Paco Larrañaga pide a Pablo Ibar que mantenga su lucha « por la verdad»
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El preso vasco-
filipino ha escrito
una carta dirigida al
recluso condenado
en el corredor
de la muerte
:: JAVIER PEÑALBA
SAN SEBASTIÁN. El preso vasco-
filipino Paco Larrañaga pide a la ciu-
dadanía que exija de «manera acti-
va» al Gobierno de Estados Unidos
la abolición de la pena de capital y
la revisión del caso de Pablo Ibar,
que permanece recluido en el co-
rredor de la muerte en el penal de
Raiford, en Starke, en Florida,
Paco Larrañaga, que cumple con-
dena en la cárcel de Martutene por
dos crímenes que cargaron sobre
sus espaldas en Filipinas, ha escri-
to una carta a Pablo Ibar, recluso
también de origen guipuzcoano. En
la misiva, Larrañaga le da ánimos,
le dice que reza mucho por él y su
familia y le hace saber que nunca
estará solo.
En la carta, Paco Larrañaga ex-
plica que «hace mucho tiempo que
quería escribirte unas líneas, pues
no dejo de pensar en ti». Reconoce
que estas son fechas realmente es-
peciales y añade que «sé que pasar
la Navidad en el corredor de la
muerte es muy duro. Hace muy
poco yo mismo estaba condenado
a muerte y sé lo que se sufre y la
tortura que supone estar destina-
do a morir a corto o medio plazo,
cuando además, has sido condena-
do de forma injusta», indica Paco.
Las vidas de Paco y Pablo han dis-
currido durante muchos años en
paralelo. Ambos fueron condena-
dos a muerte. Pablo subsiste tras los
barrotes de su celda en Estados Uni-
dos, Paco lo hizo en Filipinas y aho-
ra se encuentra en Martutene. Los
dos son hijos de pelotaris de cesta
punta que buscaron fortuna a otro
lado de los océanos. Los dos chicos
llevan en sus venas sangre guipuz-
coana. Paco, deAlegi; Pablo, de Zes-
toa. Ibar, es sobrino del legendario
boxeador Urtain. A ambos les im-
putan sendos crímenes que juran
no haber cometido.
«Lucharemos juntos»
Larrañaga pide en la carta a Pablo
que mantenga el ánimo alto y le
recuerda que de la misma forma
que la sociedad española le rescató
y «me salvó la vida», está seguro
«que también lucha por ti ahora».
Paco se muestra convencido de
que «un día lucharemos juntos por
la abolición de la pena de muerte
en el mundo».
«Matar nunca es la solución. La
sociedad debe prosperar y enten-
der que imponer un castigo no es
justificación suficiente para acabar
con una vida humana, sea o no cul-
pable de cometer un crimen simi-
lar», reflexiona Larrañaga.
El interno de Martutene asegu-
ra que mientras exista la pena ca-
pital no es posible legislar con jus-
ticia. «Personas inocentes, como tú
y como yo, pueden ser condenadas
por error y morir; la sociedad nun-
ca podría entonces enmendar su
equivocación», señala.
Porello,PacoLarrañagapide«hu-
mildemente al pueblo español» que
exija de forma activa al Gobierno
de Estados Unidos que «no acabe
con la vida de su compatriota. Na-
die debe sentir indiferencia ante la
pérdida de una vida humana», dice.
Antes de despedirse con un
«fuerte abrazo», Larrañaga le re-
cuerda a Pablo que se mantenga fir-
me en la lucha por la verdad y la jus-
ticia. «Pueden encerrar tu cuerpo
pero nunca podrán encerrar tu
mente.Tus sueños son libres. Eres
libre para elegir seguir luchando
por la verdad y la justicia. Yo tam-
bién sigo luchando»,
concluye.
Paco Larrañaga lleva
catorce años privado de
libertad. Es hijo de Ma-
nuel Larrañaga y de
Margot González. En
1999 fue condenado a cadena
perpetua por un doble cri-
men, en un proceso pla-
gado de irregularidades.
Paco se halla en Espa-
ña desde las navidades
de 2009, gracias a un
convenio suscrito entre
los gobiernos de Madrid
y Manila que le permite
cumplir su condena en
una cárcel española. Paco ha empe-
zado ya a disfrutar de algunos per-
misos fuera de prisión.
En junio, junto a otros cuatro in-
ternos tomó parte en la Peregrina-
ción Diocesana a Lourdes, organi-
zada por el Obispado de San Sebas-
tián y presidida por el obispo José
Ignacio Munilla. Los reclusos via-
jaron acompañados por el capellán
de la cárcel, junto con una religio-
sa de la comunidad de Martutene
así como por un funcionario y
miembros de la Pastoral Peniten-
ciaria.
Esta salida se enmarca dentro de
las actividades terapéuticas que se
desarrollan en la cárcel y cuyo ob-
jetivo no es otro que la reinserción
de los internos.
A Pablo se le imputa el asesina-
to en 1994 de Casimir Su-
charski, dueño de un po-
pular local de alterne de
Miami, y de las mode-
los Marie Rogers y
SharonAnderson, am-
bas de 25 años. En abril
de 1997 comenzó el
juicio. Pablo fue juzga-
do junto al presunto
cómplice Seth Penal-
ver.
Tras nueve meses de
deliberaciones, el tri-
bunal no llegó a un
veredicto de culpabi-
lidad, pero tampoco
de inocencia. El juicio
debía repetirse. El se-
gundo proceso fue
distinto. Penalver e
Ibar fueron procesa-
dos por separado. Ambos fueron
declarados culpables y Pablo ingre-
só en el corredor de la muerte.
El caso de Pablo se halla ahora
en una fase de recursos. El pasado
día 14, el juez Jeffrey R. Levenson,
de Fort Lauderdale, al norte de Mia-
mi, decidió aplazar su decisión res-
pecto a si se mantiene su condena
a la pena capital. La próxima vista
esta señalada para febrero. Si el juez
acepta los argumentos de la defen-
sa, quedaría anulada la condena,
aunque la Fiscalía podría recurrir
ante el Tribunal Supremo de Flo-
rida.
Paco Larrañaga pide a Pablo Ibar que
mantenga su lucha « por la verdad»
Paco Larrañaga
Pablo Ibar
PENA DE MUERTE 19Sábado 31.12.11
EL DIARIO VASCO AL DÍA