El documento describe la situación de los gitanos en Europa del Este, quienes enfrentan discriminación y falta de derechos. Los niños gitanos a menudo no van a la escuela y están en riesgo de explotación. Organizaciones como Tierra de Hombres trabajan con comunidades gitanas en Rumania, Albania, Kosovo y Moldavia para promover los derechos de los niños gitanos y apoyar su inclusión a través de programas educativos y de desarrollo comunitario. Los delegados de Tierra de Hombres en estos países enfat
1. La situación de los gitanos
vista por nuestros delegados en Europa del Este
* Publicado por Darcissac, Marion
Los gitanos representan la primera minoría en Europa. Considerados como apátridas, son víctimas de
discriminación en todos los países donde se encuentran, también en Suiza. Sus derechos más elementales
son ridiculizados. Los niños y niñas se encuentran mendigando en las calles, sin escolarizar, y corren un
riesgo elevado de encontrarse con redes criminales que les obligan a cometer delitos. Muchos padres
emigran con o sin sus hijos e hijas. En Rumania, por ejemplo, el Estado ha hecho un censo en 2011 de estos
menores llamados “la infancia dejada atrás”. Actualmente en Rumania serán unos 350.000 menores. Los
niños y niñas de estos trabajadores a veces son abandonados o enviados a los centros de acogida, llegando a
ser blancos fáciles para las redes criminales y el comercio de explotación sexual.
En Rumania, Albania, Kosovo y ahora en Moldavia, Tierra de hombres (Tdh – Ayuda a la infancia) lleva a
cabo acciones para ayudar a los menores de las comunidades marginales a que hoy puedan vivir
correctamente e interviene junto a los gobernantes para que se les reconozca y se les garanticen un porvenir.
Se ponen en marcha actividades en las comunidades gitanas para sensibilizar a los miembros en los derechos
y en las necesidades de protección de los niños y niñas. Se impulsan microproyectos en las familias y se
siguen de cerca, se ponen en marcha actividades psicosociales organizadas entre niños y niñas de orígenes
diversos, campos de verano, así como cursos de ayuda escolar. Gracias a esta aproximación integrada, a
nivel comunitario y a nivel nacional, Tdh intenta favorecer la inclusión social de los niños y niñas gitanos y
de sus familias de manera duradera.
2. Explicaciones de nuestros delegados
* Joseph Aguettant en Rumania:
“Se han difundido actualmente los resultados del último censo de población (octubre 2011). Dos factores
son particularmente sorprendentes: Rumania ha perdido 3 millones de personas mientras que la población
de la “minoría” gitana continúa creciendo a un ritmo constante. Las especulaciones prevén que los gitanos
(el tercer grupo étnico después de los rumanos y los húngaros) van a llegar a ser una “minoría importante”
por así decir y posiblemente sobrepasarán a los dos primeros grupos. Es fácil imaginar las próximas
estadísticas. Esta realidad nos obliga a nosotros, a nuestros niños y niñas y a los pequeños a utilizar otras
palabras que la de “minoría”, términos menos peyorativos, para hablar de los gitanos. De aquí a cuatro o
cinco generaciones, ellos serán mayoría. Serán ellos los que paguen los avances sociales y las pensiones de
otros grupos, o no. Porque de hecho, si grandes segmentos de población son privados de sus derechos de
ciudadano o marginados en la sociedad, el conjunto del sistema se hundirá. La Jornada Internacional de
los Gitanos es una ocasión para recordar que la inclusión social de las generaciones presentes y futuras de
los menores gitanos, pasando primero por la escuela y los centros para niños y niñas es una de las más
importantes consideraciones de la Europa del siglo XXI”.
“Trabajando explícitamente pero no exclusivamente con los gitanos, Tierra de hombres asume su parte de
responsabilidad para luchar por un futuro mejor para los niños y niñas de Rumania en su conjunto. Tdh ha
adoptado una aproximación de desarrollo comunitario que consiste en trabajar con los gitanos y no “para
ellos”. Para terminar, las organizaciones apoyadas por Tdh tomarán la responsabilidad de la protección a
la infancia, de la educación y de otras actividades en las comunidades. Nuestra visión es actuar de tal modo
que estas comunidades consigan los medios de apoyar a sus propios niños y niñas, protegerlos contra los
abusos, la explotación, la negligencia, el tráfico y ofrecerles una buena educación y cuidados psicosociales
y sanitarios” .
3. * Artur Marku en Kosovo:
“Después del conflicto con Serbia en 1999, la situación de las comunidades gitanas realmente no ha
cambiado positivamente. Estos últimos 12 años, el grado de discriminación y de exclusión es siempre el
mismo. La “purificación étnica” sistemática y organizada ha tenido lugar de 1999 a 2004, los gitanos han
sido de las comunidades más afectadas. A pesar del plan de integración de estas comunidades en la
sociedad kosovar, y su reconocimiento en la constitución del país, los gitanos hacen frente a grandes
dificultades tales como, la segregación y la discriminación, la falta de seguridad, alojamiento, educación de
acceso a la salud y ayuda social y desempleo. Las iniciativas se han puesto en marcha en estos últimos tres
años por organizaciones internacionales para mejorar las condiciones de vida de las comunidades gitanas,
pero estas iniciativas están siempre limitadas en cuanto a la construcción de casas y no están orientadas a
mejorar las condiciones económicas de las familias”.
Numerosos campos en Kosovo continúan albergando a cientos de personas desplazadas, de las cuales el
90% son de la comunidad gitana. Y los miembros de esta comunidad sufren todavía la hostilidad de la
población y de las autoridades kosovares.
“Los niños y niñas son los primeros que sufren de estas dificultades. Son excluidos del sistema de
educación, no están inscritos en el registro civil, están aislados en los campos, víctimas de la explotación y
del tráfico, de abusos y de negligencia, etc.”
* Sendrine Constant en Albania:
“Mientras que las comunidades gitanas continúen estando marginadas en todo el país y sufran de diversas
formas de discriminación, la delegación de Tdh en Albania apoyará a las organizaciones comprometidas y
a los voluntarios de las comunidades para llegar a ser verdaderos actores del cambio. Tdh no habla en
nombre de las comunidades gitanas, pero ayuda a sus miembros a explicarse ellos mismos con dignidad y a
clamar por sus derechos, apoyándoles, movilizándoles y haciendo llamamientos a las instituciones y a las
4. estructuras del Estado. Gracias a pequeños grupos de voluntarios gitanos, formados por Tdh en el
transcurso de los años, han sido ayudados más de 150 niños y niñas en 2011. Algunos no estaban inscritos
en el registro civil o en la escuela, otros tenían necesidad de ayuda médica o de protección contra la
violencia o la explotación. Se han otorgado “micro-créditos” a 82 familias para que puedan desarrollar su
propio negocio y salir de la pobreza. 400 niños y niñas han participado en los campos de verano
organizados por miembros de sus comunidades. También, representantes de las comunidades gitanas
contribuyen a las estrategias locales y regionales de gobierno sobre la protección social y la inclusión.”
“Las mujeres de estas comunidades, que no habían tenido ninguna oportunidad de expresarse, desde ahora
están comprometidas en los diálogos con los representantes del gobierno local .Ellas han llegado a ser un
verdadero apoyo para sus familias gracias al desarrollo de actividades generadoras de ingresos.
Igualmente, ellas han recibido formación sobre protección a la infancia en el seno de sus comunidades, de
la importancia de la educación, la lucha contra los matrimonios precoces, la violencia domestica, mientras
sus niños y niñas estaban en el colegio y jugando mano a mano con los niños y niñas no gitanos”.
Mirad el reportaje de Jonas Mercier para France 24, sobre la difícil integración de los niños gitanos en
Rumania.