Jardín N° 913 Lola Mora.
Sala amarilla, 4 años
Actividad: Día de la Primavera"
Jardín N° 913 Lola Mora.
Sala amarilla, 4 años
Actividad: Los monstruos de Antonio Berni
Jardín N° 913 Lola Mora.
Sala amarilla, 4 años
Actividad:
Jardín N° 913 Lola Mora.
Sala amarilla, 4 años
Actividad: Construyendo Pelliscófonos. Reciclado.
Jardín N° 913 Lola Mora.
Sala amarilla, 4 años
Actividad: Sellado con Esponjas
JARDÍN DE INFANTES N°913 - LOLA MORA
Sala Amarilla - Sección: 2°A - Edad: 4 años.
Dibujos de ratas y ratones.
JARDÍN DE INFANTES N°913 - LOLA MORA
Sala Amarilla - Sección: 2°A - Edad: 4 años.
Reutilización de cajas de huevos de cartón.
JARDÍN DE INFANTES N°913 - LOLA MORA
Sala Amarilla - Sección: 2°A - Edad: 4 años.
Diferenciación entre rata y ratón - Modelado con papel reciclado de rata o ratón.
Experiencia de la práctica
Fue una experiencia que me llenó de cosas
maravillosas , me acercó a una utopía que
sentí que se podía alcanzar.
Aprendí de cada una de las maestras que me
brindaron sus conocimientos y experiencias
para llevar a cabo la labor de la mejor manera.
Allí pude experimentar, trabajar,
descubrir,aceptar, modificar y aprender. Pude
aplicar lo adquirido en el transcurso de la
carrera para seguir en este camino y esta tarea
tan ardua como lo es "ser docente".
Reflexión sobre la práctica
Cuando ingresé por primera vez al jardín no me imaginé que el paso por el
seria tan maravilloso. El calor humano, la contención, el afecto que me
brindaron hicieron que mi tarea como practicante sea más fácil de llevar. El
saber que todos nos evalúan en esa instancia hace que uno esté nervioso y
con muchos miedos. Pero allí supieron hacernos sentir parte de la institución.
Nos brindaron un espacio maravilloso para experimentar, equivocarnos y
aprender de nuestros errores.
El paso por el jardín me hizo darme cuenta que el camino que elegí para mi
futuro es el que realmente quiero. Disfruté cada minuto estando en la sala,
compartiendo con los nenes mis proyectos. Me sentí especial, porque en ese
corto tiempo, dejé marcada una huella, pequeña, pero huella al fin en cada
uno de ellos al igual que lo hicieron en mí. Fue realmente una experiencia
maravillosa. Donde aprendí que no todo es lo que parece. Donde todavía se
puede trabajar en un clima cordial y de respeto. Y por sobre todas las cosas,
donde uno puede ser uno mismo.
Noelia Tissone
Mi paso por el Jardín de Infantes N°913 fue un desafío que creía imposible de
superar, en un principio a la hora de dar clases me sentía muy nerviosa,
comenzaba a transpirar y la boca se me secaba. Se estarán preguntando por qué
tenía esta mezcla de sensaciones si estaba haciendo lo que me gustaba , la
respuesta es sencilla estaba aterrorizada de no saber si estaba haciendo las cosas
bien hasta que comprendí que si yo me ponía nerviosa transmitía esa sensación a
los niños y no era mi objetivo, pero está situación pude superarla gracias al apoyo de
las docentes que luego de dar las actividades se acercaron y me transmitieron
palabras de apoyo, me dieron sugerencias y compartieron experiencias que me
sirvieron para mejorar y aplicarlas a mi práctica.
Fue así como con el correr de las clases me fui sintiendo cómoda, y esa inseguridad
iba desapareciendo. También me di cuenta lo importante que es sentir la solidaridad,
el compromiso y el apoyo del otro.
Así como estás docente hicieron conmigo, yo trataba de transmitir lo mismo en el
momento de estar con los niños. Disfrute mucho la experiencia, desde las
sensaciones malas hasta las emociones al recibir un abrazo, una sonrisa, un te
quiero o simplemente la palabra: "seño".
El paso de lo imposible a lo posible se puede lograr gracias a la confianza de uno
mismo que es transmitido por el otro.
Cecilia Pardi.
Reflexión:
Mi paso por el jardín fue una experiencia muy linda, que dejó recuerdos y aprendizajes muy significativos.
Quizá porque fueron los primeros…
Fue una experiencia atravesada por diferentes momentos, sensaciones y sentimientos, desde nervios,
ansias, incertidumbres, hasta tranquilidad, seguridad, confianza, felicidad y un poco de tristeza…
Al comienzo estaba un poco nerviosa, pero al mismo tiempo ansiosa por dar mi primera clase y ver cómo
resultaría, cómo responderían los niños ante mis propuestas.
Con el correr de las clases me fui sintiendo cada vez más segura conmigo misma y con los grupos.
La primera experiencia fue con niños de 3 años, niños muy pequeños con personalidades bien
diferenciadas. Fue muy interesante todo lo que llegué a aprender de cada uno de ellos y del grupo en
general.
La segunda experiencia fue en sala de 4 años. También fue un grupo muy lindo, muy cariñosos todos. Pero
con formas de trabajar distintas con respecto al primer grupo.
Estas diferencias, tanto en los grupos como en las docentes contribuyeron a mi formación, me permitieron
ir decidiendo cuál sería mi perfil docente.
En ambas salas pasé momentos muy lindos, me encontré con distintas situaciones, y aprendí muchísimo.
Los niños continuamente estaban demostrando su cariño para conmigo y mi compañera, demostraban su
gusto por las actividades, y esa devolución por parte de ellos me hizo sentir muy bien y aún más segura
con la carrera que elegí.
Villanueva Yamila
La llegada al jardín me hizo sentir que nada puede
hacer cambiar mi elección por esta carrera, las risas, los
abrazos, los "seño: te quiero", llenan el alma. Los
momentos compartidos, los nervios de la primera clase,
el verse ahí junto a los nenes, ayudándolos a crecer, a
aprender, guiándolos, acompañándolos, pero por sobre
todas las cosas dándoles ese amor que solo en el jardín
se siente y el que lo vivió puede sentir. Me llevé mucho
de ese bello lugar, aprendí muchas cosas, mejoré otras, y
entendí que siempre hay algo nuevo por aprender.
Lo más triste, la despedida, un dolor ciertamente dulce,
porque los llevo en mi corazón y nunca los voy a olvidar.
Roth Romina
Cuando comencé a estudiar no sabía si este era mi camino, si estaba capacitada
para enseñar....
La llegada al jardín me permitió experimentar muchos sentimientos, que más
allá de los nervios vividos, volvería a elegir esta carrera.
La primer docente con la que estuve, Mariela, me enseño que debo "Disfrutar"
de lo que doy, y ese día todo cambió, esperaba ansiosamente el poder volver
.Hasta que llego el dia que debía evaluar, mi profesora de práctica ¡ ese día !
sus palabras me llenaron el alma y me pregunté porque no comencé mucho
antes.
No puedo expresar todo lo que sentí, y siento al dar una clase pero en ese
lugar encontré un clima de contención y cariño desde Moni la auxiliar hasta la
dirección.
No puedo dejar de mencionar a mis amigas que sin ellas las prácticas no serían
lo que fueron. Infinitamente Gracias...
Claudia Ochoa.
Claudia Ochoa