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PALABRAS DE AGUR 2
Por: Jonathan Bravo
Cita Base: Proverbios 30:7-9
“Dos cosas te he demandado; No me las niegues antes que muera:
Vanidad y palabra mentirosa aparta de mí; No me des pobreza ni riquezas;
Mantenme del pan necesario; No sea que me sacie, y te niegue, y diga: ¿Quién es Jehová?
O que siendo pobre, hurte, Y blasfeme el nombre de mi Dios.”
¿Cuántos disfrutaron la primera parte de “Las palabras de Agur”? tengo que felicitarles
porque la mayor parte de ustedes ya están integrados a esos tres niveles de discipulado y ¡Va en
serio! También los servidores ya hemos iniciado esa “Escuela de Ministerios.” Es porque de
eso se trata, de estar perfectamente equipados, eso es lo que El Señor quiere, que le conozcamos
personalmente, en una experiencia profunda de vivir con Él, que conozcamos su voluntad a
través de su Palabra y que confiemos en El. Ahora en la segunda parte del tema, Agur ora y pues
ya miramos lo que pide. Pero eso que está en su corazón solo es la respuesta a lo que hay pero en
el corazón de Dios. Porque cuando uno conoce al Señor es imposible continuar siendo igual, No,
mis amados hermanos, Uno es sobrenaturalmente trasformado. Si usted no entiende de lo que
hablo, entréguele su vida a Jesucristo y cambiará su mente, El Espíritu Santo le dará un
entendimiento superior, cambiará sus emociones y su vocabulario, bueno, cambiará hasta su
rostro y su aspecto. De muchos de nosotros ya dicen ¡No puedo creerlo, si yo lo conocí! ¡Es un
Milagro! ¡Es otra persona! ¿Sabe por qué? Porque es Cristo viviendo en Mí y en Usted, es Su
Mente, es Su Voluntad y Sus Deseos. Miremos dónde es que empieza todo esto.
“Esto, pues, digo y requiero en el Señor: que ya no andéis como los otros gentiles, que
andan en la vanidad de su mente, teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida
de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón; los cuales, después
que perdieron toda sensibilidad, se entregaron a la lascivia para cometer con avidez toda clase
de impureza. Mas vosotros no habéis aprendido así a Cristo, si en verdad le habéis oído, y
habéis sido por él enseñados, conforme a la verdad que está en Jesús. En cuanto a la pasada
manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos
engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado
según Dios en la justicia y santidad de la verdad. Por lo cual, desechando la mentira, hablad
verdad cada uno con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros. Airaos, pero
no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, ni deis lugar al diablo. El que hurtaba, no
hurte más, sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno, para que tenga qué
compartir con el que padece necesidad. Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca,
sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes. Y no
contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención.

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Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia. Antes
sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también
os perdonó a vosotros en Cristo.” Efesios 4:17-32
Debemos darnos cuenta que no se trata de llenarnos la cabeza de información, o de andar
como un loro diciendo todo lo que sabe decir, sino de aplicar a nuestra vida el conocimiento de
Dios, su sabiduría, vivir la vida sobrenatural por El Espíritu, no por nuestras propias fuerzas; sino
entender Su Voluntad, obedecerle y ser dignos del Señor.
Lo que vamos a ver ahora es lo que sigue a eso, nuestra manera de pensar respecto a la
vida en este planeta, siendo ya ciudadanos del Reino del cielo. ¿Qué buscamos aquí? ¿A qué
estamos dedicando nuestra existencia? ¿Cuál es nuestra mentalidad comparada a la gente que
vive sin Dios? ¿O pensamos igual, creemos igual, buscamos lo mismo que todo el mundo? ¡No,
Cristianos! ¡Ya entendimos a Dios! ¡Por el nuevo nacimiento, milagrosamente tenemos La
Mente de Cristo! ¡Hemos decidido por La Puerta Estrecha y El Camino Angosto! ¡Ese lleva a La
Vida Eterna! Miremos a Agur haciendo una oración muy interesante. Pero vamos por partes:
“Dos cosas te he demandado; No me las niegues antes que muera:
Vanidad y palabra mentirosa aparta de mí”
Proverbios 30:7,8a
¿Se atreve usted a orar algo así? ¿Cuántos? ¿¡De veras!? Y ¿Espera respuesta a sus
oraciones? Escuche bien, Una persona que de verdad conoce al Señor, cuando de verdad ha
llegado a ser un hijo de Dios, lo que más anhela es ser trasformado, pero no en apariencia, sino
profundamente. Allí en el segundo curso usted va a encontrar que a diferencia de un religioso
santurrón, un cristiano entra a santificación. ¿Verdad que es diferente? ¿Qué es lo que pide el
hermano Agur antes de morir? “Vanidad y palabra mentirosa aparta de mí” El está muy intenso
con Dios, le está pidiendo: “¡No permitas que mi vida acabe sin tener la experiencia de vivir
como Tu quieres!” o también: “¡Que no me vaya a sorprender la muerte sin arreglar mi vida!”
Vamos a la realidad. ¿Quién es una persona Vanidosa? No levante la mano.
vanidoso, -sa adj./s. m. y f. Que se muestra excesivamente orgulloso por sus propios
actos y cualidades. Engreído, presuntuoso. adj.-s. Que tiene vanidad y la da a conocer.
(Sus palabras son de “Yo” y de cosas sin importancia.)
1 [persona] que muestra un excesivo orgullo propio y afán de ser admirada tiene la
cabeza llena de cosas superficiales. (Ej. Una muchacha vanidosa y frívola)
2 s m/f vanidoso, -sa persona que muestra un excesivo orgullo propio y afán de ser
admirada. (Ej. El vanidoso de mi hermano no para de mirarse al espejo.)
¡Cree que la cabeza solo la tiene para peinarse!
Las dos cosas que le pide a Dios son: “Aparta de mí vanidad y mentira” Para vivir con
rectitud, es necesario amar la verdad y la integridad, sin dejarse engañar por las vanidades de la
vida. Todavía hay algo más profundo. Continuemos:

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La palabra “Vanidad” expresa el intento por estar satisfecho de manera independiente a
Dios. Esta palabra es usada 37 veces en el Libro de Salomón llamado Eclesiastés; donde expresa
las muchas cosas difíciles de entender acerca de la vida “debajo del sol” o sea en este planeta.
Todas las metas y ambiciones terrenales, cuando son buscadas como fin en sí mismas,
únicamente producen vacio. “Vanidad de vanidades” “Todo es vanidad” Pablo posiblemente
estaba haciendo eco de Salomón cuando escribió “La creación fue sujeta a vanidad” (Romanos
8:19-21) Salomón observó todos los efectos de la maldición por la caída y esos efectos le
llevaron a ver la vida como “perseguir el viento” pero en realidad lo que hace es resaltar la gran
certeza de que la única vida de satisfacción es la que es vivida en el reconocimiento apropiado de
Dios, buscar “lo que está más allá del sol” cualquier otro tipo de vida es una tontería, frustrante
y sin sentido. Sin embargo, cuando percibimos el gozo de la salvación, cada día de nuestra
existencia, el trabajo, la provisión básica y todas las ocupaciones, como un regalo de Dios y lo
aceptamos, entonces vivimos La Vida Abundante. (Juan 10:10) Todos aquellos que se niegan a
tomar a Dios y Su Palabra seriamente están condenados a una vida de la vanidad más severa,
además de la condenación eterna. ¡Qué tristeza, ¿verdad?!
La otra cosa que Agur dice Apártala de Mi es la palabra mentirosa y con eso no se
refiere a dejar de decir mentiras. La mentira no es solo un problema ético, es algo totalmente
opuesto al carácter de Dios. La palabra griega Alethinos es la que traducimos “Verdad” pero
significa La Realidad contrastada con la apariencia. Todos sabemos que las apariencias muchas
veces son impresionantes pero la decepción es muy grande cuando resultan ser fraude. Lo
engañoso y falso o La Verdad son algo más que cuestión moral. Tienen que ver con esas cosas
que sostienen tu vida y con lo que finalmente aparecerá cuando encaremos el final del camino.
Jesús dice “Yo soy La Verdad… Nadie viene al Padre sino por Mi” (Juan 14:6) Y en
contraste, aquel ser maligno lleno de astucia se las ha arreglado para hacer pasar “su propia
versión de las cosas” como lo real. Llegamos a un punto muy importante, más importante que
cualquier cosa en la vida. ¿Tiene Dios razón? ¿Lo que está en La Biblia y seguimos con tanto
entusiasmo es cierto o es solo un cuento bonito? ¿La Fe que sostiene a los cristianos es una
ilusión o la vida del mundo sin Dios es la apariencia? ¿Ser Salvo y perseverar en ese Camino,
Cristo, es lo más grandioso o es la peor tontería? Es importantísimo que como cristianos no nos
vayamos con las apariencias, sino tener la certeza y convicción de lo que vivimos y somos. Si no,
¡pobrecitos de nosotros!
Por lo regular las personas religiosas y las incrédulas (Y no sé quiénes son peores) gustan
de ridiculizar a los cristianos porque amamos al Señor y le estamos siguiendo fielmente como lo
que somos, sus hijos, sus discípulos y su pueblo. Pero la gente no entiende eso o no quiere
aceptarlo porque se le complicaría su vida con tantos vicios y pecados. Entonces entran en
razonamientos muy pobres, hacen una religión a su medida y conveniencia y si se acomodan,
pues mejor ni religión, ni nada. Entonces nos etiquetan de “Locos.” ¿De veras estamos en
Alethinos o somos los más miserables? Allí voy, aguántenme…

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Se define como “loco” o “loca” a una persona que mentalmente está fuera de lo que se
considera socialmente “normal.” Hagamos un análisis entre “lo normal” y “lo anormal” en la
manera como lo califica la religión y el mundo. A aquello que consideran anormal le llamaremos
“Locura.” No se enoje, Reflexione …y ¡Bienvenido al Manicomio!
Los Cristianos estamos locos porque hemos renunciado al pecado para seguir a Jesús. “Las
personas normales” solamente siguen las pasiones carnales y mundanas; aunque muchas veces
reconocen que el pecado es una carga muy pesada y dolorosa.
Los Cristianos estamos locos porque leemos La Biblia, la estudiamos y la ponemos en práctica.
“Las personas normales” leen los horóscopos, las revistas del mundo farandulero, las crónicas
sociales y otras cosas que no edifican y por supuesto las ponen en práctica.
Los Cristianos estamos locos porque no contaminamos nuestros cuerpos con drogas, alcohol y
tatuajes, porque estamos llenos de La Presencia de Cristo y con eso nos basta. “Las personas
normales” gastan mucho dinero en vicios para intentar llenar el vacío espiritual, emocional y
físico, aunque a veces quedan atrapados y hasta pierden sus vidas bajo los efectos.
Los Cristianos estamos locos porque somos fieles a nuestro cónyuge y así construimos un hogar
estable y evitamos las enfermedades de trasmisión sexual. “Las personas normales” sufren
desenfreno y todo tipo de perversión sexual. Por supuesto viven “un infierno” y por cualquier
situación siempre tienen la alternativa del divorcio.
Los Cristianos estamos locos porque no adoramos imágenes muertas ni seguimos filosofías ni
doctrinas de hombres. “Las personas normales” veneran estatuas, imágenes y demonios,
también siguen las enseñanzas de la imaginación de hombres aunque le cambien a La Biblia.
Los Cristianos estamos locos porque damos dinero a la causa de Cristo, asistimos a la
congregación con gozo y compartimos las buenas noticias con todos. “Las personas normales”
viven para creer que el dinero es de ellos, van a su iglesia cuando les da la gana, se acuerdan de
Dios cuando tienen problemas y no le dan una bendición a nadie.
Los Cristianos estamos locos porque cuando oramos lo que hacemos es hablar con Dios cantando
bien fuerte, solos y en grupo y hasta llorando y con gemidos. “Las personas normales” no hacen
el ridículo o se imaginan que Dios padece de los nervios; no oran ni por equivocación, rezan
vanas repeticiones como tradicionalmente les han enseñando, además ni creen que serán
escuchados. Viven en angustia. miedo, amargura, tristeza y prefieren quitarse la vida.
Los Cristianos estamos locos porque para nosotros el vivir es Cristo y el morir es ganancia; no
queremos irnos de este planeta que es hermoso, pero para eso es que aceptamos al Señor, para
ser hijos de Dios y un día irnos al hogar. “Las personas normales” le tienen pánico a la muerte
porque no saben si irán al cielo o al infierno. Aunque muchos se esfuerzan por negarlo.

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Los Cristianos estamos locos porque bendecimos a nuestros enemigos, los amamos y oramos por
ellos; no tenemos envidia ni hacemos daño a nadie. “Las personas normales” no perdonan, están
llenas de rencores, envidias, chismes, pleitos y homicidios.
Los Cristianos estamos locos porque pensamos primero en agradar a Dios. “Las personas
normales” viven para agradarse a sí mismos, no piensan ni en las personas que de veras debieran
ser importantes, por causa de su egoísmo. Muchas veces acortan su vida y otras lamentan
cuando ya es demasiado tarde.
Los Cristianos estamos locos porque entregamos nuestra vida completa en las manos de
Jesucristo. “Las personas normales” o son incrédulas y viven en sus propios trastornamientos o
creen que La Vida Eterna se gana con ritos, limosnas y buenas obras.
Los Cristianos estamos locos y esa locura se aumentará a medida que entramos a la Santificación
por la Gracia y el Poder del Espíritu Santo, pues buscamos la Gloria, la incorrupción y la
inmortalidad. “Las personas normales” no creen nada de esto, ellas creen que se vive una sola
vez y prefieren con sus propias fuerzas ser santurrones o sea gente de apariencia buena, mientras
creen que disfrutan de la vida.
Dígame: ¿Dónde están la vanidad y la palabra de mentira? ¿Dónde está la realidad y
dónde las apariencias?
“Porque La Palabra de la cruz es locura a los que se pierden;
pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios.”
1 Corintios 1:18
Pero no se vaya con la finta, no se apantalle. Mientras los cristianos estemos en este
mundo de mentiras estamos expuestos y somos susceptibles al engaño. Es muy peligroso para
nosotros ser auto confiados. Satanás sabe que si no puede introducir sus mentiras directas, lo
intentará de una manera muy sutil. El es un genio en producir hipócritas y fariseos. ¿Verdad que
debemos andar con mucho cuidado? Lo que debemos hacer es poner toda nuestra atención en
nuestro andar diario con El Señor, no perder por nada el gozo, la alabanza, la oración, La Palabra
y llenar nuestro corazón con algunas cosas que le mantengan en La Verdad. Mire:
“Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo
puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de
alabanza, en esto pensad.”
Filipenses 4:8
“Porque nada podemos contra la verdad, sino por la verdad.”
2 Corintios 13:8
“La ley de Jehová es perfecta, que convierte el alma; El testimonio de Jehová es fiel, que hace
sabio al sencillo. Los mandamientos de Jehová son rectos, que alegran el corazón;

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El precepto de Jehová es puro, que alumbra los ojos. El temor de Jehová es limpio, que
permanece para siempre; Los juicios de Jehová son verdad, todos justos.
Deseables son más que el oro, y más que mucho oro afinado; Y dulces más que miel, y que la
que destila del panal. Tu siervo es además amonestado con ellos;
En guardarlos hay grande galardón. ¿Quién podrá entender sus propios errores?
Líbrame de los que me son ocultos. Preserva también a tu siervo de las soberbias;
Que no se enseñoreen de mí; Entonces seré íntegro, y estaré limpio de gran rebelión. Sean
gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón delante de ti,
Oh Jehová, roca mía, y redentor mío.”
Salmo 19:7-14
Pero Agur Continúa orando, y ¿recuerda el contenido de su oración? Pues, El a estas
alturas es capaz de identificar plenamente las cosas vanas y mentirosas. Está consciente de algo
que es muy engañoso y entonces ora así:
“No me des pobreza ni riquezas; Mantenme del pan necesario;
No sea que me sacie, y te niegue, y diga: ¿Quién es Jehová?
O que siendo pobre, hurte, Y blasfeme el nombre de mi Dios.”
La mayoría de personas de hoy quieren evadir la pobreza, aunque no por las razones de
Agur, pero, ¿quién en nuestro día materialista oraría por evitar la riqueza? Agur sabía algo que la
gente de hoy se ha perdido por completo. La codicia de las riquezas tiene el potencial de ser una
trampa o fuente de ruina. Debido a que tenía sus ojos fijos en las cosas celestiales, podía estar
contento con lo que sea de cosas terrenales que Dios le daba.
“Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento;
porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar.
Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto. Porque los que quieren
enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a
los hombres en destrucción y perdición; porque raíz de todos los males es el amor al dinero,
el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores.”
1 Timoteo 6:6-10
La próxima vez que usted pierda su contentamiento material, recuerde Quién es el dueño
de todo y cómo ha prometido proveerle. El contentamiento es un excelente indicador de lo que
pensamos en cuanto a Dios y su voluntad. A nadie le gusta ser pobre, la miseria es una
maldición. Sin embargo, El famoso “evangelio de la prosperidad” o “evangelio de la avaricia”
ha extraviado la atención del Verdadero Evangelio, enfocándose sólo en ideas y cosas
espiritualmente muy baratas que tienen que ver con alardear de cantidades y apariencias.
La verdad es que Dios cumple sus propósitos a través de quienes El quiere hacer ricos o
pobres, El sabe cómo es que podemos servirle mejor. Aunque la realidad que TODOS SUS

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HIJOS somos ricos en El. Wayne Myers dice que no es pecado vivir rico, que el pecado es morir
rico y que además nunca se ha mirado que a una carroza fúnebre la siga un camión blindado de
seguridad de valores. Miremos cómo lo dice El Señor.
“No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen
y donde ladrones minan y hurtan, sino haceos tesoros en el cielo,
donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan.
Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.
Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro,
o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a Mammón 1
”
Mateo 6: 19- 24
¿Quién estará equivocado? ¿El Señor? Miren hermanos, pongamos las cosas en la
perspectiva correcta. No es La Biblia la que dice “Poderoso caballero es don dinero” ¡Eso no
está en La Biblia! La Biblia dice que el dinero es un siervo, que Dios es el Amo y usted y yo los
administradores. La diferencia con la gente de Dios es que la fortuna, comodidades, el renombre,
la buena reputación, los placeres y todo lo que puede proporcionar el mundo, lo tuvieron por
estiércol y basura, mientras buscaban la verdad y fue, que cuando la encontraron. Fue allí donde
encontraron la verdad que salva al alma, que satisface el corazón, que responde a los
interrogantes de la vida, que trae comunión con Dios y que proporciona gozo indescriptible y
perfecta paz. Pero así como se requiere esfuerzos para encontrar la verdad, es necesario velar
para conservarla. “Las riquezas tienen alas” (Proverbios 23:5), y entre mas se les cuida, huyen.
Si usted es rico o va para millonario, ha de ser porque El Señor tiene grandes propósitos
para esa riqueza que le ha confiado en sus manos. ¡No se lo coma solo! Póngala al servicio del
Reino de Dios. Mire lo que Dios me manda predicarle:
“ A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza
en las riquezas, las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo,
que nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos. Que hagan bien, que sean
ricos en buenas obras, dadivosos, generosos; atesorando para sí buen fundamento para
lo por venir, que echen mano de la vida eterna.”
1 Timoteo 6:17-19
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*Mammon dios fenicio del dinero y las riquezas, es hijo de Lucifer y embajador del infierno en la tierra. Mammon es una palabra de origen
arameo, significa "riqueza" y "confiar" la palabra hebrea "matmon", significado "tesoro". También se utiliza en hebreo como palabra para simbolizar
"dinero" (‫.).ממון‬ La palabra griega para Mammon, es μαμωνας (mamonas), y puede verse en el Sermón de la montaña (durante el discurso sobre la
ostentación) y en la parábola del administrador injusto (Lucas 16:9-16). Otros eruditos derivan Mammon del fenicio mommon "beneficio." Durante la
edad media, Mammón fue personificado comúnmente como el demonio de la avaricia, de la riqueza y de la injusticia.

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¡No se deje engañar! ¡Que nadie le quite la bendición que Dios le ha dado! No espere a
tener cientos, miles o millones para empezar a disfrutar y ser bendición para otros. ¡Gracias a
Dios por los que han creído y comprendido esto! Durante la semana yo me he regocijado cuando
me he enterado que alguien ayudó al hermano, que bendijeron a una familia en necesidad, que
visitaron a alguien enfermo y le llevaron algo, que alguien sintió en su corazón regalarle hasta
unos zapatos o tenis a una niña. Que un hermano compra una caja de Biblias para enviar para
México. Usted no sabe cómo es que me entero, y si yo me entero, ¿El Señor lo verá? ¿Lo tomará
en cuenta? Proverbios 13:7 “Hay quienes pretenden ser ricos, y no tienen nada;
Y hay quienes pretenden ser pobres, y tienen muchas riquezas.”
“Esta que llaman por allí Fortuna es una mujer borracha y antojadiza, y sobre todo, ciega, y
así no ve lo que hace, ni sabe a quién derriba.” Cervantes en El Quijote de La Mancha.
Le recomiendo el bosquejo “El Cristiano y sus Finanzas” está en el segundo curso. Para
repasarlo y aplicarlo.
¿Quiere orar? ¿Sabe que decirle a su Dios? ¿Se identifica con Agur en lo que pide antes
de que le llegue la hora? “ No me des pobreza ni riquezas; concédeme mi diaria ración de pan.
“El Pan nuestro de cada día” No sea que me sacie y te niegue, es decir, me olvide de que
dependo de ti en todo. La prosperidad descontrolada da paso al orgullo y al olvido de Dios,
como si ya no se necesitase de él. O que siendo pobre, hurte. La pobreza extrema tienta a la
deshonestidad, a perder la dignidad y a profanar El Nombre de Dios, ya sea mintiendo o
quejándome de la providencia de Dios.
Hebreos 13:5,6
“Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora;
porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré;
de manera que podemos decir confiadamente: El Señor es mi ayudador;
no temeré lo que me pueda hacer el hombre.”
Salmo 37:25
“Joven fui, y he envejecido, Y no he visto justo desamparado,
Ni su descendencia que mendigue pan.”
Proverbios 10:22
“La bendición de Jehová es la que enriquece, Y no añade tristeza con ella.”
Se suplica la Reproducción