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Ensayo el evolucionismo vs el creacionismo

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  1. 1. Ensayo breve unidad 2 LA EL SIGLO XIX Y EL NACIMIENTO DE LA PSICOLOGÍA COMO CIENCIA TEORIAS Y SISTEMAS PISCOLOGICOS EL EVOLUCIONISMO VS. EL CREACIONISMO Magda Sarahí Rodríguez Rodríguez
  2. 2. El evolucionismo vs. El creacionismo Evolucionistas y el creacionismo (teoría del diseño inteligente) teorías que ponen en manifiesto el eterno conflicto entre razón y fe, tienen gran trascendencia filosófica y religiosa. Estas dos teorías tratan de explicar la creación del mundo, de las especies y todo lo que existe en el universo. Es importante definir que es una teoría, se entiende como un "conjunto de razonamientos ideados para explicar provisionalmente un determinado orden de fenómenos" y que bajo esta definición cabe calificar de teorías tanto al creacionismo como al evolucionismo. Si el creacionismo o el evolucionismo pretenden ser consideradas teorías científicas sus razonamientos deben estar apoyados por los datos encontrados en la naturaleza por observación o bien obtenidos en laboratorio mediante la experimentación. Si los datos observados o los resultados de la experimentación corroboran la teoría podrá considerarse probada, al menos mientras que no se demuestre que alguno de los razonamientos en que se basaba era falso. Si por el contrario los datos observados o los resultados de la experimentación no corroboran pero tampoco son contradictorios con la teoría, podrá seguirse considerando a esta como una teoría posible pero no científicamente probada.
  3. 3. Finalmente, si los datos observados o los resultados de la experimentación van en contra de los razonamientos o hipótesis en que se basaba la teoría cabrá considerar a ésta como errónea. El creacionismo atribuye a Dios la creación de cada una de las especies existentes. Dios con su poder creó de la nada todo lo que existe en el mundo, como dice la Biblia en el caso de hombre, del polvo de la tierra. Por su parte, el evolucionismo dice que todo lo existente surgió por reacciones producidas por el azar y donde las especies luchan por sobrevivir donde se da la supervivencia del más fuerte. Para la teoría evolucionista Dios no tuvo nada que ver con el proceso de aparición de los seres, proceso que fue gradual. Dios no es necesario para explicar cómo han surgido todos los seres que vemos, incluida la propia especie humana, según esta teoría. El creacionismo subraya la necesidad de una causa creadora para que surgieran todas las especies existentes. Asimismo dice que la creación se hizo milagrosamente, a través de un proceso súbito por el poder de Dios. El evolucionismo subraya la existencia de un proceso gradual que dio sucesivamente lugar a seres de mayor complejidad. Al mismo tiempo deja claro que no es necesaria una causa inteligente para explicar la aparición de todo lo existente; considera que basta con el impulso del azar y de la sobrevivencia del más fuerte. Empezare por hablar del creacionismo o teoría del diseño inteligente en donde trata de responder a alternativa propuesta, donde será una ciencia respaldada solamente por
  4. 4. «evidencias empíricas», lo cual Implicara liberarla de la carga ideológicas que imponen los evolucionistas y abrir la posibilidad de admitir fenómenos que no se pueden explicar desde las simples leyes naturales pero de los que si tenemos evidencias. En definitiva el creacionismo antecede al diseño inteligente y postula que el universo fue creado por una conciencia superior. Ahora bien, como en todo, hay ramas y variantes de la teoría. Algunos defensores del creacionismo proponen que el universo fue creado de la nada (ex nihilo) por una conciencia, mientras que otros proponen que el universo como la ordenación del caos (cosmos). Hay creacionistas que postulan que la teoría está fundamentada y evidenciada por el libro de Génesis del Antiguo Testamento en la Biblia. El marco que sirve para encuadrar historicamente el Intelligent Design es el que ofrece la pugna que han mantenido el Darwinismo y el Creacionismo desde de la misma aparición de la teoría dc Darwin. El Origen de las Especies mediante la selección natural de Charles Darwin contribuye a poner en tela de juicio dos pilares que los sectores más conservadores de la sociedad norteamericana tenían como inamovibles: por una parte la autoridad bíblica, y por otra, un modo de concebir la creación del mundo y la aparición de las diversas especies estrecha mente vinculado a la literalidad de la narración del Génesis. Uno de los representantes del diseño inteligente es Michael Behe con su obra Darwin’s black box: the biochemical challenge to evolution es una de las más citadas dentro de los textos bibliográfico manejado por los defensores del Diseño Inteligente, y también uno de los más criticados por sus oponentes. Una de las razones por las que este autor ha sido objeto de tan intensa atención radica en que, a diferencia de otros referentes en este campo, Behe ha centrado su trabajo y argumentación en el ámbito de la bioquímica y la biología
  5. 5. molecular, subdisciplinas de enorme prestigio e influencia en el contexto de las ciencias naturales. El sostiene que si no se conoce la constitución de los seres vivos en sus partes más elementales no estamos en condiciones de poder afirmar o negar en ellos la evolución darwiniana. Hay dos momentos inseparables en la tesis que extrae Behe de su investigación a nivel bioquímico. En primer lugar parece descubrir que el darwinismo es incapaz de explicar un cierto tipo de complejidad que podemos apreciaren los seres vivos. En segundo lugar afirma de manera neta que solo el diseño ofrece una explicación satisfactoria para dicha complejidad. Aún más, según Behe podemos llegar a afirmar científicamente la existencia de diseño en algunos sistemas biológicos que encontramos en la naturaleza formando parte delos seres vivos. Para explicar su teoría, lo ejemplifica de esta manera la trampa de ratón. En ella encontramos un conjunto de piezas que interactúan de acuerdo con un diseño bien específico para alcanzar un fin que es también muy preciso. Nadie que vea cómo funciona la trampa de ratón pone en duda que aquel instrumento ha sido pensado y construido para cazar ratones. Queda fuera de toda duda, como ocurre con cualquier otro artefacto, que la disposición en el sistema de las piezas que lo componen no ha sido fruto del azar. Se descarta también, por su probabilidad prácticamente nula, que el sistema se haya formado gradualmente y como consecuencia de una serie de pasos intermedios que han ido mejorando el sistema por un mecanismo de tipo darwiniano: o están todas y cada una de las piezas dispuestas en el orden previsto o el sistema no funciona. No hay mejora gradual posible respecto a un supuesto antecesor porque, sencillamente, la trampa no cazaría ratones de ninguna manera. El azar ha sido un recurso frecuentemente esgrimido para explicar el origen de los vivientes y la complejidad que han adquirido en su devenir histórico. Behe ha descartado esta
  6. 6. alternativa por carecer, a su juicio, de todo fundamento y constituir lo que él ha denominado un “argumento vacío”. Para la adecuada comprensión de tal conclusión, debemos volver a la noción de “complejidad irreductible”. De acuerdo a ella, los vivientes requieren para su constitución del funcionamiento de sistemas, dotados a su vez de múltiples componentes. Para que el viviente, —incluso el más pequeño y simple— pueda desplegar las operaciones que le son propias, tiene que disponer de una cantidad de sistemas funcionales, sin los cuales tales operaciones se hacen imposibles. Y para que dichos sistemas puedan llevar a cabo sus respectivas funciones, todos sus elementos integrantes deben estar presentes simultáneamente y en la conformación adecuada. En otras palabras, la TDI nos dice que para que los vivientes sean tales, se requiere de una cantidad mínima de componentes materiales organizados e interrelacionados de un modo particular. Sin ese mínimo, no hay un “menor nivel” de vida, simplemente no la hay. Teoría evolucionista Lla evolución es la creencia de que todos los organismos (vivos y muertos) son el resultado de un proceso de cambio largo, lento, natural a partir de unos pocos organismos o incluso uno solo, y en último extremo a partir de materiales inorgánicos. Los humanos somos parte de este proceso. En 1859, publica Darwin su célebre obra El origen de las especies, en la que establece que, en la lucha por la existencia, los individuos que sobran en cada generación son eliminados por la selección natural. el problema evolutivo humano en su obra El origen del hombre (The descent of man), y al año siguiente, en La expresión de las emociones en el hombre y
  7. 7. los animales, expone la idea de que sólo hay diferencias de grado entre el psiquismo humano y el de los animales. La obra de Darwin originó una auténtica revolución no sólo en el campo de la Biología, sino también en el de la Filosofía, la Teología, la Sociología, etc. Tuvo grandes defensores y grandes detractores. Hay dos aspectos que, con el tiempo, ensombrecieron la aportación darwiniana: por un lado, la herencia de los caracteres adquiridos que aceptaba Darwin; por otro, la falta de conocimiento sobre el verdadero mecanismo de la herencia. En cuanto al primer aspecto, August Weismann, con su teoría de la continuidad del plasma germinal, estableció la distinción fundamental entre el germoplasma (las células germinales) y el somatoplasma (las células somáticas); en otras palabras, lo importante en la transmisión de los caracteres hereditarios es la línea germinal, puesto que el soma muere con el organismo. A los descendientes solamente se les transmite la información contenida en los genes vía gametos. En cuanto al segundo aspecto, hubo que esperar al nacimiento de la Genética en 1900, cuando De Vries, Correns y Tschermak redescubrieron de manera simultánea, pero independiente, las experiencias y principios que Mendel había publicado treinta y cinco años antes (1866). Por otro lado, en 1903 las invesgaciones de Johannsen contribuyeron al esclarecimiento de la influencia del ambiente en la expresión de los caracteres, estableciendo los conceptos de genotipo (constitución genética) y fenotipo (expresión del genotipo en un ambiente determinado). La ciencia cambió la visión antigua del mundo, pero los científicos que impulsaron la revolución científica eran creyentes, no se oponían a la fe, sino que cambiaban el modelo
  8. 8. del Universo conocido. En la base del evolucionismo participaron importantes científicos que eran religiosos, por ejemplo, el geólogo danés Niels Stensen era sacerdote, se convirtió en un obispo principal y en 1669 publicó De solido intra solidum naturaliter contento dissertationis prodromus, en el que estudia las rocas sedimentarias y asocia a los fósiles con determinados estratos geológicos. Propuso que los fósiles son restos de antiguos animales enterrados y que muchas rocas son resultado de la sedimentación, ideas base de la geología evolucionista. Jean Baptiste Lamarck (1744- 1829) publicó en 1809 el primer texto científico acerca de la evolución biológica, su Philosophie zoologique, en el que escribió: “Así la voluntad de Dios está expresada en todas las leyes de la naturaleza, puesto que esas leyes vienen de él. Esta voluntad de ningún modo podría estar encerrada en límites, la potencia que la emana no tiene límites”. Siguiendo las ideas evolucionistas de Georges Louis Leclerc, Conde de Buffon, el notable naturalista y sacerdote jesuita chileno, abate Juan Ignacio Molina (1740-1829), escribió refriéndose a los jaguares y pumas: “Yo creo que provienen de aquellas panteras y leones sin melena que se capturaban para los espectáculos romanos en Armenia e Hircania” (Molina, 1821). ..Cuando escribió El origen de las especies, Darwin creía en un Dios que no solo crea, sino también cuida y sostiene al mundo. En su autobiografía, Charles Darwin (1977) escribe: “Otra fuente de convicción en la existencia de Dios, relacionada con la razón y no con los sentimientos, me parece de mucho más peso. Es la que se deduce de la extrema dificultad, o más bien de la imposibilidad, de concebir este inmenso y maravilloso universo, incluyendo al hombre con su capacidad de reflexionar sobre el pasado y el futuro, como un resultado del ciego azar o de la necesidad”.
  9. 9. La evolución biológica no nos garantiza capacidades cognitivas fiables, sino más bien al contrario— y que ha intentado argumentarlo de forma más precisa es el filósofo norteamericano Alvin Plantinga. Plantinga, quien durante los últimos veinte años de su carrera docente fue profesor en la universidad católica de Notre Dame, ha sido un gran defensor del teísmo desde una orientación analítica en filosofía. Sus obras sobre epistemología y filosofía de la religión tienen un amplio reconocimiento académico. Y precisamente, entre sus aportaciones más relevantes está el haber desarrollado un atrevido argumento para probar que, si uno cree en la fiabilidad de nuestras capacidades cognitivas y en la teoría de la evolución —como él mismo cree, entonces debe abandonar el naturalismo (entendido en el sentido ontológico fuerte de que sólo existen entidades naturales) y aceptar la intervención sobrenatural en la evolución de dichas capacidades. Sólo la intervención sobrenatural podría explicar que nuestras capacidades cognitivas alcancen un grado tan alto de fiabilidad como el que observamos, porque si tuviéramos que confiar sólo en la acción de la selección natural, la conclusión habría de ser, por el contrario, que nuestras capacidades cognitivas no deberían ser suficientemente. Él dice Si aceptamos el naturalismo (N) y el evolucionismo, la probabilidad de que nuestras capacidades cognitivas sean fiables es baja o inescrutable. El naturalista evolucionista tiene entonces que aceptar un cancelador de la creencia en la fiabilidad de nuestras capacidades cognitivas, es decir, tiene razones para rechazarla. Si acepta que nuestras capacidades cognitivas no son fiables, entonces este cancelador no puede ser cancelado por ninguna otra creencia (ya que cualquiera otra creencia provendría de capacidades cognitivas no fiables). El naturalista evolucionista tiene que aceptar que también su creencia en el naturalismo y el evolucionismo resulta cancelada. Por tanto, la creencia en el naturalismo y el evolucionismo se cancela a sí misma.
  10. 10. Conclusión: Como cristiana, creo totalmente en lo que fue escrito en la Biblia, y es por ello que apoyo la teoría creacionista, pero de igual manera, creo que la teoría evolucionista es muy respetable, sus investigaciones y sus puntos de vista. Y que al creer en el creacionismo tienes que poner en juego tu fe, pero al apoyar el evolucionismo también es un salto de fe, pues ninguna persona estuvo en el momento de la creación y pueda respaldar 100% dicha teoría. Pero sabemos que esto solo es tratar de explicar el mundo y su creación, y un quedan muchas más maneras de seguir investigando, para encontrar más respuestas.
  11. 11. Bibliografía: Casas, J. (2013) ¿Por Qué Aristóteles No Apoyaría La Teoría Del Diseño Inteligente? Agora, Vol. 32 N°1, 119-130. Claramonte, V. (2008) El Nuevo Antidarwinismo. Cuestiones Sociológicas, Epistemológicas Y Pedagógicas En El Diseño Inteligente. UCMaule - Revista Académica de la Universidad Católica del Maule. N° 35, 7-25. Collado, S. (2007) Análisis Del Diseño Inteligente. Scripta Theologica. Vol. 39, N° 2, 573- 605. Collado, S. (2009) Panorámica Del Debate Creacionismo-Evolucionismo En Los Últimos Cien Años En Usa. Anuario de Historia de la Iglesia. Vol. 18, 41-53. Diéguez, A. (2009) El Argumento De Alvin Plantinga Contra El Naturalismo Evolucionista: Un Análisis Crítico. Endoxa. N° 24, 333-349. García, J. (2012) ¿Evolución Versus Creacionismo? Respuesta De F. J. Ayala En Darwin Y El Diseño Inteligente. Estudios Filosóficos. Vol. 61, N° 177, 357-372. Lacadena, J. (2008) Creación Y Evolución, Creacionismo: Y Evolucionismo. Revista Selecciones de Bioética. N° 14, 53-66. Moctezuma, D. (2008) Génesis Y Evolución Del Diseño Inteligente. Ludus Vitalis, Vol. 16 N°29, 33-47. Pavés, J. (2011) La Teoría Del Diseño Inteligente. Un Análisis Desde El Tomismo. Sapientia. Vol. 67, N°22 165-186. Ruse, M. (2009). Darwin y la filosofía. Teorema. 2009, Vol. 28 N°2, 15-33. Tamayo, M. (2011) El Falso Conflicto Entre Evolucionismo Y Religión. UCMaule - Revista Académica de la Universidad Católica del Maule. N° 41,pp.95-122.

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