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  1. 1. lII. LA ADMINISTRACIÓN CIENTÍFICA* FREDERICK W. TAYLOR LaQUE intentaré demostrarles y aclararles es que, cuando los principios de la administracióncientíficason debidamente aplicados y se les ha de- dicado un tiempo suficiente para que sean realmente eficaces, en todos los casos deberán producir resultados mucho más grandes y mejores, tanto para el patrón corno para los empleados, de los que pudiera obte- nerse incluso en ese rarísimo tipo de administración que yo he estado esbozando, a saber, la administración de "iniciativa y de incentivo" en que quienes están del lado de la administración, deliberadamente ofre- cen grandes incentivos a sus trabajadores y, a su vez, éstos responden trabajando lo mejor que pueden, en todo momento, en interés de sus patrones. Deseo mostrarles que la administración científica es aun mejor que este taro tipo de administración. La primera gran ventaja que la administración científica tiene sobre la administración de iniciativa y de incentivo es que, en la administra- ción científica, la iniciativa de los trabajadores -es decir, su trabajo arduo, su buena voluntad y su ingenio- se obtiene prácticamente con absoluta regularidad, mientras que, aunenel mejorde los antiguos tipos de administración, estainiciativa sólo se obtiene enforma esporádica y, hastacierto punto, irregular. Sinembargo, obtener así la iniciativa de los trabajadores es la menor de las dos grandes causas que hacen que la administración científica sea mejor para ambas partes que el tipo anti- guo de administración. Con mucho, la mayor ganancia de la adminis- tracióncientíficase debe a las nuevas, enormes y extraordinarias cargas y deberes que voluntariamente aceptan los que están del lado de la administración. Estas nuevas céU'gasYnuevos deberes son tan insólitos y tan grandes .. Testimonio ante la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, 25 de enero de1912 103
  2. 2. 104 LAS PRIMERAS VOCES que resultan casi inconcebibles para las personas habituadas a adminis- trar a la vieja usanza. Estos deberes y cargas, aceptados voluntariamente y de acuerdo con la administracióncientífica por quienes están del lado de la administración, se han dividido y clasificado en cuatro grupos diferentes, y estos cuatro tipos de nuevos deberes asumidos por la ad- ministración se han llamado (con razón o sin ella) los "principios de la administracióncientífica". El primero de estos cuatro grupos de deberes asumidos por la admi- nistración es el acopio deliberado, por los que están del lado adminis- trativo, de toda la gran masa de conocimiento tradicional que en el pasado estaba enlas cabezas de los obreros y enla habilidad y capacidad física del trabajador, que las había adquirido por años de experiencia. El deber de recabar toda esta gran masa de conocimiento tradicional y luego registrarlo, tabularlo y por último, en muchos casos, reducirlo a leyes, reglas y hasta a fórmulas matemáticas, fue asumido voluntaria- mente por los administradores científicos. Después, cuando estas leyes, reglas y fórmulas se aplican al trabajo cotidiano de todos los trabajado- res del establecimiento merced a la cooperación íntima y alegre de quie- nes están en el lado administrativo, se tiene por resultado, invariable- mente, que se rinda una mucho mayor producción por hombre, así como un producto de mejor y superior calidad; en segundo lugar, permiten a la compañía pagar salarios mucho más altos a sus trabajadores, y en tercero, producen una mayor ganancia a la empresa. Así, al primero de estos principios podemos llamarlo el desarrollo de una ciencia que ven- ga a remplazar al antiguo conocimiento empírico de los trabajadores, es decir, el conocimiento que tenían los trabajadores y que en muchos casos era tan exacto como el que finalmente se obtuvo por medio de la admi- nistración pero que los trabajadores, no obstante, en 999 casos de cada 1 000, conservaban en la cabeza, y del que no existía un registro perma- nente ni completo. Se ha planteado una muy grave objeción al uso del término "ciencia" en este contexto. Me divierte mucho ver que esta objeción procede casi siempre de los profesores de este país. Les irrita el empleo de la palabra ciencia para algo tan trivial como los acontecimientos ordinarios y coti- dianos de la vida. Creo que la respuesta adecuada a esta crítica es citar la definición recién dada por un profesor al que generalmente se reco- noce como científico tan profundo como cualquiera de este país: el pro- fesor McLaurin, presidente del Instituto Tecnológico de Boston, que
  3. 3. LA ADMINISTRACIÓN CIENrÍFICA 105 hace poco definió la palabra ciencia como"conocimiento clasificado u organizado de cualquier índole". Y sin duda, el acopio de un conoci- miento que, como ya se dijo, había existido pero que se encontraba sin clasificar enlas mentes de los trabajadores, y luego su reducción a leyes y reglas y fórmulas representa, sin duda, la organizacióny clasificación de conocimiento, aun cuando llamarlo ciencia pueda no recibir la apro- bación de algunas personas. El segundo grupo de deberes voluntariamente aceptados por el lado de la administración, de acuerdo con una administración científica/es la selección científica y luego el desarrollo progresivo de los trabajado- res. Se vuelve deber de la administración estudiar deliberadamente el carácter, la naturaleza y el desempeño de cada trabajador, con vistas a encontrar sus limitaciones, por una parte, y (aun de mayor importancia) sus posibilidades de desarrollo, por la otra. Yluego, no menos delibera- da y sistemáticamente, entrenar y ayudar y enseñar a este trabajador, dándole cuando sea posible las oportunidades de avance que a la postre le permitirán hacer el tipo más elevado, interesante y lucrativo de trabajo al que se presten sus habilidades naturales, y que estará abierto a él en la compañía particular donde esté empleado. Esta selección científica del trabajador y de su desarrollo no es un solo acto; ocurre año tras año y es tema de continuo estudio de parte de la administración. El tercero de los principios de la administración científica consiste en llevar a unirse ciencia y los trabajadores científicamente seleccionados y preparados. Digo "llevar" de propósito, porque podemos desarrollar toda la ciencia que queramos y podemos seleccionar y preparar cientí- ficamente todo lo que queramos a los trabajadores, pero a menos que alguno o algunos hombres unan la ciencia conlos trabajadores, todo ese trabajo habrá sido inútil. Todos estamos hechos de tal manera que unas tres cuartas partes del tiempo trabajaremos de acuerdo con el método que mejor nos convenga; es decir, practicaremos la ciencia o no la prac- ticaremos; haremos nuestro trabajo de acuerdo conlas leyes de la ciencia o a nuestro modo de siempre, según consideremos que nos convenga, a menos que alguien esté ahí para ver que lo hagamos de acuerdo con los principios de la ciencia. Por ello he utilizado de propósito las palabras "llevar a unirse a la ciencia y los trabajadores". Sin embargo, es lamen- table que esta palabra "llevar" tenga un sonido desagradable, un sonido como decoacción: y en cierto modo, cuando.lo oímos por primera vez perdemos el contacto con lo que hemos llegado a considerar como la
  4. 4. 106 LAS PRIMERAS VOCES tendencia moderna. Ha pasado el tiempo de emplear la palabra llevar con el sentido de forzar, en relaciónconla mayor parte de las cosas; pero creo que puedo suavizar esta palabra en su uso en este caso particular diciendo que nueve décimas partes de la dificultad de aquellos de no- sotros que nos hemos dedicado a ayudar a la gente a pasar del antiguo tipo de administración a la nueva administración -es decir, a la admi- nistración científica-, esas nueve décimas partes de nuestra dificultad han estado en "llevar" a los del lado de la administración a ejecutar su porción justa del trabajo, y sólo una décima parte de nuestras dificulta- des viene del lado de los trabajadores. Sin excepción encontramos gran oposición del lado administrativo a cumplir con sus nuevos deberes, y relativamente poca oposición de parte de los trabajadores a cooperar en sus nuevos deberes. De modo que la palabra "llevar" se aplica con mu- cho mayor fuerza al lado de la administración que al del obrero. El cuarto de los principios de la administración científica tal vez sea el más difícil de entender para el hombre común, entre todos los princi- pios de la administración científica. Consiste en una división casi igual del trabajo real del establecimiento entre los trabajadores, por una parte, y la administración, por la otra. Es decir, el trabajo que de acuerdo con el antiguo tipo de administración era hecho prácticamente todo por el trabajador, de acuerdo con la nueva administración se separa en dos grandes divisiones, y una de ellas se entrega deliberadamente al lado de los administradores. Esta nueva división del trabajo, esta nueva parte del trabajo asumido por el lado administrativo, es tan grande que creo que se la podrá comprender mejor de manera numérica digamos que, por ejemplo, en un taller de maquinaria que esté haciendo un trabajo intrincado -no me refiero a una compañía manufacturera sino a una compañía de ingeniería; es decir, a un taller mecánico que construye toda una variedad de máquinas y no se dedica a manufacturarlas sino a construirlas- habrá un hombre del lado de la administración por cada tres obreros. Es decir, esta inmensa parte del trabajo -un tercio- fue quitada deliberadamente de manos del trabajador y entregada al bando administrativo. Ygracias a esta auténtica participación de trabajo entre los dos lados, más que a ningúnotro elemento, no habíahabido una sola huelga (hasta el verano pasado) desde que empezó la administración científica. Una vez más, en un taller de maquinaria, según este nuevo tipo de administración, casi no hay acto o parte de trabajo efectuado por un obrero que no vaya precedido y sucedido por algún acto de parte de
  5. 5. LA ADMINISTRACIÓN DENTÍFICA 107 alguien de la administración. Durante todo el día, los actos del trabaja- dor se entrelazancon actos correspondientes de la administración. Pri- mero, el obrero hace algo, y entonces un hombre de la administración hace algo. El de la administración hace algo, y luego el obrero hace algo; y de acuerdo con esta cooperación íntima y personal entre los dos lados, se vuelve prácticamente imposible tener una querella grave. Desde luego, no quiero que esto se interprete como que nunca hay querellas en la administración científica. Hay algunas, pero son la gran excepción y no la regla. Y es absolutamente evidente que mientras los obreros estánaprendiendo a trabajar de acuerdo con este nuevo sistema, y mientras la administración está aprendiendo a trabajar con este nuevo sistema, mientras ambos están aprendiendo, mientras cada parte apren- de a cooperar de esta manera íntima con la otra, hay muchas oportuni- dades de desacuerdo, de querellas y equívocos. Pero cuando ambas partes han comprendido que es 'por completo imposible producir el trabajo del establecimiento al ritmo apropiado y corregirlo y revisarlo sinestacooperacióníntimay personal; cuando ambos bandos compren- den que es por completo imposible que uno tenga éxito sin la coopera- ción íntima y fraternal del otro, se reducen a un mínimo la fricción, los desacuerdos y las querellas. Por eso creo que a la administración cientí- fica se le puede llamar justay verídicamente una administración en que la armonía es la regla y no la discordia. Hay una ilustración de la aplicación de los principios de la adminis- tración científica con la que todos estamos familiarizados y que hemos conocido desde niños, y creo que ésta representa uno de los mejores ejemplos de cómo se aplican los principios de la administración cientí- fica. Me refiero a la administración de unequipo estadunidense de beis- bol de ligas mayores. Ensemejante equipo se encontraráncasi todos los elementos de la administracióncientífica. Puede verse, el gran desarrollo de laciencia encada pequeño acto que efectúanlos jugadores enel campo de beisbol. Cada elemento del juego ha sido objeto del estudio más minucioso y más íntimo de muchos hom- bres y, por último, la mejor manera de realizar cada acto que se hace en el campo de beisbol ha sido convenida y establecida como norma por todo el país. A los jugadores no sólo se les ha dicho el mejor modo de hacer cada movimiento o jugada importante, sino que se les ha enseña- do, supervisadoy entrenado durante largos meses de trabajo esforzado. y creo que cada persona que haya observado unjuego de ligas mayores,
  6. 6. 108 LAS PRIMERAS VOCES o que sepa algo sobre la administración del moderno equipo de beisbol, comprende plenamente la absoluta imposibilidad de ganar, así fuera con el mejor equipo de jugadores que jamás se haya reunido, a menos que cada miembro del equipo obedezca las señales u órdenes del coach y las obedezca al punto, cuando el coach las da; es decir, sin la coopera- ción íntima de todos los miembros del equipo y de la administración, que es la característica de la administracióncientífica.

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