1. INTRODUCCIÓN
El rol de la enfermera en el cuidado postquirúrgico de artroplastia de cadera es proporcionar
cuidado directo al paciente intervenido, prevención de complicaciones postquirúrgicas,
asesoramiento durante la hospitalización y para el alta, a fin de restablecer la calidad de
vida del paciente, permitiendo mejorar la capacidad funcional y alivio del dolor.
El éxito que tenga dicha cirugía va a depender mucho eficacia en los cuidados de
enfermería que se proporcionen al usuario en el postoperatorio puesto que van a tener
deterioro en la capacidad de autocuidado por la limitación de la movilidad
Manejo de anestésicos postoperatorio
El uso de analgésicos no opioides, como AINE o el paracetamol, mejora la analgesia,
reduce los efectos adversos y el efecto multimodal se maximiza a través de la selección de
analgésicos teniendo diferentes sitios de acción.
Existe una preocupación sobre el efecto que tienen los AINE sobre la formación de hueso,
a pesar de que los datos son contradictorios, ya que al parecer hay evidencia en animales
de que los inhibidores de los COX-2 pueden inhibir el crecimiento del hueso, principalmente
el celecoxib, pero si se utilizan por algunos días, no existe un riesgo mayor.
Los narcóticos intramusculares, analgesia controlada intravenosa y narcóticos epidurales
pueden utilizarse para el alivio del dolor postoperatorio y una buena rehabilitación luego de
la cirugía. Además, se debe vigilar la hipotermia, evaluar el estado neurovascular y
pulmonar cardiaco.
Si se han usado relajantes musculares y narcóticos debe tenerse en cuenta que la
confusión no es poco común en estos pacientes por lo que se modificarán los esquemas de
tratamiento habituales en el postoperatorio ya que los narcóticos residuales todavía pueden
estar presentes y en general el anciano es más sensible a ellas. Los opioides (tramadol,
buprenorfina, morfina, otros), son el tratamiento de elección en el manejo del dolor severo o
intenso, sin embargo, en los adultos mayores debe considerarse la respuesta heterogénea
al uso de estos fármacos, por lo que se debe mantener un seguimiento y evaluación regular
para determinar la eficacia y reducir los efectos adversos
Postoperatorio inmediato
Esta etapa comprende de 24 a 48 horas después de la cirugía donde el paciente es llevado
a la sala de recuperación postquirúrgica por un lapso de 2 horas, se le evaluará las
constantes vitales (frecuencia cardiaca, respiratoria, temperatura, tensión arterial y
saturación) para posteriormente trasladarlo a su habitación.
Postoperatorio mediato
Etapa comprendida desde las 72 horas posteriores a la cirugía hasta que el paciente es
dado de alta. Durante la hospitalización se debe realizar una serie de cuidados que se
detallan a continuación.
● Recepción e identificación del paciente.
● Comprobación gráfica de anestesia y hoja quirúrgica (tipo de cirugía, tipo de
anestesia e incidentes).
● Valoración neurológica, signos de despertar, nivel de sedación, agitación.
● Monitorización funciones cardiológicas y hemodinámicas PA, FC, FR, SatO2, ECG.*
● Administrar oxígeno según requerimientos
● Control y regulación de la temperatura (con manta térmica).
2. ● Valoración del dolor, administración de la analgesia.
● Acomodar al paciente, manteniendo la postura correcta, evitando la rotación interna
aducción de la cadera.
● Comprobar sensibilidad, pulso, temperatura y movilidad de ambos pies. Control y
revisión de drenajes y apósitos quirúrgicos.
● Vigilar sangrado en la herida quirúrgica, tanto en el aspecto del apósito como en el
contenido del drenaje.
● Administración de la medicación, sueroterapia, y hemoderivados según
prescripción.
● Control de ingesta y excreta
Hipotensión
La hipotensión arterial perioperatoria, se relaciona junto con otros factores como edad
avanzada, cirugía urgente, enfermedad cardiovascular y tabaquismo, entre otros, con la
aparición de complicaciones perioperatorias que llevarían a una mayor morbimortalidad.
La hipotensión postquirúrgica en el contexto de una cirugía de cadera se refiere a una
disminución en la presión arterial después de la intervención quirúrgica. Es común
experimentar cierta hipotensión después de una cirugía mayor, como la de cadera, debido a
varios factores.
Durante la cirugía de cadera, se pueden administrar anestésicos generales o regionales, así
como medicamentos para controlar el dolor y relajar los músculos. Estos medicamentos
pueden tener efectos secundarios que incluyen la disminución de la presión arterial.
Además, la posición del paciente durante la cirugía y el sangrado durante el procedimiento
también pueden contribuir a la hipotensión.
Es importante controlar y tratar la hipotensión postquirúrgica de manera adecuada para
evitar complicaciones. El equipo médico tomará medidas para estabilizar la presión arterial,
como administrar líquidos intravenosos, ajustar la dosis de los medicamentos, utilizar
medicamentos para elevar la presión arterial y ajustar la posición del paciente.
Además, es posible que se realicen otras intervenciones para abordar la hipotensión, como
la administración de transfusiones de sangre si hay una pérdida significativa durante la
cirugía.
La hipotensión durante la operación es uno de los factores que con mayor frecuencia están
ligados con la mortalidad en conexión con la anestesia
Por tanto, se hace necesario, buscar alternativas que nos permitan disminuir las dosis de
anestésicos locales que se emplean en el paciente geriátrico y por ende los efectos que
provocan en los diferentes órganos y sistemas como consecuencia del bloqueo simpático
sin afectar la calidad del acto anestésico. La asociación de opioides a los anestésicos
locales para la anestesia subaracnoidea constituye una práctica encaminada a reducir la
dosis de anestésico local sin prolongar el tiempo de recuperación y mejorar la calidad y la
tasa de éxito de pequeñas dosis de los mismos y con ello la incidencia de complicaciones
hemodinámicas.
3. Hipertensión
La hipertensión arterial (HTA) es un problema frecuente en la fase postoperatoria que puede
llegar a producir consecuencias graves para el paciente, tanto de tipo orgánico (problemas
coronarios y neurológicos) como de tipo quirúrgico (rotura de suturas vasculares y
sangrado)
La cirugía de cadera es un procedimiento mayor que puede causar estrés en el cuerpo y
desencadenar respuestas fisiológicas, como el aumento de la presión arterial.
Existen varios factores que pueden contribuir a la hipertensión post quirúrgica de cadera,
como el dolor, el estrés emocional, la respuesta inflamatoria del cuerpo y el uso de
medicamentos analgésicos o anestésicos. Además, la inmovilidad después de la cirugía
puede aumentar el riesgo de desarrollar hipertensión.
Las personas con HTA crónica tienen, con más frecuencia, inestabilidad hemodinámica,
enfermedades coronarias, arritmias, insuficiencia renal y complicaciones neurológicas en el
periodo posterior a la cirugía
Con frecuencia, en estos pacientes, se encuentra hipertensión preoperatoria, por lo que hay
que valorar el mantenimiento o la suspensión de los medicamentos antihipertensivos pues
pueden provocar hipotensión perioperatoria.
Los cuidados de enfermería para pacientes con hipertensión después de una cirugía de
cadera pueden incluir lo siguiente:
● Monitoreo de la presión arterial: Es importante controlar regularmente la presión
arterial del paciente para detectar cualquier aumento o fluctuación.
● Administración de medicamentos antihipertensivos: Si el paciente ya estaba
tomando medicamentos para la hipertensión antes de la cirugía, es fundamental
asegurarse de que continúe tomando sus medicamentos según las indicaciones.
● Control del dolor: El manejo adecuado del dolor es esencial para evitar que el estrés
y la ansiedad asociados con el dolor aumenten la presión arterial.
● Control de la ingesta de líquidos y la dieta: En algunos casos, se puede recomendar
una restricción de la ingesta de líquidos y una dieta baja en sodio para controlar la
presión arterial.
● Educación al paciente: Es fundamental proporcionar educación al paciente sobre la
hipertensión, sus medicamentos y los signos y síntomas de complicaciones
relacionadas.
Transfusiones de sangre
Muchas personas con fractura de cadera reciben transfusiones de glóbulos rojos debido a
anemia o sangrado, ante la necesidad de realizar una cirugía. La anemia en estas personas
(que resulta en una deficiencia en los glóbulos rojos que transportan oxígeno) puede estar
presente antes de la fractura.
Las transfusiones de sangre después de una cirugía de cadera son un procedimiento
médico que se utiliza en ciertos casos para reemplazar la sangre perdida durante la
4. operación. La necesidad de una transfusión de sangre después de una cirugía de cadera
puede variar según diferentes factores, como la cantidad de sangre perdida durante la
operación, la condición médica del paciente y la capacidad del cuerpo para regenerar la
sangre perdida.
Es importante destacar que las transfusiones de sangre no están exentas de riesgos y
complicaciones. Algunas de las complicaciones potenciales asociadas con las transfusiones
de sangre incluyen reacciones alérgicas, incompatibilidad sanguínea, infecciones
transmitidas por la sangre y problemas de coagulación. Sin embargo, los médicos evalúan
cuidadosamente los riesgos y beneficios antes de decidir si una transfusión de sangre es
necesaria en cada caso individual.
Información y cuidado en la bolsa de sangre
Todas las unidades de sangre deben contener la siguiente información:
1.Nombre del producto y cualquier instrucción especial o modificación (si fue irradiado,
lavado, filtrado, etc.).
2.El método por el que se obtuvo el hemocomponente (por ejemplo: de sangre total o de
hemaféresis).
3. La temperatura de almacenamiento.
4.Las soluciones preservantes o de anticoagulantes empleadas o agregadas, cuando sea
conveniente indicarlo.
5. El volumen contenido.
6. El número de unidades en un pool de hemocomponentes y su número como pool.
7. Identificación de la unidad y del centro procesador de la sangre.
8.La fecha y hora del vencimiento. Si no se indica, toda unidad vence a la medianoche del
día en que se despacha al paciente.
9. El número de identificación de la unidad.
10. La clasificación del donante (voluntario, familiar, autóloga).
11. El grupo sanguíneo y factor Rho de la unidad.
12.Debe dejarse una constancia de que se comprobó la identidad del receptor, anotándolo
en el expediente.
13. El resultado de pruebas para sífilis, hepatitis B y C, VIH y otros que se hayan realizado.
Es bien sabido que la incidencia de anemia en la población general aumenta con la edad,
lo que a menudo refleja enfermedades concurrentes y comorbilidades. También puede
ocurrir anemia, como consecuencia de la pérdida de sangre en el momento de la fractura o
durante y después de la cirugía. Se reconoce que las personas con fractura de cadera
pueden tener una gran pérdida de sangre que se produce después de la fractura y antes de
la cirugía. La pérdida de sangre media se ha calculado en 1,5 unidades de glóbulos rojos en
fracturas intracapsulares y 2 unidades en fracturas extracapsulares.
La relación entre la anemia perioperatoria y complicaciones postoperatorias en la
artroplastia total de cadera, muestran mayores riesgos de infección, mayor estancia
hospitalaria, aumento de transfusión de sangre y mortalidad
5. La transfusión de sangre puede provocar anomalías en el estado de la coagulación y las
complicaciones relacionadas con la transfusión son causas de morbilidad y muerte.
También prolonga la estancia hospitalaria y aumenta el riesgo de infecciones hematógenas
La valoración frecuente ante una hemorragia depende de la cantidad y velocidad de sangre
perdida. Se observan inquietud y ansiedad en las primeras fases de la hemorragia. La
hemorragia franca aparecerá si la hemorragia es externa. El paciente tendrá síntomas
característicos del shock.El cuidado del paciente con hemorragia se centra en la detención
de la hemorragia y la reposición del volumen sanguíneo circulante.
Los cuidados de enfermería comprenden el cuidado del shock y uno o más de los
siguientes:
● Aplicar una o más gasas estériles y un vendaje cómodo a presión en la zona
● Aplicar presión con manos enguantadas (puede ser necesario para una hemorragia
externa intensa)
Preparar al paciente y a la familia para una intervención quirúrgica urgente (en situaciones
graves cuando la hemorragia no puede detenerse).
Cuidado y evaluación de nauseas y vómitos postoperatorios (NVPO)
Las NVPO representan un problema frecuente que genera estrés tanto para el paciente
como para el médico anestesiólogo. Se asocian a la administración de anestesia, sedación
y cirugía. Los síntomas son tan desagradables que se relacionan con alta insatisfacción del
enfermo.
Las NVPO pueden prolongar significativamente la estadía en la unidad de cuidados
postanestésicos, con retraso del alta (cada episodio de vómitos aumenta en 20 min la
estadía en una unidad de recuperación postanestésica y aumentar de forma relevante los
costos de la cirugía.
La naturaleza multifactorial de las náuseas y vómitos postoperatorios requiere de un
enfoque multimodal para su tratamiento, el cual debe ser profiláctico más que terapéutico,
con el objetivo de minimizar el riesgo. No es factible modificar sustancialmente las variables
dependientes del paciente y de la intervención quirúrgica, pero se puede influir directamente
sobre las anestésicas.
Las náuseas y vómitos postoperatorios constituyen un fenómeno frecuente en el
postoperatorio. Para su profilaxis es recomendable el uso de terapias combinadas
(antidopaminérgicos, antihistamínicos, anticolinérgicos, antagonistas de la serotonina,
esteroides y antagonistas de la neurokinina) dado su componente multifactorial. Esta forma
6. de afrontar dicho problema permite disminuir la frecuencia de estos síntomas, las
complicaciones postoperatorias y facilitar la recuperación más inmediata del paciente.
Hipotermia postoperatoria
La temperatura central interacciona con una serie de mecanismos autónomos y endocrinos
que equilibran de forma instantánea la producción y pérdida de calor, evitando así la
hipotensión
Se denomina hipotermia a la disminución de la temperatura corporal central por debajo de
35°C. La hipotermia altera la función inmunológica y la capacidad de cicatrización de los
tejidos, incrementando el riesgo de infección post operatoria. Reduce la actividad
plaquetaria, favoreciendo el sangrado y aumenta la morbilidad cardiovascular
La variación de la temperatura corporal, pequeña o grande, se asocia con un deficiente
funcionamiento de órganos y sistemas que pueden llevar incluso a la muerte.
El ambiente del quirófano debe estar climatizado y toda administración de fluidos y
medicamentos atemperados para no agravar la hipotermia producido por la afectación del
termorregulador central por la dosis y tipo de anestesia.
Dentro de la hipotermia muchas veces se puede prevenir eficazmente mediante el
calentamiento de la piel, usualmente mediante mantas con aire caliente, siempre que este
método sea asignado correctamente
Estado emocional postquirúrgico
Los cuidados emocionales después de una cirugía de cadera son importantes para ayudar a
una recuperación exitosa. Algunas recomendaciones para el cuidado emocional post-
quirúrgico de cadera:
● Apoyo emocional: Se debe recomendar buscar apoyo de seres queridos, amigos y
familiares. Compartir sentimientos y preocupaciones con ellos, y permitir que
brinden el apoyo que necesita el paciente durante tu proceso de recuperación.
● Mantener una actitud positiva: Es aconsejable intentar mantener una actitud positiva
y optimista. Reconocer que la cirugía es un paso hacia la recuperación y mejora de
calidad de vida. Se debe visualiza metas y mantener la esperanza en mente.
● Establecer metas realistas: Establecer metas realistas para la recuperación y
celebrar los logros a medida que se vayan alcanzando. Tener metas claras te dará
un sentido de propósito y motivación durante tu proceso de rehabilitación.
● Seguir las recomendaciones médicas: Cumplir con las instrucciones del equipo de
salud en cuanto a medicamentos, terapia física y actividades permitidas. Una
recuperación exitosa puede aumentar la confianza y el bienestar emocional.
● Mantener una alimentación saludable: Una buena nutrición es importante para el
bienestar general, incluyendo el estado emocional. Intentar comer alimentos
saludables y equilibrados, y mantenerse hidratado adecuadamente.
● No apresurarse: Permitirse un tiempo adecuado para descansar y recuperarse. No
apresurarse en retomar las actividades diarias normales. Se debe escuchar al
cuerpo y seguir las indicaciones del médico en cuanto al tiempo de recuperación.
7. Se debe recordar que cada persona es única, y las necesidades emocionales pueden ser
diferentes a las de otras personas. Si se experimenta una dificultad emocional significativa o
una sensación de malestar prolongado, no debe dudarse en buscar ayuda profesional. El
bienestar emocional es tan importante como tu recuperación física.
Cuidados y capacidad de movimientos
Después de una cirugía de cadera, la capacidad de movimiento de las extremidades puede
variar según varios factores, como la técnica quirúrgica utilizada, la gravedad de la lesión
preexistente, el tiempo transcurrido desde la cirugía y el proceso de rehabilitación seguido.
En general, se espera que la movilidad mejore gradualmente a medida que avanza la
recuperación.
Algunas de las recomendaciones son:
● Restricciones iniciales: Después de la cirugía de cadera, es común que se impongan
restricciones de movimiento para proteger la articulación y permitir que se cure
adecuadamente. Estas restricciones pueden incluir limitaciones en la flexión,
extensión, rotación y abducción de la cadera.
● Fisioterapia y rehabilitación: La fisioterapia desempeña un papel fundamental en la
recuperación después de una cirugía de cadera. Un fisioterapeuta especializado
puede guiar al paciente a través de ejercicios y técnicas de rehabilitación
● Ejercicios de movimiento pasivo: En las primeras etapas de la rehabilitación, pueden
ayudar a mantener la movilidad articular y prevenir la rigidez.
● Ejercicios de movimiento activo: A medida que la recuperación progresa y se
levantan las restricciones, se pueden incorporar ejercicios de movimiento activo,
estos ejercicios pueden incluir flexión y extensión de la cadera, rotaciones y
ejercicios de fortalecimiento muscular.
● Tiempo de recuperación: La recuperación completa después de una cirugía de
cadera puede llevar varias semanas o incluso meses. Es importante seguir las
pautas de rehabilitación recomendadas por el equipo médico
Es fundamental consultar con el médico y el fisioterapeuta para obtener una evaluación
adecuada de la capacidad de movimiento de las extremidades y recibir recomendaciones
específicas basadas en el caso individual. Cada paciente es único, y el tiempo y la
progresión de la recuperación pueden variar.
BIBLIOGRAFÍA
http://repositorio.undac.edu.pe/bitstream/undac/2165/4/TA026_04071185_S.pdf
https://repositorio.urp.edu.pe/bitstream/handle/20.500.14138/554/Matos_d.pdf?sequence=1
&isAllowed=y
https://classroom.google.com/c/NTUyNTM1ODQ5ODMy