El documento describe la evolución histórica de la evaluación desde su inicio como medición de resultados hasta convertirse en un proceso constructivo. Explica cuatro generaciones de evaluación y modelos como la pseudoevaluación y cuasievaluación. Finalmente, argumenta que la evaluación debe ser coherente con el currículo, responder al contexto actual, y usarse para mejorar al individuo de manera dinámica.
1. LA EVALUACIÓN HOY
CLAUDIA MARIA CASTAÑEDA SERNA
Ensayo presentado en el área de Evaluación del Aprendizaje al Doctor en
Ciencias Pedagógicas MIGUEL CELIN VARGAS
UNIVERSIDAD AUTONOMA DEL CARIBE
PROGRAMA DE POSGRADOS
MAESTRIA EN EDUCACIÓN
BARRANQUILLA –COLOMBIA
2012
2. LA EVALUACION HOY
Definir la evaluación implica emitir un concepto muy personal desde la práctica de
cada individuo, determinada por el por qué y para que de su acción evaluativa y
reflejada a través de su experiencia pedagógica.
Bajo estos parámetros se define la evaluación como un proceso sistemático
mediante el cual se miden los resultados de un proceso; se caracteriza por ser
organizada, planeada, veraz, concisa, precisa, factible, adecuada y útil. Todo esto
con el fin de ir alcanzando niveles de calidad preestablecidos, teniendo claro la
importancia y la influencia de la parte humana durante el proceso.
Se puede establecer el por qué y el para qué de la evaluación cuando se define
su intencionalidad y su finalidad, de la mano de todo lo que implica un proceso
evaluativo como parte de un todo como es el currículo (misión, visión, modelo
pedagógico, planes de área, criterios de evaluación etc.)
Cuando se piensa en el por qué y para que de la evaluación , retomamos su
historia para poder entender el sentido y la función desde su surgimiento hasta
nuestros días, de esta manera recordamos que esta nace como respuesta a una
necesidad del sector industrial para medir los resultados; posteriormente es
adoptada por el sector educativo con los mismos fines.
El concepto como tal y la practica evaluativa siguen evolucionando de acuerdo con
las diferentes épocas, el auge del momento y de acuerdo con las reformas
educativas que se fueron dando; Según los autores Cuba y Lincoln (1989) se
distinguen varios periodos históricos ubicados en cuatro generaciones así:
3. La primera generación llamada de medición es la que abarca el periodo pre-
tyleriano que se da a finales del siglo pasado en los Estados Unidos donde
aparecen por primera vez los test estandarizados cuya finalidad era medir el
rendimiento académico del estudiante.
La generación descriptiva que incluye el periodo tyleriano comprendido entre los
primeros años de la década de los 30; donde el señor Ralph Tyler presenta
renovaciones al currículo y la evaluación, en el cual se hace énfasis en la
selección y organización del contenido, así como en las estrategias para trasmitir
la información y la evaluación sobre los objetivos alcanzados y las deficiencias;
para ello sugiere una comparación entre los resultados y los objetivos propuestos.
La generación del juicio que contempla los periodos de la inocencia y el periodo
del realismo, el primero se da a finales de la década de los cuarenta y durante los
primeros años de la década de los cincuenta, en los Estados Unidos donde se
hace evidente una expansión de las ofertas educacionales, y esto hace que se
incremente la practica evaluativa en el personal docente, donde se mantiene
vigentes los principios de Tyler.
El periodo del realismo comprende los años sesenta, es en este periodo donde la
educación se comienza a profesionalizar y es a raíz de esto que se plantea la
necesidad de elaborar nuevos proyectos para desarrollar el currículo, en este
periodo se realizan cambios al evaluar consistentes en recoger y formalizar la
información para ayudar a quienes elaboran los currículos.
La cuarta generación, la constructivista comprende los periodos del
profesionalismo y el periodo de la autoevaluación.
4. Abarcando el primero la década de los setenta, donde se empieza a ver la
evaluación de una forma profesional, al ralacionarla con la investigación y el
control ( Rama, 1989, González y Ayarza, 1997).
Durante el periodo de autoevaluación se da la evaluación por competencias que
abarca las últimas décadas y se da por la proliferación de instituciones educativas
de educación superior en Latinoamérica de esta manera se ha visto la necesidad
de competir por calidad académica buscando el crecimiento cognitivo y el
desarrollo personal de todos los participantes del proceso de enseñanza
aprendizaje.(Hernández 1998)
Esto conlleva procesos de autoevaluación con miras a la acreditación de carreras
profesionales.
De esta manera, los modelos de evaluación se definieron así:
La pseudoevaluacion; donde se miden los resultados a través de un instrumento
que ha permanecido a través del tiempo el test.
La cuasievaluacion; modelo que busca responder a ciertas necesidades de interés
general en lugar de determinar el valor de lo evaluado.
El método holístico de la evaluación donde se plantea la evaluación como un
proceso de valoración que se fija en el estado total del objeto de estudio; dando
origen a diferentes tipos de evaluación como. La orientada al perfeccionamiento
del contexto, la evaluación de entrada, evaluación del proceso del producto,
iluminativa constructivista y la fundamentada en competencias.
A lo largo de la historia se establecieron dos paradigmas; el cualitativo y el
cuantitativo, donde el cualitativo pertenece a la escuela tradicionalista y es el que
ha permanecido a través del tiempo, privilegiando este el valor de los resultados;
en cuanto al paradigma cualitativo se pude establecer que se fija en las cualidades
5. y defectos del proceso formativo poniendo su interés en el hombre como el centro
de este proceso.
Debido a las necesidades de nuestro siglo se requiere un cambio significativo en
el proceso evaluativo; este debe ser una práctica que responda a las necesidades
del educando, al contexto y de nuestra época, no es posible seguir evaluando de
la misma manera como se evaluaba a principios de siglo, conscientes de que
estamos en constante cambio en todos los aspectos y nosotros debemos
responder a esta realidad.
En la actualidad se puede hablar de la evaluación como parte del Proyecto
Educativo Institucional (PEI), de este engranaje que en la mayoría de las escuelas
presenta muchas inconsistencias y deficiencias en la puesta en práctica, al no
existir coherencia entre lo que está escrito y la acción; de esta manera se
identifican los siguientes aspectos por mejorar:
La coherencia que debería existir entre todos los elementos del PEI.
La selección de un modelo pedagógico acorde a la realidad institucional.
Debe existir más orden y orientación al momento de evaluar.
Coherencia entre lo escrito en el papel y la práctica.
Unificación de criterios entre los participantes del proceso.
Más claridad con los objetivos y las metas.
Asignarle a la evaluación la importancia que tiene como proceso que
contribuye a formar y orientar seres humanos a través de la transformación.
Reconocer en este proceso una oportunidad para mejorar.
Se puede concluir que al momento de evaluar debe existir coherencia en lo que
está escrito y la práctica, estas deben ir tomadas de la mano para que se puedan
dar los resultados esperados, teniendo en cuenta aspectos como:
6. El concepto y su verdadera función.
La importancia en el cambio de mentalidad de quienes la aplican para
convertirla en una oportunidad de cambio.
La superación de prácticas tradicionales.
Responder a las necesidades del contexto.
Coherencia entre el concepto, las ideas y la práctica con el currículo.
La importancia de su carácter dinámico y renovador.
Debe responder a los nuevos retos de su época.
De esta manera como concepto final podemos definir la evaluación en la
actualidad como un conjunto de estrategias Pedagógicas, didácticas, que se
emplean de manera coherente con el contexto y se realizan de forma gradual,
procesual, consciente y dinámica que se retroalimente constantemente con el fin
único de mejorar y transformar no solo la educación, el aprendizaje y el proceso
sino directamente al individuo.
CLAUDIA CASTAÑEDA SERNA