Este documento revisa los estudios realizados sobre la comorbilidad entre el alcoholismo y los trastornos de personalidad. Los resultados de las investigaciones son heterogéneos, con una amplia variabilidad en las tasas de prevalencia reportadas. Sin embargo, se observa cierta tendencia a los trastornos del grupo B, especialmente el antisocial. La alta comorbilidad entre diferentes trastornos de personalidad cuestiona las clasificaciones categoriales actuales para estos pacientes.
1. Redalyc
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FERNÁNDEZ-MONTALVO, JAVIER; LANDA, NATALIA
Comorbilidad del alcoholismo con los trastornos de personalidad
Clínica y Salud, vol. 14, núm. 1, 2003, pp. 27-41
Colegio Oficial de Psicólogos
Madrid, España
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Clínica y Salud
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2. Clínica y Salud, 2003, vol. 14 n°. 1 - Págs. 27-41
ARTÍCULOS
Comorbilidad del alcoholismo con los
trastornos de personalidad
Co-morbidity between alcoholism and
personality disorders
JAVIER FERNÁNDEZ-MONTALVO 1
NATALIA LANDA 2
RESUMEN
En este texto se lleva a cabo una revisión de los estudios realizados hasta la
fecha en relación con la comorbilidad de los trastornos de personalidad con el
alcoholismo. Los resultados obtenidos en las diferentes investigaciones no
son concluyentes. La tasa de prevalencia de los trastornos de personalidad en
los alcohólicos es muy heterogénea, con una amplia variabilidad de unos
estudios a otros. Sin embargo, se observa una cierta tendencia a los trastor-
nos de personalidad del grupo B (antisocial, principalmente). Por último se
comentan las implicaciones de este estudio para la investigación y para la
práctica clínica.
ABSTRACT
The aim of this paper is to review the current knowledge about the co-mor -
bidity between alcoholism and personality disorders. Attempts to draw a spe -
cific profile of alcoholics are not conclusive. Prevalence of personality disor -
ders in alcoholics is very heterogeneous, and a great variability is obser ed
v
1 Departamento de Psicología y Pedagogía. Universidad Pública de Navarra. fernandez.montal-
vo@unavarra.es
2 Fundación Proyecto Hombre de Navarra.
CLÍNICA Y SALUD 27
3. Comorbilidad del alcoholismo con los trastornos de personalidad
across all the studies carried out. There is a trend to find a higher proportion
of alcoholics within the cluster B category (mainly, antisocial). Lastly, implica-
tions of this kind of studies for future research and clinical practice are dis-
cussed.
PALABRAS CLAVE
Alcoholismo, Trastornos de personalidad, Trastorno dual, Comorbilidad.
KEY WORDS
Alcoholism, Personality disorders, Dual disorder, Co-morbidity.
Agradecimientos. Este estudio se ha financiado en parte con un proyecto
de investigación del Departamento de Salud del Gobierno de Navarra (códi-
go 35/2001).
28 CLÍNICA Y SALUD
4. J. Fernández-Montalvo y N. Landa
INTRODUCCIÓN en los últimos años, fruto probable-
mente de la mejora en los protoco-
El alcoholismo representa uno de los de intervención y de su mayor
los problemas socioeconómicos y adecuación a este tipo de pacien-
sanitarios más graves del mundo tes, hay un porcentaje significativo
occidental. Una posible explicación de adictos que no se benefician
radica en que el alcohol constituye tanto de los tratamientos actuales.
una sustancia de fácil adquisición, La influencia de los trastornos de
socialmente aceptada, con una personalidad y el desconocimiento
gran tradición cultural –no ajena a de las pautas específicas de inter-
los intereses económicos que se vención en estos casos, contribu-
mueven en torno a ella- y utilizada yen, en cierta medida, a ello (Fer-
en buena parte como motor de las nández-Montalvo, Lorea, López-
relaciones sociales (Fern á n d e z - Goñi y Landa, 2003). Sin embargo,
Montalvo y Echeburúa, 2001a). las diferentes investigaciones lleva-
das a cabo arrojan unos resultados
Cuando una persona es adicta a h e t e rogéneos, con una amplia
una sustancia, lo más habitual variabilidad en la tasa de comorbili-
–hasta en un 50%-75% de los dad de los trastornos de personali-
casos- es que presente otro tras- dad con el alcoholismo.
torno adicional (Casas, 1994). Los
trastornos duales más frecuentes En este texto se presenta una
en el alcoholismo son, por una revisión actualizada de los resulta-
parte, los trastornos de la persona- dos obtenidos en los difere n t e s
lidad; y por otra, la depresión –más estudios sobre la prevalencia de los
en las mujeres-, los trastornos de trastornos de la personalidad en el
ansiedad –en uno y otro sexo- y el alcoholismo.
abuso de otras drogas –más en los
hombres- (Echeburúa, 2001).
ESTUDIOS GENERALES DE
Desde esta perspectiva, el estu- COMORBILIDAD
dio de los trastornos de personali-
dad entre los pacientes alcohólicos En este apartado se pre s e n t a n
ha suscitado un gran interés en los los estudios que se han llevado a
últimos años. No son ajenos a ello cabo con el objetivo de valorar la
los resultados obtenidos en el tra- tasa general de trastornos de per-
tamiento de los pacientes aqueja- sonalidad entre los alcohólicos. Un
dos por una conducta adictiva. Si resumen de los principales resulta-
bien las tasas de éxito terapéutico dos encontrados en este sentido se
han aumentado considerablemente presenta en la tabla 1.
CLÍNICA Y SALUD 29
5. Comorbilidad del alcoholismo con los trastornos de personalidad
TABLA 1: TRASTORNOS DE PERSONALIDAD EN EL ALCOHOLISMO (1)
AUTOR Y AÑO N TASA GLOBAL TRASTORNO
Zimmerman y Coryell (1989) 145 38,6% • Antisocial: 9,6%
• Pasivo-agresivo: 6,8%
• Histriónico: 5,5%
• Esquizotípico: 4,8%
• Límite: 4,8%
• Obsesivo-compulsivo: 3,4%
• Paranoide: 1,3%
• Esquizoide: 0,6%
• Evitativo: 0,6%
• Dependiente: 0,6%
De Jong et al. (1993) 178 78% • Histriónico: 33,7%
• Dependiente: 29,2%
• Evitativo: 19,1%
• Obsesivo-compulsivo: 19,1%
• Límite: 17,4%
• Esquizotípico: 16,9%
• Paranoide: 14%
• Pasivo-agresivo: 14%
• Narcisista: 6,7%
• Antisocial: 5,1%
• Esquizoide: 3,9%
Nurnberg et al. (1993) 50 64% • Paranoide: 44%
• Antisocial: 20%
• Evitativo: 20%
• Pasivo-agresivo: 18%
• Límite: 16%
• Esquizoide: 12%
• Dependiente: 10%
• Obsesivo-compulsivo: 8%
• Histriónico: 6%
• Narcisista: 6%
• Esquizotípico: 2%
• Datos
Powell y Peveler (1996) 104 24% • Límite: 13%
• Antisocial: 7%
• Evitativo:3%
• Histriónico: 2%
• Obsesivo compulsivo: 1%
• Autodestructivo: 1%
• Esquizotipico: 1%
30 CLÍNICA Y SALUD
6. J. Fernández-Montalvo y N. Landa
TABLA 1: TRASTORNOS DE PERSONALIDAD EN EL ALCOHOLISMO (Y 2)
AUTOR Y AÑO N TASA GLOBAL TRASTORNO
Morgensten et al. (1997) 366 57,9% Antisocial: 22,7%
Límite: 22,4%
Paranoide: 20,7%
Evitativo: 18%
Autodestructivo:13,1%
Compulsivo:10,7%
Pasivo agresivo:10,7%
Narcisista: 6,6%
Dependiente:5,2%
Histriónico: 4,4%
Esquizoide:1,1%
Esquizotípico: 0,8%
Driessen et al. (1998) 200 33,6% Trastorno de la personalidad
no especificado: 16,8%
Evitativo: 5,2%
Antisocial: 4,4%
Esquizoide:4,3%
Límite:3,2%
Dependiente:2,4%
Paranoide: 1,2%
Histriónico: 0,8%
Obsesivo-compulsivo:0,8%
Esquizotípico: 0,8%
Narcisista: 0,4%
Pettinati et al. (1999) 132 35,6% Narcisista: 21,3%
Evitativo: 20,5%
Paranoide: 12,3%
Autodestructivo: 11,5%
Pasivo-agresivo:8,2%
Dependiente:7,4%
Antisocial: 5,7%
Límite:5,7
Histriónico: 4,9%
Obsesivo-compulsivo:2,5%
Esquizoide: no presente
Esquizotípico: no presente
Fernández-Montalvo et al. (2002) 70 64,2% Pasivo-agresivo: 21,4%
Antisocial: 12,8%
Dependencia: 12,8%
Esquizoide: 11,4%
Evitación: 11,4%
Narcisista: 11,4%
Agresivo-sádico: 11,4%
Autodestructivo: 10%
Obsesivo-compulsivo: 7,1%
Límite: 5,7%
Paranoide: 4,2%
Histriónico: 1,4%
Esquizotípico: 1,4%
CLÍNICA Y SALUD 31
7. Comorbilidad del alcoholismo con los trastornos de personalidad
Uno de los primeros estudios en que el trastorno antisocial, a dife-
los que se pone de manifiesto la rencia de otros estudios en los que
presencia de trastornos de perso- aparece como el de mayor preva-
nalidad en los pacientes alcohóli- lencia, afectaba tan sólo a un 5,1%
cos es el llevado a cabo por Zim- de la muestra.
merman y Coryell (1989). Se utilizó
para ello una muestra de 145 suje- Un aspecto importante a desta-
tos, que fueron evaluados mediante car en esta investigación es la alta
la Structured Interview for DSM III coexistencia de más de un trastor-
Personality Disorder (SIDP) (Pfohl, no de la personalidad. En concreto,
Stangl y Zimmerman, 1983). Los el 50% de los alcohólicos estudia-
resultados mostraron que 56 suje- dos cumplía los criterios diagnósti-
tos (el 38,6% de la muestra) pre- cos para dos o más trastornos, con
sentaba como mínimo un trastorno una elevada comorbilidad entre los
de la personalidad. De todos ellos, pertenecientes al grupo B (histrióni -
el trastorno antisocial de la perso - co-límite, histriónico-antisocial), al
nalidad era el más frecuente, con g rupo C (dependiente y p a s i v o -
una tasa del 9,6%, seguido del a g re s i v o), y entre ambos gru p o s
p a s i v o - a g re s i v o, que afectaba al (límite y dependiente, principalmen-
6,8% de la muestra. te). Ello, según los autores, cuestio-
na la utilidad de las clasificaciones
En el estudio de De Jong, Va n categoriales de estos trastornos en
den Brink y Van den Wielen (1993), pacientes adictos.
con 178 alcohólicos que recibían
tratamiento en un centro clínico, la En otro estudio más amplio lleva-
tasa de prevalencia de los trastor- do a cabo por Nurnberg (1993), se
nos de personalidad, identificados trataba de determinar la presencia
también con el SIDP, ascendía al de otros cuadros clínicos asocia-
78%. En concreto, el trastorno his - dos, incluidos los trastornos de la
triónico era el más frecuente, con personalidad, en una muestra de
una tasa del 33,7%, seguido por el 50 alcohólicos en tratamiento
d e p e n d i e n t e, con una tasa del ambulatorio. Todos ellos fuero n
29,2%. En tercer lugar, el evitativo y evaluados mediante el Structured
el compulsivo afectaban al 19,1% Clinical Interview for DSM III (SCID)
cada uno de ellos. En cuarto lugar, (Spitzer y Williams, 1985). Los
el trastorno límite estaba presente resultados mostraron que el 80%
en un 17,4% de la muestra. El resto de la muestra tenía asociado otro
de trastornos afectaba a un por- t r a s t o rno. Por lo que se re f i e re
centaje menor de sujetos. Sin específicamente a los trastornos de
e m b a rgo, es importante señalar la personalidad, el 64% de los alco-
32 CLÍNICA Y SALUD
8. J. Fernández-Montalvo y N. Landa
hólicos cumplía los criterios diag- M o rg e n s t e rn, Langenbucher,
nósticos para alguno de ellos, con Labouvie y Miller (1997) llevaron a
una media de 2,6 trastornos de la cabo otra investigación, con una
personalidad por sujeto. El trastor - muestra de 366 alcohólicos, en la
no paranoide era el de mayor pre- que determina la prevalencia de
valencia, con una tasa del 44%, todos los trastornos de personali-
seguido del antisocial (20%), del dad incluidos en el DSM-III-R (APA,
evitativo (20%), del pasivo-agresivo 1987). Para ello utiliza el SCID. Los
(18%) y del límite (16%). resultados obtenidos indicaban que
el 57,9% de los sujetos cumplían
Un aspecto destacable de este los criterios diagnósticos de, como
estudio es que todos los sujetos mínimo, un trastorno de la persona-
diagnosticados de trastorno límite y lidad, con una media de 2,3 trastor-
el 88% de los que tenían un trastor - nos por persona. De todos ellos, el
no antisocial, presentaban además trastorno antisocial era el más fre-
otro trastorno de la personalidad, cuente y afectaba al 22,7% de los
sin que destacara ninguno espe- casos, aunque con una gran varia-
cialmente. bilidad en función del sexo: el
25,7% de los varones y el 9,1% de
En el estudio de Powell y Peveler las mujeres. Tras el trastorno anti -
(1996) se utilizó la segunda versión s o c i a l, los trastornos con mayor
del S C I D en una muestra de 104 prevalencia eran el límite (22,4%),
alcohólicos. Los resultados pusie- el paranoide (20,7%) y el de evita -
ron de manifiesto que un 24% de ción (18%), con importantes dife-
los sujetos cumplían los criterios rencias también en función del
diagnósticos para un trastorno de sexo.
la personalidad. Este porc e n t a j e ,
menor que el obtenido en otro s En la investigación de Driessen,
estudios, se debe a que los autores Veltrup, Wetterling, John y Dilling
sólo diagnosticaban un trastorn o (1998), con una muestra de 200
de personalidad cuando éste era pacientes alcohólicos hospitaliza-
previo al inicio de los problemas de dos, se evaluaron los trastornos de
alcohol. En cuanto a los trastornos personalidad mediante el I n t e rn a -
de mayor importancia, el límite era tional Personality Disorder Examina -
el más frecuente, con especial pre- tion (IPDE) ( L o r a n g e r, 1995). Los
valencia entre las mujeres. Asimis- resultados mostraron tasas más
mo, el trastorno antisocial, que sólo bajas de comorbilidad en compara-
se observaba en los sujetos varo- ción con otros estudios. En concre-
nes, era el segundo más frecuente to, un terc io de los sujetos (el
en el total de la muestra. 33,6%) cumplían los criterios para
CLÍNICA Y SALUD 33
9. Comorbilidad del alcoholismo con los trastornos de personalidad
un diagnóstico de personalidad, un Por lo que se refiere a los sujetos
8,8% para dos y un 3,6% para tres. alcohólicos, el 35,6% de los 132
Estos porcentajes son claramente alcohólicos estudiados, cumplía los
s u p e r i o res a los hallados en la criterios d iagnósticos para, al
población general -que oscilan en menos, un trastorno de la persona-
t o rno al 6% (Samuels, Nestadt, lidad. El diagnóstico más frecuente
Romanoski, Folte in y McHugh era el narcisista, con un 21,3% de
1994)-, pero se encuentran muy por los casos, seguido por el trastorno
debajo de los obtenidos en otros de evitación, que aparecía en un
estudios con alcohólicos. En cual- 20,5% de los sujetos, y el trastorno
quier caso, en este estudio destaca paranoide de la personalidad, que
la marcada presencia del trastorno estaba presente en un 12,3% de
de la personalidad no especificado, los casos.
que se diagnosticó en la mitad de
los casos que presentaban un tras- En este mismo estudio se anali-
torno de personalidad. Por lo que zan los resultados en función de los
se refiere al resto de tratornos, el 3 grupos de trastornos de la perso-
de mayor prevalencia era el de evi - nalidad contemplados por el DSM-
t a c i ó n, con una tasa del 5,2%, IV-TR (American Psychiatric Asso-
seguido por el antisocial (4,4%) y el ciation, 2000). Así, los trastornos del
esquizoide (4,3%). grupo C eran los más frecuente, ya
que afectaban al 50% de los casos.
En este mismo estudio se analizó En segundo lugar figuraban los del
también la prevalencia de los tras- grupo B, con un 37,7% de diagnós-
tornos de conducta del eje I. Los ticos y, por último, los del grupo A,
resultados pusieron de manifiesto con un 12,3% de los sujetos.
que la mitad de los sujetos con
trastornos de personalidad presen- Ya en nuestro país, en el estudio
taban también un trastorno psico- de Santos, Forcada y Zamorano
patológico asociado, lo que resalta (2001), con una muestra 69 alcohó-
la correlación existente entre los licos, se encuentra que el trastorno
trastornos de personalidad y la psi- límite y el trastorno de la personali -
copatología general. dad por evitación son los más fre-
cuentes, con un 5,8% de los suje-
Pettinati, Pierce, Belden y tos, seguidos del t r a s t o rno por
Meyers (1999) llevan a cabo una dependencia (4,3%) y por el esqui -
investigación, también con el SCID zoide y obsesivo-compulsivo (2,9%
(Spitzer y Williams, 1985), en una cada uno de ellos). Asimismo, en
muestra com puesta de sujetos este estudio el 13% de la muestra
alcohólicos y adictos a la cocaína. presentaba más de un trastorno de
34 CLÍNICA Y SALUD
10. J. Fernández-Montalvo y N. Landa
la personalidad de forma simultá- varias investigaciones con el objeti-
nea. vo de analizar la presencia del tras -
torno antisocial de la personalidad
Por último, en el estudio de Fer- e n t re los pacientes alcohólicos
nández-Montalvo, Landa, López- (tabla 2). El estudio individual de
Goñi, Lorea y Zarzuela (2002), se este trastorno es frecuente en el
aplica el Inventario Clínico Multiaxial campo de las adicciones, ya sean
de Millon MCMI-II (Millon, 1997) a psicológicas (Fernández-Montalvo
una muestra de 70 alcohólicos que y Echeburúa, 2001b) o químicas
acuden a un programa de tratamien- (Verheul, Van den Brink y Hartgers,
to ambulatorio. Los resultados mos- 1995). Ello se debe, en parte, a que
traron una tasa de prevalencia de tradicionalmente se ha considerado
los trastornos de personalidad del la presencia de este tr astor n o
64,2%. El trastorno más frecuente como indicador de mal pronóstico
era el pasivo-agresivo, que afectaba en el tratamiento de las conductas
al 21,4% de la muestra, seguido del adictivas (Longabaugh, Rubin,
t r a s t o rno de la personalidad por Malloy, Beattie, Clifford, Noel, 1994;
dependencia y del antisocial, que K r a n z l e r, Del Boca, Rousanville,
aparecían, cada uno de ellos, en el 1995). Recientemente se ha pro-
12,8% de los sujetos. puesto, incluso, que ambos trastor-
nos podrían compartir idéntica pre-
disposición genética (Limosin, Adès
ESTUDIOS ESPECÍFICOS DE y Gorwood, 2000).
COMORBILIDAD: TRASTORNO
ANTISOCIAL DE LA Una de las primeras investigacio-
PERSONALIDAD nes sobre este trastorno es la lleva-
da a cabo por Hesselbrook, Meyer
Desde una perspectiva más y Keener (1985). En concreto, se
específica, se han llevado a cabo utilizó una muestra de 321 alcohóli-
COMORBILIDAD DEL ALCOHOLISMO CON EL
TRASTORNO ANTISOCIAL DE LA PERSONALIDAD
AUTOR Y AÑO N PREVALENCIA
Hesselbrook et al. (1985) 321 41%
Yates et al. (1988) 260 24,2%
Liskow et al. (1991) 360 29%
Penick et al (1994) 928 24%
Cook el al (1994) 224 22,3%
Tomasson y Vaglum (1995) 351 28%
CLÍNICA Y SALUD 35
11. Comorbilidad del alcoholismo con los trastornos de personalidad
cos, que fueron evaluados a través t o rno antisocial del 29% (104
del Diagnostic Interview Schedule pacientes). Además, cuando se
(DIS) (Robins, Helzer, Croughan y comparó a estos sujetos con los
Ratcliff, 1981). Los resultados mos- alcohólicos p u ro s (sin t r a s t o rn o
t r a ron que el 41% de los sujetos antisocial asociado), los resultados
cumplía el diagnóstico de trastorno pusieron de manifiesto la presencia
antisocial de la personalidad. En el de más sintomatología alcohólica
caso de los varones, afectaba al entre los alcohólicos con trastorno
49% de los mismos, muy por enci- antisocial, así como un desarrollo
ma de las mujeres (el 20% de las más rápido del trastorno.
mismas).
En un estudio posterior de este
En el estudio de Yates, Petty y mismo grupo (Penick, Powell, Nic-
Brown (1988), con 260 alcohólicos kel, Bingham, Riesenmy, Read y
varones, se estudió la influencia del Campbell, 1994) se utilizó también
trastorno antisocial de la personali - el Psychiatric Diagnostic Interview
dad en las complicaciones médicas (PDI) (Othmer et al.,1981) para eva-
derivadas de su adicción. Tras eva- luar a una muestra de 928 alcohóli-
luar a todos los pacientes, el 24,2% cos. Los resultados pusieron de
de los mismos (63 sujetos) cumplía manifiesto que el 24% de los
los criterios diagnósticos del DSM- pacientes presentaba un trastorno
III (APA, 1980) para el t r a s t o rn o antisocial de la personalidad, lo que
antisocial de la personalidad. Ade- le situaba como el segundo trastor-
más, estos pacientes presentaban no más frecuente, por detrás del
más consecuencias negativas deri- trastorno depresivo.
vadas del consumo de alcohol.
En el trabajo de Cook, Winokur,
En la investigación de Liskow, Fowler and Liskow (1994), con 224
Powell, Nickel y Penick (1991) se alcohólicos, se utiliza el Iowa Struc -
evaluó a 360 alcohólicos varones tured Psychiatric Interview (I-SPI)
ingresados en un centro clínico con ( Tsuang,1974). Se trata de una
el Psychiatric Diagnostic Interview entrevista general psiquiátrica que
( P D I ) ( O t h m e r, Penick y Powell, incluye el trastorno antisocial de la
1981). Se trata de una entre v i s t a personalidad. Los resultados mos-
estructurada dirigida al diagnóstico traban una tasa del 22,3% (50
de 15 patologías psiquiátricas, pacientes) con trastorno antisocial.
entre las que se encuentra el tras -
torno antisocial, pero no otros tras- Por último, en el estudio de
tornos de personalidad. Los resul- Tomasson y Vaglum (1995), llevado
tados mostraron una tasa de tras - a cabo en Islandia, se aplica el
36 CLÍNICA Y SALUD
12. J. Fernández-Montalvo y N. Landa
Diagnostic Interview Schedule (DIS) do a cabo (internamiento o ambula-
a un total de 351 alcohólicos (249 torio). En este sentido, en el estudio
hombres y 102 mujeres). El 28% de de Verheul, Hartgers, Van den Brink
los mismos cumplía los criterios y Koeter (1998) se pone de mani-
diagnósticos para el trastorno anti - fiesto la influencia que todas estas
social de la personalidad, lo que lo variables ejercen en la tasa y el tipo
situaba en el tercer trastorno más de trastorno de la personalidad
frecuente, por detrás de los trastor- encontrado.
nos d el estado de ánimo y de
ansiedad. La tasa de prevalencia de los
trastornos de personalidad encon-
Estos mismos resultados se han trada en los diferentes estudios con
encontrado también en otros estu- alcohólicos oscila del 30% al 80%,
dios llevados a cabo en el ámbito con una escasa concordancia entre
del alcoholismo (c f r. C a d o re t , los diferentes instrumentos de eva-
Troughton y Wi d m e r, 1984; Herz , luación utilizados (Perry, 1992).
Volicer, D’Angelo y Gadish, 1990; Conviene, por lo tanto, utilizar ins-
Malloy, Noel, Longabaugh y Beat- trumentos de evaluación más preci-
tie, 1990; Roy, Lamparski, Jong, sos –el I P D E ( L o r a n g e r, 1995),
Moore y Linnoila, 1990). En todos p a t rocinado por la Org a n i z a c i ó n
ellos, la tasa del trastorno antisocial Mundial de la Salud, por ejemplo- y
de la personalidad oscila entre el no abusar tanto de autoinformes,
15% y el 30%. cuya validez, en este ámbito con-
creto, puede ser más limitada. No
obstante, el IPDE ha sido también
CONCLUSIONES objeto de críticas, por presentar un
umbral excesivamente elevado
En este trabajo se han analizado para el diagnóstico de trastornos
los principales resultados obteni- específicos de personalidad, lo que
dos en los estudios sobre la preva- p roduce un sobrediagnóstico de
lencia de los trastornos de perso- t r a s t o rnos de la personalidad no
nalidad en el ámbito del alcoholis- especificados (Perry, 1992).
mo. Sin embargo, como ya se ha
señalado anteriormente, los resulta- Por otra parte, tampoco hay un
dos obtenidos hasta la fecha no acuerdo con respecto al diagnósti-
son concluyentes, quizá por los co concreto de personalidad que
instrumentos de evaluación utiliza- se asocia con mayor frecuencia al
dos, por el diferente nivel de grave- alcoholismo. En algunos estudios
dad de los pacientes presentado o destaca el trastorno antisocial de la
por los centros donde se han lleva- p e r s o n a l i d a d (Cook et al., 1994;
CLÍNICA Y SALUD 37
13. Comorbilidad del alcoholismo con los trastornos de personalidad
Morgenstern et al., 1997; Tomasson En suma, se observa una amplia
y Vaglum, 1995), mientras que en heterogeneidad de trastornos, que
otros es el histriónico (De Jong et no permite establecer, hoy por hoy,
al., 1993), el paranoide (Nurnberg et un perfil homogéneo de personali-
al., 1993), el narcisista (Pettinati et dad en este tipo de pacientes. Sin
al., 1999), el pasivo-agresivo (Fer- embargo, parece necesario conti-
nández-Montalvo et al., 2002) o, nuar con la investigación sobre los
incluso, el no especificado (Dries- t r a s t o rnos de personalidad en el
sen et al., 1998). En este sentido, ámbito del alcoholismo. La presen-
quizá sea necesario tener en cuen- cia de un trastorno de personalidad
ta las diferentes tipologías de alco- complica la evolución clínica de un
hólicos a la hora de establecer la trastorno mental y ensombrece el
comorbilidad con los trastornos de pronóstico terapéutico (Dowson y
la personalidad. Este aspecto, que Grounds, 1995). Por ello, la identifi-
no se ha considerado en los dife- cación de los trastornos de perso-
rentes estudios realizados, podría nalidad entre los pacientes alcohó-
arrojar algo de luz en este sentido. licos es fundamental, ya que permi-
No obstante, se trata de una mera te cuatro aspectos esenciales para
hipótesis explicativa, que necesita la intervención clínica: a) valorar la
de una comprobación empírica. probabilidad de implicación en el
tratamiento y de cumplimiento de
Además, es curiosa, cuando las prescripciones terapéuticas; b)
menos, la elevada comorbilidad modificar las características del tra-
entre los diferentes trastornos de tamiento para adaptarlas de forma
personalidad en un mismo sujeto, individualizada al paciente; c) esta-
con estudios que indican que hasta blecer apropiadamente los objeti-
un 50% de los alcohólicos estudia- vos terapéuticos; y d) determinar la
dos presentan al menos dos tras- necesidad de una mayor o menor
tornos de la personalidad. La cons- rigidez en la estructuración del con-
tatación de este hecho, pone en texto terapéutico. Probablemente
duda la operatividad de la propia en los próximos años asistiremos a
clasificación de los trastornos de un aumento im portante de las
personalidad. investigaciones en este sentido.
38 CLÍNICA Y SALUD
14. J. Fernández-Montalvo y N. Landa
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