El documento habla sobre la necesidad de estudiar la historia desde la perspectiva de la gente común y corriente. Señala que anteriormente la historia se enfocaba principalmente en figuras destacadas, pero que ahora es importante reconocer que personas ordinarias también contribuyeron a moldear el curso de la historia a través de sus vidas cotidianas. Este nuevo enfoque puede ayudar a los niños a comprender mejor cómo se insertan en la historia y que incluso sus propias acciones tienen relevancia histórica.