Dziu, un ave, recogió muchas semillas para Yuum Chaac, el dios de la agricultura, pero se fue a descansar antes de terminar. Cuando las otras aves se dieron cuenta, disminuyeron su rendimiento. Kak, el dios del fuego, quemó los campos, y Dziu arriesgó su vida para salvar las semillas restantes, quemándose los ojos y plumas. Desde entonces, Yuum Chaac decretó que todas las aves Dziu tendrían ojos rojos y marcas cenizas en las alas para