2. 1- Introducción
Trayectoria personal:
“Un buscador es alguien que busca; ni necesariamente alguien que encuentra.
Tampoco alguien que, necesariamente, sabe qué es lo que está buscando. Es
simplemente alguien a quien su vida es una búsqueda”. Con esta frase de Jorge
Bucay nos hacen una introducción las autoras del libro. Nos hablan de su
experiencia como “buscadoras” o educadoras, de la felicidad y los momentos de
lucha y esfuerzo, que son aquellos que nos hacen aprender, y lo más importante
establecer la comunicación corporal con los niños, instrumento que ayuda para
comprender las emociones del os niños. En resumen la búsqueda de la felicidad en
los niños de la escuela.
Nuestra manera de entender la psicomotricidad…:
Hablan de que las habilidades corporales están muy relacionadas con la mente y el
control emocional. Se apoyan en diferentes teorías para explicarlo. La que más se
ajustaba a su visión de la escuela era la teoría de Aucouturier y Lapierre: por
medio de la psicomotricidad se puede entender al niño en su globalidad, a través de
sus manifestaciones con el mundo que le rodea, en relación consigo mismo, con las
personas de su entorno y con los objetos. En definitiva utilizan la práctica
psicomotriz como medio para entender y de comunicarse con los niños, y así poder
dar respuestas acertadas, podríamos hablar de sensibilidad corporal.
El placer de comunicarse:
En este apartado nos habla de la importancia del lenguaje no verbal en los
primeros años de vida de los niños; es decir, la comunicación corporal y gestual
provenientes de las emociones, por lo tanto espontáneas y sinceras. Esto nos
ayudará a saber como el niño se relaciona con el entorno (personas y objetos).
Debemos tener en cuenta estas manifestaciones, nos ayudará a comprender al niño.
Las expresiones no verbales nos pueden llegar a aportar mucha información sobre
los más pequeños, y la relación con el adulto es indispensable en esta etapa.
El placer de actuar:
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3. Según Lapierre y Aucoutuier es la manera de pensar del bebé. Mediante la acción,
las criaturas son activas en su propio desarrollo; es decir, por medio de las
acciones los niños actúan, aciertan y se equivocan, el error forma parte de su
aprendizaje. No solo se refieren al error físico, sino al emocional.
El placer de poder identificarse:
Aquí nos hablan de la interacción de los más pequeños con el entorno, por medio del
cual el niño comenzará a tener conciencia de sí mismo, interiorizando su cuerpo y
sus posibilidades, el esquema corporal, su conciencia y control. Una vez el niño se
acepte así mismo comenzará a aceptar a los demás y esto aumentará su autoestima
y es muy importante dejar que los niños se muestren tal y como son en realidad.
El placer de pensar:
Los niños toman conciencia del mundo, de sí mismos y de todo lo que les rodea. Para
ello deben distanciarse de las emociones, lo cual les permitirá comenzar a
distinguir lo que es real y lo que es ficción.
El placer de crear:
Crear es vital para los niños, les permite poder mostrar este otro yo que vive en su
interior y así poder exteriorizarlo, ese otro formado por los deseos y los afectos.
Crear les permite dar respuesta a situaciones que les vayan apareciendo, y así
poder resolverlas, por decirlo de alguna manera, a su manera, por su propia
creatividad.
…Y nuestras estrategias de intervención
El acompañamiento:
La manera del educador o educadora de acompañar a los niños y su actitud. Además
esto tiene relación con la confianza del pequeño y de la confianza y creencia que
tiene de sí mismo.
Acción, intervención y transformación.
La mirada atenta del educador y de los padres es de vital para los niños, ya que les
ayuda a sentirse queridos y atendidos, y notar que para el adulto tiene la misma
importancia que para él sus nuevos descubrimientos. Esto ayudará a crear diálogos
entre el adulto y el niño.
Capacidad de escuchar:
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4. El adulto debe saber escuchar al niño, gracias a esto podrá dar sentido a los que
está ocurriendo y sabremos si el niño necesita de nuestra presencia y su forma de
estar. No solo debemos escuchar si no también atender cada una de las
expresiones del pequeño, saber percibir su tono, su mirada, su silencio, los gestos,
su manera de jugar y relacionarse entre otros factores.
Autoridad estructurante y entorno materno:
Cuando se habla de autoridad no quiere decir autoritarismo si no que debemos
dejar que el niño o la niña actúe con libertad. No debemos simplemente dejarlo
hacer si no darles la oportunidad de explorar y experimentar por si mismos y de
ahí poder equivocarse. El adulto debe ganarse la confianza del niño, por lo que su
figura será autoritaria para el niño/a. Debe saber orientar, dar pautas y normas
claras para dar la seguridad necesaria a los más pequeños.
Compañero simbólico:
La presencia del educador/a es simbólica; es decir, solo se ofrece como un
compañero para el niño para aportarle ayuda y dar más opciones y posibilidades al
juego que el niño está realizando.
Contexto de experiencia:
Para concluir este capítulo se hablará del cuerpo como medio de comunicación y
vehículo para las vivencias. El cuerpo con sus movimientos, el contacto, acciones,
producciones y reacciones ante factores externos, se convierte en un instrumento
para el desarrollo global de los niños. El cuerpo, el movimiento y el lenguaje los
niños lo utilizan para interaccionar con el entorno y con las personas que le rodean,
tanto niños como adultos. La psicomotricidad y la vida cotidiana están
estrechamente relacionadas con la forma de actuar y de intervenir la persona
adulta.
EL JUEGO:
Como todos sabemos, el juego se distingue por unas características propias, por
ejemplo, es de libre elección, es espontáneo, y, por ejemplo, que se obtiene placer
al realizarlo. También tendremos en cuenta que las necesidades básicas deben
estar atendidas (el niño deberá de sentirse cómodo, querido, y tener sensación de
bienestar), se deben mover (en espacios seguros, sin ningún peligro)en espacios que
le inciten al juego y al movimiento, y tenemos que tener en cuenta la actitud del
educador ante el juego (debe darles cariño, seguridad, mostrar afecto y
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5. protección). Todas estas características se tienen en cuenta de forma global, no
las separaremos, pues si no, no sería juego de lo que hablamos.
ORGANIZACIÓN DEL ESPACIO Y DEL MATERIAL:
Al entrar a una escuela infantil, podemos observar, que cada una tiene su propia
distribución del material, esto es así porque cada educador/a considera más
importantes unos aspectos que otros. En éste libro, y, tras éste apartado, nos van
a explicar qué material se utiliza para desarrollar el aspecto psicomotor de los
pequeños.
LA CLASE DE LOS LACTANTES:
Comienzan preguntándose cómo es la vida de los bebés desde allí abajo,
qué piensan al vernos y al ver tantos colorines. Nosotras también nos
preguntábamos lo mismo, así que hemos pensado que, cuando empecemos con las
prácticas, nos tumbaremos un rato en el suelo y observaremos qué sentimos.
Primero hablan del suelo, pensamos que es una cosa muy importante pues
ellos pasan casi todo el tiempo que no están durmiendo en el suelo jugando. Éste
elemento debe ser duro pero cálido, pues así el bebé puede hacer muchos
movimientos e invitarle a hacerlos y en suelo blandito no podría.
Hablan de poner una barra fija y anclada en el suelo, la cual, nosotras no la
vemos práctica y en el libro dice que tampoco se utiliza pues sólo consiguen
asirla un número muy bajo de niños que son más agiles o que han aprendido a
ponerse de pié por otras maneras
Nos aconseja que pongamos cosas sobre el suelo como muñequitos o trozos
de papel espejo para que ellos se muevan, y también colocar cosas sobre las
paredes bajas.
Otros métodos que vemos que están mejor y que pueden ser de más ayuda
para los pequeños son el cajón, que tiene que ser grande y de altura suficiente
para que el niño entre y salga con alguna dificultad (mejorando así su equilibrio,
su balanceo, su fuerza de brazos…) y si lo ponemos bocabajo, lo utilizarán
cuando sean un poquito más mayores para bajar, subir, ponerse de pié…
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6. Sabemos de sobra que les gustan mucho los túneles, nos lo han dicho
muchas veces nuestras profesoras y aquí también lo dice, nos explica que es
mejor que tenga varias salidas, aunque estén tapadas con trozos de tela para
que se escondan y no se les vea, pues así le da sensación de libertad y a la vez
empieza a iniciar su proceso de autonomía. Aconsejan también elementos que
favorezcan el balanceo, éste movimiento les genera endorfinas las cuales tienen
sobre el/la pequeño/a un efecto calmante y relajante, además de proporcionar
un gran placer, y si ponemos un balancín o una mecedora para que la educadora y
pequeño entren en contacto, mucho mejor.
LAS CLASES DE UNO A TRES AÑOS:
En este apartado le siguen dando mucha importancia al suelo, como es lógico y ya
introducen elementos más complejos para favorecer una buena motricidad: las
espalderas, escaleras, plataformas… hay que explicarles, que las sillas y mesas son
para comer y dibujar, pero que lo demás es para jugar. Nos dicen que es
imprescindible que se haga un cuarto diferente o zona para descansar (aquí llamado
rincón de relax, donde habrá peluches, cojines, colchoneta grande…donde se invita
a la cama y al bienestar), ya que son cosas totalmente diferentes, nosotras
pensamos lo mismo, el dormir y descansar es una acción diferente a la del juego.
EL ESPACIO DE LA MAESTRA:
Otro dato a tener en cuenta y que para nosotras es muy importante, como futuras
educadoras, es el sitio de la persona que observa, un sitio donde poder pararse, o,
por el contrario y más divertido, un sitio donde jugar y entregarse a los niños
como: sentada en la colchoneta (los niños están cuerpo a cuerpo con la educadora,
su mirada está a la altura de los niños, un espacio para dar y también para saber
recibir) o en una silla (donde el cuerpo no está tan disponible pero la presencia sí
que lo está y la cercanía, donde los niños vienen, se van, te piden una caricia y se
van a jugar).
TIPOS DE JUEGO
En casi todos los juegos, el cuerpo en movimiento es el gran protagonista.
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7. Los tres componentes más importantes que dan lugar a un buen proceso
evolutivo observado desde el juego motor: la acción, el placer y la relación con
el otro.
El juego motor favorece el desarrollo del cuerpo y de las capacidades
sensoriales y perceptivas. Moverse genera el hecho de pensar.
De este modo observamos que el desarrollo intelectual está muy
relacionado, durante la primera infancia, con el movimiento y con la emoción.
Dos aspectos importantes: el primero, cuando decidimos poner un mueble de
estas características, hemos de ser conscientes de que la dinámica de la clase
variará, por que dicho elemento por si mismo, provoca en los niños y las niñas el
deseo y la acción de moverse.
Si solo nos preocupamos de sostener su acción con la mirada y dar alguna
pauta para que se respeten entre ellos, cada criatura entenderá muy bien
cuáles son sus posibilidades inmediatas en aquella aventura.
El segundo aspecto que hay que tener en cuenta esta relacionado con la
actitud de creer de verdad en la capacidad del niño y la niña.
Nuestra presencia cercana y nuestra mirada ha sido la mejor ayuda.
Si mantenemos la paciencia y damos capacidad a niños y niñas, el espacio del
mueble se convierte en uno más de la clase, interesante y provocador. El juego
motor de los pequeños se enriquece en habilidades, seguridad. El solo hecho de
tenerlo en la clase ya proporciona juego, un juego motor.
Los juegos en el regazo o “de falda”
Se trata de los juegos corporales que acompañan las canciones infantiles de
toda la vida, que pasan de padres a hijos, de abuelos a nietos, y que recoge la
tradición. Este tipo de juegos gozan de gran aprecio en la escuela, ya que además
de su riqueza cultural, resultan interesantes por los factores de relación y de
intercambio que aportan. En ellos la expresión musical y corporal se funden en una
misma intención: comunicarse.
La relación intimista que se establece entre la criatura y el adulto permite
que el segundo se convierta en espejo del primero.
Con la repetición, los pequeños comienzan a anticipar lo que viene detrás.
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8. El juego sensorial
CUANDO EL NIÑO Y LA NIÑA EXPLORAN
Las criaturas las miran, las cogen, las mueven de un lado a otro, las
escuchan, las llevan a la boca… de este modo, registran a través de los sentidos las
diversas informaciones y comienzan a percibir una interpretación de cada
experiencia.
A partir del momento en que comienzan a mantenerse sentados les
ofrecemos el juego que la mayota conocemos como “la panera de los tesoros”,
consiste en una cesta plana en la que se colocan materiales diversos, tratándose
principalmente de objetos naturales.
La educadora procura la iniciativa del juego, se sitúa cercana pero dando
absoluta libertad al pequeño, procura ofrecer el material en momentos tranquilos.
Explorar objetos es algo que las niñas y los niños realizan de forma innata,
sin embargo, debemos reconocer que este juego, presentado de forma más
sistémica nos ayudo a aprender a no intervenir tomando las riendas del juego,
anticipándonos a su iniciativa.
CUANDO, ADEMÁS DE EXPLORAR, EXPERIMENTAN
Poco a poco, las criaturas van más allá de explorar los materiales y empiezan
a plantearse preguntas. La mayoría han prosperado mucho en el dominio de su
movilidad. Suelen comenzar a gatear y a recorrer el espacio. Coincide con el
momento en que es difícil que se mantengan quietos mientras se les cambian los
pañales, suelen no aceptar fácilmente un ratito de masaje o cualquier situación que
los comprometa a quedarse estirados y relajados.
Actuando con todo el cuerpo la vez, encuentran respuestas a su curiosidad
creciente y hasta parece que pierdan parte de la capacidad de concentración.
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9. Ahora su interés está muy ligado a la exploración de sus posibilidades
motrices.
El juego de experimentación les permite poner en relación unas cosas con
otras combinándolas o confrontándolas.
Además de experimentar diversas sensaciones, también vivencian
emociones, las expresan a la vez que pueden crear situaciones nuevas.
En este periodo aparece el juego heurístico, o juego de investigación; un
juego de experimentación.
La propuesta se basa en una manera ritualizada de hacer la oferta y una
intervención indirecta del adulto, que da libertad de juego a la criatura. Dicha
propuesta permite también que el educador observe su juego.
A la hora de recoger, los pequeños ayudan a ordenar el material; a petición
de la maestra buscan los que son iguales para ponerlos en una misma bolsa.
CUANDO PONEN EN JUEGO TODO EL CUERPO
Puede decirse que todos lo juegos tienen componentes sensoriales.
Experimentar con todo el cuerpo las sensaciones que proporcionan una gran
información y es, a la vez una manera estupenda de relajar tensiones, expresar
emociones y construir relaciones.
Para nosotras es importante a la hora de organiza las actividades tener muy
en cuenta que requieren tiempo y esfuerzo. Tiempo para preparar y tiempo para
recoger.
Siempre respetamos el momento de entrar a participar de cada criatura, ya
que se trata de actividades en las que no todos siguen el mismo ritmo.
Creemos que es conveniente planificar una serie de actividades con una
cadencia temporal, y repetir varias veces un mismo material para que los pequeños
se acostumbren y disfruten con él.
Poder hacer fotografías, nos permite observar y hablar de lo que ha pasado
desde una perspectiva algo más alejada de la emoción, dando significado a lo
ocurrido.
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10. El juego simbólico
Cuando se acerca a los dos años de vida, empiezan a imitar las acciones de los
adultos. Poco a poco esta imitación es cada vez más diferida en el tiempo y
adquiere contenidos presimbólicos. Ahora, los pequeños experimentan una nueva
posibilidad, la de representar mentalmente.
Juegan a hacer como los mayores, o a plasmar con el juego emociones, retos,
fantasías.
Los profesionales optan, sobre todo llegado este punto, por organizar la
clase en rincones de juego. Nos parece una buena idea la división del espacio de la
clase en estos rincones.
Existen otras muchas propuestas de rincones de juego, atendiendo al
momento del grupo y a la creatividad de la persona educadora. Y sabido es que
cualquier propuesta puede ser transformada por la creatividad de los pequeños.
En este sentido, hay otros dos rincones a los cuales conviene hacer
referencia: el rincón de la cocina y el rincón del hospital.
RINCÓN DE MOVIMIENTO
Se trata de un pequeño rincón dentro de la clase que permite que los niños y
niñas tengan un espacio donde poder experimentar movimientos amplios sin
interrumpir el juego de oros compañeros que hayan optado por una actividad más
tranquila.
En este espacio, el juego es libre y espontáneo. Permite y favorece la
observación del maestro.
- Objetivos:
o Favorecer la práctica de movimientos.
o Potenciar un espacio donde poder actuar a nivel de grandes
movimientos.
o Ayuda a los niños y niñas a prosperar en su capacidad de respetar la
intervención y los ritmos de juego de los compañeros.
o Vivenciar la necesidad de controlar el movimiento.
o Posibilitar el juego de esconderse bajo la tarima.
RINCÓN DE RELAX
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11. Pequeño espacio que permite momentos de relajación, de <<refugio>> y de
actividades más tranquilas, siempre que los niños y las niñas lo necesiten o les
apetezca.
En este rincón se puede hacer actividades complementarias libres; las
criaturas entran y salen cuando quieren, el juego es espontáneo y casi siempre
tranquilo y con connotaciones afectivas.
- Objetivos:
o Disponer de un espacio donde poder estar tranquilo, descansar y/o
relajarse.
o Facilitar relaciones afectuosas
o Experimentar sensaciones
RINCÓN DE LA COCINA
Aquí se prepara el <<alimento>>. En nuestra sociedad y cultura, relacionarse
y comer van muy unidos.
En el rincón de la cocina los niños y niñas tienen la oportunidad de vivenciar
tantas veces como quieran las situaciones de comida.
RINCÓN DEL HOSPITAL
Este rincón permite dar y permite recibir. Facilita el juego de curar y ser
curado, amén de poder explorar y conocer el cuerpo.
En este rincón de juego simbólico, el dolor no hace daño, el miedo no
produce angustia. Puede adoptar el rol de persona cuidadora o el paciente.
El juego de construcciones
Se trata de juegos que facilitan la estructura del pensamiento y del
lenguaje. Permiten a la criatura crear, construir, destruir para volver a construir.
Los juegos de construcciones nos llevan, en definitiva, hacia la dimensión de crecer.
Cuando las niñas y los niños son muy pequeños, solemos ofrecer un tipo de
construcción menos pesada y más fácil de manipular. Piezas de espuma dura y no
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12. demasiado pequeñas o cajas vacías de diversos tamaños, forradas con papel de
colores llamativos…
Una alfombra o moqueta que se pueda enrollar en el momento de desarrollar
otro tipo de actividad suele ser bastante práctica.
El juego al aire libre
El patio es, principalmente, un espacio que favorece el juego
espontáneo de las criaturas y que hace posible el contacto con elementos
naturales.
El patio es, además de un espacio, un tiempo. Un lugar privilegiado
donde el educador puede observar y capar cómo se desenvuelve una criatura
tanto desde l punto de vista motriz como relacional.
Generalmente, solemos infravalorar sus capacidades y ofrecemos
elementos que están muy por debajo de sus posibilidades.
LA OBSERVACIÓN/EVALUACIÓN
En todo el ámbito escolar, pero especialmente en el ciclo 0-3, se hace patente
la relación observación/evaluación. Por eso debemos ser muy conscientes de lo
que observamos, dónde se centra nuestro interés, porque según dónde
pongamos nuestra mirada y nuestra escucha evaluaremos una cosa u otra.
Uno de los contenidos más importantes de ser evaluado tiene que ver con el
aprendizaje y dominio del cuerpo, ya que nos parece básico durante este ciclo.
Otros igualmente interesantes son, por ejemplo, el inicio de una progresiva
construcción de a propia identidad.
Cómo asimilan las criaturas los nuevos conocimientos y establecen los
aprendizajes.
Cómo se relacionan con el entorno y con los demás
Cómo van adquiriendo confianza en sí mismo, autoestima y autonomía.
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13. Realmente, creemos que la evaluación puede resultar un instrumento útil si
la establecemos desde todos los ámbitos, y no sólo poniendo al niño y la niña
en el punto de mira. Por tanto, hace falta evaluar también de qué manera
estamos organizando el espacio y los materiales, nuestra actitud y el tipo de
intervención que hemos llevado a cabo durante las diferentes actividades.
LA RELACIÓN CON LAS FAMILIAS
Desde el momento en que conocemos el nombre de los niños y niñas que van
a formar parte del grupo, comenzamos a interesarnos por sus familias.
A veces nos cuesta ver con buenos ojos las diferentes maneras de
actuar de los padres.
Así pues, ya en las entrevistas personales intentamos crear un clima
de escucha, de acogida y acompañamiento de las familias. Ello significa no
sólo atender a los niños y a las niñas, sino, por ejemplo, entender a la mamá
o al papá angustiados ante la separación de su pequeño.
En las reuniones de clase dedicamos un corto espacio de tiempo para
informar sobre la organización y las actividades del grupo, generalmente a
través de la visualización de imágenes del día a día escolar.
Las libretas que van y vienen de casa a la escuela facilitan el
intercambio de información. Allí se anotan aspectos puntuales y personales
sobre l alimentación, la higiene, sus estados de ánimo o sus preferencias.
Nos gusta leer la información que llega de casa y nos sirve de consulta para
entender qué le está pasando al niño o la niña en un momento determinado.
Los padres y madres están siempre presentasen el trasfondo de
nuestras actividades escolares.
En la clase, es bueno colocar fotografías de cada niño o niña junto a
su familia.
La participación de los padres y madres en el AMPA les permite
conocer algunos aspectos de la gestión de la escuela. Así, cada cual
encuentra su lugar de pertenencia dentro de la comunidad escolar.
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