1. Taller para reimaginar juntos nuestros
Libros de Texto Gratuitos mexicanos
Marx Arriaga Navarro
Dirección General de Materiales
Educativos
Documento de trabajo. No copiar, reproducir, distribuir o
divulgar.
Ciudad Juárez, Chihuahua (7-11-2022)
https://classroom.google.com/c/NTYxMzY1NzE0NzAx?cjc=smy4slb
2.
3. La nueva familia de Libros de texto: Libros para
niñas, niños , maestros, maestras y familias
3 libros de Proyectos integradores
para el aula, la escuela y el espacio
comunitario.
1 libro de Saberes disciplinares.
1 libro para la maestra y maestro.
1 libro de múltiples lenguajes.
https://librosdetexto.sep.gob.mx/consulta/#/home
4. Etapas para el diseño del Programas analíticos
• Análisis del contexto socioeducativo de la
escuela: ejercicio de lectura de la realidad
educativa
• Plano de contextualización: proceso de
integración curricular
• Plano de codiseño: integración de las
especificidades locales.
1. Incorporación de contenidos no contemplados en los programas sintéticos.
2. Cronograma de actividades.
3. Secuencia y gradualidad en las actividades.
1. Analizar las condiciones académicas.
2. Analizar el Plan de estudios 2022.
3. Analizar los programas sintéticos.
4. Analizar el contexto donde su ubica la escuela.
1. Analizar la articulación de los contenidos.
2. Seleccionar las situaciones-problemas que se buscan
transformar.
3. Definir la forma para abordar esas problemáticas (Proyectos).
4. Seleccionar el material educativo de nuestro LTG que refleje las
necesidades de la comunidad.
6. Discurso monológico, Discurso dialógico
Obstáculos para el discurso dialógico
• Tiempo
• Compromiso
• Dinámicas de poder y control
(herencia cultural)
• Escucha (oído dialógico)
7. “Los profesores sabemos por experiencia que multitud de conocimientos no logran incidir en los
alumnos de ninguna manera. Desde luego, solo lo que es real y mueve nuestro propio interés y
curiosidad puede llegar a tocar el interés y la curiosidad de nuestros alumnos. ¿Pero qué otra cosa
puede ser verdaderamente interesante sino el acervo común de nuestras tradiciones, la mirada llena
de pasión e inteligencia de aquellos que caminaron antes que nosotros, las grandes obras de la
literatura y el arte que han marcado el compás de nuestra historia? No es difícil saber por qué
muchos docentes han abandonado este camino: la inseguridad, el cansancio, las mil dificultades del
contexto o la falta de compañía han hecho inviable la transmisión cultural o la han convertido en un
privilegio prescindible. Ante estas objeciones, Bellamy propone su propia experiencia: «En
cualquier contexto, incluso en los centros menos favorecidos, he podido verificar este fenómeno:
exigir a los alumnos que hagan el esfuerzo de recibir lo que se les ofrece es el comienzo de una
aventura extraordinaria». Así, frente a las críticas que Passeron y Bourdieu lanzan contra la
institución escolar, Bellamy defenderá que la transmisión de la cultura es el elemento que puede
ayudar a limar la desigualdad que las condiciones materiales o sociales tienden a acentuar. ”
Ignacio de los reyes, “introducción”, F. Xavier Bellamy, Los desheredados, Encuentro, París, 2018.
La herencia cultural de los individuos
8. “Queremos seguir educando pero ya no queremos transmitir. El fallo de este proyecto ilumina la crisis
contemporánea con una luz nueva: los enseñantes no se han vuelto súbitamente mediocres, los padres no han
olvidado masivamente su responsabilidad. Simplemente, se les ha confiado una misión imposible,
impensable. La sociedad les ha pedido que eduquen pero dejando libre al niño, virgen de toda traza de
autoridad, liberado de todo el peso de una cultura anterior a su individualidad. Por supuesto, queremos
educar a los jóvenes en el respeto, en la tolerancia, en la ciudadanía... pero creemos que esto no requiere
transmitir. Es suficiente creer, para tranquilizarse, en el marco flotante de un conjunto de valores que
tenemos por consensuados, esperando que lo lleguen a ser; y más adelante el niño deberá lanzarse en
solitario a la búsqueda de su saber, de sus decisiones morales y de su destino. Cuanto más intervenga el
educador, cuanta más dedicación ponga, más culpable será, porque de este modo privará al niño de su
libertad primera, de su espontaneidad —y así le impedirá ser él mismo—. Todos los que enseñan son
sospechosos; todos los que transmiten son culpables..”
F. Xavier Bellamy, Los desheredados, Encuentro, París, 2018.
La herencia cultural de los individuos
9. “A pesar de esto, la sociedad sigue exigiendo a los adultos que eduquen. Obligados a educar sin transmitir y
sometidos a esta conminación que nadie quiere ver que es contradictoria, los padres están condenados a
desesperarse frente al espectáculo del fracaso de sus hijos, frente a la constatación de una ruptura que ellos
mismos han provocado. Hoy la juventud es indigente de todo aquello que no le hemos transmitido, de toda la
riqueza de esta cultura que, en gran medida, ya no comprenden. Desamparados, desequilibrados, retroceden
con frecuencia al último modo de expresión que les queda todavía disponible a aquellos que no tienen
palabras para hablar: la violencia. Inarticulada, incomprensible, desprovista de sentido, esta violencia marca
a aquellos que no han tenido la suerte de tener un contacto con la cultura por un medio distinto a la escuela.
En las familias más frágiles, en los barrios más desfavorecidos, cuando la lengua es un lugar hostil, la
violencia se convierte en un medio de expresión. Este es el resultado de nuestro propio proyecto. Queríamos
denunciar las herencias; hemos hecho desheredados.”
F. Xavier Bellamy, Los desheredados, Encuentro, París, 2018.
La herencia cultural de los individuos
10. “¿Qué es la cultura? Bourdieu volverá más tarde, en La Distinción (1979), sobre esta cuestión fundamental. Pero apuntemos ya algunos
rasgos característicos de lo que se llama «cultura». En primer lugar, es un contenido que se hereda, algo que recibimos por una
transmisión, bajo la forma de saberes —teóricos pero también, correlativamente, maneras de comportarse en el mundo, de hablar, de
relacionarse—. Es, pues, un conjunto de habitus: Bourdieu recupera este término para introducir un concepto importante en su
investigación sociológica. El habitus es una disposición adquirida, de la que nunca hemos tenido o ya no tenemos conciencia, y que nos
predispone a actuar de tal o cual manera en una situación dada. Hay habitus en cualquier papel social, en las profesiones, funciones
jerárquicas, identidades sexuales, ocio... La cultura produce estos habitus, en toda su variedad. Aquí tenemos la verdadera eficacia de la
cultura: sirve, enteramente, para aprender a hacer distinciones. Hace falta una cierta experiencia, un cierto habitus, para distinguir una
gran ópera de un aria academicista ramplón, el lienzo de un maestro de una mala copia; hay que estar cultivado, es decir, poseer la
cultura dominante, para distinguir los deportes elegantes de los que no lo son. Volviéndonos «cultivados» aprendemos a hacer
distinciones; y esas distinciones, a cambio, nos distinguen. ¿No decimos de una persona muy superior por su saber, o por su saber vivir,
que es distinguida? Para esto sirve, pues, la cultura: para diferenciar, jerarquizar, reconocer —y, en particular, les sirve a los miembros
de las clases dominantes para distinguirse entre ellos—. Esto no viene de una superioridad intrínseca a su cultura —no, una vez más, no
hay en estas distinciones más que lo puramente arbitrario como, por otra parte, lo muestran los fenómenos de la moda—: lo que ayer
era elegante hoy es ridículo, prueba de que estas diferencias no se fundan en nada objetivo. Simplemente, si pertenecemos a la élite,
esta permitirá que nuestros iguales vean cómo estamos familiarizados con la cultura dominante; y si no lo estamos...
seremos eliminados.”
F. Xavier Bellamy, Los desheredados, Encuentro, París, 2018.
La herencia cultural de los individuos
11. “¿Cuál es, en efecto, la función propia de la escuela? Consiste en producir la selección —en admitir a algunos y en excluir a otros, en
orientar, por utilizar un término familiar en la institución escolar, a los niños por su camino—. Para Bourdieu, ahí está la definición
misma de la escuela: «El sistema educativo debe [...] producir sujetos seleccionados y jerarquizados de una vez por todas y para toda la
vida». Por tanto, la escuela crea grupos en el interior de una generación. Divide, separa y clasifica. De hecho, la institución escolar
establece discontinuidades que son, ellas mismas, arbitrarias. Ahí tenemos todo el principio de funcionamiento de los exámenes y los
concursos de selección: entre el 9,5 y el 10,5 hay una diferencia más pequeña que entre el 10,5 y el 19,5. Y, sin embargo, la verdadera
frontera, la que separa el éxito del fracaso en la selectividad francesa, es la frontera del 10. Así pues, el sistema escolar crea
discontinuidades artificiales, tan artificiales como la cantidad que separa al último admitido del primer suspenso en cualquier concurso
de selección. Pero hay que seleccionar: es el papel que cumple la escuela. El examen tiene por efecto presentarse como una forma de
justicia inmanente; hace desaparecer, en una especie de mito, su carácter artificial y arbitrario. La mentira de la institución escolar
reposa sobre la idea de que la selección que efectúa es justa, natural y transparente, y que recompensa objetivamente el mérito de cada
uno, partiendo de una igualdad inicial ante las exigencias de la competición. Ahí se encuentra, afirma Bourdieu, la verdadera estafa:
porque, en realidad, la igualdad de los alumnos frente a la escuela es puramente formal. El problema no es solamente el carácter
artificial, accidental, de esas discontinuidades que crea la escuela. La injusticia fundamental proviene de un hecho más básico aún: la
cultura de la escuela es la cultura de la élite; y en el juego de la selección, los hijos de la élite, esos «herederos» de la cultura
dominante, se benefician necesariamente de una familiaridad respecto a ella que constituye una ventaja a su favor, imposible de
alcanzar por los otros.”
F. Xavier Bellamy, Los desheredados, Encuentro, París, 2018.
La herencia cultural de los individuos
12. “Un aprendizaje mecánico, automático, desencarnado, recluido en la superficie del alma,
traicionaría su auténtica finalidad; esta confusión se acrecienta aún más ante la ilusión que
constituye la utopía digital, al hacernos creer que ya no tenemos necesidad de aprender porque
todo el saber ha quedado almacenado para siempre, siendo accesible desde cualquier lugar. ¡Qué
error tan increíble...! La cultura no es un capital que se pueda usar a merced de nuestras
necesidades. Solo adquiere todo su valor cuando se transmite y alimenta, de este modo, al que la
recibe. Aprender un poema y saber encontrarlo en la web no significa lo mismo, en absoluto: los
versos del poema que tengo en la memoria habitan en mi espíritu y, al hacerse eco de las
situaciones que atravieso, me acercan a mi propia vida interior. Poder encontrar en algunos clics
todas las grandes fechas de los siglos pasados no nos dispensa de aprender la cronología de nuestra
historia: porque conocerla es poder situarse en el tiempo; es comprender, tomar consigo, en toda su
profundidad, los periodos y rupturas que han contribuido a hacer de nosotros lo que somos, y así
comprendernos mejor a nosotros mismos.”
F. Xavier Bellamy, Los desheredados, Encuentro, París, 2018.
La herencia cultural de los individuos
13. Primer paso
• Análisis del contexto socioeducativo de la
escuela: ejercicio de lectura de la realidad
educativa
1. Analizar las condiciones académicas.
2. Analizar el Plan de estudios 2022.
3. Analizar los programas sintéticos.
4. Analizar el contexto donde su ubica la escuela.
1. Crear una cuenta en la red social Twitter.
2. Diseñar un mapa mental donde se reflejen los análisis de esta
etapa, utilizando un color diferente para cada uno de ellos.
3. Publicar la imagen en Twitter con los siguientes datos:
1. Nombres propio, de la comunidad y la escuela.
2. #CaravanaDurangoNEM
3. @SEP_mx
4. @EVillegasV
5. @gillermoadamec
6. @MarchaChavez
7. @MarxArriaga