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Biografía de paulo freire
1. Paulo Freire
Paulo Freire (1921-1997) fue
uno de los mayores y más
significativos pedagogos del
siglo XX. Pedagogo
brasileño. Estudia Derecho.
Su mujer, Elza, (profesora de
primaria), influyó
determinantemente en la
decisión de Paulo de dejar el
derecho para dedicarse a la
pedagogía. Se dedica a
alfabetizar a las personas
adultas, inventando su propio método de alfabetización. Consu principio del diálogo,
enseñó un nuevo camino para la relación entre profesores y alumnos. Sus ideas
influenciaron e influencian los procesos democráticos por todo el mundo. Fue el
pedagogo de los oprimidos y en su trabajo transmitió la pedagogía de la esperanza.
Influyó en las nuevas ideas liberadoras en América Latina y en la teología de la
liberación, en las renovaciones pedagógicas europeas y africanas, y su figura es
referente constante en la política liberadora y en la educación. Fue emigrante y
exilado por razones políticas por causa de las dictaduras. Por mucho tiempo, su
domicilio fue el Consejo Mundial de las Iglesias en Ginebra, Suiza.
Nació en Recife, Brasil, en 1921. En 1947, fue director del Departamento de
Educación y Cultura del Servicio Social de la Industria. Estudió letras y se doctoró
en 1959 en Filosofía e Historia de la Educación con la tesis «Educación y actualidad
brasileña», en la que se sientan las bases de su método, según el cual todo proceso
educativo debe partir de la realidad que rodea a cada individuo.
En los años 50, perteneció al primer Consejo Estatal de Educación de Pernambuco.
En 1961, fue nombrado director del Departamento de Extensión Cultural de la
2. Universidad de Recife. En 1963 puso en práctica su primera experiencia educativa
de grupo, dentro de la Campaña Nacional de Alfabetización, consiguiendo la
alfabetización de 300 trabajadores rurales en mes y medio. Fue acusado por la
oligarquía y por ciertos sectores de la Iglesia de agitador político.
Como consecuencia del golpe militar de 1964, debió abandonar su actividad,
calificada de subversiva, y buscó refugio en Chile, donde participó en diversos
planes del gobierno democristiano de Eduardo Frei, como el programa de educación
de adultos del Instituto Chileno para la Reforma Agraria (ICIRA). En Chile
escribe Pedagogía del oprimido,cuyo contenido desagradó al gobierno de Santiago.
Profesor de la Universidad de Harvard, colaboró con los grupos dedicados a la
reforma educativa en los ámbitos rurales y urbanos. En 1970 se trasladó a Ginebra
(Suiza), donde trabajó en los programas de educación del Consejo Mundial de las
Iglesias. Fue asesor de varios países de África recién liberados de la colonización
europea, colaborando en programas de educación de personas adultas,
especialmente en Angola y Guinea.
En 1980 regresa a Brasil donde pone su mayor empeño en la lucha por una escuela
pública y de calidad para todos, de 1989 a 1992 asume la Secretaría de Educación
de la Prefectura de Sao Paulo. A partir de 1992 da clases en la universidad de Sao
Paulo y cursos y conferencias por todo el mundo. Muere en 1997. Entre sus obras
destacamos “La educación como práctica de libertad” y la “Pedagogía del oprimido”.
Freire pretende devolver la palabra a aquellos que han sido condenados al silencio.
Su voz, que viene de Brasil y de Chile, es la de los campesinos americanos, los
indios marginados, aquellos que no conocen la escritura pues transmiten su cultura
de forma oral.
Plantea que “la pedagogía dominante es la pedagogía de las clases dominantes”.
Por ello la educación libertadora es incompatible con una pedagogía que ha sido
práctica de dominación. La práctica de libertad sólo encontrará expresión adecuada
en una pedagogía en que el oprimido tenga condiciones de descubrirse y
conquistarse, reflexivamente, como sujeto de su propio destino histórico, (al estar
3. oprimidos no tenían su propio destino), y con el método de alfabetización si podían
acceder a él.
Ya desde su inicio refleja la necesidad de una escuela democrática centrada en el
educando y a través de una práctica pedagógica. Se plantea pasar de la conciencia
mágico-ingenua a la conciencia crítica fomentadora de transformaciones sociales.
En su libro “La educación como práctica de libertad”, plantea que el oprimido
adquiera una conciencia crítica: parte de una propuesta dialógica y antiautoritaria.
Dice que las personas han nacido para comunicarse entre ellas. Esto es posible
mediante una pedagogía para la
libertad. Para ello, se necesita una sociedad
con unas condiciones favorables,
sociales, políticas y económicas. Se precisa
una filosofía de la educación que piense
como el oprimido y no para el oprimido. A
través de una concienciación de las
personas por medio de la alfabetización, se
puede llegar a la democracia que rompa
con los esquemas de la sociedad cerrada. La pedagogía de Freire podría
denominarse como de la conciencia.
Recoge temas como la cultura del silencio y plantea que la educación debe
concebirse como una accióncultural dirigidaal cambio. En “Pedagogía del oprimido”
Freire dice que existen dos tipos de educación:
La domesticadora.
La libertadora
La domesticación consiste en transmitir una conciencia bancaria de la educación:
se impone el saber al educando, que permanece pasivo, sin derecho a opinión. La
libertadora sigue la misma línea que la concientizadora.
Los proyectos domesticadores, al contrario de los libertadores, ven a los
campesinos como receptores pasivos, meros objetos. Las personas deben
4. aprender a pronunciar sus propias palabras y no repetir las de otras personas. Por
medio de la comunicación auténtica, a través del diálogo, el individuo se transforma
en creador y sujeto de su propia historia.
El sistema educativo debe ayudar a que el sujeto contribuya al cambio social al
proveer al educando de los instrumentos contra el desarraigo, pues la educación en
la decisión, la
responsabilidad social
y política sustituye la
anterior pasividad por
nuevas pautas de
participación. Plantea
que el proceso
educativo no es
neutral, sino que
implica una acción cultural para la liberación o para la dominación. Si es para esta
última, estamos ante la educación bancaria, proceso educativo rígido, autoritario y
antididáctico. Critica la concepción bancaria de la educación: “el educador es el que
sabe, los educandos los que no saben; el educador es el que piensa, los educandos
los objetos pensados; el educador es el que habla, los educandos los que escuchan
dócilmente...” (pedagogía del oprimido). Dice que la educación bancaria es
necrófila, pues termina por archivar al hombre, sirviendo para su domesticación y
su pasiva adaptación. Por medio de esta educación bancaria cerrada al diálogo, a
la creatividad y a la conciencia, se normaliza a los dominados, prolongando la
situación de opresión. Mientras que la educación libertadora problematiza y
desmitifica la realidad. Rompe con la dicotomía educador/educando, pues el que
enseña reconoce que puede aprender de aquel al que va a enseñar. Esta
concepción humanista se funda en la capacidad de reflexionar de los oprimidos.
Freire plantea que la educación es un proceso a través del cual todas las personas
implicadas en él educan y son educadas al mismo tiempo.