2. 1. CRONOLOGÍA. GOYA (1746-1828)
La obra de Goya abarca la segunda mitad del siglo XVIII y las primeras décadas del XIX. Cronológicamente, coincide
con el tardobarroco de Tiépolo, el Rococó de Fragonard, el Neoclasicismo de Mengs y el Romanticismo de Delacroix.
En muchas de sus obras podemos ver rasgos de dichos estilos, pero lo interesante de Goya es su capacidad para
superar cualquier clasificación estilística y para crear obras originales, innovadoras y difícilmente clasificables.
TARDOBARROCO ROCOCÓ ROMANTICISMONEOCLASICISMO
3. EL QUITASO. Goya, 1777
LA FAMILIA DE CARLOS IV. Goya, 1800 EL TRES DE MAYO. Goya, 1814.
EL DOS DE MAYO. Goya, 1814.
OBRAS DE REFERENCIA
4. SATURNO DEVORANDO A SUS HIJOS. Goya, 1820-1823.La lechera de Burdeos. Goya, 1827.
«NO HAY REMEDIO» (Desastres de la guerra)
Goya, 1820-1823.
5. 2. EVOLUCIÓN DE LA OBRA DE GOYA.
Goya nació en Fuendetodos, un pequeño pueblo de Zaragoza, en 1746.
6. Se formó como pintor en Zaragoza y en Italia, adonde
viajó en 1770. Sus primeras obras se mueven entre el
Neoclasicismo aprendido en Italia y el barroco tardío
italiano, una pintura brillante, colorista, de pincelada
suelta que había introducido en España Tiépolo, en los
frescos para el Palacio Real.
ADORACIÓN DEL NOMBRE DE DIOS. Basílica del Pilar, Zaragoza. Goya, 1772.
ANÍBAL VENCEDOR. Goya, 1770.
FRESCOS PARA EL PALACIO REAL DE MADRID. Tiepolo, 1762-66.
7. En el año 1775, Goya fue llamado por el pintor neoclásico Mengs a la corte para trabajar como pintor de “cartones” para
tapices en la Real Fábrica de Santa Bárbara. En Madrid, Goya se hará amigo de los ilustrados, se convertirá en miembro de
la Academia de Bellas Artes de San Fernando y acabará entrando en la corte como pintor del rey, de Carlos III primero, y de
Carlos IV posteriormente. En Madrid desarrollará su carrera como pintor y grabador hasta 1824, año en el que marchará a
Burdeos para vivir sus últimos años.
ENTRADA DE CARLOS III EN MADRID EN 1760
8. Lo más sorprendente de la obra de Goya es su evolución
desde unas primeras obras alegres, coloristas y
luminosas (cartones para tapices) hacia unas obras
finales siniestras, oscuras e incomprensibles (pinturas
negras)
¿Cómo es posible que su pintura evolucionara en el
sentido en el que lo hizo, rompiendo todas las
convenciones académicas?
¿Cómo?
¿Porqué?
9. ¿El contacto con los
ilustrados (Jovellanos,
Moratín Floridablanca?
¿La grave enfermedad
que sufrió en 1793 y le
dejó sordo?
¿La Guerra de
Independencia contra los
franceses?
¿El retorno de Fernando
VII a España en 1814?
Tal vez, se intensificó su
sentido crítico y
pesimista.
Tal vez, se agrió su
carácter y se distanció de
la vida alegre y
optimista.
Tal vez, vio demasiada
sangre y crueldad como
para tener una visión
positiva de los hombres.
Tal vez, vio que España
no tenía remedio, ni el
oscurantismo, ni la
necedad.
10. 3. LOS GRABADOS.
Goya se sirvió a lo largo de su vida de dos técnicas
artísticas: la pintura y el grabado.
El grabado es una técnica de impresión que consiste
en obtener una estampa mediante la reproducción
mecánica, con prensa, de un dibujo realizado
previamente en una plancha. Depende del material
del que esté hecha la plancha para que el grabado
sea una xilografía (madera), litografía (piedra) o
aguafuerte (metal)
Goya realizó sus grabados mediante la técnica del
aguafuerte. La técnica del aguafuerte consiste en
aplicar barniz, antiguamente cera, sobre una plancha
de metal (zinc, hierro, acero, latón, cobre…) y
dibujar sobre ella. Hecho esto, se introduce en un
baño ácido que corroerá el metal por aquellas zonas
que hemos dibujado. A mayor tiempo de inmersión,
o concentración, los surcos serán más profundos, por
lo que al entintar se depositará más tinta dando
lugar a líneas más oscuras.
11. 3.1. LOS CAPRICHOS (1799).
80 grabados.
Goya realizó cuatro series de grabados a lo largo
de su vida: “Los caprichos”, “Los desastres de la
guerra”, “Tauromaquia” y “Los disparates”. La
primera serie fue “Los caprichos”, así titulada
porque Goya quería representar asuntos
caprichosos, sacados de su propia fantasía.
Cada estampa llevaba un rótulo, a veces preciso, a
veces ambiguo, que ayudaba a entender su
significado.
Goya quería criticar, con sus grabados, los errores
y vicios humanos, la superstición popular, las
preocupaciones de la sociedad civil y el papel que
en ella juegan las clases sociales.
Su propósito era el de ilustrar la ignorancia de la
sociedad española del siglo XVIII para tratar de
corregirla.
12. P (Comentario del Museo del Prado).
“El novio no es de los más apetecibles, pero
es rico y a costa de la libertad de una niña
infeliz se compra el socorro de una familia
hambrienta.”
BN (Comentario de la Biblioteca Nacional)
“Y no falta un cura que apadrine
semejantes bodas”
Crítica despiadada a los matrimonios de
conveniencia.
13. BN. “Los Obispos y Canónigos se
llevan una vida ociosa y regalada,
después de dormir a pierna suelta se
levantan tarde para ir a misa;
bostezan; se esperezan y no piensan
más que en darse buena vida sin
trabajar nada.”
14. A (Comentario de López de Ayala)
“Los necios preciados de nobles se
entregan a la haraganeria y
superstición, y cierran con
candados su entendimiento,
mientras los alimenta
groseramente la ignorancia.”
15. 3.2. LOS DESASTRES DE LA
GUERRA. (1810-1815).
82 grabados.
La primera parte de «Los desastres»
está centrada en escenas de guerra,
con actos salvajes perpetrados tanto
por franceses como por patriotas
españoles.
La segunda parte está centrada en el
hambre y la penuria pasados por la
población de Madrid entre 1811 y
1812.
La tercera parte o «Caprichos
enfáticos» (estampas 65 a 82), que se
refieren al periodo absolutista tras el
regreso de Fernando VII. En esta
sección abunda la crítica sociopolítica
y el uso de la alegoría mediante
animales.
“Lo mismo.”
“Qué hai que hacer más?.”
19. 3.3. TAUROMAQUIA (1814-1816). 33 grabados.
Describe suertes del toreo, circunstancias dramáticas, recuerdos de toreros importantes.
“Ligereza y atrevimiento de Juanito Apiñai en la de Madrid”
20. 3.4. LOS DISPARATES (1819-1823). 22 grabados.
Es una serie que no está acabada. Son 22 estampas de difícil interpretación. Las pocas que llevan una inscripción
resultan tan enigmáticas como las que no la llevan. En la atmósfera de pesimismo que vive Goya tras la restauración
absolutista, parece que la interpretación de la serie tenga que ver con lo absurdo de la existencia, lo feroz de las
fuerzas del mal, el reino de la hipocresía, el fatal triunfo de la vejez, el dolor y la muerte.
“Disparate de miedo”
22. 4. PINTURAS (óleo y fresco).
4.1. LOS TEMAS CASTIZOS Y COSTUMBRISTAS.
Goya es el pintor de la España de la segunda mitad del XVIII. Todos los tipos sociales pasan por sus pinceles: nobles
y curas, pero también burgueses (sus amigos ilustrados) y muy especialmente las clases populares. Todo el encanto
de la vida española se muestra en sus lienzos y, particularmente, en sus “cartones” para tapices.
LA PRADERA DE SAN ISIDRO. Goya, 1788.
23. Un “cartón” es un boceto o
estudio previo a la ejecución de
la obra definitiva, hecho sobre
cartón, para la posterior
realización de una pintura o un
tapiz. En la Europa de los siglos
XVI al XVIII se utilizaron con
frecuencia cartones cuyo destino
eran los telares que componían
los tapices que adornaban los
salones de los palacios.
Los cartones para tapices de
Goya eran cuadros al óleo que se
utilizaron como plantillas para la
confección de tapices para el
Palacio del Pardo y para algunas
salas del palacio de los Borbones
en el Monasterio de El Escorial.
LA VENDIMIA. Goya, 1787, de la serie «Las cuatro estaciones».
25. LA MAJA Y LOS EMBOZADOS, Goya, 1777.
Goya realizó “cartones” en la Real Fábrica de
Tapices de Santa Bárbara entre 1775 y 1792.
En ellos representó escenas de caza,
diversiones populares campestres,
representaciones de las cuatro estaciones.
En general, aspectos alegres de la sociedad
española. Las escenas están protagonizadas
por tipos populares: majas, manolos,
militares, mendigos, venteros.
26. Técnicamente, Goya aborda sus composiciones al
modo neoclásico, agrupando las figuras conforme
a esquemas geométricos: pirámides, círculos…
Los personajes suelen mirar en distintas
direcciones para dar variedad. El dibujo es preciso
para adaptarse a la elaboración del tapiz.
EL BAILE DE SAN ANTONIO DE LA FLORIDA. Goya, 1777.
Pero también encontramos aspectos típicos del
Rococó: vivacidad, inmediatez, divertimento,
colores vivos, tonos pasteles muchas veces,
fondos luminosos, etc.
LA COMETA. Goya, 1778.
28. 4.2. LOS TEMAS RELIGIOSOS.
Goya realizó diferentes obras de temática religiosa, tanto óleos como frescos. Entre ellas destacan los frescos que pintó
para las bóvedas de la iglesia de San Antonio de la Florida, en Madrid.
29. FRESCOS PARA SAN ANTONIO DE LA FLORIDA. Goya, 1798.
Goya pintó en la cúpula
un milagro: San Antonio
resucitando a un muerto
para que pudiera dar
testimonio en favor del
padre del santo, que
había sido acusado
injustamente de un
homicidio.
30. Es un tema religioso, pero la presencia
de multitud de personajes de todo
tipo y de todas las clases sociales
convierte la pintura casi en
una escena de género.
Los tradicionales
angelitos flotando en
escorzos imposibles y
las luces celestiales dejan
paso a un paisaje cotidiano
de bosques y montes, cielo
azul y nubes. Las imágenes de
gloria típicas del Barroco tardío se
transforman en asuntos cotidianos y
verosímiles.
31. La técnica de Goya es sorprendente. Utiliza
el fresco y el temple, con lo que puede
añadir muchos toques y pinceladas de
color sobre los fondos grises o blancos
después de haberse secado el revoque.
La pincelada es suelta, algo que ya se había
iniciado en el barroco, pero que Goya lleva
al extremo. Goya pinta con manchas de
color absolutamente libres.
FRESCOS PARA SAN ANTONIO DE LA FLORIDA. Goya, 1798.
32. 4.3. TEMAS
CAPRICHOSOS.
En la década de los noventa, Goya inventa
un género: el caprichoso. Convaleciente de
una enfermedad que acabará dejándole
sordo, Goya se dedica a pintar unos cuadros
de pequeño formato y tema libre, sobre
hojalata, en los que representa escenas de
desastres, peligros, violencia y locura. Tal
vez Goya refleja en estas pinturas sus
propias angustias internas. Su visión de la
vida no parece muy optimista.
ASALTO DE LADRONES.
Goya, 1794. Óleo sobre lámina metálica.
33. “Para ocupar la imaginación mortificada en
la consideración de mis males, y para resarcir
en parte los grandes dispendios que me han
ocasionado, me dediqué a pintar un juego de
cuadros de gabinete, en que he logrado
hacer observaciones a que regularmente no
dan lugar las obras encargadas, y en que el
capricho y la invención no tienen ensanches.”
Carta de Goya a Bernardo de Iriarte, 1794.
EL NAUFRAGIO.
Goya, 1793. Óleo sobre lámina metálica.
INTERIOR DE UNA PRISIÓN.
Goya, 1793. Óleo sobre lámina metálica.
34. CORRAL DE LOCOS.
Goya, 1794. Óleo sobe lámina metálica.
Estos cuadros avanzan una nueva estética
que triunfará durante el Romanticismo: “Lo
sublime terrible”. Esta nueva forma de
enfocar el arte recomendaba representar
escenas terribles, situaciones peligrosas, la
potencia de la oscuridad, y todo ello con el
fin de causar sensaciones sobrecogedoras
por medio del arte.
Goya aparece como un precursor. Hasta
ahora, Goya se había movido entre el
Neoclasicismo y el Rococó, pero estas obras
anticipan el Romanticismo. Esta nueva
estética romperá decididamente con la
estética clásica, basada en la búsqueda de
la belleza ideal y la representación
armoniosa y equilibrada de la naturaleza.
Posteriormente, esta estética terrible
aparecerá en sus grabados sobre “Los
desastres de la guerra” y en unos pequeños
cuadros de dudosa cronología en los que se
muestran horribles crímenes perpetrados
en cuevas oscuras.
35. BANDIDO ASESINANDO A UNA MUJER, Goya, 1798?BANDIDO DESNUDANDO A UNA MUJER, Goya, 1798?
36. 4.4. RETRATOS.
Goya pintó innumerables retratos, de sus amigos
ilustrados, de la nobleza madrileña… y de la
familia real, pues fue nombrado Pintor de
Cámara del Rey en 1789.
En general, los retratos buscan realzar el
temperamento, los rasgos psicológicos y sociales
del retratado. Goya estudiará al personaje
intentando ofrecer una visión, no sólo del
aspecto físico del representado, sino también del
aspecto moral. Selecciona de sus personajes
aquellas facciones, gestos y vestidos que pueden
mostrar actitudes y emociones.
LA CONDESA DE CHINCHÓN. Goya, 1800
37. LA MAJA DESNUDA. Goya, 1790-1800.
A veces, un tema mitológico (Venus) podía ser representado como un retrato «picante». La “Maja desnuda” fue un
encargo de Godoy, para su gabinete privado. Estaría acompañada de la “Venus del espejo” de Velázquez y de otra
Venus de la escuela veneciana del siglo XVI. Las intenciones eran evidentes. Era la representación actualizada de la
diosa Venus, sin el aditamento clásico de Cupido y otros símbolos tradicionales, en un canapé moderno,
ofreciéndose de manera sugerente, como si fuera una muchacha madrileña de finales del XIX.
41. Su retrato más famoso es el de la familia de Carlos IV. Se trata de un cuadro dinástico destinado a subrayar la
estabilidad de la Monarquía borbónica, garantizada por los tres hijos varones, mientras que las infantas y los
hermanos del rey, aunque éstos ya mayores, prometen una poderosa política de alianzas.
CARLOS
Mª DE
ISIDRO
GOYA
INFANTE
ANTONIO
PASCUAL
FRANCISCO DE
PAULA
MARÍA LUISA
INFANTE DON
LUIS Y SU ESPOSA
MARÍA LUISA.
INFANTA MARÍA
ISABEL
INFANTA MARÍA JOSEFA
CARLOS IV
FERNANDO (VII)
FUTURA ESPOSA DE
FERNANDO VII
42. El retrato familiar revela el
influjo de Las meninas de
Velázquez en varios aspectos de
la composición, como la
inclusión del autorretrato del
pintor ante su lienzo, a la
izquierda, así como la
decoración del muro del fondo
con los dos cuadros simétricos,
si bien Goya, a diferencia de
Velázquez, renuncia a los juegos
de perspectiva.
“Lo que más interesa al pintor es captar la personalidad de los
retratados, fundamentalmente de la reina, verdadera
protagonista de la composición, y la del rey, con su carácter
abúlico y ausente. La obra es un documento humano sin
parangón. Estilísticamente destaca la pincelada tan suelta
empleada por Goya…”
ARTEHISTORIA
43. 4.5. PINTURA DE
HSTORIA.
“Perpetuar por medio del pincel las
más notables y heroicas acciones o
escenas de nuestra gloriosa
insurrección contra el tirano de
Europa”
GOYA. 1814.
Tras la vuelta de Fernando VII a España,
Goya pinta para los salones de palacio
dos cuadros relativos a la Guerra de
Independencia. Goya Planteó dos
temas, a modo de díptico, que se
complementan visualmente y tienen
un significado conjunto: el violento
ataque del pueblo de Madrid a las
tropas de Murat en la mañana del 2
de mayo («El 2 de mayo») y la
consiguiente represalia del ejército
francés («Los fusilamientos del 3 de
mayo»).
45. Nada hay de la pintura neoclásica:
Frente a la agrupación ordenada de las figuras,
caos y desorden;
Frente a la contención expresiva,
verdadero horror y ferocidad;
Frente a la importancia del dibujo,
Goya pinta con manchas de color;
Frente a la noble simplicidad,
el innoble populacho, rostros vulgares y feroces;
Frente a la serena grandeza,
exaltación, dinamismo y violencia.
Goya destaca por su visión veraz, inmediata,
vívida, con una gran fuerza expresiva. Actúa como
un periodista que hubiera estado allí, no como un
narrador aséptico. No es un cuadro dirigido a la
razón, sino un cuadro apasionado y, en cierto
modo, romántico: el levantamiento del pueblo
anónimo contra la tiranía, la lucha por la libertad.
47. “En todas sus obras el protagonista
absoluto es el pueblo, en su masa
anónima, héroe colectivo y no figura
particular como podía serlo el general
victorioso o el rey en el campo de batalla.
Éste es un concepto claramente romántico
y moderno de entender la guerra y los
logros nacionales, que se atribuyen al
pueblo y su voluntad, más que a sus
dirigentes…
En éste de los Fusilamientos, lo que vemos
son las consecuencias de aquella
resistencia de los madrileños. El modo de
componer la escena determina las
características de los dos grupos
protagonistas: por un lado los ejecutados,
ofreciendo su cara al espectador y al grupo
de los verdugos, rostros vulgares,
atemorizados y desesperados, en toda una
galería de retratos del miedo que Goya nos
ofrece…
La pincelada de Goya es absolutamente
suelta, independiente del dibujo, lo que
facilita la creación de una atmósfera
tétrica a través de las luces, los colores y
los humos.”
ARTEHISTORIA
48. Es el mismo ambiente que
muestran sus grabados de
“Los desastres de la
guerra”.
49. Podría relacionarse
con sus pinturas
caprichosas, pero
el carácter
absurdo de
las escenas y el
aire grotesco e
irreal de los
personajes
obligan a
diferenciarlo.
4.6. TEMAS GROTESCOS.
En las pinturas negras de la Quinta del Sordo y en la
serie de grabados “Los disparates”, Goya
ensayó un nuevo género grotesco.
50. Pinturas negras (1819–1823) es el nombre que recibe una serie de
catorce obras murales de Francisco de Goya, pintadas con la técnica de
óleo al seco (sobre paredes recubiertas de yeso). Las creó como
decoración de los muros de su casa, llamada la Quinta del Sordo, que
había adquirido en febrero de 1819. Estos murales fueron trasladados a
lienzo a partir de 1874, y actualmente se conservan en el Museo del
Prado de Madrid.
LUCHA A GARROTAZOS. Goya, 1820-1823.DOS VIEJOS. Goya, 1820-1823.
51. Muchas de las escenas de las Pinturas negras son nocturnas,
son escenas confusas, como de pesadilla. Todo ello genera
una sensación de pesimismo, de visión tremenda, de enigma
y espacio irreal.
Las figuras muestran rostros ferozmente expresivos, con la
pupila rodeada de blanco, y las fauces abiertas en rostros
caricaturizados, animales, grotescos.
Se muestra lo feo, lo terrible; ya no es la belleza el objeto del
arte, sino el pathos y una cierta conciencia de mostrar todos
los aspectos de la vida humana sin descartar los más
desagradables.
La gama cromática está dominada por ocres, dorados, tierras,
grises y negros, lo que contribuye a acentuar el carácter
sórdido y terrible de las escenas. La pincelada culmina su
evolución hacia la mancha de color, el esbozo y la
expresividad.
Estas pinturas se consideran un precedente del
expresionismo del siglo XX.
SATURNO DEVORANDO A SUS HIJOS. Goya, 1820-1823.
52. CABEZA DE PERRO. Goya, 1820-1823.
EL QUITASOL, Goya, 1777
LA GALLINA CIEGA, Goya, 1789.
¿Adónde fueron la
alegría, el color y la
visión amable de la vida?
55. Francisco de Goya y Lucientes
pasó los últimos cuatro años de
su vida en Burdeos, ciudad
refugio en la que se exilió con 78
años, temeroso de la saña con la
que Fernando VII perseguía a los
liberales.
Su última obra, «La lechera de
Burdeos», se ha considerado
tradicionalmente como una
lechera, subida a lomos de una
mula y transportando un
cántaro rebosante de leche.
Goya destaca por la
recuperación del color y por la
técnica de pinceladas breves y
yuxtapuestas, que emplearían
posteriormente los
impresionistas.
LA LECHERA DE BURDEOS. Goya, 1827.