INTRODUCCIÓN
• La historia de Italia está íntimamente ligada a la de la cultura occidental y
la historia de Europa, y buena parte de los principales acontecimientos históricos del
mundo occidental y universal han tenido lugar en el país o los han protagonizado
sus pueblos.
HISTORIA
• Pocos países se han sufrido tantos vaivenes como Italia. La península se hallaba en
el corazón del Imperio romano; la religión católica tiene su sede central en Roma; y
fueron en gran medida las dinámicas ciudades-Estado italianas las que dieron paso
a la era moderna con el Renacimiento. Sin embargo, Italia ha conocido el caos y un
profundo sufrimiento. El auge de las naciones europeas del s. XVI dejó atrás a la
dividida península italiana. La unificación se ganó con sangre, pero muchos
ciudadanos vivieron desde entonces en la más absoluta pobreza, lo que provocó
grandes olas migratorias.
ACONTECIMIENTOS IMPORTANTES
• ETRUSCOS, GRIEGOS Y GEMELOS CRIADOS POR UNA
LOBA
• LA REPÚBLICA ROMANA
• APROVECHAR EL DÍA
• AUGUSTO Y LAS GLORIAS DEL IMPERIO
• PODER PAPAL Y ENEMISTADES FAMILIARES
• LA MARAVILLA DEL MUNDO
• EL AUGE DE LAS CIUDADES-ESTADO
• EL NACIMIENTO DE UNA NACIÓN
• DE LAS TRINCHERAS AL DICTADOR AHORCADO
• CUIDADO CON LOS ROJOS
• MANOS LIMPIAS Y EL ASCENSO DE BERLUSCONI
ETRUSCOS, GRIEGOS Y GEMELOS CRIADOS POR
UNA LOBA
• Gran parte de lo que se sabe del pueblo etrusco se ha deducido a partir de objetos y pinturas
desenterrados en sus cementerios, especialmente en Tarquinia, cerca de Roma. Persiste el debate sobre si
los etruscos habrían llegado de Asia Menor; hablaban un idioma apenas descifrado en la actualidad. Eran
temibles guerreros y marinos, aunque carecían de cohesión y disciplina. Mientras los etruscos dominaban
el centro, los comerciantes griegos se instalaban en el sur de la península en el s. VIII a.C., erigiendo una
serie de ciudades-Estado independientes en la costa y en Sicilia, que en su conjunto se conoció como
Magna Grecia. Los intentos de los etruscos por conquistar asentamientos griegos fracasaron y
apresuraron su declive, aunque la sentencia de muerte tendría una procedencia inesperada: la sucia
aunque próspera ciudad latina de Roma. Perdidos en el mito se encuentran los orígenes de la ciudad, que,
según se afirma, fue fundada por Rómulo (descendiente de Eneas, héroe troyano hijo de la diosa Venus)
el21 de abril del753 a.C. en el enclave donde él y su hermano Remo, huérfanos, fueron amamantados por
una loba. Más tarde, Rómulo mataría a Remo y el asentamiento acabaría llamándose Roma en su honor.
Hay un punto en que leyenda e historia se entremezclan. Se dice que siete reyes siguieron a Rómulo y al
menos tres fueron gobernantes etruscos históricos. En el509 a.C., algunos nobles latinos descontentos
expulsaron de Roma al último rey etrusco, Tarquino el Soberbio, después de que su predecesor, Servio
Tulio, llenara el Senado de aliados e introdujera reformas ciudadanas que minaron el poder de la
aristocracia.
LA REPÚBLICA ROMANA
• Su principal característica era que el imperium o poder regio recaía en manos de dos cónsules, que actuaban como líderes
políticos y militares y eran elegidos por una asamblea popular por mandatos de un año no prorrogables y asesorados por
el Senado, cuyos miembros eran vitalicios. Aunque, desde el comienzo, los monumentos estaban estampados con las
iniciales SPQR (Senatus Populusque Romanus –Senado y Pueblo de Roma–), originariamente el pueblo tenía poco que
decir. Las iniciales aún se utilizan y muchos romanos afirmarían que las cosas han cambiado poco. Conocidos como
plebeyos (literalmente “los muchos”), la mayoría de los ciudadanos sin derecho a voto lentamente fue obteniendo
privilegios de los patricios en los más de dos siglos posteriores a la fundación de la República. Algunos incluso fueron
nombrados cónsules y, de hecho, hacia el280 a.C., gran parte de las distinciones entre ambos grupos habían
desaparecido. A pesar de ello, el sistema aparentemente democrático era en gran medida oligárquico, con una clase
política bastante estrecha (patricia o plebeya) que pugnaba por las posiciones de poder en el Gobierno y el Senado. Los
romanos tendían a la improvisación. Roma no se molestó en acuñar moneda hasta el 269 a.C., aunque sus vecinos
etruscos y griegos (posteriormente conquistados o aliados) hacía tiempo que disponían de ellas. Lentamente al principio y
a un ritmo creciente después, los ejércitos romanos conquistaron la península italiana. Las ciudades-Estado derrotadas
no eran anexionadas directamente, sino obligadas a actuar como aliadas: mantenían su gobierno y territorio y a cambio
debían proporcionar tropas al ejército romano cuando se les exigía. Este rasgo relativamente tolerante fue una de las
claves de su éxito. En la segunda mitad del s. II a.C., Roma era la ciudad más importante del Mediterráneo y contaba con
300 000 habitantes. La mayoría eran esclavos o libertos de clase baja que a menudo vivían en condiciones precarias
APROVECHAR EL DÍA
• Nacido en el100 a.C., Cayo Julio César demostró ser uno de los más insignes generales, benévolos conquistadores y
hábiles administradores de Roma. Su sed de poder fue probablemente su perdición. Fue partidario del cónsul Pompeyo,
que desde el78 a.C. era una de las figuras principales en Roma tras sofocar las rebeliones de Hispania y eliminar la
piratería. El propio César había pasado varios años en Hispania, ocupándose de las revueltas fronterizas, y a su vuelta a
Roma en el60 a.C. formó una alianza con Pompeyo y otro importante comandante y anterior cónsul, Craso. Fue
partidario del cónsul Pompeyo, que desde el78 a.C. era una de las figuras principales en Roma tras sofocar las rebeliones
de Hispania y eliminar la piratería. El propio César había pasado varios años en Hispania, ocupándose de las revueltas
fronterizas, y a su vuelta a Roma en el60 a.C. formó una alianza con Pompeyo y otro importante comandante y anterior
cónsul, Craso. Ambos apoyaron la candidatura de César como cónsul. César reunió tropas y al año siguiente entró en la
Galia (la actual Francia) para atajar una invasión de tribus helvéticas y posteriormente doblegar a otras. En los cinco
años siguientes sometió a toda la Galia y realizaron incursiones en Britania y en la otra orilla del Rin. En el51 a.C. acabó
con la última gran revuelta de la Galia, liderada por Vercingétorix. Para entonces, César era respaldado por un ejército
veterano y leal. Celoso del creciente poder de su antiguo protegido, Pompeyo rompió su alianza política con él y se asoció
a facciones del Senado con ideas afines para relegarle en el49 a.C. El 7 de enero, César entró en Italia cruzando el río
Rubicón e iniciando una guerra civil. Hacia el44 a.C. era evidente que César no tenía la intención de restaurar la
República y en el Senado creció el descontento, incluso entre antiguos partidarios suyos como Marco Junio Bruto, que
pensaron que había ido demasiado lejos.
AUGUSTO Y LAS GLORIAS DEL IMPERIO
• Octavio permaneció como único gobernante del mundo romano y hacia el19 a.C. fue proclamado Augusto (sumo pontífice) y el
Senado le concedió un poder prácticamente ilimitado. Se convirtió en emperador. Las artes prosperaron bajo su mandato; tuvo la
fortuna de ser contemporáneo de los poetas Virgilio, Horacio y Ovidio, así como del historiador Tito Livio. Potenció las artes
decorativas, restauró edificios existentes e hizo construir muchos otros. El Panteón fue erigido durante su reinado y alardeaba de
que “se había encontrado con una Roma de ladrillo y la había dejado de mármol”. Se cree que en el 100 d.C. la ciudad de Roma
tenía más de 1,5 millones de habitantes y todos los símbolos de una capital imperial: su riqueza y prosperidad se hacían patentes
en los ricos mosaicos, templos de mármol, baños públicos, teatros, circos y bibliotecas. Gente de toda raza y condición confluía en
la capital. La pobreza se extendía entre una clase baja, a menudo descontenta. Augusto creó la primera policía de Roma a las
órdenes de un prefecto de la ciudad (praefectus urbi) para poner freno a la violencia del populacho, que hacía tiempo campaba a
sus anchas. Llevó a cabo otras trascendentales reformas. Un siglo después de su muerte (en el 14 d.C., a los 75 de edad), el
Imperio había alcanzado su mayor extensión. Dicha situación se prolongó hasta el s. III; los ataques al Imperio desde el exterior y
las revueltas internas eran parte de la vida imperial. Una nueva fuerza religiosa, el cristianismo, ganaba popularidad. Durante el
reinado de Diocleciano (245-305) la persecución a los cristianos se convirtió en práctica común, política que revirtió Constantino I
en el Edicto de Milán. Dicha situación se prolongó hasta el s. III; los ataques al Imperio desde el exterior y las revueltas internas
eran parte de la vida imperial. Una nueva fuerza religiosa, el cristianismo, ganaba popularidad. Durante el reinado de
Diocleciano (245-305) la persecución a los cristianos se convirtió en práctica común, política que revirtió Constantino I en el
Edicto de Milán. Más tarde, el Imperio se dividió en dos, con su segunda capital, Constantinopla (fundada por Constantino en el
330), en el Bósforo. Fue este Imperio oriental, Bizancio, el que sobrevivió cuando Italia y Roma fueron invadidas.
PODER PAPAL Y ENEMISTADES FAMILIARES
• En un extraño giro, la religión minoritaria que el emperador Diocleciano había intentado aplastar
con tanto esfuerzo llegó dispuesta a salvar la gloria de la ciudad de Roma. A través del caos de
invasiones y contrainvasiones que hicieron sucumbir a Italia ante tribus germánicas, la
reconquista bizantina y la ocupación lombarda en el norte, el papado se estableció en Roma como
fuerza espiritual y secular.
• Los papas fueron astutos y se sacaron de la manga la Donación de Constantino, documento según
el cual el emperador supuestamente había garantizado el control de la Iglesia sobre Roma y sus
territorios aledaños. Lo que necesitaban era un garante con influencia militar; lo hallaron en los
francos y se materializó en un pacto.
• A cambio del reconocimiento formal del control del papado sobre Roma y los territorios colindantes,
en poder bizantino –desde entonces conocidos como Estados Pontificios–, concedieron a los francos
un papel principal, aunque ambiguo, en Italia, y a su rey Carlomagno el título de emperador del
Sacro Imperio Romano Germánico.
LA MARAVILLA DEL MUNDO
• El Sacro Imperio Romano Germánico apenas había alcanzado el sur de Italia hasta el matrimonio de Enrique VI, hijo del
emperador Federico I Barbarroja, con Constanza de Hauteville, heredera al trono normando de Sicilia. Los normandos
habían llegado al sur de Italia en el s. X, primero en calidad de peregrinos que regresaban de Jerusalén, y más tarde
contratados como mercenarios por principados rivales y para luchar contra los musulmanes en Sicilia. De la unión de
Enrique y Constanza nació uno de los personajes más interesantes de la Europa medieval, Federico II (1194-1250).
• Coronado emperador en 1220, Federico era un alemán diferente. Habiendo crecido en el sur de Italia, consideraba Sicilia
su territorio natural y abandonó los estados alemanes a su suerte. Guerrero y estudioso, fue un gobernante progresista
con vocación absolutista. Aunque concedió libertad de culto a musulmanes y judíos, no resultó del agrado de todo el
mundo, ya que su ambición final consistía en situar toda Italia bajo el yugo imperial.
• Poeta, lingüista, matemático, filósofo y muy versátil, Federico II fundó una universidad en Nápoles y promovió la
expansión de la enseñanza y la traducción de tratados árabes. Desde sus primeros días al frente del Imperio, fue
conocido como Stupor Mundi (Maravilla del Mundo) por sus extraordinarios talentos, energía y destreza militar.
EL AUGE DE LAS CIUDADES-ESTADO
• Mientras el sur de Italia tendía a los gobiernos centralizados, en el norte ocurría lo opuesto. Ciudades
portuarias como Génova, Pisa y especialmente Venecia, junto con núcleos del interior como Florencia,
Milán, Parma, Bolonia, Padua, Verona y Módena, se mostraban cada vez más insolentes ante la
injerencia de los emperadores del Sacro Imperio.
• La creciente bonanza de las ciudades y su independencia también suscitaron conflictos con Roma, que se
veía cada incapaz de ejercer influencia sobre ellas; de hecho, el control sobre algunos de sus Estados
Pontificios fue a veces cuestionado. Atrapadas entre el papado y los emperadores, no es de extrañar que
estas ciudades-Estado no dejaran de cambiar de aliados, con tal de servir mejor a sus propios intereses.
• Entre los ss. XII y XIV se desarrollaron nuevas formas de gobierno. Venecia adoptó un sistema
oligárquico parlamentario en un intento por conseguir una democracia limitada. Lo más frecuente era
que la ciudad-Estado creara una comune (ayuntamiento), una forma de gobierno republicano dominado al
principio por aristócratas, pero luego cada vez más por las acaudaladas clases medias.
EL NACIMIENTO DE UNA NACIÓN
• La Revolución francesa a finales del s. XVIII y el ascenso de Napoleón alentó en Italia las ilusiones
de convertirse en una nación independiente. Desde los días gloriosos del Renacimiento, sus
divididos mini estados habían ido perdiendo poder y estatus en el escenario europeo. A finales del s.
XVIII, la península era poco más que un agotado y atrasado patio de juegos para las grandes
potencias. Napoleón invadió Italia en varias ocasiones, poniendo fin en1797 ala República de
Venecia (y a mil años de independencia) y creando el denominado Reino de Italia en 1804, que no
era en modo alguno independiente; no obstante, el terremoto napoleónico hizo que muchos
ciudadanos creyesen que un único Estado italiano era posible tras la muerte del emperador. No iba
a resultar tan fácil. El reaccionario Congreso de Viena devolvió a todos los gobernantes extranjeros
a sus puestos en Italia.
DE LAS TRINCHERAS AL DICTADOR AHORCADO
• Al estallar la Gran guerra en Europa en julio de 1914, Italia decidió permanecer neutral, a pesar de integrar la Triple
Alianza con Austria y Alemania. Italia poseía reivindicaciones territoriales sobre Trento (Trentino), el sur del Tirol,
Trieste e incluso Dalmacia, bajo control austriaco (algunos de estos territorios los había intentado tomar sin éxito
durante la guerra austro-prusiana de 1866). Bajo las condiciones de la Triple Alianza, Austria debía entregar gran parte
de este territorio en caso de ocupar otro en los Balcanes, pero se negó a cumplirlo.
• El Gobierno italiano estaba dividido entre un partido no intervencionista y otro favorable a la guerra. Este último, en
vista de la intransigencia de Austria, decidió tratar con los aliados. En el pacto de Londres de abril de1915, aItalia le
prometieron los territorios reclamados tras la victoria. En mayo, Italia declaró la guerra a Austria y ambos países se
sumieron en una agotadora contienda de desgaste de tres años y medio. Tras el desplome de las fuerzas austrohúngaras
en noviembre de 1918, los italianos invadieron Trieste y Trento, pero el Tratado de Versalles posterior les negó el resto de
los territorios que exigían. Las ganancias fueron escasas. Italia perdió 600 000 hombres y la economía de guerra había
generado una concentración de poderosos barones industriales, al tiempo que dejaba al grueso de la población en la
miseria. Este cóctel era aún más explosivo a causa de los muchos militares desmovilizados que regresaban a casa o
recorrían el país en busca de trabajo. Era el ambiente perfecto para un demagogo, cuya aparición no se haría esperar.
CUIDADO CON LOS ROJOS
• Después de la guerra, la resistencia fue desarmada y las fuerzas políticas se reagruparon. A través del
Plan Marshall, EE UU ejerció una considerable influencia política con la que contuvo a los partidos de
izquierda.
• Se sucedieron tres gobiernos de coalición. El tercero, que llegó al poder en diciembre de 1945, estaba
dominado por la recién formada Democracia Cristiana (DC), liderada por Alcide de Gasperi, primer
ministro hasta 1953. Italia se convirtió en República en 1946 y la DC de De Gasperi ganó las primeras
elecciones bajo la nueva Constitución en 1948.
• Hasta la década de 1980, el Partido Comunista Italiano (PCI), al principio con Palmiro Togliatti y
después con el carismático Enrico Berlinguer, resultó crucial para el desarrollo político y social del país, a
pesar de mantenerse sistemáticamente fuera del Gobierno. Su gran popularidad dio paso a un período
gris, los anni di piombo (años de plomo) de la década de 1970. Con el auge económico se extendió por
Europa una paranoia sobre el poder de los comunistas en Italia, que generó a su vez una reacción secreta
aparentemente dirigida por la CIA y la OTAN.
MANOS LIMPIAS Y EL ASCENSO DE
BERLUSCONI
• Una fase de crecimiento en la década de 1980 vio cómo Italia se convertía en una de las principales
economías mundiales, pero a mediados de la década de 1990 se declaró un nuevo período de crisis.
Las altas cifras del paro y la inflación, combinadas con una descomunal deuda nacional y una
divisa volátil (la lira), llevó al Gobierno a introducir unas medidas draconianas para recortar el
gasto público, lo que permitió que Italia se uniera a la moneda única en el 2001. Los viejos partidos
políticos de centro-derecha se desplomaron tras los juicios, y de sus cenizas surgió lo que muchos
consideraban un soplo de aire fresco. El partido de Silvio Berlusconi –magnate de los medios de
comunicación–, Forza Italia, barrió en las elecciones del 2001 y, después de un anodino interludio
de dos años de gobierno de centro-izquierda bajo Romano Prodi, antiguo líder de la Comisión
Europea, volvió a hacerlo en abril del 2008. de acuerdo a toda la historia sigue algunos
acontecimientos que marcan a Italia como una ciudad de mucho que hablar, hoy en día con sus
novedosas calles renovadas y nuevos planes
DATOS IMPORTANTES DEL PAIS
• Nombre: proviene de la palabra latina Italia, es probable que la etimología de este
nombre este relacionada con la palabra del griego antiguo ítalos, que significa
“toros”.
• Bandera: El origen de la bandera de Italia se remonta a los años de 1796 cuando Napoleón Bonaparte la
entregó a un grupo de voluntarios de la Legión Lombarda que más tarde se incorporaron al ejército
francés. El lugar que tuvo por primera vez dicha bandera fue Milán. El 7 de enero de 1797 la bandera
italiana fue adoptada como emblema de la República Cispadana en la Reggio Emilia situada en el norte
de la Península Itálica. Fue así como los representantes de Reggio Emilia propusieron adoptar la bandera
tricolor como el símbolo máximo del nuevo estado libre que se formó en el año citado al inicio de este
párrafo. La bandera tricolor que tiene el escudo Saboyano sobrepuesto por la corona real continuó intacto
por 80 años hasta el 2 de junio de 1946 con la caída de la monarquía. Desde aquel entonces la bandera de
Italia volvió a cambiar, se suprimió el escudo antes mencionado y se conformó sin ninguna insignia. Sólo
se conservaron los tres colores originales, el verde, blanco y rojo.
• La bandera italiana es tricolor y las franjes que la forman son verticales, la del lado izquierdo donde se
coloca el asta es de color verde, la central es blanca y la del lado derecho es rojo.
CONCLUSIÓN
• A través de esta experiencia hemos aprendido que Italia es un país muy sobresaliente e
importante en Europa debido a su gastronomía y a sus obras teatrales, además nos
dimos cuenta de que el arte y la cultura Italiana están representados en todos los
diferentes países de Europa ya que en cada lugar a los que fuimos encontramos
diferentes elementos relacionados con este país. Encontramos una cantidad inmensa de
restaurantes italianos en Barcelona, Londres, Madrid y Paris,