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CAPÍTULO 4
TEJIDOS CONECTIVOS
El tejido conectivo se reconoce por presentar diversos tipos de células separadas por
abundante matriz extracelular, sintetizada por los fibroblastos que formar parte de
esta variedad de tejido. La riqueza y variedad del material intercelular es una de sus
características más importantes, lo que lo hace desempeñar las funciones de sostén,
relleno, almacenamiento, transporte, defensa y reparación. Integra el sistema inmu-
nitario de defensa contra las proteínas extrañas presentes en las bacterias, virus,
células tumorales, etc.
El tejido conectivo se denomina también
tejido conjuntivo o de sostén, ya que
sostiene otros tejidos y órganos. Se lo
considera como el medio interno del or-
ganismo, pues conforma una masa co-
herente entre el sistema vascular san-
guíneo y todos los epitelios, de modo
que el intercambio de sustancias se de-
be realizar a través del tejido conectivo.
El tejido conectivo está formado por cé-
lulas incluidas en una matriz extra-
celular (MEC) parecida a un gel que
contiene líquido tisular, matriz amorfa y
fibras. Inmersos en la MEC están los vasos sanguíneos y los vasos linfáticos que per-
miten el intercambio con el medio exterior. Estos elementos esenciales, en diferentes
proporciones, imparten características específicas a las diferentes variedades de teji-
dos conectivos del organismo. En algunos tejidos conectivos las principales funciones
se relacionan con el soporte mecánico, mientras que en otros su función es el inter-
cambio metabólico entre la sangre y los tejidos.
Fundamentalmente son las propiedades de la MEC
las que confieren a cada tipo de tejido conectivo sus
características funcionales. La función de soporte de
este tejido depende de la elaboración, mantención y
renovación constante de la MEC. Además sus células
cumplen papeles importantes en la reserva de ener-
gía (células adiposas), defensa (células fagocíticas) y
reparación después de una injuria (fibroblastos).
La matriz extracelular tiene como funciones:
• Rellenar el espacio existente entre las células otorgando resistencia a la compresión
y al estiramiento de los tejidos que integran, propiedades que decaen con el enveje-
cimiento.
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• Constituir el medio por donde llegan los nutrientes y se eliminan los desechos celu-
lares, función que está alterada en la celulitis.
• Proveer a diversas clases de células de puntos fijos donde insertarse.
• Constituir un microambiente por donde las células migran.
• Ser el medio por el cual llegan las señales bioquímicas a las células las (por ejemplo,
hormonas, citoquinas y factores de crecimiento) provenientes de otras células que
las producen.
Algunas de las variedades de tejidos conectivos se resumen en el siguiente cuadro:
Origen embrionario
Los tejidos conectivos se originan del mesénquima o tejido mesenquimático, el
cual deriva del mesodermo embrionario. Sin embargo, el tejido conectivo de la zona
del cráneo, cara y cuello en su cara ventral tiene su origen en las crestas neurales de
origen ectodérmico, por lo que a esta variedad se le denomina ectomesénquima. Del
tejido mesenquimático o mesénquima derivan todas las variedades de los tejidos con
MEC, así como el tejido muscular, melanocitos, tejido adiposo, tejido cartilaginoso,
óseo, tendones, ligamentos y algunas glándulas endocrinas como la médula adrenal.
CÉLULAS DEL TEJIDO CONECTIVO
• CÉLULAS PRINCIPALES O INFALTABLES: fibroblastos, macrófagos y células
mesenquimáticas
• CÉLULAS SECUNDARIAS O ACCESORIAS: células adiposas o adipocitos, células
cebadas o mastocitos, células plasmáticas o plasmocitos y células pigmentarias o me-
lanocitos.
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• CELULAS MIGRADAS DE LA SANGRE O LEUCOCITOS: provienen de la sangre o
de la médula ósea y migran al tejido conectivo para cumplir sus funciones (linfocitos,
monocitos, neutrófilos, basófilos y eosinófilos).
1) FIBROBLASTOS Y FIBROCITOS
Son las células principales más abundantes de los conectivos. Elaboran los precursores
de los componentes de la matriz fibrilar y no fibrilar de la MEC (fibras, glicosaminogli-
canos o GAGs, proteoglicanos o PGs y glicoproteínas de adhesión. La morfología de los
fibroblastos depende de su estado funcional y del sustrato físico donde se encuentren.
Durante la fase de actividad de síntesis poseen un núcleo vesiculoso, ovalado, de
bordes lisos con dos o más nucléolos bien marcados. Posee finas prolongaciones cito-
plasmáticas, aunque su citoplasma puede escaso. Presentan un retículo endoplásmico
rugoso (RER) importante y un complejo de Golgi bien desarrollado (característico de
células secretoras de proteínas). Los fibroblastos son
células diferenciadas que normalmente no se diferen-
cian en otros tipos celulares del conectivo, pero en
individuos adultos entran en mitosis durante la repara-
ción de lesiones tisulares. También provienen de fibro-
blastos en reposo y de la reserva de células mesenqui-
máticas. Cuando el fibroblasto está en reposo o menos
activo se los llama fibrocitos; son más pequeños, de
núcleo oscuro y alargado, con menos organelos y es-
casas prolongaciones citoplasmáticas.
2) MACRÓFAGOS (histiocitos)
El macrófago una célula originada de los monocitos sanguíneos y que actúan en la
fagocitosis y presentación de antígenos a los linfocitos. Cuando los monocitos agravie-
san la pared de vénulas y capilares del tejido conectivo, adquieren el aspecto morfoló-
gico de macrófago. Por lo tanto el monocito y el macrófago son la misma célula en
diferentes fases de maduración. Los macrófagos tienen una forma redonda u ovalada
con múltiples seudopodios que intervienen en el proceso de endocitosis, dado que
primero rodean las sustancias a ser fagocitadas. Su morfología es variable según su
estado funcional y su localización. Fagocitan restos de células, material intercelular
alterado, bacterias y partículas inertes que penetran en el organismo.
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Algunos macrófagos están dotados de movilidad, migran por la MEC y son más activos
en la fagocitosis; otros son más sedentarios y se ubican a lo largo de los haces de fi-
bras colágenas. Los macrófagos son casi tan numerosos como los fibroblastos y cons-
tituyen un componente esencial del sistema defensivo, como las células de Küpffer en
el hígado, los macrófagos alveolares de los pulmones, la microglia del sistema nervio-
so central y los osteoclastos del hueso. Varios macrófagos pueden fusionarse para dar
origen a células gigantes multinucleadas, generalmente presentes en reacciones a
cuerpos extraños.
Al microscopio electrónico los ma-
crófagos tienen un núcleo peque-
ño, densamente teñido, con REL y
Golgi bien desarrollados; mitocon-
drias abundantes, vesículas secre-
torias, lisosomas y material fago-
citado (fagosomas de diferentes
tamaños). Liberan proteasas y en-
zimas que degradan los GAGs faci-
litando la migración de los macró-
fagos a través del tejido conecti-
vo. La función principal del macró-
fago es la fagocitosis como acti-
vidad de defensa (fagocitosis de
bacterias) o como operación de
limpieza (fagocitosis de detritos
celulares)
Cuando los macrófagos actúan como células presentadoras de antígenos en las reac-
ciones inmunes concentran antígenos proteicos y celulares de materiales extraños
fagocitados y los presentan a los linfocitos. En la epidermis, las células de Langerhans
y las células dendríticas intersticiales que se encuentran en el conectivo de varios
órganos, captan el antígeno y migran hacia los órganos linfáticos para presentarlo a
los linfocitos T de los linfonodos y del bazo.
3) CÉLULAS MESENQUIMÁTICAS
Son células presentes en el embrión y el feto
que en el adulto conservan cierta potenciali-
dad de desarrollo. Son más pequeñas que los
fibroblastos, se ubican principalmente en la pared de capilares y venillas como perici-
tos. Poseen un núcleo pequeño, citoplasma muy pocos organelos y escasas prologa-
ciones. En la vida adulta los pericitos conservan la potencialidad mesenquimática,
dando origen a adipocitos, fibroblastos, células endoteliales y células musculares lisas
y esqueléticas (células miosatélites), entre otras.
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4) CÉLULAS ADIPOSAS O ADIPOCITOS
Son células especializadas en la síntesis y alma-
cenamiento de lípidos en su citoplasma. En la
variedad de grasa blanca, una gran gota de lípi-
do acumulado intracelularmente desplaza al nú-
cleo hacia el borde celular y lo aplana. Las célu-
las adiposas se ubican de preferencia a lo largo
de los vasos sanguíneos y son muy abundantes
en el peritoneo, en el tejido conectivo laxo y la
médula ósea. Cuando su número aumenta y
desplaza a los otros tipos celulares se
transforma en tejido graso o adiposo. A nivel de
la hipodermis o tejido celular subcutáneo, el
tejido adiposo constituye lobulillos o agrupaciones celulares separadas por tabiques
conectivos. Los adipocitos de la grasa parda en cambio poseen la grasa como múltiples
gotitas citoplasmáticas y el núcleo en posición central; son propios del feto y del recién
nacido y tienen como mfunción generar calor.
5) CÉLULAS PLASMÁTICAS O PLASMOCITOS
Se encuentran en el tejido conectivo laxo de varios sectores del cuerpo, siendo nume-
rosas en las mucosas que tienen contacto con el medio externo y en el tejido linfoide.
Su forma es ovoide con un núcleo esférico y excéntrico, con grumos de cromatina con-
densada periféricamente. Presentan y una intensa basofilia citoplasmática debido al
gran desarrollo del RER y una zona yuxtanuclear pálida que corresponde al complejo
de Golgi. La marcada actividad secretoria se expresa en la síntesis y secreción de
inmunoglobulinas (anticuerpos) al espacio intersticial.
Provienen de linfocitos B activados y secretan anticuerpos o inmunoglobulinas. Son
pocos numerosos en el tejido conectivo normal, excepto en las áreas expuestas a la
penetración de bacterias y proteínas extrañas pero aparecen en gran cantidad en las
zonas de inflamación crónica. Los anticuerpos son proteínas específicas fabricadas por
el organismo en respuesta a la penetración de antígenos solubles. Cada anticuerpo
formado es específico para el antígeno que provocó su formación y su información se
conserva en los linfocitos B de memoria.
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6) CÉLULAS CEBADAS O MASTOCITOS
Son células relativamente grandes, ovoides o
alargadas. Contienen numerosos gránulos secre-
torios esféricos que contienen heparina, glicosa-
minoglicanos sulfatados e histamina, que actúan
como mediadores de respuestas alérgicas y como
mediadores primarios de las respuestas infla-
matorias agudas. Morfológicamente se parecen a
los basófilos sanguíneos. Su complejo de Golgi es
poco desarrollado, tienen poco RER y escasas
mitocondrias. Presentan múltiples gránulos cito-
plasmáticos densos envueltos por membrana.
Los mastocitos integran el conjunto de células que participan en la respuesta inmune
iniciando la reacción inflamatoria. La histamina actúa en el músculo liso visceral y de
las paredes arteriales cardiacas y pulmonares, causando la contracción de estos dos
tipos de músculo. El resto del músculo liso arterial más bien se dilata. Provoca la
contracción de las células endoteliales de las vénulas y actúa como una sustancia
vasodilatadora que facilita la salida de plasma sanguíneo hacia el líquido tisular.
7) CÉLULAS PIGMENTARIAS O MELANOCITOS
Son células derivadas de las crestas neurales, de for-
ma irregular que se ubican entre las células del estra-
to basal y espinoso de la epidermis. Elaboran y alma-
cenan el pigmento café llamado melanina en forma de
gránulos envueltos en membrana llamados melano-
somas, los cuales están distribuidos en todo el cito-
plasma. Cuando los melanosomas son tranferidos a
los queratinocitos del estrato granuloso la epidermis
adquiere un tono café. La melanina actúa como un
potente bloqueador de los rayos ultravioleta.
El citoplasma posee además microtúbulos, RER Abun-
dante y un Golgi prominente. En la piel, cada mela-
nocito se encuentra rodeado por 36 queratinocitos en
promedio.
LEUCOCITOS
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8) LINFOCITOS
Son las células más pequeñas del tejido conectivo (6-8 μm). Presentan un núcleo
esférico fuertemente teñido y rodeado por un delgado halo de citoplasma basófilo.
Posee todos los organelos pero muy poco desarrollados. Son escasos en los tejidos
conectivos normales pero muy abundantes en la mucosa respiratoria y la mucosa
gastrointestinal. No son fagocitos, pero son fundamentales en la respuesta inmune
tanto humoral como celular del organismo.
9) NEUTRÓFILOS
Representan la población más numerosa de leucocitos sanguíneos y los que primero
abandonan la sangre para incorporarse al tejido conectivo en caso de invasión de
gérmenes (virus o bacterias). Son redondeados, con un núcleo lobulado y un
citoplasma cargado de pequeñas granulaciones que contienen enzimas para la
degradación de agentes infecciosos. Son muy numerosos en las infecciones agudas.
10) BASÓFILOS
Representan el equivalente a los mastocitos del tejido conectivo. Sus numerosos
gránulos contienen histamina, por lo que al degranularse participan en la inflamación.
Se llaman basófilos porque sus gránulos gruesos y abundantes se colorean con la
hematoxilina y ocupan gran parte del citoplasma.
11) EOSINÓFILOS
Son de núcleo bilobulado, citoplasma con gránulos muy acidófilos que son gránulos
específicos que contienen enzimas hidrolíticas para la destrucción de los complejos
antígeno-anticuerpos. También inactivan la histamina y otros mediadores liberados por
los basófilos y los mastocitos. Son muy abundantes en las enfermedades parasitarias y
alérgicas.
COMPOSICIÓN DE LA MEC FIBROSA
La MEC es elaborada esencialmente por los fibroblastos. La matriz extracelular sirve de
sustrato a las células, las rodea y las mantiene unidas en los tejidos. Las funciones de
sostén del tejido conectivo dependen en gran medida de las propiedades de su matriz
extracelular. Debido a su capacidad de ligar factores de crecimiento y hormonas,
provee de información permanente a las células en términos de migración, dife-
renciación y desarrollo. La MEC está compuesta de MEC fibrilar y de un conjunto de
macromoléculas dispuestas en forma de un gel amorfo (MEC amorfa).
MEC fibrosa. Las proteínas fibrosas colágeno y elastina son los elementos estructura-
les básicos de los tejidos conectivos. Las fibras aportan resistencia, tensión y
elasticidad y forman un andamiaje sobre el cual se despliegan las células conectivas.
• FIBRA COLÁGENA
Es la proteína más abundante del cuerpo. Sintetizada por los fibroblastos, se presenta
en forma de fibras y haces de fibras. Se organiza en base a unidades moleculares
básicas de tropocolágeno.
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El colágeno es el componente esencial de los teji-
dos conectivos, tendones y huesos. Existen más
de 20 tipos de colágenos distintos dependiendo de
la combinación de 25 distintas cadenas polipeptídicas que se trenzan para formar las
unidades de tropocolágeno. El llamado colágeno tipo I es el más abundante y se
encuentra en la dermis. Casi el 70% de lo que denominamos piel es colágeno. Como
componente del tejido conectivo, las fibras de colágeno colaboran en la formación de
un tramado estructural uniendo entre sí grupos de células para formar un tejido. Las
fibras colágenas están presentes en cantidad variable en todos los tipos de tejidos
conectivos, siendo más abundantes en algunos tejidos que en otros.
Otros colágenos como el colágeno tipo II se encuentra en los cartílagos, el
colágeno tipo III en el endometrio y la pared del los vasos sanguíneos, el colágeno
tipo IV en la lámina basal y en el tejido conectivo de las membranas cutánea, serosas
y mucosas. Pueden reconocerse por su diámetro y por su acidofilia. En los cortes
histológicos teñidos con hematoxilina y eosina, las fibras de colágeno son acidófilas
con la eosina (color rosado), rojo con Van Gieson, azul con el método tricrómico de
Mallory y verde con el tricrómico de Masson. Las fibras de colágeno son normalmente
gruesas, onduladas y ramificadas. Tienen un diámetro de 1 a 10 μm. Son flexibles, lo
que permite cierta movilidad al tejido donde están presentes pero son altamente
resistentes a las tracciones longitudinales. Bajo el microscopio electrónico puede verse
una estriación longitudinal en los haces mayores de colágeno, lo que indica que estos
haces están constituidos por fibras paralelas más pequeñas. Cuando el colágeno se
desnaturaliza por ebullición, se convierte en la gelatina.
Las fibras están constituidas por microfibrillas puestas en paralelo de 0.2 a 0.5 μm de
diámetro (50 nanometros) las cuales a su vez están constituidas por subunidades de
tropocolágeno que se ensamblan cada 68 nm. Cada molécula de tropocolágeno esta
formada por 3 cadenas de polipéptidos en forma de una triple hélice.
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Cada cadena recibe el nombre de cadena alfa; son frecuencias repetitivas de 3
aminoácidos (glicina, prolina e hidroxiprolina). Según las combinaciones de cadenas
alfa encontramos 20 tipos de moléculas de tropocolágeno, de los cuales, algunos se
unen para formar fibras con estriaciones, mientras que otros no forman fibras sino que
solamente reticulados filamentosos.
La siguiente tabla resume algunas características de los colágenos principales y la
mejor manera de visualizarlos:
Colágenos Distribución Tinción Coloración
Tipo I Dermis, hueso, Hematoxilina-eosina Rosadas
tendón, esclera Tricrómico de Mallory Azules
Tricrómico de Masson Verdes
Tipo II Cartílago hialino, Hematoxilina-eosina Rosadas
núcleo pulposo de
los discos interver-
tebrales
Tipo III Dermis, intestino, Impregnación argéntica Negras a café
vasos, útero, adi- Oscuro
pocitos y en el Tinción PAS Rosadas
estroma de órga-
nos endocrinos
Tipo IV Láminas basales Sales de plomo y Gris oscuro
(lámina densa) uranilo
Tipo VII Tejido conectivo de Inmunocitoquímica Café
las capas mucosas
Biosíntesis de las fibras co-
lágenas.
Las cadenas polipeptídicas
se sintetizan en el REr, lue-
go se transportan al com-
plejo de Golgi para consti-
tuir vesículas de secreción.
Tras su secreción al espacio
extracelular, las moléculas
de procolágeno se proce-
san para ser transformadas
en moléculas de tropoco-
lágeno.
La polimerización del tro-
pocolágeno genera unida-
des ordenadas linealmente
denominadas microfibri-
llas. Un conjunto de microfibrillas constituyen fibrillas de colágeno, las que agrupa-
das en haces mayores forman las fibras de colágeno, de varios micrones de
diámetro.
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FIBRAS RETICULARES
Las fibras reticulares son menos onduladas y
comparativamente más delgadas que el colá-
geno tipo I y II. No forman haces y tienden a
formar delicadas redes constituidas por colá-
geno de tipo III. No son visibles en los
cortes histológicos ordinarios, pero pueden
teñirse con soluciones de plata donde apa-
recen como finas hebras negras. Son las
primeras que aparecen cuando el mesénquima
embrionario se diferencia en tejido conectivo
laxo.
Forman finas redes alrededor de las células para conferir rigidez (células adiposas y
linfáticas, glándulas, células musculares) y constituyen la lámina reticular de las
membranas basales.
• FIBRAS ELÁSTICAS
La gran elasticidad de los tejidos se debe a
las fibras elásticas. El tejido conectivo del
adulto tiene suficiente elasticidad para recuperar su estado normal. Las fibras elásticas
son hebras delgadas de 0.2 a 1 μm de diámetro que se ramifican y anastomosan para
formar una red. En preparados en fresco, no coloreados, las fibras elásticas se visua-
lizan como filamentos muy finos (0.2 a 1 um de diámetro) de color amarillento. Las
fibras elásticas son elaboradas por los fibroblastos y por las células musculares lisas de
los vasos sanguíneos. Una extensa red de fibras elásticas en la matriz extracelular de
estos tejidos les proporciona la capacidad necesaria de recuperarse tras una distensión
transitoria. Las moléculas de elastina se secretan al espacio extracelular donde for-
man filamentos y capas en los que las moléculas de elastina presentan un gran
número de puentes cruzados entre ellas, dando lugar a una extensa red. Se colorean
de color rosado con la eosina de la tinción corriente, pero su identificación se facilita al
teñirlas con orceína, lo que les confiere un color marrón rojizo.
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Participan en la formación de los ligamentos elásticos (ligamento amarillo) y las
membranas elásticas de la pared de la aorta. Al microscopio electrónico son homo-
géneas (sin estriaciones): Están formadas por haces de microfibrillas de la
glicoproteina fibrilina incluidas en un material amorfo de la proteína elastina, la cual
constituye el 90% de la fibra elástica. Esta proteína es muy resistente a la degradación
y sólo es reducida por la elastasa (enzima pancreática). En las arterias musculares, la
elastina puede formar láminas o membranas de fibras elásticas secretadas por las
células musculares lisas de estos vasos sanguíneos.
La piel de la cara y la de la cabeza contienen más de esta proteína que otras regiones
cutáneas. Una vez sintetizada por las células del tejido conectivo de la dermis, las
fibras elásticas se unen al colágeno y a otros componentes de la matriz intercelular,
proporcionándole la firmeza y la elasticidad a la piel joven.
COMPOSICIÓN DE LA MEC AMORFA
Además de las fibras, el tejido conectivo tiene abundante cantidad de matriz intersti-
cial amorfa. Es un gel semisólido altamente hidratado. Posee además sales y otras
sustancias de bajo peso molecular, glicoproteínas de adhesión y proteglicanos.
• Los glicosaminoglicanos (GAGs) son polisacáridos complejos. Entre los más fre-
cuentes en la matriz intercelular están el ácido hialurónico (es el de mayor tamaño y
no se encuentra sulfatado), el condroitínsulfato, el dermatánsulfato, el heparánsulfato,
la heparina y el queratánsulfato. Estos, al combinarse con proteínas, pasan a llamarse
proteoglicanos. Los GAGs son moléculas ácidas, con numerosas cargas negativas
que atraen grandes cantidades de ión sodio
y por lo tanto de agua, lo cual aumenta la
turgencia de la matriz extracelular. Los
GAGs son los responsables de que la dermis
posea un aspecto gelatinoso con gran capa-
cidad de hidratación.
El ácido hialurónico es un glicosaminoglicano
de alto peso molecular que se encuentra en
la matriz extracelular del tejido conectivo e
interviene en la cohesión tisular. Es el glico-
saminoglicano más abundante en la matriz
extracelular del tejido conectivo y tiene
como propiedad física su capacidad de em-
beberse en agua hasta aumentar más de 50
veces su peso seco, lo que favorece el
tráfico de gases y moléculas pequeñas por la
matriz tisular, pero que actúa de barrera al paso de macromoléculas y cuerpos extra-
ños. Sin embargo, durante los procesos inflamatorios se produce una depolimerización
progresiva que altera la arquitectura del tejido y dificulta los intercambios. Fisioló-
gicamente el ácido hialurónico interviene en la migración celular y en el control de la
reparación tisular.
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• Glicoproteínas de adhesión. La capacidad de las células para adherirse a los
componentes de la matriz extracelular se encuentra mediada, en gran medida por las
glicoproteínas de adhesión (proteína unida a un carbohidrato). Algunas glicoproteínas
adhesivas son la laminina, la fibronectina, la entactina y la tenascina.
Estas grandes macromoléculas tienen varios dominios, uno de los cuales se fija a las
proteínas de la superficie celular (integrinas), otro a las fibras de colágeno y uno más
a los proteoglicanos. De esta manera, las glicoproteínas de adhesión unen a los
diversos componentes del tejido conectivo.
• Fibronectina. Es una glicoproteína de adhesión que establece los puntos de anclaje
de las células cuando éstas migran a través de la matriz extracelular. Además es la
principal proteína de unión entre las células, la matriz amorfa y fibrosa. En los tejidos
donde las células se localizan en lugares fijos es porque se unen a las fibras de colá-
geno y establecen uniones más o menos estables.
En la superficie de las células conectivas se proyec-
ta una proteína llamada integrina, la cual se une a
la fibronectina que es la que finalmente se une a la
fibra de colágeno. La integrina, a su vez, se une en
el interior de las células a la trama contráctil lla-
mada actina que está vinculada a la motilidad
celular. La fibronectina es sintetizada principalmen-
te en los fibroblastos, dirige las vías migratorias de
las células embrionarias, de modo que las células
del organismo en desarrollo puedan llegar a su
destino. La condronectina y la osteonectina son mo-
léculas semejantes a la fibronectina. La cóndor-
nectina posee sitios de fijación para el colágeno tipo
II, el condroitinsulfato, el ácido hialurónico y las integrinas de los condroblastos y
condrocitos, mientras que la osteonectina se une al colágeno I, los GAGs y los
osteocitos del hueso.
• Laminina. Es una glicoproteína filamentosa que es abundante en las láminas
basales de los epitelios de revestimiento y glandulares. La laminina tiene sitios de
fijación para el heparánsulfato, colágeno tipo IV, entactina y la membrana celular.
VARIEDADES DE TEJIDOS CONECTIVOS
Tejido mesenquimático
Tejido propio del embrión y del feto, con po-
tencialidad para formar otros tejidos. Está for-
mado por una red de células estrelladas llama-
das mesenquimáticas donde sus prolongacio-
nes citoplasmáticas están en contacto con las de
las células vecinas. La MEC es amorfa, rica en
agua, no contiene fibras y presenta numerosos
vasos sanguíneos.
13. 13
Tejido mucoso
Es un tejido conectivo que está presente en el
cordón umbilical, donde la MEC es el componente
dominante. Las fibras son muy finas y escasas y
están compuestas de colágeno II. Este tejido es
rico en glicoproteínas y fibroblastos estrellados
dispersos. No presenta vasos sanguíneos, vasos
linfáticos, ni fascículos nerviosos.
Tejido conectivo laxo
Es un tejido ampliamente distribuido en el
organismo, constituyendo el estroma de
muchos órganos. El tejido conectivo laxo es
de consistencia delicada, flexible y poco
resistente a las tracciones. Es el campo de
batalla de los procesos inflamatorios, cuando
microorganismos patógenos invaden alguna
parte del cuerpo o el tejido ha sido afectado
por exceso de radiación UV, golpes, frío y
calor intensos. El tejido conectivo laxo tiene
numerosos espacios ocupados normalmente
por la matriz que pueden ensancharse y
quedar rellenos de fluido intersticial. Las grandes cantidades de líquido tisular quedan
guardados en estos intersticios bajo la estructura de gel, facilitando la difusión de
oxígeno y nutrientes desde los vasos capilares del tejido conectivo laxo hasta las
células de los diversos tejidos del cuerpo y promoviendo la difusión eficaz de los
subproductos metabólicos en la dirección inversa. Generalmente este tipo de tejido
constituye los tabiques de las glándulas y del tejido adiposo.
El tejido conectivo laxo se diferencia de los otros conectivos en que:
a) Tiene baja proporción de células y las células más abundantes son los fibroblastos y
los macrófagos.
b) Las fibras elásticas, colágenas y reticulares están presentes. Sus células están
separadas claramente por abundante MEC amorfa a diferencia del tejido conectivo
denso que es principalmente fibroso.
Tejido conectivo denso
Se caracteriza por la presencia de abun-
dantes y gruesas fibras de colágeno estre-
chamente alineadas unas con otras, dejan-
do escasos espacios entre ellas. Las fibras
están ordenadas respecto a un plan es-
tructural definido, que refleja los reque-
rimientos mecánicos del órgano.
14. 14
Comparado con el tejido conectivo laxo, posee pocas células entre las fibras, su
citoplasma es difícil de identificar, pero los núcleos, a menudo alargados, pueden
observar-se entre las fibras. Predominan las fibras colágenas y elásticas. Las células
que sobresalen son los fibroblastos. Es un tejido menos flexible que el tejido conectivo
laxo, por lo que es mucho más resistente a las tracciones. Se encuentra en la dermis
de la piel, en el recubrimiento externo del cartílago hialino y forma parte de los
tabiques conectivos de las glándulas exocrinas.
Tejido conectivo compacto
a. Cordonal
Tejido con un alto predominio de fibras sobre
las células y la MEC amorfa. Los tendones y
ligamentos son estructuras cilíndricas alargadas
que unen los músculos esqueléticos a los hue-
sos. Debido a su riqueza en fibras colágenas son
blancos e inextensibles. Están formados por ha-
ces paralelos de fibras colágenas, entre las cua-
les existe escasa cantidad de MEC amorfa y de
fibrocitos con núcleos alargados (= células tendíneas) paralelos a las fibras y
citoplasma delgado que tiende a envolver los haces colágenos (= fibras tendíneas).
Los haces colágenos del tendón (haces primarios) forman conjuntos (haces
secundarios) envueltos por tejido conectivo laxo, que contiene vasos y nervios. El
tendón está envuelto externamente por una vaina de tejido conectivo denso. En
algunos tendones esta vaina está dividida en dos capas, una sujeta al tendón y otra
unida a las estructuras vecinas. Se forma una cavidad revestida por mesotelio en la
que hay un líquido que contiene agua, proteoglicanos, proteínas y iones que facilitan el
deslizamiento del tendón.
b. De haces entrecruzados
Las fibras de colágeno I están orientadas en
todo sentido, formando manojos anchos y
estrechamente unidos y asociados con un
pequeño número de fibras elásticas. Esta
variedad de tejido conectivo constituye las
cápsulas fibrosas en el organismo, como la
esclerótica, la túnica albugínea del testículo,
del ovario y el periostio.
15. 15
c. Laminar
Las fibras se disponen en láminas perpen-
diculares entre sí como ocurre en la córnea y en
el centro frénico del diafragma.
Tejido conectivo elástico
Está formado por haces de fibras elásticas gruesas,
paralelas y separadas por tejido conectivo laxo. Es un
tejido poco frecuente y que se le encuentra en los
ligamentos amarillos de la columna vertebral, en las
cuerdas vocales, en el ligamento estilohioídeo, liga-
mento suspensorio del pene y en la capa media de
las arterias elásticas. El predominio de fibras elásticas
le confiere un color amarillo al tejido.
Tejido conectivo reticular
Tejido constituido por células reticulares en
íntima asociación con fibras reticulares o co-
lágeno tipo III. Está presente en los órganos
hematopoyéticos constituyendo el estroma
que soporta las células libres existentes.
Forman finas redes alrededor de las células
adiposas, musculares, hepatocitos, fibras
nerviosas y la membrana basal de la
mayoría de los tejidos. Las células reticu-
lares son células estrelladas del tipo fibro-
blastos, poseen largas prolongaciones que
se unen a las de células vecinas. Las células reticulares están especializadas en la
secreción y mantención de las fibras reticulares.
Tejido adiposo
Está constituído por células de grasa o adi-
pocitos. Se originan de manera individual o
en pequeños grupos formando lóbulos y
lobulillos demarcados por tabiques conec-
tivos. Sus células acumulan grasa en forma
de vacuolas, las cuales se pierden en los
cortes de tejidos luego de ser tratados con
sustancias disolventes de las grasas. Los
capilares y las fibras nerviosas del sistema
simpático llegan al tejido adiposo por medio
de estos tabiques conectivos.
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Dentro de los lóbulos los adipocitos están sostenidos por un estroma que contiene
fibras colágenas y una red de fibras reticulares con fibroblastos y abundantes capila-
res. El cuerpo humano contiene dos tipos distintos de tejido adiposo:
a) la grasa blanca
b) la grasa parda
Casi toda la grasa del cuerpo humano es de grasa blanca. La grasa parda escasa, en
el hombre tiene su color debido a su riquísimo abastecimiento de sangre de los
capilares y a la inmensa concentración de mitocondrias de sus células. Comprende
entre el 10 y el 20% del peso total del varón adulto y entre el 15 al 25% de las
mujeres adultas. La grasa parda se relaciona principalmente con la regulación de la
temperatura corporal de los recién nacidos. La disposición de las numerosas gotitas de
lípido en las células de la grasa parda permite visualizarlas como pequeñas vacuolas
de lípido en lugar de una sola. Sus células presentan más mitocondrias, por lo que
este tejido adiposo es altamente energético.
Tejido pigmentario
Corresponde a un tejido conectivo laxo con gran
infiltración de melanocitos. Está presente en sitios
del organismo encargados de filtrar los rayos
ultravioletas (epidermis e iris) y donde se requiere
evitar los reflejos de luz (interior del globo ocular)
ENVEJECIMIENTO DE LA PIEL
En el proceso de envejecimiento cutáneo ocurren cambios críticos a nivel de la MEC.
Las fibras pierden flexibilidad y elasticidad y el tejido conectivo pierde la capacidad
para retener humedad. Además, aumenta el grosor de las fibras elásticas por
aposición de lípidos como el colesterol, volviéndose quebradizas.
Algo similar ocurre en la piel dañada por el sol. En los jóvenes, los tejidos conectivos
contienen mayormente colágeno no reticulado y sus moléculas se desplazan fácil-
mente. Es un colágeno "más soluble", con buena capacidad de absorción de agua. A
medida que aumenta la edad, se forman enlaces cruzados entre fibrillas, haciendo que
los tejidos se vuelvan menos flexibles y con escasa capacidad de hidratación. A ese
nivel, la piel pierde su grado de tensión y aparecen surcos y pliegues visibles (arru-
gas). En el envejecimiento de la piel hay una desaparición del colágeno y la exposición
solar acelera el envejecimiento tisular ya que la radiación ultravioleta favorece el
entrecruzamiento de las moléculas de colágeno debido a su capacidad de formar
radicales libres muy reactivos responsables de estas reacciones bioquímicas
(fotoenvejecimiento cutáneo). El mal drenaje de los metabolitos de la dermis e
hipodermis sobretodo, genera también radicales libres son causantes de la piel de
naranja o celulitis. La activación de la producción de colágeno es producida por el
ácido ascórbico (vitamina C) al estimular a los fibroblastos para que produzcan
colágeno. Además, la luz solar es activadora de las enzimas colagenasas y elastasas,
que destruyen el componente fibroso de la dermis.