La humanidad a lo largo de las centurias ha creado para su sobrevivencia no sólo cosas materiales tangibles, estructuras legales que permitan la convivencia entre los hombres, o requiere únicamente cubrir necesidades básicas del ser humano, que ha sido profundamente estudiado por Maslow y otros. La humanidad también posee igualmente la necesidad de creer en algo, es por esto que cada cultura en la humanidad crea y mantiene imágenes como colectivos; imágenes, idearios que se mantienen vigente en diferentes partes del mundo, pero que tienen un peso en la conformación de los valores dé cada grupo humano. Cabe destacar que a estas imágenes, trasfondos y conceptos principales que poseen los grupos sociales, son lo mismo para toda la humanidad, contiene la inmensa herencia psíquica de la evolución humana. Estas estructuras simbólicas dan forma a los arquetipos son los contenidos o estructuras personificadas que hacen las culturas como parte del inconsciente colectivo. En este sentido, C.G. Jung (1875-1961) fue el primero que habló de arquetipos en el ámbito de la psicología. La exploración de las profundidades de la psique lo llevó a estudiar exhaustivamente la filosofía, la mitología, la alquimia, las religiones orientales y el misticismo occidental. Sea llegado a afirmar que este autor, revolucionó el paradigma mecanicista de la psicología, recalcando la importancia del inconsciente por encima del consciente, de lo misterioso en lugar de lo conocido, de lo místico en lugar de lo científico, de lo creativo en lugar de lo productivo y podríamos agregar de lo cualitativo por lo cuantitativo. Es preciso puntualizar, que Jung nos habla del inconsciente como algo que va mucho más allá de lo personal e individual. Además del inconsciente individual, hablaba de un inconsciente universal y suprapersonal al que denominó inconsciente colectivo. Este inconsciente colectivo se evidencia en símbolos e imágenes del mundo que se ensamblan y conforman los idearios colectivos reconocidos en diferentes culturas de la misma manera y pasan por todos los tiempos de manera casi estática, lo que varía respecto a ellos son las interpretaciones que cada ser humano, cultura y grupo le otorga a cada concepto. Entonces, surgen elaboraciones sobre la base de estas experiencias, significados y estructuras mentales del agregado social. Estas experiencias se organizan en campos comunes (arquetipos) dentro del inconsciente colectivo. De este modo nos encontramos con arquetipos como el de madre, niña, amante, guerrera, sabia. Los arquetipos aparecen en forma de "personajes" en los mitos y cuentos de hadas de todos los pueblos, dando voz al inconsciente colectivo. Hoy en día los encontramos también en el cine, la literatura, el arte, la publicidad. Los arquetipos funcionan como patrones subyacentes a partir de los cuales se configura la estructura individual; funcionan como modelos psicológicos, emocionales, de conducta y relacionales, que influyen y determinan nuestra vida.