1. NI DESCAFEINADO NI MENTA
El café aumenta la producción de ácido en el estómago por lo que se desaconseja
en caso de gastritis y esofagitis. Este efecto se debe no sólo a la cafeína, sino a
otras sustancias que forman la esencia del café. Por ello, el descafeinado estaría
también desaconsejado en estos casos, en los que se sugiere sustituir tanto el
descafeinado como el té por achicoria, malta o por infusiones suaves como la
salvia o la manzanilla, entre otras.
Las infusiones de menta piperita, de menta poleo (también lleva menta) u otras
bebidas con extracto de esta planta tampoco son recomendables. La menta
contiene sustancias que provocan la relajación del esfínter del esófago, lo que
facilita el reflujo gástrico, algo que han de evitar quienes padecen esofagitis y
también aquellas personas con hernia de hiato.