2. En la prensa escrita y sus espacios de
Internet, los movimiento sí han tenido
una buena cobertura. Espacios como El
Universal, La Jornada, Grupo
Reforma o Grupo Milenio, han hecho
un buen trabajo.
3. Sin embargo, en los noticiarios de
televisión es notoria la ausencia de la
cobertura a este movimiento social.
Esto no es una novedad, pero sí es
grave.
4. En la historia de los medios de comunicación en
México existen varios ejemplos en los cuales es
evidente que poco espacio se le da a los
movimientos sociales en televisión., por
ejemplo, en el movimiento del 68. El presidente
Díaz Ordaz, con Jacobo Zabludovsky como
cómplice –sí, este reportero al que ahora, cuarenta
años después se le condecora y se considera un
buen profesional- se encargó de borrar de la
televisión lo ocurrido en la Plaza de las Tres
Culturas.
5. Más de treinta años después, ocurrió algo similar con la
marcha zapatista en 2001. Fue entonces que los
zapatistas decidieron armar una caravana que fuera
de San Cristóbal de las Casas hasta la ciudad de
México. Insólitamente, a la par de esta
caravana, Televisa y TV Azteca hicieron las paces y
crearon la campaña “Unidos por la Paz”, que culminó
con un concierto en el estadio Azteca en el que
participaron Maná y Jaguares.
6. Este esfuerzo de las televisoras, estuvo
acompañado por una cobertura de muy bajo
nivel de la marcha zapatista. En México no
se transmitieron imágenes de la llegada de
los zapatistas a la capital del país, que tuvo
una tumultuosa recepción en el Zócalo.
Y así ocurrió, los zapatitas no salieron en la
televisión, y Azcárraga y Salinas lograron
que se eliminara el tiempo aire que le tenían
que reglar al Estado.
7. Según un ejercicio de investigación
reciente de la Asociación Mexicana de
Internet (AMIPCI, 2011), en nuestro
país solamente 35 millones de personas
tienen acceso a Internet. Es
decir, solamente tres de cada diez
personas tienen este servicio.
8. Podríamos decir que si en la década de los noventa
comenzó a funcionar Internet, México, en veinte
años no ha logrado que al menos la mitad de su
población tenga regularmente este servicio. En
contra parte, sabemos que la penetración de la
televisión abierta es casi de 97%. Por más Twitter y
Facebook y portales de Internet, en el México del
siglo XXI todavía nos informamos a través de la
televisión. De ahí que la política editorial de
invisibilizar a los movimientos sociales sea tan
grave.
9. En síntesis, la televisión, la radio, la
prensa, Facebook o Twitter, responden
al uso que les damos, no operan por sí
mismos. Mientra tanto, la televisión
sigue siendo un obstáculo entre estos
movimientos sociales y la población
general de nuestro país.