante la nueva sociedad que surge de las revoluciones
industriales, no había realizado un planteamiento específico.
Fue a finales del siglo XIX cuando surgieron en el norte de Francia, y en zonas de
Bélgica y Holanda los primeros grupos que se autodenominaron
democratacristianos. Esta fórmula de sindicalismo confesional representó un
choque con el catolicismo tradicional, lo que obligó a la intervención del Vaticano.
El Papa, León XIII, con la encíclica Graves de Communi rechazó el sindicalismo
que implicaba la lucha de clases.
A principios del siglo XX, en Italia, el político católico Sturzo fundó el Partido
Popular Italiano, una formación que se definía como democristiana. El Vaticano,
que seguía tutelando la participación de los católicos en la vida pública, estableció
como límite los pactos o acuerdos con los partidos considerados ateos.
DEMOCRACIA CRISTIANA Y SU
HISTORIA
3. La democracia cristiana siguió creciendo, no sólo en Europa Occidental, sino también en países
de América latina, como Chile. Tras la Segunda Guerra Mundial, y concretamente en la década de
los 60, tras el Concilio Vaticano II, el Vaticano dejó de tutelar directamente a la democracia
cristiana, que basa sus actuaciones alrededor del humanismo cristiano.
Las bases doctrinales de la democracia cristiana las podemos encontrar en la obra de Tomás de
Aquino, quien establecía los tres planos del mundo. En el vértice superior, está la ley eterna, o ley
divina. De este derecho divino deriva la ley natural, que es el conjunto de normas éticas
aprehendidas racionalmente por el hombre. En un tercer plano se sitúa la ley humana, que es el
conjunto de normas para la organización de la sociedad. Estos tres planos, según Tomás de
Aquino deben estar en armonía y no debe haber contradicciones entre ellos, para que se genere lo
que llamó como civitas.
Este planteamiento, para el tiempo presente, se actualiza con la doctrina social de la Iglesia, que
se construye sobre todo con las encíclicas de León XIII. En la Libertas Praestantissimum
defiende la libertad del hombre pero rechaza al liberalismo porque éste no asume la autoridad
divina. La más importante para la doctrina social de la iglesia es la Rerum novarum (1891), en la
que se reconoce la situación de miseria en la que vivían muchos trabajadores como resultado del
afán de enriquecimiento que produce el liberalismo capitalista. Pero la alternativa no podía ser el
socialismo por dos motivos: porque era ateo y porque era colectivista, y atentaba por tanto a la
propiedad privada que se consideraba esencial para el mantenimiento con dignidad de la familia.
DEMOCRACIA CRISTIANA Y SU
HISTORIA
4. La solución que propone es una alternativa pactista, que parte de la idea de que
tanto empresarios como trabajadores, son todos hijos de Yahvé, y por lo tanto
deben ceder en sus aspiraciones para llegar a un acuerdo entre ellos. Otra
aportación innovante de la Rerum novarum es que anticipa la llegada del Estado
del bienestar, cuando plantea la intervención del Estado para atenuar las
situaciones de injusticia social e incidir en el reparto de la riqueza.
Otra innovación importante es la que encontramos en la encíclica de Pío XI,
Quadragesimo Anno (1931). En esta encíclica se alientan las vías cooperativas en
las empresas donde trabajadores y empresarios participan tanto en la gestión como
en los beneficios.
En la segunda mitad del siglo XX, y coincidiendo con la progresiva emancipación
de la tutela vaticana de la democracia cristiana, esta corriente ideológica ha ido
consolidándose y extendiéndose. La Internacional Demócrata Cristiana (IDC),
agrupa a un centenar de partidos, fundamentalmente europeos y latinoamericanos.
DEMOCRACIA CRISTIANA Y SU
HISTORIA
5. El más antiguo de España es el PNV (Partido Nacionalista Vasco), que es
centenario, pero actualmente es un partido aconfesional y progresista en temas
sociales, y la UDC (Unió Democràtica de Catalunya), que acaba de cumplir 75
años. En el año 1990, la antigua Alianza Popular (AP), en su refundación, con
el nuevo nombre de Partido Popular, abandonó la adscripción conservadora
para integrarse en el ámbito de la democracia cristiana. En el inicio del siglo
XXI, esta internacional, y a iniciativa de los españoles, ha asumido una doble
denominación, y también se llama Internacional Demócrata de Centro, para
ampliar la presencia de partidos que tenían reparos hacia las denominaciones
religiosas.
La democracia cristiana es actualmente una corriente que ha experimentado
una evolución paralela a la que tuvo la socialdemocracia. Si ésta es
interclasista, la democracia cristiana se dirige a un electorado no
exclusivamente religioso.
DEMOCRACIA CRISTIANA Y SU
HISTORIA
6. En la práctica política, la Democracia
Cristiana es considerada de derecha en
asuntos sociales, morales y culturales.
La Democracia Cristiana no tiene su
origen en el socialismo ni relación
alguna con la Internacional, sino en la
Doctrina social de la Iglesia. Aunque
en muchas ocasiones la democracia
cristiana ha aceptado el liberalismo, y
comparte la idea de la reducción de
impuestos con la intervención estatal,
con el fin de acabar con la injusticia
social; en general los principios que
han regido su matriz se derivan de la
idea del Estado del bienestar.
CARACTERÍSTICAS DEL
DEMOCRISTIANISMO
7. Por esa razón es frecuente encontrar partidos democristianos en la centro-
derecha. La Democracia Cristiana suele sobresalir por su marcado
conservadurismo lo que la distingue del progresismo; y su notoria inclinación
estatista lo que también la separa del liberalismo económico.
Para la Iglesia católica, la Democracia Cristiana ha existido desde los fines del siglo
XIX, cuando el Papa León XIII escribió la encíclica Rerum novarum, una
respuesta al socialismo y a los nuevos sindicatos en la cual el Vaticano reconoció
las privaciones del trabajador y se dispuso a aliviarlas.
La Iglesia católica aclaró su posición al respecto en la Quadragesimo Anno, una
encíclica hecho por el Papa Pío XI en 1931. Aunque hay muchas formas de
democracia cristiana, generalmente están de acuerdo en ciertas materias. Su idea
del Estado no corresponde a la de los liberales: debe ser descentralizado y estar
compuesto de varios conjuntos, pero debe tener una capacidad indiscutible.
CARACTERÍSTICAS DEL
DEMOCRISTIANISMO
8. Los democratacristianos creen que la
sociedad debe ser responsable de la
economía, pero no discuten los
principios del capitalismo, creen que
debe haber un capitalismo con rostro
humano, lo que lo diferencia de la
socialdemocracia. La democracia
cristiana se parece más al socialismo
cristiano en que cree que el deber del
Estado es cuidar de sus ciudadanos.
Los democratacristianos generalmente
siguen la posición del Vaticano en
temas morales. Sin embargo, la mayoría
de ellos ha aceptado el divorcio y el
gobierno secular.
CARACTERÍSTICAS DEL
DEMOCRISTIANISMO
9. Los partidos democratacristianos suelen decir que son de "inspiración cristiana", en buena
parte por influencia maritainiana. Incluso al calificar de cristiana la democracia parece
subrayarse esta idea. Dentro de las filas del propio social-cristianismo la cuestión del
nombre ya ha sido muy debatida. Y de hecho algunos de estos grupos políticos han
desechado la etiqueta por cuanto compromete y responsabiliza a los miembros en esta
cuestión.
La democracia cristiana ha sido más prominente en Italia, Alemania, Países Bajos y América
Latina, destacándose Chile, Venezuela y República Dominicana. El primero ha tenido tres
presidentes democratacristianos: Eduardo Frei Montalva (1964-1970), Patricio Aylwin
(1990-1994) y Eduardo Frei Ruiz-Tagle (1994-2000); el segundo dos: Rafael Caldera y Luis
Herrera Campins; y en República Dominicana Joaquín Balaguer por varios periodos.
En América Central después de años de dictaduras y gobiernos autoritarios algunos de los
primeros presidentes civiles electos fueron democratacristianos: José Napoleón Duarte (El
Salvador (1984-1989), Marco Vinicio Cerezo Arévalo (Guatemala, 1986-1990). En Costa
Rica, han sido electos presidentes por el Partido Unidad Social Cristiana (PUSC) ha sido
gobernada por Rafael Ángel Calderón Fournier (1990-1994), Miguel Ángel Rodríguez
Echeverría (1998 - 2002) y Abel Pacheco de la Espriella (2002 - 2006).
CARACTERÍSTICAS DEL
DEMOCRISTIANISMO
10. En común con el conservadurismo, valores morales tradicionales (contrarios al aborto y a
favor de la familia tradicional), oposición a la secularización, una visión del desarrollo
evolucionario (como opuesto a revolucionario) de la sociedad, un énfasis en la ley y el
orden, y rechazo al comunismo.
En contraste al conservadurismo, abierto al cambio (por ejemplo, en la estructura de la
sociedad) y no necesariamente con apoyo al statu quo social.
En común con el liberalismo, un énfasis en los derechos humanos y la iniciativa individual.
En contraste al liberalismo, un rechazo al secularismo, y énfasis en el hecho de que el
individuo es parte de una comunidad y tiene deberes para con ella.
En común con el socialismo, un énfasis en la comunidad, solidaridad social, el humanismo,
el apoyo al Estado del bienestar, y por alguna regulación del mercado.
En contraste al socialismo, la mayoría de los democratacristianos europeos apoyan una
economía de mercado y no adhieren a la doctrina de la lucha de clases. Esto no
necesariamente se ve en algunos partidos democratacristianos de América Latina, con su
influencia de la Teología de la Liberación.
PUNTOS DE VISTA POLÍTICO
11. Los democratacristianos son por lo general conservadores en lo social, y como tales,
mantienen una posición relativamente escéptica respecto a temas como el aborto y el
matrimonio entre personas del mismo sexo, aunque algunos partidos democratacristianos
han aceptado la legalización limitada de ambos. Es común que los partidos
democratacristianos tiendan a marcar la herencia cristiana de su país, y afirmar posiciones
éticas explícitamente cristianas, antes que adoptar una visión más liberal o secular.
En asuntos económicos, los democratacristianos no suelen desafiar al capitalismo como
sistema económico, a diferencia de su repudio explícito al comunismo y similares ideologías,
aunque sí ven a la economía como algo al servicio de la humanidad. El deber del estado con
respecto a la sociedad es de real importancia para los democratacristianos, algunos ven a
este deber como meramente para crear las condiciones para que la sociedad civil florezca
por fuera de las fronteras del estado, mientras que otros lo ven como un deber más directo
del estado con los ciudadanos. En décadas recientes, algunos partidos democratacristianos
en Europa han adoptado políticas consistentes con un punto de vista liberal en lo
económico, mientras que otros democratacristianos por momentos parecen mantener
visiones similares del socialismo cristiano.
PUNTOS DE VISTA POLÍTICO