4. La Jornada
Mundial de las
Misiones 2015 tiene
lugar en el
contexto del Año
de la Vida
Consagrada
5. Los religiosos son una
invitación viviente a
vivir la misericordia,
por eso la Vida
Consagrada es un
regalo para
la Iglesia y
el mundo
6. Entre la vida
consagrada y la misión
subsiste un fuerte vínculo, y
Van-Clar vive su compromiso
misionero de la mano de la
vida consagrada llevando
misericordia a todos, porque
así lo pensó nuestra beata
madre fundadora.
7. La beata María Inés
Teresa solía decir a las
Misioneras Clarisas desde
los inicios de Van-Clar
cosas como esta:
“Mucho les encargo el
que traten de imbuirse
más y más de lo que es
Van-Clar, en que
consiste su trabajo y del
bien que está llamado a
realizar en el mundo”
8. Ustedes son parte de nuestra
familia misionera y participan
tanto de los gozos como
esperanzas, tristezas, etc… de
nuestra querida Congregación…
BEATA MARÍA INÉS TERESA.
9. “Yo oí la voz del Señor que decía: «¿A
quién enviaré y quién irá por
nosotros?». Yo respondí: «¡Aquí estoy:
envíame!»". (Is 6,8)
10. Dado que toda la existencia
de Cristo tiene un carácter
misionero, los hombres y las
mujeres que le siguen más de
cerca asumen plenamente
este mismo carácter
Siendo misericordiosos
Como Él.
11. La misión no es
proselitismo o mera
estrategia; la misión
es parte de la
«gramática» de la fe,
es algo
imprescindible para
aquellos que
escuchan la voz del
Espíritu que susurra
«ven» y «ve».
12. “Irás adondequiera que te envíe, y
proclamarás todo lo que yo te mande.
No les tengas miedo, porque estaré
contigo para protegerte”. (Jer 1,7)
13. Quién sigue a Cristo se convierte
necesariamente en misionero de la
misericordia, y sabe que Jesús
«camina con él, habla con él, respira
con él. Percibe a Jesús vivo con él
en medio de la tarea misionera»
(Exhort. ap. Evangelii gaudium, 266).
14. La misión es
una pasión
por Jesús
pero, al
mismo
tiempo, es
una pasión
por su
pueblo.
15. “A esto está llamado Van-Clar: a enrolar
misioneros seglares que vivan el espíritu
de Cristo, que se apasionen por Él, que
den testimonio de Él con su vida, sus
ejemplos, su cristianismo”.
BEATA MARÍA INÉS TERESA.
16. El amor que nace
del corazón
traspasado de
Cristo, se extiende
a todo el pueblo
de Dios y a la
humanidad
entera.
17. Él nos quiere
tomar como
instrumentos
para llegar
cada vez más
cerca de su
pueblo amado
y de todos
aquellos que lo
buscan con
corazón sincero.
19. "Vayan por todo el mundo y anuncien
la Buena Nueva a toda la creación”.
(Mc 16,15)
20. Santa Teresa del Niño Jesús,
patrona de las misiones, es
inspiradora
del vínculo
íntimo de
la vida
contemplativa
con la misión.
La beata María Inés,
fundadora de nuestra familia
misionera, es quien nos
impulsa a la misión.
21.
22. Es urgente volver a
proponer el ideal de
la misión en su
centro: “Jesucristo”,
y en su exigencia: la
donación total
de sí mismo a la
proclamación del
Evangelio.
23. Quién, por la gracia de Dios,
recibe la misión, está
llamado a vivir la misión
esparciendo misericordia…
24. “Conquistar almas para el
cielo, con nuestra acción
misericordiosa, con
nuestra palabra
evangélica, con nuestra
enseñanza catequística;
es un sagrado deber que
nosotros mismos hemos
escogido”.
BEATA MARÍA INÉS TERESA.
25. Para estas personas, el anuncio de
Cristo, en las diversas periferias del
mundo, se convierte en la manera
de vivir el seguimiento de él y
recompensa los muchos esfuerzos
y privaciones.
27. Cualquier tendencia a desviarse
de esta vocación, aunque sea
acompañada por nobles motivos
relacionados con la muchas
necesidades pastorales,
eclesiales o humanitarias, no
está en consonancia
con el llamamiento
personal del Señor
al servicio del
Evangelio.
28. Hay que dar un
testimonio valiente
y realizar hazañas
generosas a veces
contra corriente
29. No dejen que les
roben el sueño de
una misión
auténtica, de un
seguimiento de
Jesús que
implique la
donación total de
sí mismo.
30. “Irás adondequiera que te envíe, y
proclamarás todo lo que yo te mande.
No les tengas miedo, porque estaré
contigo para protegerte”. (Jer 1,7)
31. En el secreto de su
conciencia,
pregúntense cuál
es la razón por la
que han elegido la
vida misionera y
midan la
disposición a
aceptarla por lo
que es: un don de
amor al servicio del
anuncio del
Evangelio
32. Antes de ser una
necesidad para
aquellos que no lo
conocen, el
anuncio del
Evangelio es una
necesidad para
los que aman al
Maestro.
34. La respuesta es clara y la
encontramos en el mismo
Evangelio: los pobres, los
pequeños, los enfermos, aquellos
que a menudo son despreciados y
olvidados, aquellos que no tienen
como pagar lo recibido.
35. “Me envió para llevar la Buena Nueva
a los pobres, para anunciar la libertad
a los cautivos y a los ciegos que pronto
van a ver, para despedir libres a los
oprimidos y proclamar el año de
gracia del Señor”. (Lc 4,18)
36. Existe un vínculo inseparable entre
nuestra fe y los pobres. Nunca los
dejemos solos» (Exhort. ap. Evangelii
gaudium, 48). Esto debe estar claro
37. Vivir el testimonio cristiano y los
signos del amor del Padre entre los
pequeños y los pobres y promover,
en el servicio de la misión, la
presencia de los fieles laicos.
38. Los laicos cooperan a
la obra de
evangelización
de la Iglesia y
participan de su
misión salvífica a
la vez como
testigos y como
instrumentos vivos»
(Ad gentes, 41)
40. “Serán mis testigos en Jerusalén, en
toda Judea, en Samaría y hasta los
confines de la tierra”. (Hech 1,8)
41. La Obra Misionera del
Sucesor de Pedro tiene un
horizonte apostólico
universal. Por ello también
necesita de los múltiples
carismas, para abordar al
vasto horizonte de la
evangelización y para
poder garantizar una
adecuada presencia en
las fronteras y territorios
alcanzados.
42. La pasión del
misionero es el
Evangelio.
San Pablo podía
afirmar: «¡Ay de
mí si no anuncio
el Evangelio!» (1
Cor 9,16).
43. El Evangelio es fuente de alegría, de
liberación y de salvación para todos los
hombres. La Iglesia es consciente de
este don, por lo tanto, no se cansa de
proclamar sin cesar a todos «lo que
existía desde el principio, lo que hemos
oído, lo que hemos visto con nuestros
propios ojos» (1 Jn 1,1).
44. La tarea de los
misioneros es la
de poner a todos,
sin excepción, en
una relación
personal con
Cristo.
45. “«La mies es tan abundante y
los obreros tan pocos». Se
necesitan corazones para
orar, manos para trabajar, y
pies para caminar en pos de
las ovejas de Cristo, no solo
en las misiones propiamente
tales, sino también en el
mundo entero que cada día
se paganiza más…”
BEATA MARÍA INÉS
TERESA.
46. En el inmenso
campo de la
acción misionera
de la Iglesia, todo
bautizado está
llamado a vivir lo
mejor posible su
compromiso, según
su situación
personal.
47. “También ustedes tienen que
cooperar con su granito de arena,
a la salvación del mundo.
¿Cómo? En primer lugar, siendo
cada día mejores en todo y
también ofreciendo sus oraciones,
su trabajo, sus penillas y los
sacrificios que se les vayan
presentando. La santa Iglesia, el
Santo Padre, las misiones y
muchas almas, necesitan de
ustedes también”.
BEATA MARÍA INÉS TERESA.
48. “Me hice débil con los débiles para
ganar a los débiles. Me hice todo para
todos, para salvar por lo menos a
algunos. Y todo lo hago por el
Evangelio”. (1Cor 9,22)
49.
50. "Dijo María: «Yo soy la servidora del
Señor, hágase en mí tal como has
dicho»". (Lc 1,38)
51. “Sabes por qué los Misioneros
son tan alegres y viven tan
felices en medio de los
sufrimientos y amarguras que
los rodean? Porque María
Santísima, su dulce Madre
del Cielo, los acompaña a
todas partes; Ella les aligera
la cruz, les prepara los
caminos, da unción y fuerza
a sus palabras”.
BEATA MARÍA
INÉS TERESA.