1. ZONES RAtcES DE L^ TnADIclóN
OMNES - Abril 2022
IÉhlstoriadobmmL[nidadcristianadoRo-
maensustresprimeraEsslglo6e§uiiaapar
slonantecrónlcadohe`mngeBzacióndolas
ciiftuia§ydelseTviciode1®caridad.Aesta
ópocadelcristianismoromanodedicamos
la entreg® de los Santos Padres este mes.
:rEx[o A"onto d£ Ui Ttme
Nuestro recorrido mensual por los Padres
del lglesia nos ha ido llevando por un via,je
de oriente a oocidente. La brillante tradición
del cristianismo asiático, en el mediterráneo
oriental, se fiie extendiendo poco a poco por
eloccidentedellmperioRomano,comoveía-
mos con san lreneo, obispo en Lyon, hasta
llegar a florecer en la misma capital del lm-
perio. Allí destacará san Hipólito, uno de los
últimos grandes exponentes de la tradición
teológica del cnstianismo de Asia, y a él de-
dicaremoslaentregadelpróximomes.Pero
antes, conviene que miremos con deteni-
miento el origen y el desa.iTollo del cristia-
nismo en Roma, ciuda.d elcgida por la Pro-
videncia para convertirse progresivamente
en el centro de la nueva religión.
Losorígenee
La presencia de cristianos en Roma viene
atestiguada desde los primeros años de la
evangelización. En el año 49, según el histo-
riadorromanoSuetonio,elemperadorClau-
diotuvoqueexpulsardelaurb€a.losjudíos,
debido a los violentos altercados que prota-
gonizaban en sus insti!ae. El motivo, un tal
Cresto, según nós cuenta Suetonio. Es muy
posible que detrás de esta reseña histórica
estuvieraunserioepisodiodeenffentamien-
toentrejudíosycristianos,similaralosque
pocosañosde§puésibaasufiirelmismosan
PabloenlassinagogasdeAsiayMacedonia.
El mismo Apóstol, por cierto, escribe en el
año 57 a los cri§tianos de Roma, muestra de
que había ya una importante comunidad,
originada muchos años antes.
El primer siglo de esa comunidad romana
estaríamarcadoporlapresenciayelmartirio
delosdosgrandesApóstoles,sanpedroysan
Pablo.quienesderramansusangrepor/esu-
cristo el año 64, en la per§ecución desatada
por Nerón, la primera sufiida por los cris-
tianos en Roma. Este martirio, atestiguado a
finales del siglo 1 por san Clemente, a quien
vimoshaceuno§meses,seconmemorabaen
2. Cristianos en Roma
En el corazón del lmperio
loslugaressantosquecustodiabanlosrestos
de los Apóstoles: san Pedro en el Vaticano y
san Pablo en la via ostiense, el mismo lugar
en donde hoy se elevan ]as veneradas basí-
licas de san Pedro del Vaticano y san Pablo
Extramuos.
Desde el siglo ], el recuerdo de estas dos
columnas de la lglesia romana y de la lgle-
siauniversalhamarcadoprofundamentela
identidad de esta comunidad cristianaL Ya a
finalesdelsiglo11elpresbíteroromanoGayo
habla del mausoleo de san Pedro en el Vatica-
no,hal)landodeélentérmin®squecoinciden
con el mausoleo del §iglo 11 descubierto por
lo§ arqueólogos en los scatn. situados deba-
jodelacriptadelaactualBasflicavaticana.
b diversidad en ®1 §iglo 11
El desaiTollo del cristianismo en Roma fue
imparabledesdecomienzosdelsiglo11,yfue
además una interesante muestra de cómo la
nuevareligióndeCristoseadaptabaadmira.
blemente a todas las culturas que se daban
enlaextensageografiadellmperio.EnRoma
se reunía, como en Pentecostés, una enor-
me diwrsidad de comuridades y colonias,
procedentes desde Hispania hasta Mesopo-
tamia, de§de Britania hasta Cirenaica. Así,
no es de extrañar que se fomaian en Roma
comunidades cristianas diversas, cada una
consucultura:enelcasodeloscristianosque
verian de Asia, i)or ejemplo, se comprueba
cómo conservaban en la Urbe los rituales y
tiadicionesteolóacaspropiosdelaflorecien-
te cultura. asiática. De hecho, celebrabaii la
Pascua en la fecha asiática del 14 de Nisán
(noeneldomingomáspróximoaella,como
eramayoritarioenRoma).yunteólogocomo
san justino estableció en Roma una escuela
dondeseenseñabalafesegúnlastradiciones
culturalesyteolóacasdeAsia,
Pero a] contrario de lo afimado por a|gu-
nos historiadores, esta diversidad tan inte-
resantequeseob§ervaenlaRomacristiana
delstglo[1nosignificabaunaffagmentación
delalaesiaendiversascomunidade§.Desde
el comienzo, se mantiene viva la conciencla
de la uridad de la comunidad cristiana, sig-
nificadaenelobispodeRoma,sucesordesan
Pedro.Asíloatestiguabasanmeneodeljyon,
quien ofrece la lista completa de la sucesión
episcopal en Roma desde san Pedro hasta
su tiempo: Pedro, Lino. Anacleto, Clemente,
Evaristo, Alejandro, Sixto, Telesforo, Higinio,
Pl'o,Aniceto,SoteroyEleuterio.Piiecisamen-
te, con este último san lreneo tmtó de con-
seguir un permiso para que la comunidad
asiática mantuviera su fecha tradicional de
celebra.ción de la Pascua. Con el episcopado
romano de Víctor, el primer Papa afficano.
se afianza la conciencia de la unidad de la
ldesiadeRomaentomoalsucesoi.depedro.
Más tarde, en el pontificado de Esteban, el
primadoromanotomariayaunafomamuy
parecida a la que tenemos hoy.
La oxpans[Ón de la ceridad ®n el s¡9lo 111
La diversidad cultural de los cristianos de
Roma tuvo como contrapartida la prolife-
ración de sectas heréticas: monarquianos,
judaizantes, modalistas. montanistas, mar-
cionita§, gnósticos o encratita§. entre otras.
Unas procedían del Ponto, otras de Frigia,
otras de Judea, otras de Asia y otras de la
mismaRoma;comoenunanti-Pentecostés,
sembraron una prolija confiisión doctrinal
enlacomunidadcristianas.Hablaremosmás
en detalle de este ambiente al tratar a san Hi-
pólito,quientuvoqueenfl.entarseamuchas
de ellas como el teólogo más importante de
Roma a comienzos del siglo 111.
Como contrapartida, La vida de la caridad
en la lglesia de Roma se desaTrolló con una
intensa vocación de servicio a la unidad de
lalglesiayasusmiembrosmásnecesitados.
Lospapasvíctorycalixtoestablecieronuna
fuertecentralizaciónyunaeficienteorgani-
zaciónenlaasistenciadelospobres,algoin-
éditoenunaciudadquenosecaracterizaba
niporsumisericordianiporsuatenciónalos
másdébiles.Loscristianosdelsiglo111dieron
un histórico testimorio de la caridad, incluso
enlaspersecucio'nesquetuvieronquesopor-
tar,yquepusieronenpeligrolasubsistencia
ylaunidaddelaldesia.laprimeradeellasla
impulsadaporDecio.
En la segunda, promovida por el empera-
dorvderianoydiriridaalo§cristianosmás
representativos, con objeto de decapitar la
estructuradelaldesiayconfiscarsusbienes
para las arcas imperiales, brilló la figura de
san Lorenzo. Este diácono, el santo rornano
más conocido de los primeros siglos (aun-
queprocedl'adeOsca,enHispania),sufiióel
martirioentiemposdelPapaSixto[1porque
era la cabeza de la organización caritativa
de la lglesia romana. Según las actas marti-
rialesdelsantodiácono,cuandoleexigieron
la entrega de los ricos tesoros de la ldesia
cristianadeRoma.lepresentóalaautoridad
romanalamultituddepobresatendidospor
ella. Una imagen representativa de cómo la.
Iglesia romana de ]a época de los primeros
Santos Padres. másrque al desarrollo de una
teología y una cultura propia (como hacían
lascomunidadesasiáticas)pusosuacentoen
la expan§ión de la caridad, en una urbe que
eralacapitaldelapúipuradelprincipadoy,
alavez,lacapitaldelamiseriayladeprava-
ción en el mundo antiguo.
Dentrodelacuidadaorganizacióndiseña-
da por los obispos de Roma, había también
espaciopamunaobrademisericordiacomo
es enterrar a los muertos (las grandes cata-
cumbas romanas, que no eran lugar de cul-
to clandestino sino de sepultuia). También
para la liturgia, estat)leciendo numerosas
domLÚe«lesiaeenlasquesecelebrabanlos
misterios cristianos. Una organización que,
a finales del siglo 111 y comienzos del IV re-
cibiríaunainesperadaexpansión,cuandoel
lmperiopasódeperseguidorasercristiano.
EltránsitodelapersecucióndeDiocleciano
a la conversión de Constantino mai.ca el co-
mienzo de una. nueva época en la lglesia de
Roma, que veremos dentro de unas cuantas
entregas. Miramos en e§ta tan sólo al extraor-
dinarioejemplodefe,caridad.misiónyvida
ecle§ia]quedurantelostresprimerossiglos
nosdejaestacomunidadcristiana,asentada
sobre las columnas de lo§ santos ai)Óstoles
PedroyPablo..
Elpiimer§iglodelcn.stiani§moroma"}e-
tL[`ro marcado por la presencfa y el mar-
tirio de [os dos grandes Apóstoles, sah
Pedro y san Pablo, quiene§ dorraman su
sangne por Jesucristo el año 64,
La d.iversidad do la Roma cristlana del si-
glo11nosignificaunafragmentaclóndola
lglesiaendiversascomunidades.Desdeel
comienzoi se mantiene viw la conciencia
de la unidad do la comunidad cristiena,
§ignfficada en el obispo de Roma.
Los cristianos d®l siglo 111 dieron un his-
tórioo testimonio de la caridad, inclus®
en l®s peTsecuciones que tuvieron que
SOportar.
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