Este documento discute el diseño curricular problematizador. Propone que los maestros e instituciones deben adoptar un enfoque académico y pedagógico que se centre en la construcción del conocimiento y un proceso de formación integral. Se argumenta que un currículo basado en problemas centrará y fortalecerá la vida académica y formativa de los estudiantes, lo que puede conducir a una reconstrucción social. Al reflexionar, criticar e inquietarse sobre los problemas, los estudiantes pueden responder y solucionar problemas del mundo real