Diagnóstico y tratamiento antibacteriano de
Enfermedad pélvica inflamatoria (EPI)
Mancilla-Ramírez J (Coordinador del Grupo de Análisis), Lira-Plascencia J,
Espinoza de los Monteros JA, Tenorio-Ramos J, Flores-Ramírez J.
Primera Actualización
Coordinadores
Dr. Alberto Lifshitz Guinzberg
Coordinador general
Médico Internista
Director General de Coordinación de Institutos Nacionales de Salud
Miembro de la Academia Nacional de Medicina
Dr. José Luis Arredondo García
Coordinador adjunto, Área Clínica
Jefe de la Unidad de Investigación Clínica del Instituto Nacional de Pediatría (INP)
Infectólogo Pediatra
Investigador Nacional
Director, Livemed Institute
Miembro de la Academia Nacional de Medicina y de la Academia Mexicana
de Pediatría
Dr. Carlos Amábile Cuevas
Coordinador adjunto, Área de Microbiología
Doctor en Ciencias
Presidente de la Fundación LUSARA para la Investigación Científica, A.C.
Coordinador del Grupo de Análisis Temático sobre
Enfermedad pélvica inflamatoria (EPI):
Dr. Javier Mancilla Ramírez
Pediatra Neonatólogo, Infectólogo con Maestría y Doctorado en Ciencias Médicas
(Inmunología). Director General del Instituto Nacional de Perinatología (INPer). Tesorero de la Academia Nacional de Medicina de México.
Con la participación de los doctores
Dra. Josefina Lira Plascencia
Ginecóloga y Obstetra certificada por el Consejo Mexicano de Ginecología y Obstetricia, AC. Profesora adjunta de la especialidad de Ginecología y Obstetricia, y de
la subespecialidad de Biología de la Reproducción del Instituto Nacional de Perinatología (INPer). Coordinadora de la Clínica de Medicina de la Adolescente, INPer.
Dr. José Ángel Espinoza de los Monteros
Profesor adscrito a la Universidad de Guadalajara(UdeG), Coordinador de la Campaña contra el Virus del Papiloma Humano, UdeG, Guadalajara, Jal.
Dr. Javier Tenorio Ramos
Coordinador de Ginecología y Obstetricia del Hospital StarMédica, Morelia, Mich.
Vicepresidente de la Asociación Michoacana de Endoscopia Ginecológica.
Dr. José Flores Ramírez
Ginecólogo y Obstetra. Hospital Civil de Guadalajara “Dr. Juan I. Menchaca”, Universidad de Guadalajara. Especialista en Medicina Materno-Fetal, INPER/UNAM. Profesor del Curso de Vigilancia Fetal y Patologías del Embarazo, Nuevo Hospital Civil
de Guadalajara. Profesor del Curso Teórico Práctico Doppler Obstétrico y pruebas de
Bienestar Fetal, Instituto Mexicano del Seguro Social, Unidad de Medicina de Alta
Especialidad, Centro Médico Nacional de Occidente.
Participantes en sesión plenaria
Dr. Manuel H. Ruiz de Chávez
Presidente de la Academia Nacional de Medicina de México, 2009-2010.
Dr. Alberto Lifshitz Guinzberg
Coordinador general
Médico Internista
Director General de Coordinación de Institutos Nacionales de Salud
Miembro de la Academia Nacional de Medicina
Dr. José Luis Arredondo García
Coordinador adjunto, Área Clínica
Jefe de la Unidad de Investigación Clínica del Instituto Nacional de Pediatría (INP)
Infectólogo Pediatra
Investigador Nacional
Director, Livemed Institute
Miembro de la Academia Nacional de Medicina y de la Academia Mexicana
de Pediatría
Dr. Carlos Amábile Cuevas
Coordinador adjunto, Área de Microbiología
Doctor en Ciencias
Presidente de la Fundación LUSARA para la Investigación Científica, A.C.
Dr. Carlos Pacheco Gahbler
Presidente del Consejo Nacional Mexicano de Urología. Jefe de la División de Urología del Hospital General “Dr. Manuel Gea González”, SSA. Profesor de Postgrado de
Urología, Facultad de Medicina, UNAM.
Dr. Anel Rogelio Aragón Tovar
Jefatura del Servicio de Urología, UMAE No. 25, IMSS, Monterrey, NL. Delegado Noreste del Consejo Nacional Mexicano de Urología, AC. Expresidente de la Sociedad
Mexicana de Urología, AC. Expresidente del Colegio de Urólogos de Nuevo León,
AC. Miembro del Comité de Trasplante Renal en Monterrey, NL. Profesor de Pregrado y Postgrado en Urología por la Universidad de Monterrey, NL. Hospital “San
José”, Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey.
Dr. Mauricio Cantellano Orozco
Médico adscrito a la División de Urología, Hospital General “Dr. Manuel Gea González”, SSA, México.
Dr. Jorge Moreno Aranda
Expresidente del Consejo Nacional Mexicano de Urología. Miembro del Colegio
Mexicano de Urología. Miembro de la Junta de Consejo de Especialidad del Comité
Normativo Nacional de Consejos de Especialidades Médicas, AC.
Dr. Jorge Moreno Palacios
Residente de Urología, Hospital de Especialidades Centro Médico Nacional “Siglo
XXI”, IMSS.
Dr. Eduardo Alonso Serrano Brambila
Jefe del Servicio de Urología del Centro Médico Nacional “Siglo XXI”, UMAE, IMSS.
Coeditor del Boletín Mexicano de Urología.
Dr. Guillermo Montoya Martínez
Urólogo certificado por el Consejo Mexicano de Urología, adscrito al Centro Médico
Nacional “Siglo XXI”, UMAE, IMSS. Hôpital Henri Mondor (Creteil, Francia).
Dr. Efraín Maldonado Alcaraz
Urólogo postgraduado del Centro Médico Nacional “Siglo XXI”, UMAE, IMSS. Miembro
del Colegio Mexicano de Urología. Certificado por el Consejo Mexicano de Urología.
Enfermedad pélvica inflamatoria (EPI)
Guías MAPPA: un recurso actualizado
Contribuir es un gran verbo: proyecta la idea de cooperación a
partir de la convicción, del conocimiento sobre alguna causa, algún proyecto, alguna acción. En Bayer nos gusta involucrarnos en
la conjugación de ese verbo, contribuir con nuestra cuota de esfuerzo para hacer concreto algún proyecto que rinda beneficios a
la comunidad.
Éste es el caso del proyecto Guías MAPPA, nacido hace algunos
años como producto del deseo de ayudar al abordaje correcto de
las infecciones que se presentan en los pacientes adultos. Ésta es
la segunda edición de las Guías MAPPA; se trata de una edición
exhaustiva, pero concreta y precisa, que los expertos médicos participantes han hecho para llevarnos al terreno de la actualización y
de la incorporación de otras infecciones que no estuvieron incluidas en las primeras Guías.
El mérito de todos los equipos médicos que intervinieron en la
elaboración de cada Guía es digno de reconocimiento sin reservas,
puesto que concretaron un trabajo que —sin duda— pone bases,
objetivos y elementos de decisión al alcance de los lectores de las
Guías para un abordaje más seguro y exitoso de las infecciones de
los adultos.
Estamos convencidos de que la publicación de estas Guías, en
su versión actualizada y ampliada, no será un acto más que se extravíe en el bosque de trabajos que, por desgracia, al ser rutinarios, no destacan y tienen como rápido destino la indiferencia o el
olvido. Basándonos en las múltiples peticiones que se formularon
para entregar las primeras Guías a médicos en lo individual y a grupos organizados en lo general, creemos que estas Guías MAPPA,
en su segunda versión, cubrirán las expectativas y serán decididamente aceptadas como un valioso recurso para seguir procedimientos terapéuticos acertados.
Esta última afirmación no es en lo absoluto presuntuosa e innecesaria; se menciona porque, siendo testigos de las jornadas de
discusión y acuerdos que los expertos vivieron para crear este texto, nos percatamos directamente de la vocación por la precisión
y la exactitud, fundamentadas con toda seriedad, que cada grupo
de trabajo siguió y consolidó para llegar a objetivos, descripciones, propuestas y conclusiones alejados de sesgos o descuidos no
profesionales.
Por todo lo anterior, nos entusiasma colaborar con la edición
y la difusión de las Guías MAPPA, y a la vez vivir el sano orgullo
de constatar el interés social de la Academia Nacional de Medicina de México para realizar proyectos que llegan hasta lo ojos
y la reflexión de millares de médicos mexicanos, inmersos en la
inacabable trayectoria de superación y actualización. La Academia
cumple, así, con su responsabilidad dirigente y vanguardista en la
medicina mexicana.
Para cerrar este mensaje, no podemos dejar en el silencio
nuestra expresión de compromiso que, como empresa responsable ante la sociedad, externamos a los médicos mexicanos en el
sentido de estar conscientes y decididos a proseguir con el respaldo activo a la educación permanente y creciente de los médicos
de nuestro país, y a la vez desearles que estas Guías no sean un
texto cerrado, sino que se abra todos los días para apoyo de su
constante y loable trabajo en pos de la salud de los mexicanos.
Carlos Beck
Director de División Bayer Pharmaceuticals
Enfermedad pélvica inflamatoria (EPI)
Mensaje del Dr. Alberto Lifshitz Guinzberg
Director General de Coordinación de Institutos Nacionales de Salud,
Miembro de la Academia Nacional de Medicina.
La amplia variabilidad que suele poseer la práctica médica tiene
muchas veces su sustento en las diferencias individuales entre uno
y otro paciente. No obstante, también puede obedecer a preferencias caprichosas, a diferenciales en la información, a rutinas,
accesibilidades y hasta a razones menos estructuradas. Hoy en
día, la aportación de la medicina basada en evidencia permite
trascender estas divergencias al proponer explícitamente que
cada enfermo reciba la mejor alternativa existente, surgida de la
investigación científica. La elección de esta opción no es ciertamente sencilla, dado que no es posible para un médico ocupado
posponer las decisiones que tiene que asumir ante un paciente
hasta hacer una búsqueda bibliográfica exhaustiva, analizar la
validez y confiabilidad de cada investigación y estimar si se puede hacer la transferencia del conocimiento al caso individual. La
otra alternativa para ejercer una medicina basada en evidencia es
verterla en guías clínicas que incorporen lo mejor de la investigación científica, ya validada y seleccionada, en orientaciones para
los médicos prácticos en beneficio de sus pacientes. Las guías se
distinguen de las normas por su flexibilidad, pero aportan igualmente lineamientos que tienen las condiciones de validez y confiabilidad de evidencia. El Sector Salud de nuestro país está haciendo un gran esfuerzo por elaborar guías clínicas para orientar a los
médicos en los principales problemas de salud, aun a sabiendas
que tienen una vigencia transitoria por la vertiginosa renovación
del conocimiento y su rápida obsolescencia. Por supuesto que las
guías no son exhaustivas ni abarcan al detalle muchas de las decisiones cotidianas de los médicos, pero resultan de valor como
referente. También será obvio que tienen el riesgo de que halla
quien les asigne un valor absoluto, que se manejen como normas,
que no se permita la adaptación que la práctica clínica exige y que
la resolución de demandas y reclamaciones se apoye rígidamente
en ellas. El otro valor de las guías tiene que ver con la planeación
de recursos e insumos: en la medida en que se pueda prever la
necesidad de ciertos fármacos, por ejemplo, los gerentes y administradores pueden hacer acopio oportuno de ellos.
En el terreno de las enfermedades infecciosas comunes, la
necesidad de contar con una orientación resulta particularmente
importante, no sólo por la gran cantidad de alternativas que se
ofrecen —con y sin fundamento científico—, sino por la constante
variación de los agentes infecciosos y de su susceptibilidad a los
fármacos antiinfecciosos. El uso de antimicrobianos, aun el buen
uso, conlleva riesgos ecológicos que repercuten en los futuros pacientes. No se trata sólo de eficacia y seguridad para el paciente,
pues las consecuencias los trascienden. La resistencia bacteriana
se ha convertido en uno de los problemas sanitarios más importantes del mundo y no se han encontrado los caminos apropiados
para menguarlo, o éstos resultan absolutamente teóricos. Por supuesto que este riesgo puede justificarse cuando se trata de salvar
vidas o prevenir complicaciones y secuelas, pero no con el uso dispendioso, injustificado, equivocado, excesivo y mal seleccionado.
Una parte del problema es, ciertamente, la autoprescripción
por el público, y en este sentido la autoridad sanitaria ha iniciado la aplicación de medidas para reducirla. Sin embargo, la mayor
proporción de usos inadecuados deriva de la prescripción profesional y de que los médicos no solemos utilizar correctamente los
medicamentos. Ésta es, precisamente, una de las virtudes de estas
Guías Mappa. Ponen al alcance del médico práctico, el que tiene
que tomar decisiones ante el paciente, los elementos necesarios
para elegir la conducta apropiada con sustento tanto en la evidencia científica reciente, debidamente ponderada, como en la
experiencia de los verdaderos entendidos, con la flexibilidad que
el caso requiere.
Ésta es la segunda edición de las Guías. La primera tuvo muy
buena aceptación y asumimos que contribuyó con una mejor atención de los pacientes por parte de quienes fueron sus lectores y
seguidores. Esta edición no sólo actualiza los conceptos, sino que
además adiciona otras infecciones frecuentes. Se trata de trascender la recomendación, el consenso, la inclinación, la predilección,
el interés, para desviarlos hacia la orientación basada en evidencia científica. Nuevamente, es producto de jornadas de trabajo de
expertos, bajo la guía de los coordinadores, con acceso a fuentes
primarias de información y de largas discusiones y reflexiones que
permitieron madurar un producto refinado que se somete a las
pruebas de su aplicación exitosa.
Enfermedad pélvica inflamatoria (EPI)
Contenido
Alcances de la Guía
8
Objetivos específicos
8
Definición de la enfermedad
8
Epidemiología y etiología
9
Cuadro clínico
10
Diagnóstico clínico
11
Posibilidades de antibioticoterapia
12
Perfiles mexicanos de resistencia y su
impacto en la antibioticoterapia local
14
Referencias bibliohemerográficas
16
Alcances de la Guía
Las recomendaciones proporcionadas en esta publicación están
basadas en evidencia de la más alta calidad, con la finalidad de
orientar la práctica clínica en términos generales, ya que el médico
tratante es quien, a partir de su criterio profesional y las condiciones clínicas y sociales de cada paciente, determina el manejo
individualizado específico.
Objetivos específicos
1. Recomendar al médico de primer contacto los principios
básicos para diagnóstico, tratamiento y prevención de la
enfermedad pélvica inflamatoria (EPI).
2. Revisar los diferentes esquemas de antibióticos para el tra-
tamiento de la EPI.
3. Proporcionar al médico de primer contacto los elementos
necesarios para la adecuada prevención de complicaciones
y secuelas de la EPI.
Definición de la enfermedad
La EPI es una patología inflamatoria del aparato genital superior
femenino generalmente causada por una infección ascendente de
los organismos del endocérvix.1,2 Tal inflamación puede conducir
a deterioro funcional e infertilidad. La infección puede limitarse a:
• Útero (endometritis).
• Salpinges (salpingitis).
• Ovarios (ooforitis).
• Ligamentos de soporte (parametritis).
• O bien, puede implicar a toda el área pélvica en su conjunto.
Esta guía incluye precisiones sobre diagnóstico y manejo de la
EPI aguda, por lo cual no cubre los aspectos crónicos de la condición ni a la endometritis postparto.
La evidencia empleada en esta Guía fue graduada para resumir
los hallazgos más relevantes y su calidad de evidencia, tal y como
se presenta en el Cuadro 1.
8
Enfermedad pélvica inflamatoria (EPI)
CUADRO 1
Enfermedad pélvica inflamatoria (EPI): calidad de evidencia y grados de
recomendación empleados en la presente Guía.
Evidencia
Ia Evidencia obtenida de un metaanálisis de estudios controlados con
asignación aleatoria
Ib Evidencia obtenida de por lo menos un estudio controlado con
asignación aleatoria
IIa Evidencia obtenida de por lo menos de un estudio bien diseñado y
controlado, pero sin asignación aleatoria
IIb Evidencia obtenida de por lo menos un estudio bien diseñado
cuasiexperimental
III Evidencia obtenida de estudios bien diseñados, descriptivos no
experimentales (estudios comparativos o de correlación o series de
casos)
IV Evidencia obtenida de informes de comités de expertos, opiniones o
experiencias clínicas de autoridades en la materia
Grados de recomendación
A Con base en estudios clínicos de calidad y consistencia adecuadas
que se refieren específicamente a la recomendación e incluyen por
lo menos un estudio aleatorio y controlado
B Basada en estudios clínicos bien ejecutados, pero sin que existan
estudios aleatorios y controlados sobre el tema específico de la
recomendación
C Opinión de expertos: la recomendación se hace a pesar de la ausencia de estudios clínicos de calidad adecuada directamente aplicables
Epidemiología y etiología
Diversos factores se relacionan con una mayor prevalencia de EPI,
especialmente los relacionados con las conductas sexuales, entre
ellos:
• Inicio temprano de actividad sexual.
• Múltiples parejas sexuales.
• Nuevo compañero sexual en los últimos 3 meses.
• Antecedente de infección de transmisión sexual (en la paciente o la pareja), o bien antecedente de EPI.
9
Entre otros factores se encuentran la instrumentación y la alteración de la barrera cervical; de éstos, pueden mencionarse los
siguientes (Evidencia Nivel III, Recomendación Grado B):
• Interrupción del embarazo.
• Inserción de dispositivo intrauterino en las últimas 6 semanas.
• Histerosalpingografía o histeroscopia e inseminación intrauterina o fertilización in vitro.
La frecuencia de la enfermedad en México no se conoce, pues
el diagnóstico es clínico y algunas pacientes no manifiestan sintomatología alguna; sin embargo, en otros países se sabe que afecta
a 1 de cada 10 mujeres en edad reproductiva y que es más frecuente en la segunda y la tercera décadas de la vida. Las mujeres
jóvenes y adolescentes son especialmente vulnerables, ya que tienen tasas más altas de infecciones de transmisión sexual. (Evidencia Nivel III, Recomendación Grado B).
En relación con la etiología de la EPI, se incluyen microorganismos de la microbiota vaginal, así como patógenos de transmisión
sexual (e.g., Gardnerella vaginalis, estreptococos, estafilococos,
Chlamydia trachomatis, Mycoplasma genitalium, Eschericha coli,
Neisseria gonorrhoeae) y varios anaerobios (especies de Bacteroides, Peptostreptococcus y Clostridium) (Evidencia Nivel III, Recomendación Grado B).3
En otros países, tanto C. trachomatis como N. gonorrhoeae son
los agentes causales más frecuentes de EPI. (Evidencia Nivel III,
Recomendación Grado B).
Cuadro clínico
La intensidad de las manifestaciones clínicas varía de acuerdo con
la gravedad o el estadio en que se encuentre la paciente; sin embargo, los datos sugestivos tempranos que indican EPI son:
• Dolor pélvico.
• Flujo vaginal anormal.
• Dispareunia (ante penetración profunda).
10
Enfermedad pélvica inflamatoria (EPI)
• Sangrado vaginal escaso (intermenstrual o postcoital).
• Hipertermia.
• Dolor a la movilización del cérvix y/o los anexos.
• Secreción purulenta por cérvix.
En los casos graves, puede encontrarse:
• Fiebre.
• Ataque al estado general (mialgias, artralgias, astenia, adinamia).
• Diarrea.
• Náuseas y/o vómitos.
• Datos de abdomen agudo.
Es necesario aclarar que la búsqueda y la detección de estas
manifestaciones clínicas carecen de sensibilidad y especificidad
adecuadas; el valor predictivo positivo del diagnóstico clínico,
cuando se le compara con la laparoscopia diagnóstica (a la que se
le considera el estándar de oro), es de 65 a 90%.2 Los diagnósticos
diferenciales que habrá que descartar son (Evidencia Nivel III, Recomendación Grado B):
• Embarazo ectópico.
• Apendicitis aguda.
• Endometriosis.
• Síndrome de intestino irritable.
• Quiste ovárico con torsión o ruptura.
Diagnóstico clínico
El diagnóstico de la EPI es esencialmente clínico, aunque existen
algunos métodos de diagnóstico viables.
• De laboratorio:
—— Presencia de leucocitos en frotis en fresco vaginal.
—— Cultivos bacteriológicos.
11
—— Sedimentación globular elevada.
—— Proteína C reactiva elevada.
—— Prueba de embarazo (habrá que descartar embarazo ectópico).
—— De ser posible, la paciente deberá someterse a pruebas
de escrutinio para gonorrea y Chlamydia por métodos
moleculares (por ejemplo, PCR) (Evidencia Nivel III, Recomendación Grado B).
• De gabinete:
—— Ultrasonido ginecológico.
—— Tomografía axial computarizada.
—— Resonancia magnética.
—— Laparoscopia diagnóstica (estándar de oro).
La realización de ultrasonido ginecológico puede ser de ayuda
en caso de dificultad diagnóstica (en adolescentes, en las cuales
no es posible la realización de revisión pélvica), ya que puede
orientar con hallazgos tales como líquido libre en cavidad, salpingitis y/o absceso tuboovárico. La tomografía axial computarizada
y la resonancia magnética pueden ser de utilidad, pero la evidencia al respecto es limitada (Evidencia Nivel III, Recomendación
Grado B).
Posibilidades de antibioticoterapia
Las pautas terapéuticas se orientan en función de los estadios clínicos de EPI, según Moniff (Evidencia Nivel IV, Recomendación
Grado C).1
• Estadio I (leve). Salpingitis aguda sin pelviperitonitis.
• Estadio II (moderada). Salpingitis aguda con pelviperitonitis.
• Estadio III (severa). Salpingitis con formación de absceso tuboovárico.
• Estadio IV (muy severa). Ruptura del absceso tuboovárico y
choque séptico.
12
Enfermedad pélvica inflamatoria (EPI)
Se recomienda la hospitalización de las pacientes con EPI en
las siguientes situaciones (Evidencia Nivel III, Recomendación
Grado B):2
• Diagnóstico incierto: no es posible excluir apendicitis.
• Absceso pélvico.
• Paciente con enfermedad grave.
• Pacientes que no responden al tratamiento ambulatorio.
• Pacientes con difícil control médico.
• Pacientes con inmunodeficiencias.
Las recomendaciones de antibioticoterapia ambulatoria o intrahospitalaria para pacientes con EPI se muestran en los Cuadros
2 y 3; en la Figura 1, se propone un algoritmo para diagnóstico y
antibioticoterapia. Es importante proporcionar el tratamiento antimicrobiano adecuado a la(s) pareja(s) sexual(es) de la paciente.
CUADRO 2
Antibioticoterapia ambulatoria de EPI
(Evidencia Nivel Ib; Recomendación Grado A).4-7
Esquema A
Ceftriaxona 500 mg, IM, dosis única
seguida por:
Doxiciclina 100 mg, VO, c/12 horas x 14 días
con o sin:
Metronidazol 500 mg, VO, c/12 horas x 14 días
Esquema B
Ceftriaxona* 500 mg, IM, dosis única
seguida por:
Moxifloxacino* 400 mg, VO, dosis diaria x 14 días
Esquema C
Ceftriaxona* 500 mg, IM, dosis única
seguida por:
Ofloxacino* 400 mg, VO, c/12 horas x 14 días
combinado con:
Metronidazol 500 mg, VO, c/12 horas x 14 días
* En el caso de los tratamientos con quinolonas, se recomienda iniciar con ceftriaxona cuando se sospeche de Neisseria gonorrhoeae y no se conozca su sensibilidad.
13
CUADRO 3
Antibioticoterapia hospitalaria de EPI
(Evidencia Nivel Ib; Recomendación Grado A).
Esquema A
(paciente que NO tolera la vía oral)
Gentamicina 2 mg/kg, IM o IV, dosis única
seguida por:
Gentamicina 1.5 mg/kg, c/12 horas, hasta mejoría clínica
combinada con:
Clindamicina 900 mg, IV, c/8 horas, hasta mejoría clínica
Una vez que la paciente tolere la vía oral:
Clindamicina 600 mg, VO, c/8 horas, hasta completar 14 días
Esquema B
(paciente que SÍ tolera la vía oral)
Ceftriaxona 2 g, IV, c/24 horas, hasta mejoría clínica
seguida por:
Cualquiera de los Esquemas del Cuadro 2 por VO, hasta completar 14 días
Perfiles mexicanos de resistencia y su impacto en
la antibioticoterapia local
Aun cuando otros países enfrentan la problemática de resistencia
de fluoroquinolonas a gonococo, en nuestro país los datos de susceptibilidad a antibióticos de los principales patógenos mencionados son limitados; por ello, puede seguir considerándose a las
fluoroquinolonas para el manejo de esta condición clínica. Moxifloxacino, con cobertura anaerobia, permite su uso como monoterapia (Evidencia Nivel Ib, Recomendación Grado B).4
Para una adecuada prevención y promoción de la salud, deberá sugerirse a la paciente monogamia y uso de métodos de barrera. El médico tendrá que sospechar oportunamente esta entidad
clínica con el fin de extender el tratamiento oportuno y, así, disminuir las secuelas.
14
Enfermedad pélvica inflamatoria (EPI)
15
Cuando se sospeche de
EPI por N. Gonorrhoeae
y no se conozca su sensibilidad a quinolonas
se recomienda iniciar
el tratamiento con
Ceftriaxona 500 mg, IM,
dosis única seguido por
moxifloxacino u ofloxacino (Esquemas B y C)
De no existir respuesta favorable, atención intrahospitalaria
Ofloxacino 400 mg, VO, c/12 horas x 14
días combinado con: Metronidazol
500 mg, VO, c/12 horas x 14 días
Esquema C
Moxifloxacino 400 mg, VO, 1 vez
al día x 14 días
Esquema B
Esquema A
Ceftriaxona 500 mg, IM, dosis única seguida por: Doxiciclina
100 mg, VO, c/12 horas x 14 días combinado con Metronidazol
500 mg, VO, c/12 horas x 14 días
EPI GRADO I
Cultivo vaginal positivo, leucocitos en frotis vaginal,
sedimentación globular y proteína C reactiva elevada
Laparotomía exploradora o laparoscopia operatoria
Esquema B
(paciente que SÍ tolera la vía oral)
Ceftriaxona 2 g, IV, c/24 horas, hasta mejoría clínica
seguida por:
Cualquiera de los Esquemas del Cuadro 2 por VO, hasta
completar 14 días
Esquema A
(paciente que NO tolera la vía oral)
Gentamicina 2 mg/kg, IM o IV, dosis única
seguida por:
Gentamicina 1.5 mg/kg, c/12 horas, hasta mejoría clínica
combinada con:
Clindamicina 900 mg, IV, c/8 horas, hasta mejoría clínica
Una vez que la paciente tolere la vía oral:
Clindamicina 600 mg, VO, c/8 horas, hasta completar 14 días
EPI GRADO II, III, IV
Ultrasonido transvaginal, resonancia magnética,
laparoscopia diagnóstica
Posible EPI: Dolor abdominal bajo, dolor a la movilización cervical y anexos, dispareunia, fiebre (> 38° C), secreción vaginal normal
FIGURA 1. Algoritmo para diagnóstico y antibioticoterapia de pacientes con enfermedad pélvica inflamatoria (EPI).
Referencias bibliohemerográficas
1. Moniff GR. The staging of acute salpingitis and its therapeutics ramifications. Am J Obstet Gynecol 1982; 143: 489-95.
2. Casanova-Román G. “Enfermedad pélvica inflamatoria”. En: Infecciones de transmisión sexual, cap. 19. Alfil, México, 2004.
3. Narcio RML, Arredondo GJL, Zaldívar NA, et al. Etiología microbiana de la enfermedad pélvica inflamatoria leve y moderada. Ginecol
Obst Mex 1998; 66: 309-15.
4. Centers for Disease Control and Prevention. Pelvic inflammatory
disease: guidelines for prevention and management. Agosto 04,
2006, Atlanta, EUA.
5. Ross J, Judlin P, Nilas L. European guideline for the management
of pelvic inflammatory disease, 2008. Disponible: http://www.iusti.
org/regions/Europe/PID_v5.pdf, consultado: 05 de octubre de 2010.
6. Royal College of Obstetrician and Gynaecologists. Management of
acute pelvic inflammatory disease, guideline 32, 2009, RCOG, UK.
Disponible: http://www.rcog.org.uk/womens-health/clinical-guidance/management-acute-pelvic-inflammatory-disease-32, consultado: 05 de octubre de 2010.
7. Quentin R, Lansac J. Pelvic inflammatory disease: medical treatment. Eur J Obstet Gynecol Reprod Biol 2000; 92 (2): 189-92.
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Enfermedad pélvica inflamatoria (EPI)
Ésta es una de ocho Guías Mappa
Las Guías Mappa están disponibles en:
www.guiasmappa.com.mx