2. • Aunque usted no sea un gastrónomo devoto, puede
apreciar todos los sabores de su cerveza saboreándola
lentamente. Aunque el hecho de degustar requiera
inevitablemente gusto, eso no conlleva a que la vista y el
olfato no se beneficien de la degustación. Claro está, hay
algunos pequeños trucos que hay que conocer para una
correcta degustación.
3. • a) El entorno
• La degustación de una cerveza se hace en un entorno
tranquilo y en un ambiente relajado. No se puede
degustar una cerveza con prisas, hay que tonárselo con
calma.
• Evite:
• Olores perturbadores (humo de
cigarrillo, perfume, olores de cocina,…),
• Un lugar donde sea difícil concentrarse
(bar, supermercado,…).
4. • Cada tipo de cerveza tiene su tipo de vaso correspondiente. Este
último permite descubrir mejor la cerveza, sus aromas, su
espuma, su color, etc…
• El vaso debe está seco y limpio, con el fin de poder evaluar
correctamente la espuma. Toda grasa eliminaría la espuma de la
cerveza: es importante pues aclarar bien el vaso en agua fría y dejar
que se seque al aire libre antes de servir la cerveza. Entre cada
degustación, deberá lavar su vaso para que no queden restos de la
cerveza anterior.
• Evite:
• Un vaso demasiado pequeño (inferior a 20 CL),
• Un vaso sucio, o con restos de sabor (restos de líquido
lavavajillas,…).
5. • Hay que tener muy en cuenta el tipo de cerveza elegido, ya
que es este él que nos da la información sobre la temperatura
idónea para beberla y define el tipo de vaso que debe
utilizarse. No todas las cervezas se beben de la misma forma
(en general, la etiqueta proporciona esta información):
• Algunas frías 5°C-6°c,
• Otras a temperatura de bodega 10°c-15°c,
• Algunas calientes 70°c.
• Cuando se observa una cerveza, hay que fijarse en tres
aspectos: la espuma ha de pegarse a las paredes del
vaso, las burbujas deben ser pequeñas y regulares y, el color
debe ser brillante, excepto para las cervezas de
levadura, como por ejemplo la cerveza blanca.
6. • d) Usted
• Debe tomar su tiempo para una degustación con éxito. Sobre
todo, evite una boca contaminada por otros sabores:
falsificaran completamente los sabores de la cerveza. Antes
de empezar la degustación, coma un poco de pan para limpiar
la boca de cualquier sabor perturbador.
• Evite:
• Comidas con muchos condimentos antes de la
degustación,
• Alcoholes fuertes antes de la degustación,
• Tener prisas o estar estresado.
7.
8. • Abra la botella delicadamente sin agitarla. Luego
agarre, con una mano, la copa por su base (ya que de lo
contrario el calor de la mano influiría en el sabor de la
cerveza).
• Con la otra mano, eche la cerveza suavemente y aleje
progresivamente la botella del vaso a medida que éste
se llene para crear así un bonito cuello de espuma.
9. • El cuello deberá ser, de media, de tres a cuatro centímetros.
El cuello es esencial ya que:
• Para apreciar plenamente el aroma de una cerveza, es
necesario un cuello por donde las burbujas dejarán escapar
los aromas y otros perfumes que componen su conjunto,
• El cuello protege la cerveza del aire y evita que el sabor se
vea alterado por la oxidación.
• Una vez el cuello de espuma se haya formado, y según el tipo
de cerveza, incline el vaso para hacer subir el líquido bajo la
espuma, y controlar así el grosor del cuello que debería
persistir hasta el final. Llene el vaso hasta la mitad.
10. • Evite:
• Agitar la botella antes de abrirla,
• Echar la cerveza en el vaso demasiado rápido,
• Llenar más de la mitad del vaso (un vaso demasiado
lleno impediría moverla correctamente la cerveza y sentir
los aromas que se desprenden),
• Mantener el vaso por otro lugar que no sea por la base
(sus manos podrían calentar la cerveza),
• Obtener una cerveza sin espuma, o con demasiada
espuma.
11. • Existen tres etapas esenciales para la degustación de una
cerveza:
• La vista - Observar la cerveza : su color, su espuma,…
• El olfato - Oler la cerveza para sentir el aroma que se
desprende,
• El gusto - Probar la cerveza para sentir todos los sabores.
Al contrario que con el vino, es necesario tragar un trago con
el fin de evaluar también el aroma.
• Algunos hablarán de otra etapa, donde interviene el oído, que
consistente en acercar su oído a la copa, para escuchar el
burbujeo de la cerveza.
12. • a) Observar la cerveza
• La primera cosa que se distingue en una cerveza es su color.
La cerveza puede ser ambarina, blanca (opaca), rubia
constante, tostada, tostada rojiza, marrón constante, dorada
rubia, malva ambarino, negra, anaranjada rubia, rosa
ambarina, opaca tirando a rubia, rubia opaca, verde, o de
color rojo vivo. El color de la cerveza no está vinculado a su
calidad, sino que está ligado a las maltas, las frutas y a los
jarabes colorantes que a veces se utilizan.
• El siguiente paso es observar la nitidez o la claridad de la
cerveza. En general una cerveza que no es nítida, sino al
contrario turbia, es de mala calidad. Este criterio no se aplica
a cervezas cuya peculiaridad es ser turbias, como las
cervezas blancas.
13. • b) Oler la cerveza
• Ya que la cerveza contiene más de 650 compuestos
aromáticos, es necesario, en primer lugar, sentirla sin
remover el vaso y con el fin de determinar el olor
dominante. Después se puede remover la cerveza en el
vaso para liberar los aromas secundarios.
14. • c) Probar la cerveza
• En primer lugar, es necesario intentar apreciar el gusto: tome
un primer trago y pasee la cerveza dentro su boca para que
ésta entre en contacto con todas las regiones de su lengua.
Allí “se trazan” las sensaciones que constituyen el gusto (él
azucarado, él salado, el ácido, el amargo). Respire al mismo
tiempo para que los aromas lleguen se aprecien más todavía.
Aprecie todos los sabores que la cerveza posee.
• Después, aprecie el regusto: es la percepción de gusto que
persiste después de que la cerveza haya pasado por la boca.
Los sabores pueden ser fuertes o suaves, persistentes o
efímeros. Los sabores presentes en el regusto, pueden ser
muy diferentes de los que dominan el gusto en boca.