1. Reflexión sobre otredad Como docente han sido variadas las estrategias aplicadas en la enseñanza de la historia; entre algunas de ellas puedo mencionar la narración de sucesos o acontecimientos contenidos en los textos, pero transformándolos en dramatizaciones que le despiertan a los niños el interés por los acontecimientos abordados; sin embargo, el hecho de conocer la historia oral como una herramienta para la enseñanza de la historia, cambia, en mucho, mi visión de modificar mis estilos de enseñanza al tratar de aplicar la historia oral, mejorar mi práctica docente y principalmente lograr que mis alumnos tengan las competencias para comprender el presente después de analizar y reflexionar con respecto al pasado. Cuando el alumno se involucra directamente en el estudio de la historia valiéndose de diversos recursos y con la buena guía de su maestro a través de todo un proceso de investigación, éste se va formando sus propios criterios al reflexionar y criticar analíticamente los sucesos y acontecimientos del pasado. Se dice que cuando el discente logra llegar a este conocimiento, existe un desdoblamiento de él mismo; es decir, durante este proceso el individuo investigador busca al otro para saber quién es él verdaderamente; reconoce entonces la existencia del otro, pero sin dejar de ser él mismo. En pocas palabras, es necesario conocer al otro para saber quién soy yo, que formo parte del otro, o sea, para comprender el presente, necesito haber conocido el pasado y estar preparado para el futuro. A esto los filósofos y sociólogos le denominan otredad.