Los tres párrafos describen cómo surgieron los estados modernos en Europa occidental. Los campesinos y las ciudades se liberaron del control feudal de los señores apoyándose en los monarcas. Los grandes feudos desaparecieron y las naciones de España, Francia e Inglaterra emergieron, cada una gobernada por un rey con poder absoluto. Los reyes consolidaron su autoridad frente a los localismos mediante el derecho romano, una burocracia real, un ejército permanente pagado y impuestos obligatorios.