La peluca
El uso de pelucas en los
hombres comenzó a ser muy
popular a fines del siglo
XVII, durante el reinado en
Francia de Luis XIV, el Rey Sol.
Toda su corte comenzó a usar
pelucas, y como Francia dictaba
la moda de Europa en esa
época, su uso se extendió al
resto de las cortes del
continente.
• En 1680 Luis XIV tenía 40 peluqueros que
diseñaban sus pelucas en la corte de
Versailles.
A medida que avanzaba el siglo XVII la peluca siguió
creciendo, el tamaño y el peso deben haber causado
mucho cansancio y malestar.
• Desde 1770, el uso
de pelucas se
extendió también a
las mujeres.
• Y a medida que los
años pasaban, las
pelucas se fueron
haciendo más altas y
más
elaboradas, especial
mente en Francia.
1780. Alexander Roslin. Dama desconocida
1770. Gainsborough. mujer en azul
• Las pelucas masculinas
eran generalmente
blancas, pero las
femeninas eran de
colores pastel, como
rosa, violeta o azul.
• Las pelucas
indicaban, por su
ornamentación, la
mayor o menor
posición social de quien
las usaba.
1780. V. Erichson. Juliana Maria
de Braunschweig
Wolfenbuttel, reina de
Dinamarca
‘ESTÉTICA DE LA VEJEZ’
En la etapa correspondiente al reinado de Luis XVI
(1774-1789) (…) Las exageraciones en el lujo y el
artificio de la clase en el poder se reflejaron en
peinados y tocados de formas
sorprendentes, expresión máxima del artificio en la
imagen de cortesanos y cortesanas.
El maquillaje pálido, los lunares, el pelo empolvado…
todo contribuía a evidenciar con los excesos la
decadencia de una clase social.
El maquillaje ha estado siempre
ligado a los usos y costumbres de la
sociedad.
Durante todo el siglo XVIII las
mujeres parisinas tendrán la “fiebre
del colorete”. En cuanto al
maquillaje, lo usaban espeso y con
abundante color. Llevaban también
las denominadas “moscas”, unas
pequeñas piezas de tela que se
adherían al rostro.
En Francia, la mayoría de las damas se maquillaban el rostro, pero las inglesas
limitaban gran parte de sus cosméticos a las cremas, lociones y otros preparados
de belleza.