2. Había una vez, dos hermanas pequeñas que se llamaban Irene y
Marta y siempre les gustaba ir con su mamá a comprar.
- Mira mamá, ¿Qué fruta es esa? – dijo Irene.
- Cerezas – dijo su madre.
- ¿y esa? – preguntó Maria.
- Manzana –
- ¿y esa? –
- Pera -.
Irene y María eran muy inquietas y también les gustaba hacer
toda clase de preguntas, pero tenían un defecto y es que no les
gustabas nada obedecer.
3. Un día cuando fueron de compras con su mamá a la
frutería, las niñas salieron corriendo porque vieron unos
globos que querían coger. Cuando se dieron la vuelta no
vieron a su mamá y se asustaron mucho.
Siguieron corriendo y llegaron hasta una puerta, la
atravesaron y vieron que había una selva, entonces vino un
mono y les preguntó:
- ¿Qué os pasa?, ¿por qué estáis llorando? –
- Porque no encontramos a nuestra mamá, nos hemos
perdido y ahora no sabemos volver a casa-.
4. Mala cosa, mala cosa – dijo el mono muy preocupado.
- ¿puedes ayudarnos, por favor? – preguntaron las niñas.
- Bueno, iremos a ver al león que es el rey de esta selva, a
ver que puede hacer-.
Y caminaron, y caminaron y caminaron y por fin llegaron
hasta una cueva.
- Entremos – dijo el mono – aquí es dónde vive el león -.
- Es que me da un poco de miedo, ¿y si el león me come? –
dijo Irene -.
- No te comerá, es un león vegetariano -.
5. ¿vegetariano? ¿dónde se ha visto un león vegetariano? –
preguntó María.
- En el mismo sitio en que los niños no obedecen a sus
papás – dijo el mono enfadado.
- Bueno, bueno no te pongas así, entremos, pero si nos
come la culpa será tuya -.
- Uffff… - dijo el mono - ¡que pesadas! -.
- ¿quién hay ahí? – gritó el león con voz grave.
Las niñas muy asustadas respondieron:
- Somos Irene y María, ¿podemos pasar? -.
6. Irene y María, sin poder dejar de llorar le dijeron:
- Porque somos unas desobedientes, pero prometemos que no lo
haremos más, iremos siempre de la mano de mis papás -.
De repente las niñas oyeron la voz de su madre:
- Chiquitinas, ¿Qué hacéis ahí sentadas?¿os habéis caído? -.
Las niñas al ver a su madre se pusieron muy contentas.
- Mami, mami, ¡estás aquí!, te vamos a obedecer
siempre, ¿sabes?, vamos a ir de tu mano, y no saldremos
corriendo nunca más -.
- Cuanto me alegra oír eso – dijo su mamá - ¿Qué es lo que os ha
hecho cambiar de idea? -.
7. Irene y María contaron todo lo que les había ocurrido a su madre.
- Pero que imaginación tenéis, niñas -.
Y las tres se fueron riendo y jugando a casa.
Colorín colorado, este cuento se ha acabado.