El plep en el contexto de enseñanza aprendizaje en la unad
1. El PLEP en el contexto de enseñanza-aprendizaje en la UNAD
Ana María Ramírez López
Docente de Psicología UNAD
Educar es un acto que conlleva un compromiso ético y cívico con la sociedad por parte
del profesorado, las instituciones educativas y el mismo Estado en términos de la formación
de ciudadanos. Al mismo tiempo, la educación encierra en su propósito un proyecto
democrático, o así por lo menos debería serlo, pues interesa que ésta responda a las
necesidades de todos los estudiantes, hecho que guarda relación con la atención a la
diversidad del alumnado, y al planteamiento de una educación inclusiva (Meirieu, 2006).
En este sentido, es una responsabilidad de las instituciones y, más directamente, de los
docentes, el hacer accesible a todos el acto pedagógico, pues está claro que uno de los
principales objetivos es velar por la puesta en marcha de acciones que favorezcan la
adaptación de las situaciones de aprendizaje a la diversidad del alumnado, de tal forma que
todos, y no solo unos pocos, puedan sacar provecho de la educación que se está ofreciendo.
Ello requiere un cambio de paradigma en la forma en que tradicionalmente hemos entendido
la educación, eso es, la tendencia a moldear al alumno a las particularidades de la situación
educativa.
La universidad, como una institución que favorezca la verdadera democracia, debe
ofrecer a los alumnos los medios para comprender el mundo y ocupar un lugar en el desde la
disposición de una serie de conocimientos, habilidades y herramientas que le permitan
desenvolverse con excelencia en su contexto.
Asimismo, la transmisión, como finalidad del aprendizaje, debe estar acompañada por
un interés y compromiso por el desarrollo de un sentido crítico y un pensamiento reflexivo
por parte de los alumnos, de tal modo que estos sean capaces de transformar positivamente
su realidad a partir del potencial que todos los sujetos pueden tener como actores políticos,
es decir, como personas comprometidas con su entorno, con la sociedad, sus familias y los
problemas sociales.
En la actualidad los progresos y reformas que ha emprendido la UNAD en su búsqueda
de una educación de calidad, la han llevado a posicionarse en lo que García (2011) llama una
Educación a Distancia con soportes digitales, en cuanto se caracteriza, sobre todas las cosas,
2. por lo que Leal (2013) ha señalado como centro del Modelo Pedagógico Unadista, esto es la
búsqueda de un aprendizaje autónomo, significativo y colaborativo.
Dichos objetivos se valen para su cumplimiento de las diversas oportunidades que
ofrecen las Tecnologías de la Información y Comunicación, existiendo la posibilidad de un
diálogo real y multidireccional tanto síncrono como asíncrono, donde las relaciones son en
ocasiones verticales, pero también pueden ser horizontales y en un entorno que posee una
estructura que, sin embargo, es flexible.
Una de las estrategias principales que implementa la UNAD en la búsqueda de estos
propósitos es la importancia que tiene la evaluación como proceso continuo, planificado y
organizado en el aprendizaje de los estudiantes para conseguir que éste sea realmente
autónomo, significativo y colaborativo (Leal, 2013).
En la propuesta del Entorno Personal de Aprendizaje Participativo (PLEP) que se está
desarrollando para la asignatura de Intervención Psicosocial en Contextos Jurídicos de la
UNAD, el mecanismo por excelencia para garantizar el aprendizaje será la comunicación,
entendiendo que en la Educación a Distancia (ED) el acto pedagógico se constituye en un
Dialogo Didáctico Mediado entre un profesor o institución y el estudiante que se encuentra
ubicado en un espacio diferente al de aquel y que aprende de manera autónoma pero también
colaborativa (García, 2011). En esta concepción dialogo hace referencia al carácter
comunicativo, didáctico al propósito pedagógico y mediado a que en ED esa comunicación
es pocas veces presencial.
El PLE, como es definido por Adell y Castañeda (2013, en una apreciación a la que
parecen sumarse también Castaño, 2011 y Martínez y Torres, 2012) es entendido como un
concepto que permite comprender cómo aprendemos, haciendo qué, con quiénes y en qué
contextos. Es decir, que se entiende el PLE “como el conjunto de herramientas, fuentes de
información, conexiones y actividades que cada persona utiliza de forma asidua para
aprender”. Con ello no solo se hace referencia a las posibilidades que ofrecen las TIC, sino a
los aprendizajes y conexiones que ocurren en el mundo presencial, si bien el término parece
haberse extendido más en los entornos tecnológicos. Es en dichos entornos donde los PLE se
explicitan, a través de las herramientas que las personas usan para aprender y establecer
conexiones con otros.
3. De aquí se desprende que los PLE no solamente tienen un componente tecnológico, sino
que poseen un alto componente social, pues se asientan en gran medida sobre un entorno de
relaciones para aprender, lo cual promueve actitudes de colaboración, interacción y
reciprocidad para la construcción individual y colectiva del aprendizaje.
Al mismo tiempo, son muchos los profesionales que han advertido el papel
preponderante que pueden tener los PLE en la academia, especialmente en la pedagogía pues
pone de relieve un nuevo paradigma en la educación donde la tecnología deja de cumplir el
papel de reforzar los modelos tradicionales de aprendizaje, para promover estructuras de tipo
más constructivista donde los roles de docentes y estudiantes cambian para conseguir
relaciones de acompañamiento y colaboración que promuevan (también a través del uso de
las TIC) aprendizajes de tipo autónomo, colaborativo y significativo (Martínez y Torres,
2012).
De esta forma, asistimos a un momento en el que desde algunos espacios de educación
formal (sobre todo en escuelas) se ha incentivado la creación de los PLE por parte de los
estudiantes como una manera de promover la autogestión en el aprendizaje, el uso de las TIC
como herramientas pedagógicas y la creación de redes sociales de colaboración.
La apuesta parece clara, según Adell y Castañeda (2013) si el aprendizaje en internet es
asumido como una constante por los estudiantes a través de la construcción de un PLE, se les
está brindando la posibilidad de contar con una competencia que les va a ser útil a lo largo
de la vida, pues se está contribuyendo a que ellos aprendan a aprender.
Según Adell (en Humano Digital, 2011) los PLE siempre han existido, pero las TIC han
permitido que las fronteras para la participación, búsqueda de información, producción de
materiales y creación de redes o comunidades de aprendizaje sean cada vez más difusas.
El PLE muchas veces no existe como tal en la red y no es un espacio concreto en la web,
existe en la medida que las producciones propias y la red de personas que conforman el PLE
están interconectadas, pues las TIC les proveen de los medios para compartir la información
y establecer diálogos productivos entre ellos. La reunión de varias personas alrededor de un
tema de interés común facilita, según Humano Digital (2011) el desarrollo, evolución y
mantenimiento de este tipo de entornos donde todos están potencialmente motivados por
encontrar nueva información y también en producirla.
4. El PLEP que se está construyendo se enmarca en la Psicología como disciplina y,
específicamente, en la Psicología Jurídica como una rama aplicada de la misma, siendo
precisamente ésta una de las asignaturas que ofrece la UNAD en el programa de Psicología:
Intervención Psicosocial en Contextos Jurídicos.
La Psicología Jurídica es un área especializada y aplicada de la Psicología científica, que
investiga e interviene sobre el comportamiento humano en implicaciones Jurídicas. Ésta
propende por la defensa de los Derechos Humanos, la salud mental y el impacto de éstas en
la sociedad, con el fin de alcanzar y humanizar la justicia. (Gutiérrez, 2010, p. 233).
Las competencias que se espera que el estudiante de Psicología de la UNAD adquiera
con este curso son: reconocer los derechos vulnerados a los ciudadanos, niños, niñas y
adolescentes en diferentes contextos; las manifestaciones comportamentales producidas a
raíz de la transgresión de la ley y la forma en que se emite el concepto psicológico en un
contexto jurídico.
El propósito de este PLEP es construir un espacio que permita aprovechar los recursos
que ofrecen las TIC para facilitar la consecución de los objetivos del curso, de tal manera que
tanto los tutores como los estudiantes puedan compartir información actualizada, confiable
y relevante dentro del campo de la psicología jurídica, conectar con personas y/o instituciones
destacadas en el área y construir conocimiento individual y colaborativamente.
En este sentido, los logros esperados con la construcción de este PLEP son a) generar un
espacio personal que contribuya a mejorar la gestión del curso a través de las herramientas
que ofrecen las TIC; b) proponer materiales relevantes para los objetivos de la asignatura; c)
publicar productos elaborados por los tutores y estudiantes en el marco del curso; establecer
redes sociales para compartir y construir conocimiento relevante para el curso; y d) conectar
con personas e instituciones destacadas en el área de la Psicología Jurídica.
Lo anterior pretende responder a los postulados socio-constructivistas que caracterizan
la propuesta pedagógica de la UNAD, donde el papel que desempeña el mediador es diferente
al del maestro tradicional, ya que si bien el interés tiene mucho que ver con la tarea de
enseñar, el rol que se desempeña es más cercano al de un puente. En el contexto virtual del
aprendizaje y como representante también de la institución, el mediador se convierte en una
especie de autopista que puede facilitar que el alumno llegue al momento del aprendizaje a
5. través de todas las herramientas, contenidos y actividades que se proponen, así como del
acompañamiento y aclaración de inquietudes.
En este sentido, la propuesta del PLEP en Psicología Jurídica se presenta como un
escenario de apoyo al aprendizaje, donde el conocimiento va a ser transmitido, compartido y
construido atendiendo a diferentes canales sensoriales, niveles y estrategias (desarrollando
conceptos, prácticas, valores y actitudes), atendiendo a las inteligencias múltiples, a la idea
de la inteligencia como estrategia (es decir, como capacidad para resolver problemas,
transferir los conocimientos a situaciones reales y pensar de forma crítica), a las diferentes
formas de pensar (analítico, práctico, creativo y crítico) y, especialmente a la idea de una
inteligencia distribuida, bajo la cual se supone que entre todos se es más inteligente o, en
otras palabras, que nos hacemos más inteligentes, como diría Vygotsky, en contexto
colaborativo o zona de desarrollo próximo.
Asimismo, las tareas llevadas a cabo con el PLEP deben propiciar, entre otras cosas, la
reflexión constante sobre los materiales y ejercicios realizados, de tal modo que la
metacognición será un ejercicio frecuente que favorecerá el aprendizaje autorregulado.
El uso de las diferentes herramientas, plataformas informáticas y redes sociales tiene
como propósito el poder conseguir que para los estudiantes sea mucha más atractiva la tarea
de aprender, de tal modo que sea posible contar con una clara motivación de logro centrada
en la tarea, la cual es necesaria para que se produzcan aprendizajes significativos.
Avanzando en el diseño del PLEP se hace evidente la amplia oferta de herramientas que
facilitan buscar, compartir y organizar la información, así como producir contenidos de forma
sencilla y llamativa. Por el carácter científico y de primer nivel que se busca y espera en la
información consultada para la asignatura de Intervención Psicosocial en Contextos
Jurídicos, pero teniendo en cuenta también la búsqueda de la excelencia académica y el uso
de fuentes confiables que promueve la UNAD, se han propuesto herramientas de primera
referencia para el filtrado de la información que apoyará el PLEP de la asignatura como
Proquest, Redalyc, Dialnet y la misma Biblioteca de la UNAD.
La idea es que los estudiantes puedan acercarse y explorar las herramientas propuestas
que ofrece la Web 2.0 y animarse a probar nuevas herramientas y redes que faciliten y
optimicen su aprendizaje.
6. Al mismo tiempo, teniendo en cuenta que uno de los principales requisitos para que haya
un aprendizaje autónomo es la motivación por aprender y que esta puede provenir de
diferentes fuentes intra e intersubjetivas y contextuales, las redes sociales parecen
constituirse en una importante herramienta para que este tipo de actitudes hacia el aprendizaje
se afiancen en los estudiantes en un tiempo en el que gran parte de la vida de las personas
transcurre en ellas, pues “el aprendizaje colaborativo incrementa la motivación de todos los
integrantes del grupo hacia los objetivos y contenidos del aprendizaje” (García, 2008).
Por otro lado, lo interesante de las redes sociales para usos académicos, así como lo
interesante de cualquier otro espacio de aprendizaje colaborativo, radica en el desarrollo de
un sentido de corresponsabilidad sobre el aprendizaje, pues como decía García (2011) no
solo basta con hacer uso de los aportes de los otros, también es importante aportar.
Desde esa perspectiva resulta relevante recordar las palabras de Leal (2013) respecto a
la evaluación, cuando hablaba puntualmente de la búsqueda constante en la UNAD por la
autonomía, la cual requiere de autodisciplina, creatividad, libertad y flexibilidad, pues todos
estos son elementos cuya consecución se hace más fácil gracias al atractivo que pueden
generar las redes sociales y a ese sentido de la corresponsabilidad que despierta el trabajo en
grupos.
Por otro lado, el PLEP responde a las propuestas del aprendizaje ubicuo en cuanto
favorece la posibilidad de aprender en cualquier momento y en cualquier lugar, la cual es su
característica principal. Sin embargo también es una propuesta que contribuye a lo que, en
Sistemas informáticos para el aprendizaje ubicuo, (2012) se ha llamado Inteligencia
Colectiva, pues no solo destaca su carácter colaborativo, sino el hecho de encontrarse
repartida en todas partes.
Asimismo, los PLEP están sustentados por una comunidad de personas que comparten
una afinidad o interés común sin importar el tiempo o el espacio, lo cual favorece aspectos
compartidos con el aprendizaje ubicuo como la creatividad, la motivación a investigar y la
multiculturalidad.
Por último, en este escenario se apela a la construcción de relaciones asertivas, de
colaboración y caracterizadas por la empatía y el interés por el otro, en tanto la promoción
de dichas actitudes no solo hace más fluida y agradable la experiencia de estudiantes y
docentes, sino que permite establecer relaciones de mutuo crecimiento y aprendizaje
7. recordando, como bien señalan Massarik y Wechsle en Escuela Mentat, (2008), que los tipos
de relación que se pueden dar son diversos (en éste caso docente – alumno, docente – grupo,
alumno – alumno, alumno – grupo, alumno – mundo) y eso deriva también en un grado mayor
de complejidad en las percepciones que guían el comportamiento empático.
Referencias bibliográficas.
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http://www.slideshare.net/CeciliaBuffa/adellcastaeda-2010
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http://www.mentat.com.ar/empatia.htm
Castaño, A. (2011) Qué es un Ambiente personal de aprendizaje [mensaje en blog]
Recuperado de http://eportafolioparatodos.wordpress.com/2012/02/13/262/
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