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4 La figura del sabio en la tradición israelita.pptx

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4 La figura del sabio en la tradición israelita.pptx

  1. 1. • La función cultural del sabio tenía lugar fundamentalmente en tres ámbitos: la corte, el templo y la “escuela”.
  2. 2. La corte
  3. 3. • En Israel, la sabiduría constituía un atributo exigible fundamentalmente a los reyes. • Salomón aparece como paradigma de la sabiduría política. • Hasta tal punto es importante esta relación, que el guía mesiánico escatológico recibirá del Señor una dotación especial de “espíritu de sabiduría y entendimiento” (hokmah y binah, Is 11,2).
  4. 4. • A pesar de esto, es llamativo que en el AT sólo se habla de la sabiduría de David (2 Sam 14,20) y de Salomón (1 Re 3; 5,9-14).
  5. 5. • Resulta evidente la vinculación del “consejo” (esah) a la sabiduría (hokmah) (cf. Prov 1,25.30; 8,14; 12,15; 19,20). • El consejo puede tener lugar tanto en los ámbitos municipal y administrativo (cf. Ez 7,26; Esd 10,8),
  6. 6. En la esfera política • A pesar de su supuesta sabiduría, los monarcas se rodeaban de consejeros políticos y militares (cf. 2 Re 18,20; Prov 20,18). • David contaba con Ajitófel y Jusay (cf. 2 Sam 17,1-16).
  7. 7. Ajitófel • De él se dice que sus consejos “se recibían como un oráculo”, lo mismo cuando aconsejaba a David que cuando aconsejaba a Salomón (2 Sam 16,20). • En esta historia también vemos a Absalón pidiendo consejo (2 Sam 16,20). • También Roboam recurrió al consejo político (cf. 1 Re 12,6-14).
  8. 8. • En el AT esta relación de la sabiduría con el consejo aparece también en contextos extraisraelitas. • Respecto a Egipto leemos en Isaías: “Los sabios de Faraón dan consejos desatinados (Is 19,11), “no saben lo que el Señor planea contra Egipto” (v. 12).
  9. 9. • Se menciona también el estamento de los “notables”, que en Esd 10,8 ofrecen su consejo administrativo. • Si nos remontamos a Is 19,3, quienes ofrecen “consejos” aparecen en paralelismo con agoreros, adivinos y hechiceros, “profesiones” vinculadas al ámbito sapiencial. • En Is 47,13, junto con los consejeros, se habla de magos, astrólogos y adivinos.
  10. 10. • En el ámbito cortesano, junto con el consejero, son mencionados “el amigo del rey” y el escriba. • Del primer tipo de personaje contamos con Jusay “amigo de David” (2 Sam 15,37; 16,16) y con Zabud, cortesano de Salomón. • De Jusay sabemos que utilizó su sabiduría para poner a salvo a David. • Posiblemente, el “consejero” era el miembro del consejo real, y el “amigo del rey” se refería al consejero privado.
  11. 11. El “soper” • Era el escriba o secretario, una profesión ilustre en todo el Próximo Oriente, que estaba al servicio de los reyes y también de las élites comerciantes. • Su papel en la corte, especialmente cuando se lo menciona en singular, parece ser el de secretario y cronista, algo análogo al actual Secretario de Estado. • Y posiblemente estaba a la cabeza del conjunto de los escribas.
  12. 12. • Por lo tanto, podemos inferir que en el ámbito cortesano se promovía y cultivaba la tradición “sapiencial”. • Tanto los asesores políticos como los escribas necesitaban un currículum que les capacitase para ejercer sus respectivas funciones.
  13. 13. • Los santuarios, con su cuerpo de sacerdotes y sus propios escribas, se convirtieron en foco de una febril actividad cultural, más relacionada probablemente con la conservación y transmisión de las tradiciones religiosas. • Los distintos tipos de literatura del período monárquico se deben a la pluralidad de escribas cortesanos o sacerdotales: anales, relatos históricos, leyes, normas para el culto, salmos y, sin duda, material sapiencial (cf. Prov 25,1).
  14. 14. • Gran parte de este material se conserva en el AT, otros, como los Anales del Reino de Judá y los Anales del Reino de Israel, se han perdido.
  15. 15. La escuela
  16. 16. • En el propio AT hay pocos datos objetivos sobre la sabiduría escolar. • Pero hay numerosas alusiones relativas a la posible existencia de escuelas en el antiguo Israel. • La única mención explícita es tardía (comienzos del siglo II a.C.): • “Ustedes, ignorantes, vengan a mí y habiten en mi escuela” (Eclo 51,23)
  17. 17. ¿Escuelas?
  18. 18. • De esta cita se puede deducir que en antiguo Israel había escuelas, y que los alumnos podían vivir en ella. • Qohélet también fue maestro.
  19. 19. • La personalidad del sabio está en relación con la enseñanza, y esta exige un lugar de transmisión de conocimientos. • Al menos a partir del siglo III a.C. existieron escuelas en Israel. • ¿Existieron antes?
  20. 20. Hay que tener en cuenta • Que no se está hablando de escuelas en el sentido moderno del término. • Que la gente “sabia” no se reduce a los centros educativos, pues la familia y la tutoría privada pudieron muy bien coincidir en el tiempo con las escuelas. • Lo importante es la relación maestro-discípulo.
  21. 21. • El lugar de la enseñanza incluye varias sedes posibles, desde la propia casa del maestro hasta los lugares públicos concurridos (cf. Prov 1,20- 21; 8,1-3).
  22. 22. • Los especialistas consideran la posibilidad de que haya habido escuelas en el período monárquico. • Las razones son múltiples:
  23. 23. La primera evidencia • En las culturas próximas a Israel (especialmente Egipto y Mesopotamia), hubo instituciones educativas encargadas de garantizar la preparación de escribas y otros funcionarios públicos, • Por lo tanto no se puede excluir que en Israel también fueron necesarias, a partir de la estructuración administrativa del estado con David y Salomón.
  24. 24. En segundo lugar, • El amplio desarrollo de la actividad literaria en torno al año 600 a.C. • Los ostraca y sellos descubiertos en ciudades como Guézer, Lakish, Arad, Cadés Barnea y otras, • Revelan una actividad literaria de tales características, que resultaría inexplicable al margen de centros educativos.
  25. 25. En tercer lugar, • El propio AT contiene numerosas alusiones veladas a cierto tipo de escuelas de sabios. • 1 Re 12,8: referencia a los jóvenes que se habían educado con Roboám. • En 2 Re 10,15s se menciona a los “preceptores de los príncipes”.
  26. 26. • Además de estas escuelas, que podríamos llamar “laicas”, aparecen algunos textos que nos permiten hablar de escuelas proféticas y escuelas asociadas con los santuarios.
  27. 27. Ejemplos • En 2 Re 16,1 la comunidad de profetas en torno a Eliseo se queja al maestro: “El sitio donde habitamos bajo tu dirección nos resulta pequeño”. • El profeta Isaías menciona a sus discípulos en 8,16. • Aparentemente, por lo que sabemos del sacerdote Elí y el joven Samuel, algunos santuarios o sus aledaños albergaban cierto tipo de casas de formación. • El sacerdote Yehoyadá había instruido al joven rey Joás (cf. 2 Re 12,3). • En esa línea también el relato de is 28,7-13.
  28. 28. • La mayor parte de estas escuelas equivaldrían a nuestras “escuelas elementales”, donde unos pocos alumnos en torno a un maestro aprendían los rudimentos de la lectura, la escritura y la aritmética. • Hay que suponer que en Jerusalén y en otros grandes centros de población había escuelas cuya enseñanza tenía un nivel más alto, y cuyos destinatarios eran los hijos de la nobleza, de las familias patricias y de los grandes comerciantes.
  29. 29. • Probablemente aprendían alguna lengua internacional (principalmente arameo) y rudimentos de literatura hebrea, historia de Israel, geografía de Siria-Palestina, Egipto y Mesopotamia, y legislación judía e internacional.
  30. 30. Adolescentes y los que se formaban para cortesanos o consejeros reales • Entre los alumnos habría adolescentes, a los que se dirigen las advertencias sobre los peligros de la “mujer extraña” (Prov 2,16-19; 5,3-14; 6,24-35; 7,6-27) y los consejos relativos a la importancia de la disciplina y la educación (Prov 1,4; 20,11; 22,6.15; 23,13); • También quienes se formaban para cortesanos o consejeros reales (cf. Prov 8,5-18; 16,10-15; 25,2-15).
  31. 31. • La Biblia no proporciona ningún nombre de maestro de sabiduría del período preexílico. • A juzgar por la tradición bíblica misma y por paralelos principalmente de Egipto, el maestro era llamado habitualmente “padre” o “maestro” (Prov 5,13; Sal 119,99); y el estudiante “hijo”. • Seguramente se aplicaba también al maestro el adjetivo sustantivado “sabio”.
  32. 32. Bibliografía • Morla Asensio, V., Libros sapienciales y otros escritos, IEB 5, Verbo Divino, Estella 1994, 53ss.

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