2. Características
• Se define como todo órgano aéreo o subterráneo,
derecho, rastrero o trepador, portador
de hojas, flores y frutos. Es la parte de la planta
opuesta a la raíz. Generalmente, crece en sentido
vertical hacia la luz del sol.
• Se diferencia de la raíz por la presencia de nudos en
los que se insertan las yemas axilares y las hojas y por
su geotropismo negativo, es decir, que crecen en
contra de la fuerza de gravedad.
3. • Desde el punto de vista de la Anatomía, el tallo está
constituido por tres sistemas de tejidos: el protector,
el fundamental y el conductor. El crecimiento en
longitud del tallo se debe a la actividad de
los meristemas apicales y al alargamiento subsecuente
de los entrenudos y se denomina crecimiento
primario.
• El crecimiento secundario se caracteriza por el
aumento del grosor del tallo y es el resultado de la
actividad de los denominados meristemas
secundarios. Este tipo de crecimiento da como
resultado la producción de madera.
5. Cuello: es la parte que se une con la raìz
Nudos: son abultamientos que se presentan a lo largo
del tallo
Entrenudos: como su nombre mismo lo indica son
los espacios situados entre nudo y nudo
Axila: es el punto donde se unen la rama o la hoja
con el tallo
Yemas: son pequeños brotes que se presentan en
cada axila; dan lugar a nuevas ramas.
6. Funciones
Las funciones del tallo son:
• Sustenta las hojas, en el momento de la reproducción
sostiene también las flores y los frutos.
• Conduce la savia hacia las diferentes partes del
vegetal.
• Los tallos que tienen color verde elaboran savia. En
las plantas que no presentan hojas, como en la
mayoría de las cactáceas, el tallo se encarga de
la fotosíntesis.
• Algunos tallos acumulan sustancias de reserva. En
muchas especies, el tallo es además uno de los
7. Tipos de tallos
Los tallos se clasifican según:
Su consistencia
su duración
El medio en que viven
Su posición.
9. • Herbáceos: se trata de aquellos tallos que nunca desarrollan tejidos
adultos o secundarios, por lo que tienen una consistencia suave y
frágil.
– Caña: es un tallo herbáceo macizo o hueco que no se ramifica. Es el
tallo típico de las poáceas.
– Cálamos: son tallos aéreos, cilíndricos, que no presentan nudos,
como por ejemplo, los tallos de los juncos.
– Volubles: son tallos flexibles y enrollables en un soporte, como por
ejemplo el del poroto (Phaseolus).
– Trepadores: son aquellos tallos que se fijan a un soporte mediante
zarcillos, como por ejemplo los tallos de la vid (Vitis).
• Leñosos: son tallos rígidos y duros, sin color verde ya que no
presentan clorofila.
– Arbustivos o Sufrútices: llegan a desarrollar tejidos secundarios,
pero sólo en la región próxima a la base, manteniendo la parte
superior de la planta siempre con tejidos jóvenes.
– Arbóreos: Son tallos que desarrollan tejidos secundarios por
completo. Son de consistencia dura, la que se debe a la
acumulación de súber en ellos.
– Estípite: Son aquellos tallos monopodiales en los que la única yema
que se desarrolla es la apical, quedando todas la demás atrofiadas.
Es el caso de la mayoría de las palmeras.
• Carnosos o suculentos: porque acumulan agua en su interior.
Ejemplo: los cactus
10. Su duración
los tallos se clasifican en:
Anuales: viven un año aproximadamente, ejem: lino,
cebada, dalia, etc.
Bianuales: viven aproximadamente dos años ejem:
remolacha, la col, etc
Perennes: viven más de dos años, propio de los
árboles.
14. Así mismo los aéreos se subdividen en:
Erectos o erguidos
Rastreros
Decumbentes (declinados con extremos
ascendentes)
Trepadores o voluble
Estolones
18. Rizomas: horizontales, en su cara superior tienen
yemas que originan órganos aéreos, y en la inferior
raíces adventicias: lirio, achira. Almacenan sustancias
de reserva.
Tubérculos: engrosados por las sustancias de reserva
que almacenan; poseen yemas que originan nuevas
plantas. La papa es un ejemplo típico.
Bulbos: compuestos de un tallo duro y ensanchado
que produce varias yemas por la parte superior, y
raíces adventicias por la inferior; el conjunto más o
menos esférico está recubierto por hojas
generalmente en escamas, blancas o amarillentas que
se llaman hojas catáfilas, como el junquillo y la
azucena.