Más información, menos conocimiento: Cómo el Internet distorsiona la capacidad de análisis del lector
1.
2. Nicholas Carr estudió Literatura en Dartmouth College y en
la Universidad de Harvard y todo indica que fue en su
juventud un voraz lector de buenos libros. Luego, como le
ocurrió a toda su generación, descubrió el ordenador, el
Internet, los prodigios de la gran revolución informática de
nuestro tiempo, y no sólo dedicó buena parte de su vida a
valerse de todos los servicios online y a navegar mañana y
tarde por la Red; además, se hizo un profesional y un experto
en las nuevas tecnologías de la comunicación sobre las que ha
escrito extensamente en prestigiosas publicaciones de estados
unidos e inglaterra.
3.
4. Carr no es un renegado de la
informática, no se ha vuelto un
ludita contemporáneo que quisiera
acabar con todas las computadoras,
ni mucho menos.
En su libro reconoce la extraordinaria aportación que
servicios como el de Google, Twitter, Facebook o Skype
prestan a la información y a la comunicación, el tiempo que
ahorran, la facilidad con que una inmensa cantidad de seres
humanos pueden compartir experiencias, los beneficios que
todo esto acarrea a las empresas, a la investigación científica
y al desarrollo económico de las naciones.
6. Pero no creo que sea sólo la
literatura a la que el Internet
No es verdad que el Internet vuelve superflua: toda obra
sea sólo una herramienta. Es de creación gratuita, no
subordinada a la utilización
un utensilio que pasa a ser pragmática, queda fuera del
una prolongación de nuestro tipo de conocimiento y
propio cuerpo, de nuestro cultura que propicia la Web.
propio cerebro, el que, Sin duda que ésta
almacenará con facilidad a
también, de una manera Proust, Homero, Popper y
discreta, se va adaptando Platón, pero difícilmente sus
poco a poco a ese nuevo obras tendrán muchos
sistema de informarse y de lectores. ¿Para qué tomarse
el trabajo de leerlas si en
pensar, renunciando poco a Google puedo encontrar
poco a las funciones que este síntesis sencillas, claras y
sistema hace por él y, a amenas de lo que inventaron
veces, mejor que él. en esos farragosos librotes
que leían los lectores
prehistóricos?
7. “MÁS INFORMACIÓN,
MENOS CONOCIMIENTO”
1. ¿Es cierto que existe una distorsión en la
capacidad de análisis del lector que está atado a
la información reverberante del Internet?
8. Quiero empezar con esta frase, hoy en día los
avances tecnológicos pues para todos los
seres humanos, nos ha traído varias
soluciones a nuestros problemas, mecanismos
alternativos que antes debíamos que recurrir
a un esfuerzo extra que en esta época
contemporánea se nos facilita en un abrir y
cerrar de ojos, uno de esos avances
tecnológicos que se fueron desarrollando en
la historia, es el Internet, que para no irnos
más allá, hoy en día los jóvenes como el que
escribe gozan de ese beneficio tan abundante
que en modo directo nos facilita demasiada
las cosas, pero existe una hierba mala en tan
importante fauna de información, pues no se
usa adecuadamente esta herramienta.
9. 2. De ser positiva su respuesta,
¿cómo se produce ésta?
Dentro de esos 20 años tanto la vida humana como la vida
virtual del internet se ha ido desarrollando, haciendo en
forma indirecta la tecnología amo y señor de nuestra vida,
haciéndonos dependiente de ella en casi su totalidad, en
caso de los jóvenes y de las barreras vitales de este planeta,
todo ser que manipule este campo tecnológico puede ser
beneficioso para el que lo sabe aprovechar y un caos para
el que no, sin irnos más lejos, tomare el ejemplo del Señor
Nicholas Carr, que se sumergió al Internet siendo un
siervo, y peligrando la naturaleza de sus ocupaciones,
trastornándolas, pero para su fin este señor nos habla
como una herramienta de crecimiento.