1. Sindrome de morning glory
MARIBEL SANTANA THEN 1204044
MIGUEL ANTONIO EGEL 219-5220
Docente:
Paola Beltran
2. Sindrome de morning glory
Se manifiesta en la
infancia temprana con
estrabismo en el ojo
afectado. Cuando el
niño crece y es posible
evaluar la AVMC, se
observa una pérdida
visual sustancial (la
AVMC en el ojo
afectado suele oscilar
entre contar dedos y
20/200).
3. Kindier describió por primera vez en 1970 el síndrome de Morning Glory.
Este síndrome es una alteración congénita del nervio óptico de
predominio unilateral e incidencia muy escasa. Se caracteriza por un
disco óptico de tamaño incrementado, excavación profunda, presencia de
restos de tejido glial y disposición radial de la vascularización retiniana.
El diagnóstico puede confundirse o sospecharse por la existencia de
ambliopía, estrabismo, nistagmus o leucocoria. Además, suele ser muy
frecuente la asociación con trastornos de refracción como el
astigmatismo, hipermetropía y la miopía.
4. El oftalmólogo Juan Ubiera, escribió que los primeros signos notables de
este síndrome la mayoría de veces no aparecen hasta después de los
primeros doce meses de vida del niño. Los infantes que están afectados
tienen problemas de equilibrio al sentarse o caminar, y con frecuencia
inclinan la cabeza hacia el ojo bueno para corregir la percepción
sesgada del mundo. También se identifican como síntomas en la niñez
las caídas que tiene el afectado en esta etapa de la vida mientras
camina, además puede chocar con objetos que se colocan en su lado
ciego.
El niño también desarrollará un “ojo vago”, o un ojo que desvía
seriamente fuera del punto fijo.Este síndrome se diagnostica a través
de la dilatación pupilar y el examen del disco óptico, ya que los signos
por sí solos no constituyen un diagnóstico. La desventaja de padecer
este síndrome es que no existe tratamiento. Deben detectarse todas
las anomalías asociadas, con el fin de tratarlas cuando sea posible.