2. › Es un sacramento que, por la imposición de las manos del
Obispo, y sus palabras, hace sacerdotes a los hombres bautizados,
y les da poder para perdonar los pecados y convertir el pan y el
vino en el Cuerpo y en la Sangre de Nuestro Señor.
› Lo reciben aquellos que se sienten
llamados por Dios a ser sacerdotes
para dedicarse a la salvación eterna
de sus hermanos los hombres..
3. El sacerdote por razón de su carácter, es en el altar y
en la administración de los sacramentos, el
mediador ministerial de la mediación redentora
de Cristo, esto se entiende que Cristo como único
sacerdote, nos ha dejado los sacramentos como
una herencia a explotar solo que sin Él en
presencia humana.
4. El carácter del orden que el sacerdote
recibe le otorga una gracia especial de
santidad, una unión interior por la gracia
con Cristo como cabeza de la Iglesia,
por eso también se les pide la gracia del
Espíritu Santo sobre ellos tanto para
asegurar el digno cumplimiento de su
mediación sacerdotal como para que
puedan adquirir una santidad que sirva
como modelo a su pueblo.
5. Confiere gracia santificante a todo
el que lo recibe válidamente.
Capacitar al ordenando para el
digno ejercicio de su ministerio y
para llevar una vida conforme a su
nueva condición.
Imprime un carácter o señal
indeleble que asemeja al
ordenando con Cristo y lo
distingue de los seglares,
capacitándole para ejercer los
poderes jerárquicos.
6. Confiere al que lo recibe una
potestad espiritual permanente.
En torno a la Eucaristía.
~ El diácono: poder de ayudar
inmediatamente al obispo y al
sacerdote en la celebración de la
Santa Misa y el de repartir la
sagrada comunión.
~ El presbítero: poder de consagrar y
absolver; y el obispo el poder de ordenar
sacerdotes y confirmar.
~ Sacerdote: mediador entre Dios y el
pueblo, el que da al pueblo las cosas
divinas.
7. "Ciencia Suficiente“ : conocer todo lo referente al sacramento y
sus obligaciones. Presentarlo por escrito de su puño y letra. En
cuanto al diaconado es necesario haber terminado el quinto
año de estudios filosóficos – teológicos. Episcopado: Doctorado,
o cuando menos la licenciatura en Sagradas Escrituras, Derecho
Canónico o Teología.
Obispo: 35 años
Presbiterado: 25 años
Diacono: 23 años
Debe haber sido Confirmado.
8. Es un consejo evangélico
que Jesucristo dejó y los
sacerdotes libremente
deciden vivirlo.
La Iglesia quiere que decidan libremente el celibato por
amor de Dios y servicio de los hombres para que puedan
dedicarse completamente al bien de las almas, sin las
limitaciones, en tiempo y preocupaciones, que supone
sacar adelante una familia.
9. En el Antiguo Testamento era quien
expiaba del pecado, servían como
mediadores entre el pueblo y Dios, ellos
eran quienes ministraban las cosas
sagradas.
10. Requisitos
Compasivo y paciente con quienes se
desviaban.
Debía ser de la familia de Levi.
Debía casarse solo con una virgen.
Debía ser por descendencia
Debía ser hombre y sin defecto
Debía tener reverencia y respeto a la hora de
celebrar los sacrificios.
Debían hacer expiación por sus pecados
antes de asumir sus labores sacerdotales.
11. Funciones
Debía estar cerca del pueblo y
necesitaba subalternos.
Debía quemar incienso, ofrecer
sacrificios sobre el altar y bendecir al
pueblo.
Debía interceder por los pecados del
pueblo y de si mismo.
Debía dar testimonio de la santidad de
Dios.
12. No era por deseo, era descendencia.
Tenían que ser de la Tribu de Levi o de la
Familia de Aarón. Una persona por deseo
que tuviera, si no tenía estas
características no estaba capacitada
para ejercer estas funciones
sacerdotales.
Eran consagrados por medio de la
unción.
En el momento de ministrar vestían de
modo diferente al pueblo normal y con
gran suntuosidad para destacar la
gloria del Dios que servían. Sus ropas
eran de oro, púrpura, escarlata y lino fino
(Éxodo 39, 1).
13. El pueblo de Dios es un Pueblo Sacerdotal, como
una nación consagrada, Éxodo 19, 6:
"seréis para mi un reino de sacerdotes y una nación
santa",
pero Dios escoge de la tribu de Levi que es
"separada", "consagrada" a su servicio, (Números
48, 1)
14. La vocación sacerdotal de Cristo se
identifica con el motivo de la
encarnación. Es su razón de ser ante
Dios y junto a los hombres. Su misión
es ser sacerdote por el pueblo.
Su doble mediación lo mantiene ante
la faz del Padre para adorarlo,
agradecerle, rogarle, interceder por
nosotros, pero también para hacer
caer sobre nosotros las gracias
divinas.
15. Toda la vida de Cristo no fue sino un continuo
ejercicio de sus funciones sacerdotales. Se
mantuvo en permanente ante el padre
tratando todo lo concerniente a nuestra
salvación. El acto principal de su sacerdocio
fue la ofrenda del sacrificio redentor , que tuvo
eficacia tal que salvó al mundo
“consumando” así su misión.
Ejecuta igualmente los actos secundarios de su
sacerdocio: perdona pecados, consagrar
como sacerdotes a sus apóstoles, santificar las
almas que se le acerquen, predicar el reino de
los cielos, etc.
16. Rito
La ceremonia en la que se impone el Orden sacerdotal
ha de ser presidida por un obispo. Que el celebrante sea
un obispo, asegura la sucesión apostólica, ininterrumpida
desde los primeros días de la Iglesia tanto en la Católica
como en las Ortodoxas. En la Liturgia católica, el Orden se
confiere por medio de la imposición de manos, que es el
signo del sacramento. Dicha imposición es acompañada
de la oración del Obispo ordenante, llamada también
oración consecratoria. A estos ritos esenciales se le han
añadido otros ritos, entre los que se pueden destacar la
entrega de instrumentos (traditio instrumentorum) o la
postración
17. El obispo recibe la plenitud del
sacramento del Orden
Lo incorpora a la jerarquía la
cual forma un Colegio episcopal
y hace de él la cabeza visible de
la Iglesia particular que le es
confiada, participan en la
responsabilidad apostólica y en
la misión de toda la Iglesia bajo
la autoridad del Papa, sucesor
de san Pedro
18. Algunos Obispos son nombrados
cardenales , en virtud de su entrega y su
labor especial a la Iglesia. El Papa es
quien los nombra y no se necesita de
una celebración especial. En cuanto al
poder del sacramento, es igual que la de
los Obispos, ambos tiene la plenitud del
ministerio, por ser Obispo.
Los Arzobispos son aquellos Obispos
encargados de una arquidiócesis, es
decir, que dado lo extenso del territorio
se ve la necesidad de dividir una
diócesis, en varias diócesis.
19. Los presbíteros
Unidos a los obispos en la dignidad sacerdotal y al mismo
tiempo dependen de ellos en el ejercicio de sus funciones
pastorales.
Los diáconos
Son ministros ordenados para las tareas de servicio de la Iglesia;
no reciben el sacerdocio ministerial, pero la ordenación les
confiere funciones importantes en el ministerio de la
palabra, del culto divino, del gobierno pastoral y del servicio de
la caridad, tareas que deben cumplir bajo la autoridad pastoral
de su obispo