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Eres Especial

  1. 1. Has un alto en tu vida y pon atención a la voz de Dios que te dice: Eres Especial Pbro. Ulises Paat Ek una fuerte voz que salía del trono y decía: "¡Miren, el hogar de Dios ahora está entre su pueblo! Él vivirá con ellos, y ellos serán su pueblo. Dios mismo estará con ellos. Él les secará toda lágrima de los ojos, y no habrá más muerte ni tristeza ni llanto ni dolor. Todas esas cosas ya no existirán más... El ángel que hablaba conmigo tenía en la mano una vara de oro para medir la ciudad, sus puertas y su muralla. Cuando la midió se dio cuenta de que era cuadrada, que media lo mis- mo de ancho que de largo. En realidad, medía 2,220 kilómetros de largo, lo mis- mo de alto y lo mismo de ancho. Después medió el grosor de las murallas, que eran de sesenta y cinco metros (según la me- dida humana que el ángel usó). La mu- ralla estaba hecha de jaspe, y la ciudad era de oro puro y tan cristalino como el vidrio. La muralla de la ciudad estaba fundada sobre doce piedras, cada uno adornada con una piedra preciosa: la primera con jaspe, la segunda con zafiro, la tercera con ágata, la cuarta con es- meralda, la quinta con ónice, la sexta con cornalina, la séptima con crisólito, la octava con berilo, la novena con topacio, la décima con crisoprasa, la undécima con jacinto y la duodécima con amatista. Las doce puertas estaban hechas de per- las, ¡Cada puerta hecha de una sola per- la! Y la calle principal era de oro puro y tan cristalino como el vidrio. No vi ningún templo en la ciudad, porque el Señor Dios Todopoderoso y el Cordero (Jesús) son el templo. La ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna, porque la gloria de Dios ilumina la ciudad y el Cordero (Jesús) es su Luz. En este momento quisiera que realices un ejercicio antes de seguir leyendo. Cierra tus ojos e imagina la ciudad celes- tial como la acabas de leer. ¿No es mara- villoso? Imagínate andando en esas calles de oro y admirando cada detalle de la ciudad. Es increíble ¿verdad?, pero tú fuiste for- mado para vivir ahí, solo tienes que creer en el sacrificio que Jesús hizo por ti en la cruz del calvario para el perdón de tus pecados, esto mismo hizo el ladrón que estuvo colgado junto a Jesús el día que fue crucificado. Leamos la historia que se encuentra en Lucas 23:32-33 y 39-43: Llevaron a otros dos, ambos criminales, para ser ejecutados con Jesús. Cuando llegaron a un lugar llamado la calave- ra, o clavaron en la cruz y a los crimi- nales también, uno a su derecha y otro a su izquierda... Uno de los criminales colgados junto a él se burló: ¿Así que eres el Mesías? Demués- tralo salvándote a ti mismo, ¡y a nosotros también! Pero el otro criminal protestó, ¿Ni siquiera temes a Dios ahora que estás condenado a muerte? Nosotros merecemos morir por nuestros crímenes, pero este hombre no ha hecho nada ma- lo. Luego dijo: Jesús, acuérdate de mí cuando vengas a tu reino. (Jesús le re- spondió) Te aseguro que hoy estarás conmigo en el paraíso. El relato mencionado anteriormente muestra tres enseñanzas que deberías tomar en cuenta y son: 1.- Que todos podemos entrar al paraíso: ricos y po- bres, malos y buenos, de cualquier raza o nación, no hay acepción de personas. 2.- Lo segundo que puedes ver, es que para entrar al lugar que Dios tiene preparado en el cielo, necesitas aceptar el sacrificio que Jesús hizo en la cruz del calvario por tus pecados y reconocerlo como tu Único y suficiente Salvador. Para recibir a Cristo en tu corazón necesitas hacer esta senci- lla oración: Señor Jesús, reconozco que soy pecador, que he estado en contra de tus mandamientos, que no merezco tu perdón, pero en este momento te pido perdón por todas mis maldades y peca- dos; te recibo como mi Único y suficiente Salvador, entra en mi corazón y cambia mi vida y dale razón de ser a mi existen- cia; desde hoy serás mi Señor y Salvador. 3.- Y la Última enseñanza es que si has hecho de corazón la oración anterior, tienes la seguridad de que ya eres ciuda- dano del reino de los cielos. Jesús le ase- guro al criminal que estaría con É1 en el paraíso, Jesús te afirma que con É1 estás seguro y tu destino es vivir eternamente y para siempre a su lado. El borrachito se levantó y se fue del par- que, el no pudo responderle al policía y el policía no pudo decirle nada de sus interrogantes al hombre. Hoy Dios te ha contestado estas preguntas que sin duda tú has cuestionado; lo hizo porque eres especial para Él. Siempre ha deseado que vivas feliz y con un propósito bien defini- do. Tu vida es valiosa, no la trunques antes de tiempo, vívela al máximo, reali- za el propósito que Dios tiene para ti y principalmente asegúrate que vas en el camino correcto, rumbo al cielo. Recuer- da siempre que eres una creación mara- villosa de Dios (que nadie te diga lo con- trario), que vienes directamente de la mente de Dios y que si tienes a Jesús en tu corazón vas derechito al paraíso. Escrito por: Pbro. Ulises Paat Ek Ulisespaat@hotmail.com Cel. 9811316167
  2. 2. En una ciudad del país un borrachito esta- ba durmiendo en el parque, cuando se le acercó un policía y al despertarlo le pre- guntó, ¿Quién eres?, ¿De dónde vienes?, y ¿A dónde vas?, el asombro del señor no se dejó esperar y le respondió a la autori- dad: toda la vida me he preguntado lo mismo y hasta ahora no encuentro res- puesta. Estas mismas preguntas son las que revo- lotean en la mente de las personas en este tiempo, y al no encontrar respuestas a sus interrogantes se hun-den en la de- sesperación y la desgracia. No encuentran el propósito de la vida, ni su significado, por eso vemos a muchas familias desinte- gradas, jóvenes envu-eltos en los vicios (de alcohol y drogas) y una sociedad que le da rienda suelta a la inmoralidad. To- dos estos problemas forman un vacío en el corazón de las personas que desean ser amadas de verdad y no usadas por los demás; el fin de todos estos problemas en muchas ocasiones desemboca en la depresión y el deseo de dejar de vivir. Pero no todo está perdido, hay solución en medio de la desesperación, todavía hay esperanza para ti que estás leyendo este folleto en nuestra sociedad, sí existe razón por la cual vivir y todo esto lo pode- mos encontrar en la Biblia, la eterna pala- bra de Dios, nos la dejó como el manual de operación para vivir feliz y con propó- sito en este mundo. Por lo tanto acompáñame a echarle un vistazo a las respuestas de las interrogan- tes antes mencionadas. ¿QUIEN ERES? La respuesta a esta pregunta la encontra- mos en el Salmos 139:13-15 que dice: Tú (Dios) creaste las delicadas partes inter- nas de mi cuerpo y me entretejiste en el vientre de mi madre. ¡Gracias por hacer- me tan maravillo-samente complejo! Tu fino trabajo es maravilloso, lo sé muy bien. TO me observaste mientras iba cobrando forma en secreto, mientras se entretejían mis partes en la oscuridad de la matriz. Eres el diseño de Dios el creador, antes de iniciar el trabajo de formación de tus en- trañas en el vientre de tu madre, delineó tu cuerpo. El físico que tienes es exacta- mente como el Padre celestial lo quería, muchos han renegado de sus cuerpos por no llenar las expectativas que la sociedad demanda en estos días, pero se han olvi- dado que Dios es el que los formó y toda creación de Dios es una maravilla. Tú eres una de las maravillas que Dios ha creado en este mundo, eres único y especial para Él. Unas de las maravilla de la naturaleza son los copos de nieve y se ha comprobado que no existen dos copos de nieve iguales; si la naturaleza puede crear millones de copos de nieve distintos, ¡Cuanto más Dios quien fue quien creó la naturaleza! El dicho que reza, "cuando Dios me formó, rompió el mol- de", toma una trascendencia importante aquí, pues en este mundo no existe nadie igual que tú. Dios no se equivocó con tu cuerpo, te hizo así (bajito, llenito, güerito, morenito, alto, flaco, etc.), porque sabía que podías alcan- zar la felicidad tal cual eres. Pero el enemi- go de nuestras almas se ha encargado de distorsionar el diseño de Dios para nues- tras vidas, alegando que para alcanzar la felicidad es necesario parecerse a los mo- delos que presenta los medios de comuni- cación... eso es mentira. Tú no necesitas ser como esos modelos, necesitas com- prender que fuiste diseñado y creado por Dios tal cual eres para lograr la felicidad. Quizás te estas preguntando en este mo- mento ¿y porque no he alcanzado la feli- cidad?, la respuesta te la voy a dar res- pondiendo la siguiente pregunta que le hizo el policía al borrachito. ¿DE DONDE VIENES? Para ser feliz en este mundo, el hombre o la mujer deben saber de dónde vienen y para que están aquí. Venimos de la men- te de Dios, el Salmos 139:16 dice: Mi embrión vieron tus ojos, y en tu libro esta- ban escritas todas aquellas cosas que fueron luego forma-das, sin faltar una de ellas. Antes de vivir en esta tierra, ya habías existido en la mente del Creador. Cuando Dios te imaginó, escribió en su libro todo lo que ibas a necesitar para realizarte en esta tierra; al llegar el mo- mento de tu existencia, solo abrió su libro y te forjó igualito al que había imaginado, sin faltar nada. El Salmos 138:8 dice: Jehová cumplirá su propósito en mí. Esto enseña que tú tie- nes un propósito por el cual estas en este lugar, no eres un accidente de la vida, quizás no fuiste planeado por tus padres, pero estabas en los planes de Dios. Para ser feliz en este mundo debes realizar el propósito de Dios para tu vida y para lograrlo te capacitó de talentos y habili- dades que solo tú puedes ejecutar. Lo que tú hagas, con tus capacidades nadie lo va hacer igual a ti. Todos en esta vida tienen un talento o una habilidad que ejecutan con exce- lencia, no hay nadie en esta tierra que pueda decir que no hace nada bien y para ejemplificar este concepto déjame con- tarte una historia. En un pueblito vivía un viejito que siem- pre llegaba a los funerales para alagar las virtudes de los difuntos, un día murió el más malo del pueblo, este hombre fue ladrón, borracho, muje- riego, y todo lo malo que puedas pensar. Los habitantes del pueblo en el funeral estaban esperando con ansias la llegada del viejito para ver que iba a de- cir, ya que de seguro no encontraría nada bueno para hablar en el velorio. Al llegar el anciano, se paró frente al ataúd, se quedó un rato pensa- tivo y de repente empezó su discurso: "qué bonito silbaba este hombre dijo, me acuerdo que en las tardes se sentada en el parque y se ponía a silbar, su chifli- do se mezclaba con los cantos de los pajaritos y se podía escuchar una melo- día tan her-mosa que parecía que prove- nía de los cielos", el longevo al terminar se sentó y todos quedaron en silencio. Descubre tu talento o habilidad y ponte en marcha hacia el propósito que Dios desea para tu vida. Acuérdate que nadie puede realizar el propósito de Dios para ti, más que tú, si to no lo haces, nadie más lo hará. Eso te hace especial y úni- co. No desperdicies tu vida. Uno de los propósitos por el cual esta- mos en esta tierra, responde la pregunta número tres. ¿A DONDE VAS? El deseo de Dios desde que te formó en el vientre de tu mami, es que vivas por la eternidad con Él en el cielo, solo vas de paso en esta tierra, tu destino es el pa- raíso de Dios. La Biblia describe este hogar celestial en Apocalipsis 21:2-4 y 15-23: Y vi la ciudad santa, la nueva Jerusa- lén, que descendía del cielo desde la presencia de Dios, como una novia her- mosamente vestida para su. Esposo. Oí

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