LA LOMCE SE OLVIDA DE LA NECESIDAD DE LA EDUCACIÓN ECONÓMICO-FINANCIERA
1. LA ECONOMÍA EN BACHILLERATO, NECESIDAD SOCIAL QUE NO PODEMOS OLVIDAR.
La crisis económico-financiera ha tenido, tiene y seguirá teniendo una fuerte repercusión en España
dejando claro el desajuste entre el sistema educativo y las oportunidades profesionales. Entiendo, por
ello necesario que las administraciones educativas españolas no se queden al margen respecto a los
cambios que ha sufrido la sociedad global. Estamos ante una oportunidad importante para corregir
errores y avanzar en la línea de otros países europeos como Noruega o Finlandia.
En este sentido, hay una opinión generalizada de que una reforma educativa debería realizarse en
paralelo a la reforma laboral. Por ello, la Comisión Europea ha elaborado un informe “New Skills For
New Jobs” que puede servir a las administraciones públicas para orientar adecuadamente las reformas
educativas. El sistema educativo debe estar correlacionado con el mercado laboral.
Groso modo, el sistema educativo en España se estructura en Educación infantil, Primaria, Secundaria y
Educación Superior. En este sentido, la educación Secundaria post obligatoria integra: Bachillerato y
Ciclos Formativos. Se supone que superada la Educación Secundaria Obligatoria (16 años), los alumnos
deben de haber alcanzado las famosas competencias básicas recogidas en el informe europeo: “Key
Competences”.
Y a partir de esta edad se le debe facilitar al alumnado la posibilidad de comenzar a edificar una carrera
profesional acorde a los nuevos puestos que demanda el mercado de trabajo. Sin embargo, el borrador
del proyecto de reforma educativa está alejado completamente de la realidad económico-social actual.
En concreto, el gobierno centraliza la elección de materias en bachillerato. Por un lado, todo alumno de
1º bachillerato debe cursar las materia comunes a las tres modalidades de bachillerato: Lengua y
Literatura, Filosofía, Educación Física e Idioma extranjero. Hasta aquí no cambia nada, sin embargo
cuando un alumno elige una vía concreta del bachillerato, el gobierno concreta (sin posibilidad de
elección para el alumno) las materias de modalidad de obligatoria elección. Antes de continuar con el
estudio de las vías de bachillerato, creemos conveniente especificar los principios generales y la
Organización del bachillerato.
En cuanto a los principios, la LOE establece en su artículo apartado 3 del artículo 32 (…) se desarrollará
en modalidades diferentes, se organizará de modo flexible y, en su caso, en distintas vías, a fin de que
pueda ofrecer una preparación especializada a los alumnos acorde con sus perspectivas e intereses de
formación o permita la incorporación a la vida activa una vez finalizado el mismo (unido al propio
concepto de materia de modalidad)
Sin embargo, y a pesar de la transferencia de competencias que tienen reconocidas las comunidades
autónomas, y según el anteproyecto de Mejora de la Calidad Educativa, la administración central olvida
las competencias transferidas en materia de educación a las autonomías y reduce al mínimo la
flexibilidad modular del bachillerato.
En cuanto a la flexibilidad, desaparece el concepto de materia de modalidad propiamente dicho, estas
materias que permitían al alumnado elegir de entre varias materias aquellas que ofrecía una
2. preparación especializada a los alumnos acorde con sus perspectivas e intereses de formación o permita
la incorporación a la vida activa una vez finalizado el mismo. En el anteproyecto, la administración
central prescribe, SIN CONSULTA A LAS COMUNIDADES AUTÓNOMAS, las materias específicas de cada
modalidad y el número de estas materias que deben cursar los alumnos como materias de modalidad”,
aspectos ciertamente alarmante si analizamos lo previsto en el apartado 3 y 4 del artículo 34.
El apartado 3 del artículo 34, dice “El Gobierno, previa consulta a las Comunidades Autónomas,
establecerá la estructura de las modalidades, las materias específicas de cada modalidad y el número de
estas materias que deben cursar los alumnos”. Por ello, creemos conveniente que se siga el
procedimiento en la organización del bachillerato, consultando en dicho aspecto a las Comunidades
Autónomas.
El apartado 4 del artículo 34 dice “ Los alumnos podrán elegir entre la totalidad de las materias de
modalidad establecidas. Cada una de las modalidades podrá organizarse en distintas vías que faciliten
una especialización de los alumnos para su incorporación a los estudios posteriores o a la vida activa. Los
centros ofrecerán la totalidad de las materias y, en su caso, vías de cada modalidad. Sólo se podrá
limitar la elección de materias y vías por parte de los alumnos”. Por la propia definición de materia de
modalidad, entendemos que se trata de un tipo de materias fundamentales para lograr el principio
anteriormente citado, es decir, ofrecer al alumnado una formación acorde con sus perspectivas e
intereses de formación o permita la incorporación a la vida activa
Especialmente alarmante resulta analizar la estructura del bachillerato de Sociales. Se proponen como
materias específicas de la modalidad (y de obligada elección) Matemáticas, Geografía y Literatura
Universal. Las Ciencias Sociales integran TODAS las áreas del conocimiento que estudian el
comportamiento humano: Historia, Psicología y por supuesto Economía. Hoy más que nunca el
comportamiento humano está condicionado por sus actos económicos. Sin embargo, este anteproyecto,
por error u omisión, relega la materia de Economía a materia optativa en su propia modalidad. No
llegamos a comprender la justificación pedagógica de la inclusión como materia específica de la
modalidad a la materia de Literatura Universal (que dentro de la vía de Sociales, debería ser optativa por
el propio concepto de materia específica de modalidad) y no de Economía.
La materia de Economía ha sido materia obligatoria de modalidad siempre desde 1990 (LOGSE 1990,
Reforma Humanidades 2001, LOCE 2002 y LOE 2006). Hoy más que hace más de 12 años la economía
centra muchos de nuestros actos económicos. Por tanto, no creemos que sea justo que un alumno haya
tenido hace 20 años una oferta formativa más correlacionada con el mercado laboral. Adicionalmente,
nadie puede cuestionar la inserción laboral de los estudios de la rama de Ciencias Sociales, así lo recoge
el informe de El Mundo sobre las carreras más demandadas. En este informe se expone que una gran
mayoría de alumnos (el 51% de los bachilleres), después de la formación en Ciencias Sociales acaban
eligiendo grados de esta RAMA CIENTÍFICA, la rama de Ciencias Sociales.
Si queremos estar a la altura de los mejores en términos educativos y de empleabilidad (Noruega o
Finlandia) no podemos dejar de lado una materia que a día de hoy podría tener los tintes de
instrumental, ya que ayuda al ciudadano en su autogestión diaria. Debemos de facilitar a nuestros
jóvenes herramientas útiles para una verdadera inserción profesional. Esta formación generará un
efecto multiplicador en la economía real como bien expone Andrés A. González Medina en “La
enseñanza de la Economía como respuesta a una necesidad social”.
3. Webgrafía.
“New Skills For New Jobs”: http://ec.europa.eu/social/main.jsp?catId=568
“Key Competences”: http://ec.europa.eu/dgs/education_culture/publ/pdf/ll-learning/keycomp_en.pdf
El Mundo sobre las carreras más demandadas:
http://hosting01.uc3m.es/semanal3/documents/rankingelmundo_2012.pdf.
“La enseñanza de la Economía como respuesta a una necesidad social”:
http://www.extoikos.es/pdf/n1/respuestaaunanecesidad.pdf