El documento describe las fiestas designadas por Dios en la Biblia, incluyendo el día de reposo (sábado), la Pascua, Pentecostés, la Fiesta de los Tabernáculos y la Fiesta de la Dedicación del Templo. Señala que Jesús y los apóstoles celebraron estas fiestas y que nunca fueron anuladas, a pesar de las tradiciones cristianas posteriores.