Este documento critica la situación política y económica en España. Argumenta que los políticos prometen mucho durante sus campañas pero no cumplen una vez en el poder. También señala que los medios de comunicación y la sociedad en general son demasiado permisivos con la corrupción y la mala gestión de los políticos. El autor cree que es necesario un cambio en la mentalidad del país para mejorar la situación.

1. Ustedes sabrán, que son los que entienden. O eso nos quieren hacer creer.
Estamos en una democracia, o eso dicen. Nos permiten votar, tener el poder de
elegir quién nos gobiernan. Gobernantes que aseguran hacer casi milagros durante
su campaña y que luego no cumplen; hablo en general, me parece inaudito que,
hace no mucho, cuando entendía aún menos de esto que llaman ‘política’, pregunté
porqué, si habían asegurado que iban a hacer algo, no lo hacían, y la respuesta que
obtuve era: 'se sabía que no lo harían, pero es lo que dicen todos'. ¿Es esto lo
justo? ¿Realmente lo creen? Pero el problema, el gran problema creo que está en
que no hay sujeto unido a la acción, a la corrupción, es nuestra cultura, somos
nosotros; o eso nos hacen pensar. Y aquellos que afirman que en esa situación
harían lo mismo, aquellos que dan por hecho que, si pudieran, robarían, estafarían y
tendrían cuentas millonarias en países lejanos y no tan lejanos, confirman sus
teorías. Porque desde pequeños nos lo enseñan, desde bien chicos entendemos que
si otro puede hacer nuestro trabajo, adelante, pues nosotros estaremos mucho
mejor tomando el sol en una piscina privada, encima de una colchoneta de esas
hinchables y con una copa de Martini en una mano. Así es nuestra cultura, así
somos nosotros. Y es que ¿nadie cree que todo esto, en la Edad Media, ya era
ridículo? ¿Nadie piensa que tal vez, solo tal vez, hay que cambiar la mentalidad de
éste, nuestro país? Todos lo dicen, pero nadie actúa, todos queremos mejorar pero
nadie toma medidas en su campo. 'Sí, hay que recortar, pero mejor que se lo quiten
a otros'. Porque querámos o no, siempre defenderemos nuestra comodidad por
encima de todo. Y nos dejaremos influenciar por los medios, por esos medios que,
hablando de la corrupción de un grupo político con determinadas ideas dicen tanto,
y, en cambio, si es el otro no dicen ni mú. Nos encanta el bullicio, criticar, pero
nunca, nunca, seremos o trataremos de ser imparciales. Es triste, realmente triste,
que para enterarse realmente de lo que ocurre en tu país, haya que leer la prensa
extranjera. Pero esto, solo a unos pocos nos interesa: en nuestro país pocos se
informan por voluntad propia, dejamos que nos engañen como y cuando quieren.
En este país votamos por tradición, por el 'qué dirán'. Escuchamos que un partido es
de extrema derecha, y nosotros, defensores de la izquierda desde nuestros años de
juventud, aunque lo estén haciendo bien, nunca lo reconoceremos, no les votamos,
pues no queremos ser juzgados como pro-fachas, y viceversa. Si nuestro círculo de
amistades es de una ideología concreta, nunca seremos los atrevidos que les lleven
la contraria pues se unirán y en un debate siempre saldremos perdiendo, o eso
creemos y preferimos agachar la cabeza, y afirmar que tienen razón. Es un hecho,
es una realidad.
No criticamos ideologías, criticamos la demagogia, que den por hecho que somos
idiotas y ver cómo tratan de manipularnos en tantas y tantas ocasiones. Y, lo peor
de todo, viendo como en muchas de ellas, lo consiguen. Que con una sonrisa, un
buen asesor de imagen y un discurso algo carismático, sean capaces de hacer que
pensemos lo que ellos quieren. Es mucho más fácil eso, negar lo que pasa, asegurar
y mantener que hace todo lo posible, que ellos se encuentran en la misma situación,
que buscar soluciones. No digo yo que sea fácil, pues es evidente que no es así,
pero que TODOS, absolutamente todos los discursos políticos, sean del bando que
sean, se resuman en 'Y tú más' es, como poco, para reflexionar. Por cosas menores
se han sublevado pueblos, han comenzado guerras. Nosotros, en cambio, seguimos
tragando y tragando con todo lo que nos echan hasta que un día, el día menos
pensado. Llegue. Y llegará. Y tiene que pasar, una situación así no desaparece sola,

2. por arte de magia, pero sí, eso se supone que es lo que esperamos, eso se supone
que es lo que queremos. Eso, parece, que es lo que quieren que suceda mientras
nos hacen creer que hacen todo lo que pueden por nosotros y por ellos, por todos.
Por el 'pueblo'. Siento ser yo, alguien que no llega a las dos décadas de edad, la que
os diga que no, que vosotros NO sois el pueblo, como dice el publicista Risto Mejide:
'vosotros sois escoria'. Escoria que está acabando con la vida de las personas pero
de eso, si no es porque acaban con ellas tirándose a las vías del tren y retrasan
nuestro trayecto diario, no nos enteramos. ¿No interesa? ¿Eran todas esas vidas
menos importantes que las vuestras? No es necesario que contesteis. Ellos sí eran
los que sufrían el día a día, los que posiblemente hace años vivían dignamente,
llevaban dinero a casa, sus hijos iban a colegios más o menos aceptables, tenían
agua caliente, luz. Pero ya no hablo de 'caprichos', tan solo digo que vivían bajo un
techo, cosas que, como dice vuestra querida Constitución que tanto os gusta, todos
tenemos derecho a tener. Pagaban sus hipotécas y nunca mintieron, no fueron
fraudulentos con Hacienda, ni con los bancos. Pero esta situación, esta maldita
crisis, ha podido con sus fuerzas, con toda su energía. Ver cómo no tienes dinero
para pagar los libros de texto de tu hijo de ocho años, que no tienes nada que darle
de comer durante días, no poder pagar el agua con el que ha de ducharse. Tener
que pedir dinero a tus familiares, amigos. Vivir en su propia piel vuestras
decisiones, eso, queridos, SÍ es ser el pueblo.
No soy quien para juzgar a nadie, para hablar de su bondad o su malicia, de su
interés más allá del profesional. Pero eso me da igual, porque a día de hoy, no soy
quien para nada. Ni yo, ni nadie, y eso, creo que es intolerable.
Cuando realmente alguien consiga que el paro disminuya, que los bancos no se
enriquezcan y que aguanten ellos solos los errores que han cometido. Cuando salga
toda vuestra mierda a la luz, cuando tengáis lo que hay que tener para reconocerlo.
Cuando no pongáis excusas ante explicaciones, permitáis ruedas de prensa como
Dios manda sin vetar preguntas o evitarlas. Cuando hagáis de éste, un país donde
todos podemos ir a hospitales, contar con un buen estado de salud. Que aquellos
que quieran estudiar, estudien, y los que quieran trabajar, que se busquen la vida
para conseguir un buen Curriculum, pero que una vez lo consigan no tengan
problema para trabajar, pues dar por hecho que los estudiantes de hoy, tienen su
futuro en el extranjero, es tirar éste, nuestro país por la borda que,
indiscutiblemente, se os da de maravilla.
DBayarri