1. 1.- Sábado 14, a las 5 de la tarde: Asamblea en el Salón Parroquial.
- Saludo. Acogida. Oración.
- Lectura del Acta anterior.
- Informaciones.
- Lectura y puesta en común del Ev: Marcos 13, 24-32.
- 1ª Lectura : Daniel 12, 1- 3.
- 2ª Lectura: Hebreos 10, 11-14. 18.
- Tema franciscanos. VIVIR SEGÚN EL EVANGELIO Nº3 Artículos: 8-9-10
2.- Martes 17, SANTA ISABEL DE HUNGRIA
PATRONA DE LA OFS y de la TOR. Celebración
de la Eucaristía, Capilla de Lourdes, 6 de la tarde.
Al final nos reuniremos en el salón de la comunidad
para compartir un ágape fraterno.
3.- Viernes 20, a las 6 de la tarde en el Salón Parroquial:
encuentro de formación: continuamos con el tema del
mes pasado: El Credo.
4.- Lunes 23, a las 12 h. en la Residencia misa en Conmemoración de Todos los
Difuntos de la Familia Franciscana.
5.- Miércoles 25, a las 6,30 tarde Rezo de Vísperas en la Residencia.
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Domingo 29: TIEMPO DE ADVIENTO, CICLO “C“.
¡PREPARAR LOS CAMINOS!
El tiempo de Adviento nos devuelve el horizonte de la esperanza, una esperanza que
no decepciona porque está fundada en la Palabra de Dios. Una esperanza que no
decepciona, sencillamente porque el Señor no decepciona jamás. ¡Él es fiel!
¡Pensemos y sintamos esta belleza!
Papa Francisco
Noviembre /2015 /nº 211
EN EL ESPÍRITU DE ASÍS
Celebración franciscana de la paz
El Señor nos salió al encuentro, nos llamó y nos reunió en la oración para invocar
Justicia y Paz, y huir del fanatismo y la indiferencia, en la capilla de la Residencia
de san Pedro, el día 30 de octubre.
El Señor utilizó como portavoces a las hermanas franciscanas de la Madre
del Divino Pastor para celebrar con gozo su paso salvador ante el Sagrario.
El Papa Juan Pablo II el día 27.10.1986, -25 años de oración por la paz-
impulsó la inauguración de Encuentro Interreligioso celebrado en Asís, donde
rezaron y ayunaron 150 representantes de la doce principales religiones de mundo.
Un soplo del Espíritu Santo para lograr armonía y paz en el mundo, inspirado en el
hermano Francisco. Latía el interés por buscar las raíces más profundas de la paz,
dentro de cada confesión religiosa. Juan Pablo II exhortó: “Sigan viviendo en
mensaje de la paz, sigan viviendo el espíritu de Asís.
Siguiendo estos pasos, la Familia Franciscana de Arenas nos reunimos para
una celebración pausada y reflexiva de discernimiento, llamada y compromiso,
actitud positiva y acogedora de amor hacia la humanidad dañada por el hambre y la
necesidad.
Equidad y Justicia; un reino de paz, sin gritos ni marginación; sin conflictos
de odio ni violencia; donde no se lacere el corazón de nadie por la indiferencia;
donde no haya desplazamientos por fanatismos, y nos sintamos todos iguales, sin
nieblas de separación; corazones abiertos a la igualdad: todos hermanos buenos.
El espíritu del Evangelio viviente ha descendido hasta el último rincón del
alma de los marginados. El espíritu de Asís ha derramado su hálito como lluvia,
empapando la tierra de los despojados de justicia y de paz. La celebración nos ha
recatado la memoria para cantar las grandezas del Señor, llevándonos a un
estremecimiento de gozo de nuestro espíritu hacia Dios, creador, redentor,
consolador y salvador nuestro.
Ayudó nuestra oración el ambiente recogido y espiritual, y una delicada y
escogida decoración con doce humildes lámparas, rutilantes como estrellas de la
corona de nuestra Señora de los Ángeles, a la que despedimos cantando.
Hermano Manolo
CALENDARIO PARA EL MES DE NOVIEMBRE
2. UNA IGLESIA SAMARITANA
HOMILÍA DEL PAPA EN LA CLAUSURA DEL SÍNODO
En el encuentro de Jesús con el ciego el Papa nos recuerda unas
actitudes fundamentales para todo discípulo del Señor. “A pesar de que
apenas había emprendido el camino más importante, el que va hacia
Jerusalén, Jesús se detiene para responder al grito de Bartimeo. Se deja
interpelar por su petición, se deja implicar en su situación. No se contenta
con una limosna, sino que quiere encontrarlo personalmente”. “En efecto,
sólo el encuentro con Jesús da al hombre la fuerza para afrontar las
situaciones más graves”. “Los discípulos, sigue diciendo el Papa, estamos
llamados a esto, también hoy, especialmente hoy: a poner al hombre en
contacto con la misericordia compasiva que salva”.
El Papa resalta el contraste entre el comportamiento de Jesús y el de los
discípulos, y que es una de las tentaciones que nos acechan a nosotros.
“Ninguno de los discípulos se para, como hace Jesús. Pasan de largo como
si nada hubiera sucedido. Si Bartimeo era ciego, ellos son sordos: aquel
problema no es problema suyo. Este pueda ser nuestro riesgo: estamos con
Jesús como aquellos discípulos, pero no pensamos como Jesús. Se está en
su grupo, pero se pierde la apertura de corazón, y se corre el peligro de
convertirse en *habituales de la gracia*. Podemos hablar de Él y trabajar
para Él, pero vivir lejos de su corazón, que está orientado hacia quien está
herido. Podemos caminar a través de los desiertos de la humanidad sin ver
lo que realmente hay, sino lo que a nosotros nos gustaría ver. Una fe que no
sabe radicarse en la vida de la gente permanece árida y, en lugar de oasis,
crea otros desiertos”.
“Hay una segunda tentación, la de caer en una *fe de mapa*.
Podemos caminar con el pueblo de Dios, pero tenemos nuestra hoja de
ruta: sabemos dónde ir y cuánto tiempo se tarda; todos deben respetar
nuestro ritmo; quien molesta o no tiene categoría, ha de ser excluido. Jesús,
por el contrario, quiere incluir, especialmente a quienes están relegados al
margen y le gritan”.
La trascendencia de esta reflexión del Papa se agranda por el hecho de
ser la clausura del Sínodo de la Familia, y de tener como sus más inmediatos
destinatarios a los participantes en esa importantísima asamblea. Como
somos una Iglesia-Familia, las palabras del Papa nos interpelan también a
nosotros y nos impulsan a ser, como Jesús, buenos samaritanos.
Hermano Vicente
SOR JOSEFINA PADALINO
RASGOS DE SU SEMBLANZA
Caterina, ese es su nombre de bautismo, nace en el seno de una familia numerosa
en un pequeño pueblo de la región de La Puglia, en el sur de Italia. Joven y madura
recibe la llamada al seguimiento de Jesús, e ingresa en el Instituto de las Hermanas
Franciscanas Alcantarinas. El día de San José de 1964 emite sus votos perpetuos, y a
los pocos meses es destinada a la casa recién abierta en el Barrio de Lourdes, de
Arenas de San Pedro. La vida de nuestra hermana va a estar intensamente unida a
este pueblo durante casi 50 años, primero en la casa de Lourdes, y después en la
Residencia de Ancianos.
A lo largo de su vida Sor Josefina ha puesto generosamente al servicio de los
hermanos y de las tareas que se le han confiado el hermoso abanico de dones y
cualidades recibidas del Señor. A su inteligencia muy despierta unía una buena dosis
de sensatez y prudencia, que le proporcionaban un notable equilibrio en sus
actuaciones. Repasando su vida, viene a la mente el elogio de la mujer buena que hace
el Eclesiástico en el capítulo 26. “Como el sol en las alturas del Señor es la belleza de
la Mujer buena en su casa bien ordenada”: la bondad ha sido característica
destacada en ella. Esa cualidad la hacía humana y cercana, sensible y abierta a las
situaciones y necesidades de las personas con las que trataba. Mujer buena y muy
natural, lo que le granjeaba el aprecio y confianza, tanto del personal de la Residencia
como de las autoridades a las que acudía solicitando las necesarias ayudas para las
mejoras que de día en día requerían las nuevas situaciones.
La bondad se armonizaba de manera muy natural con un notable temple de ánimo.
El Eclesiástico habla de la “mujer valerosa”, y Sor Josefina lo fue en grado muy
notable. Como Superiora y Administradora de la Residencia tuvo sobradas ocasiones
para dar prueba de ello: durante su mandato se realizó la segunda ampliación del
edificio y se hizo el tanatorio, rematando esas obras con la remodelación de toda la
Residencia, para acomodarla a las normativas que iban surgiendo. Especialmente en
la última de esas obras nuestra hermana hizo gala de una fortaleza de ánimo
realmente extraordinaria: sobre ella recayeron en gran medida las gestiones para
obtener las subvenciones necesarias y la responsabilidad durante la ejecución de las
mismas.
Entre las gracias que el buen Dios concedió a Sor Josefina ocupa lugar privilegiado
el de su vocación franciscana-alcantarina, objeto de su mayor aprecio y de una sentida
gratitud al Padre, “Dador de todo don”. Amó intensamente su vocación y tuvo gran
cariño a los santos en los que esa vocación logró una ejemplar realización: San
Francisco y San Pedro de Alcántara. Los largos años de permanencia en esta casa del
Alcantarino fortalecieron en el corazón de nuestra hermana devoción alumbrada en
el momento de su profesión en el Instituto Alcantarino. Porque fue “sierva fiel”, nos
anima la confianza de que el Señor de la viña la ha recompensado a medida de su
bondad y misericordia.
Tus hermanas alcantarinas