La riada de Valencia de 1957 ocurrió debido a fuertes lluvias en la cuenca alta y media del río Turia, lo que causó que el caudal máximo excediera la capacidad del cauce e inundara la ciudad. Esto provocó 81 muertes y cuantiosas pérdidas económicas. Como consecuencia, se ejecutó el Plan Sur para desviar el curso del río y proteger la ciudad de futuras inundaciones.