40 PMFARMA.COM | SEPTIEMBRE - OCTUBRE 2013
Especial | Formación
La formación en el universo farma
La industria farmacéutica y afines se caracteriza por la alta cualificación de sus profesionales.
Este hecho diferencial la ha posicionado como el sector con mayores niveles de productividad.
Héctor de la Riva Domínguez. National Account Manager. Pfizer Specialty Care.
S
in embargo, de todos es de sobra
conocido el entorno cambiante y
retador al que nos enfrentamos. La
depresión económica por la que
atraviesa Europa y, en particular España está
produciendo cambios a gran escala que nos
llevan a un nuevo tiempo. Esos cambios están
aquí para quedarse y por tanto, hay, no sólo
que adaptarse, sino hacerlo rápido y con pa-
sión. Las empresas que mejor sepan competir
en este mercado global serán aquellas que
mayor éxito tengan en los próximos años. Para
ello las empresas, además de der competitivas
en la gestión de costes, lo han de ser en la
gestión de sus recursos humanos, atrayendo el
mejor talento y a los profesionales que mejor
se adapten a este nuevo entorno.
La profunda crisis que llevamos a cuestas
desde finales de 2007 ha servido, entre otras
cosas para redefinir las reglas del juego en el
universo de la industria farmacéutica y afines.
La estrategias a largo plazo basadas en ciclos
económicos predecibles y presupuestos
ilimitados; han dado paso a estrategias más
cortoplacistas basadas en la optimización de
las inversiones, lo cual ha venido acompaña-
do de un ajuste del tamaño y los costes de
las compañías en relación con las actuales
necesidades. Esta nueva realidad empresarial
requiere profesionales cada vez más flexibles
y adaptables que sean capaces de aportar
soluciones prácticas e innovadoras contando
con menos recursos. El nuevo entorno ha
motivado la generación de nuevas posiciones
laborales. En aquellas ya existentes se ha pro-
ducido una profunda evolución. Los nuevos
perfiles se dirigen hacia un profesional mul-
tidisciplinar con una visión más global que le
hagan más adaptable a diferentes roles.
Este combo de mejor gestión empresarial y
de flexibilización de los perfiles laborales,
pasa indefectiblemente por la formación de
las personas como elemento diferenciador y
que haga más competitivas a unas empresas
sobre otras.
¿Por qué formarse?
La formación es siempre la mejor inversión
que alguien puede hacer en su carrera profe-
sional. En el momento actual, es incluso más
importante tener una formación completa en
conocimientos y habilidades. La formación de
posgrado, en cualquiera de sus modalidades
será sin duda, una gran herramienta para
prepararnos para una nueva función dentro
de una misma u otra compañía, cambiar de
sector empresarial o emprender un negocio.
De hecho, un estudio de la EAE Business
School cifra en un 55% la mayor empleabi-
lidad de alguien con formación de posgrado.
Según el Monitor Adecco de Oportunidades y
Satisfacción en el Empleo de 2012, muestra
que el porcentaje de desempleo en personas
con formación de posgrado es del 15% por
el 27% de tasa de desempleo general.
Sin embargo, hacer un máster o un curso
de posgrado debe ser una experiencia en
sí misma que el alumno debe aprovechar al
máximo y debe sacarle todo el jugo posible. El
boom de la formación de posgrado a finales
de los 90 y en la pasada década desvirtuó en
cierta medida este concepto disgregando el
aprendizaje del mero hecho de tener un título
en el currículum. Si bien es cierto que una
formación de posgrado suele estar relacionada
con un mayor salario, son los conocimientos
y habilidades que en ella se aprenden, y no el
diploma final lo que hacen la diferencia.
Elaborar un buen programa es clave para
que las escuelas de negocios sigan siendo
fuente de futuros directivos y ejecutivos;
dando respuesta a las necesidades actuales
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y anticiparse a las necesidades futuras. Una
escuela de negocios no debería descansar
en su merecido y trabajado prestigio forjado
durante años de formar profesionales, sino
que deben seguir innovando y escuchando
al sector para crear programas que tengan
sentido y sean un valor añadido para que
las personas que lo realizan y las compañías
sigan invirtiendo en ellos.
Es bueno conocer una serie de elementos
que nos ayuden a optimizar el retorno de esa
inversión. Estos elementos son tan básicos
como el qué, cuándo, cómo, dónde y por qué.
En un entorno de destrucción de empleo y
de crisis, la formación de posgrado ha de ser
un elemento más enfocado al desarrollo per-
sonal y profesional; y no tanto al puramente
diferenciador en el currículum.
¿Cuáles son mis necesidades de
formación?
La formación es necesaria para que los
profesionales tengan las habilidades que las
empresas necesitan para continuar siendo
competitivas. En una carrera profesional las
temáticas serán distintas en cada etapa y
en cada función. Sin embargo, el entorno
también dictaminará las necesidades de for-
mación. Por tanto, para saber qué formación
es más necesaria en cada momento y qué
programa voy a abordar hay que preguntarse
entre otras cosas:
• ¿Cuálessonmispuntosfuertesydébiles?
• ¿Qué enfoque voy a dar a mi carrera?
• ¿Qué tendencias empresariales se
siguen en mi sector?
• ¿Qué perfiles son más o menos nece-
sarios?
Si lo que se quiere es orientar la carrera pro-
fesional, es recomendable hacer un máster
general del sector al acabar los estudios de
grado y/o al poco tiempo de iniciar la carrera
profesional. Estos cursos, generalmente más-
ter, suponen un baño de realidad empresarial
a alguien que sólo tiene conceptos teóricos.
Ayudará al recién graduado a conocer el fun-
cionamiento de una empresa y los procesos
que en ella tienen lugar. Además en muchas
ocasiones, las escuelas de negocios ofrecen
becas remuneradas en empresas del sector
que ofrecen un complemento formativo más
práctico al alumno.
Cuando el alumno ya tiene experiencia
laboral y una carrera consolidada en el sector
deberá seguir formándose. Seguramente de
manera más específica e intensiva en habili-
dades y conceptos que le ayuden a:
• Aportar más valor en su desempeño.
• Adquirir o potenciar habilidades para
desarrollar una nueva función o un
cargo de más responsabilidad.
• Adquirir conocimientos específicos
sobre un nuevo rol.
• Formarse en habilidades y conceptos de
dirección de empresas para emprender
un negocio.
Evidentemente, el tiempo no está tan defini-
do en estos casos y es bueno que el alumno
sepa cuándo es el momento idóneo para dar
un salto o un giro en su carrera.
Cada alumno es una realidad diferente a nivel
socioeconómico, formativo, de procedencia
geográfica o cargas familiares. En este sen-
tido, al abordar una formación de posgrado
hay que tener en cuenta cuál es la modalidad
que mejor va a permitir al alumno aprovechar
el programa formativo. El alumno debe tener
en cuenta que la formación va a exigir un
esfuerzo importante que necesariamente va a
impactar en su vida personal y profesional. Y
debe tomar decisiones sobre si dicha forma-
ción requiere un desplazamiento geográfico y
el coste de dicho desplazamiento a unir al del
propio programa. Las escuelas de negocios
ofrecen una amplia gama de posibilidades
de formación, presencial executive, full-time,
in-company, blended, completamente virtual.
¿Qué nos ofrecen las Escuelas de
Negocios?
El sector healthcare ha sido, y sigue siendo
uno de los mayores demandantes de forma-
ción de posgrado.
Las peculiaridades de la industria farmacéu-
tica en comparación con otros sectores de
gran consumo, debido al marco altamente
regulado de la investigación, así como de los
modelos de promoción y de prescripción de
productos; pusieron de manifiesto la nece-
sidad de desarrollar programas específicos
para el sector healthcare. Incluso, varias
escuelas de negocios nacieron y continúan su
actividad formadora al servicio de la industria
farmacéutica y afines.
Entidades universitarias han tenido una pre-
sencia amplia en la formación de profesiona-
les del sector healthcare, especialmente en
relación con perfiles dedicados a la investiga-
ción y desarrollo de nuevos fármacos.
Otras escuelas de negocios han hecho pro-
gramas específicos para la industria farma-
céutica adaptando su know-how en campos
como el marketing o la dirección comercial a
las necesidades del sector.
Las escuelas de negocios han sido las que
mejor se han adaptado a la formación em-
presarial. Sin embargo, universidades y otras
instituciones tienen cada vez más presencia
en la formación de posgrado con modelos
similares a las escuelas de negocios y temáti-
cas muy orientadas al mundo empresarial.
¿Qué Escuela de Negocios elijo?
Ésta es una pregunta difícil, ya que la oferta
es variada y el nivel de la escuelas de nego-
cios es en general bueno. Hay detalles que
hacen a algunas mejores que otras, pero la
prioridad debe ser la calidad del programa
que ofrece una escuela y lo que va a aportar,
por encima del nombre de la escuela en
particular.
Lasescuelasmásprestigiosassuelensermás
innovadorasenlosprogramasque ofrecen.
Tienenserviciosde estudioque lespermiten
conocerlasnuevasrealidadeslaborales y
necesidadesformativasantesque aotras, ypor
tantoofrecenprogramasmásenfocados a las
problemáticasactuales.Estasescuelas suelen
tenerprogramasinternacionalesconposi-
bilidadde hacerestanciasenlosprincipales
mercados.Comoguinda,estasescuelas ofrecen
unaredde contactosmuyinfluyenteentrepro-
fesoresyalumnos.Elaccesoaestosprogramas
suele teneruncoste elevadoque en algunos
casospuede proyectarunperfilelitista.
Existen escuelas con mucho prestigio en un
campo como el marketing, RRHH, derecho,
economía, farmacia, etc. que han desa-
rrollado programas más generalistas para
atraer nuevos alumnos. Estas escuelas son
una excelente elección para una formación
general debido a la dilatada experiencia de
su claustro y la aportación de algunos de los
mejores profesionales del sector. Además tie-
nen precios más competitivos que las hacen
más atractivas para un público más amplio.
En contra, la variedad de programas es menor
y la red de contactos es más limitada.
Cabe destacar en estas últimas escuelas ex-
clusivamente dedicadas al sector healthcare,
ya sea la industria farmacéutica, ensayos
clínicos, acceso a mercado o biotecnología.
Éstas se han convertido en la mayor cantera
de profesionales de la industria y su extensa
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experiencia en formar alumnos las hace
un actor de referencia en el universo
farma.
Programas formativos de las
Escuelas de Negocios
Los programas MBA en industria farma-
céutica son de gran utilidad para aquellos
profesionales que quieran tener una
visión más amplia del sector. Ayudará a
entender mejor las funciones dentro de
una compañía, lo cual es de gran impor-
tancia en puestos de gestión que requieren
una relación más estrecha con los distintos
departamentos. Es importante en estos
programas que el claustro esté compuesto
por profesionales en activo y con experien-
cia en el sector que puedan aportar casos
reales de éxitos y fracasos y una visión lo más
fidedigna posible. Además, es preferible que
el programa se dote de alumnos que también
tengan experiencia en alguno de los depar-
tamentos para poder aplicar los conceptos
aprendidos. En este sentido, las escuelas de
negocios han sido muy proactivas en captar
potenciales profesionales de la industria
recién graduados, lo cual en mi opinión es un
buen ejercicio en la orientación de carrera,
aunque generalmente repercute en detri-
mento de la calidad del programa en ambas
direcciones. Hacia los alumnos, el programa
les va a aportar conceptos que para ellos
seguirán siendo desconocidos y de aplicabi-
lidad teórica. Y hacia la calidad del programa
porque los alumnos van a aportar poco, lo
cual va a enriquecer poco las clases.
Existen programas más específicos sobre
marketing, acceso, ensayos clínicos etc. que
ofrecen una formación específica en campos
clave del sector. Es en este tipo de progra-
mas, donde las escuelas de negocios están
sabiendo adaptarse mejor a las necesidades
del sector.
Porejemplo,elnuevoentornohapuestoun
mayorfocoenelaccesoamercadoylasrela-
cionesinstitucionales.Lasescuelasdenegocios
hancreadoprogramasprácticosyespecíficos
paraformaralosprofesionalesenesteárea.
En estos programas las escuelas “no farma-
céuticas” han sabido combinar con mucha
solvencia el know how propio de su claustro
con profesionales que directamente están
involucrados en la toma de decisiones ha-
ciendo programas muy dinámicos y dirigidos.
Esta formación es muy necesaria en profe-
sionales que buscan un nuevo rol dentro del
sector o que quieren potenciar sus conoci-
mientos en un área determinada.
La transformación del sector healthcare está
suponiendo además un giro en la operativa
y dirección de las mismas. Los nuevos direc-
tivos y ejecutivos de las compañías requie-
ren formación específica en habilidades
de liderazgo, gestión de personas, gestión
del cambio etc. De nuevo las escuelas de
negocios menos “farmacéuticas” han sabido
adaptar mejor sus programas de desarrollo
directivo para el sector farma. La formación
executive o in-company están dando paso
a cursos a medida para las necesidades
requeridas por cada compañía. Estos progra-
mas son excelentes para que las compañías
acompañen a sus directivos y ejecutivos en el
proceso de cambio.
Una apuesta de futuro
La formación es más que nunca necesaria
para que el sector healthcare siga sien-
do punta de lanza en cuanto a I+D+i. El
entorno económico contractivo en el que
nos encontramos, las nuevas tecnologías, y
la globalización han cambiado la realidad
empresarial, pero también la manera en que
nos formamos.
Aunque muchas escuelas de negocios han
recorrido mucho camino y son un claro ejem-
plo de innovación y adaptación, la formación
en general debe adaptarse también a esta
nueva realidad con programas innovadores.
Programas posiblemente más enfocados a
habilidades y conceptos relacionados con
liderazgo situacional y resolución de con-
flictos y no tanto a conocimientos. Con una
mayor presencia de las nuevas tecnologías y
del social media, de manera que ofrezcan una
mayor variedad formativa a un mayor número
de profesionales. Todo esto repercutirá en
programas con un menor coste asociado para
las escuelas de negocios, haciéndolos más
asequibles para las personas y las compañías
que invierten en ellos. La formación debe
tener un perfil global y dar cabida a alumnos
de todo el mundo, para lo cual, las versiones
multilingües deben ser una generalidad en
las escuelas negocios. En definitiva, seguir el
concepto Go Global, Go On-line que ya están
impartiendo las principales universidades
americanas.
Héctor de la Riva