1. Homero
El Misterio de Homero
Poeta Griego, no se sabe dónde nació; los lugares más probables son Quios y Esmirna; por referencias
geográficas y elementos dialectales, parece que fue originario del Asia menor. Se supone que vivió en el siglo
VIII a.c. o tal vez vivió en tiempos de la guerra de Troya, siglo XII a.c.
En la antigüedad fue considerado autor de las dos grandes epopeyas, la Iliada y la Odisea, lo cual hoy en día
parece algo dudoso. Se ha defendido la teoría de que no hubo un Homero solo sino toda un serie de
“Homérides” los filósofos no solo criticaban a Homero por haber permitido a los dioses muchas cosas
humanas, demasiado humanas, sino que también lo admiraban: Aristóteles, por ejemplo, lo llamó “el poeta
más excelente del estilo serio”.
Los poemas de La Iliada como la Odisea, fueron muy conocidos en el siglo VII, que evocan la civilización
micénica de forma legendaria. Influyeron claramente en Tirteo, Simónides y Alcmán, incluso Hesíodo retomo
versos y expresiones de Homero.
Corren multitud de leyendas sobre su vida; unas nos dicen que fue ciego, leyenda sacada del Himno a Apolo,
y otras nos cuentan la competición poética entre Homero y Hesíodo. Seguramente vivió en la corte de los
príncipes y su condición social fuera inferior a la de sus protectores; y lo más probable es que fuera humilde,
por la observación de la naturaleza y de las costumbres sencillas.
El psicólogo e investigador de la conciencia norteamericano Julián Jaynes
asoció al nombre de Homero una reflexión interesante: Según su tesis, las epopeyas homéricas son
documentos ejemplares de un tiempo en que la vida humana se desarrolla todavía sin (auto) conciencia.
La Iliada y La Odisea
Tanto la ilidia como la Odisea, fueron compuestas para ser escuchadas mas que para ser leídas, de aquí que
se llegase a pensar que eran recopilaciones de versos de distintos orígenes. Ambas obras tienen una
estructura unitaria.
En la Iliada, el tema central es la cólera de Aquiles, en la Odisea, comienza describiendo cómo era Itaca antes
del retorno de Ulises, y concluye con la recuperación del poder por parte del rey. Tanto en una como en la
otra, los personajes están elaborados de forma coherente y orgánica, tampoco hay diferencias en el lenguaje;
usó formas eólicas y micénicas en ambos poemas. No obstante, existen numerosas diferencias; algunas se
deben al tema, mientras que la Iliada trata de la guerra y sus vicisitudes, la Odisea de largas peregrinaciones
en tiempos de paz.
La solución estilísticas también son diferentes en parte: La Iliada es rica en comparaciones, La Odisea posee
una rica dimensión fantástica. Son poemas diferentes, pero no contradictorios. La Odisea es como una
continuación de la Iliada; los personajes presentes en las dos obras cambian sólo por el paso del tiempo. No
cabe duda de que ambos poemas son del mismo autor.
Seguramente Homero escribió la Odisea en edad avanzada, así se explica el distinto papel que juegan los
dioses en las obras. Desde el punto de vista técnico, hay que señalar que el carácter episódico de la narración
homérica representa una supervivencia de relatos antiguos breves, y que el lenguaje, rico en arcaísmos, y
sinónimos, se diferencian del lenguaje hablado. En cuanto al procedimiento formal, el uso de sintagmas fijos
proviene de las técnicas arcaicas de improvisación de los poetas, quizás algunas de ellas fueran inventadas
por Homero.
Alteraciones A Sus Obras
2. Por supuesto los poemas épicos no han llegado hasta nuestros días tal como los escribió Homero. Se
reconocen interpolaciones; la lengua también sufrió alteraciones, ya que se introdujeron formas áticas, y
algunas palabras que no entendían, las cambiaron por otras más modernas. Cuando los rapsodas homéricos
comenzaron a transmitir los poemas, fue la época de mayores cambios. No es posible la reconstrucción del
texto original.
Tras el período alejandrino, Zenodoto volvió a insistir en que solo la Iliada era de Homero; a partir del siglo
XVIII, d' Aubignac defendió que el poema era un conglomerado de cantos populares, y Vico afirmó que
Homero no era tanto un personaje real como el símbolo de la poesía griega de la época heroica. En 1795, se
replanteo la cuestión homérica desde un punto de vista científico en los Prolegómena ad Homerum, de Wolf.
Según este autor, los poemas se remontan a Pisístrado y había que atribuirlos a una comisión de doctos, que
las elaboraron a partir de breves cantos antiguos sobre empresas de Aquiles y Ulises. Hoy en día prevalecen
las tesis de Schadewaldt de 1938 y ha hecho madurar la cuestión homérica en la cultura historicista de los
últimos decenios.
Sus poemas fueron admirados y sus textos fueron la base de la educación escolar, solamente tuvo un
detractor, Zoilo de Antipolis. También ejerció influencia en el nacimiento de la poesía latina, iniciada esta con
la traducción de la Odisea de Livio Andrónico, que continuo con Ennio y tuvo su máxima expresión con
Virgilio.