Una de las principales consecuencias de una mala cultura organizacional es el costo que puede generar al empleador: fomenta el absentismo de los trabajadores, trae problemas de salud producto del estrés y produce un exceso de rotación de personal. Para evitar estos problemas, puedes actuar a tiempo y hacer cambios significativos. En este blog abordamos tres señales que delatan una mala cultura organizacional.