2. Metodología de los Juegos
Los juegos pueden plantearse como diversión, pero
no hay duda de que constituyen una eficaz herramienta
para el educador. Por ese motivo para poder obtener el
máximo partido de este recurso lúdico, es aconsejable que
el educador o educadora incorpore los juegos a las
actividades educativas siguiendo unas pautas lógicas y
estructuradas.
En eeste sentido, el éxito total de un juego, es decir, el
conseguir que los alumnos disfruten y aprendan a la vez,
resude en gran parte en la presentación que se haga.
3. Se debe proceder a una clara explicación de los
proceso y pasos a seguir, combinada con una
“inteligente motivación” por parte del educador
4. La tarea del educador
A lo largo del desarrollo del juego debe estar
atento , y si es necesario, lo interrumpirá para regular
algunos aspectos que no funcionan correctamente, o que
necesitan ser subrayados.
En este sentido, el uso dela pausa, para reflexionar sobre
un aspecto discutido y opinar o llegar a un consenso al
respecto es de vital importancia. Al mismo tiempo, el
conductor del juego debe estar predispuesto a reforzar
mediante comentarios (Feedbak) las actuaciones de los
jugadores y a responder a posibles demandas o a
determinadas actitudes.
5. Metodología de los Juegos
La producción mundial sobre los estudios del juego
va en aumento, en cambio en el ámbito regional estamos
todavía faltos de elaboraciones que transmiten
cómodamente menos por las avenidas de las frases del
tipo: “el juego es la máxima expresión de libertad”, “el
juego es una necesidad de la infancia”, “el hombre es
hombre por que juega”, etc., y más por los territorios
desconocidos donde se ocultan explicaciones a cerca de lo
que se pone en juego cada vez que invitamos a otro a
jugar.
6. Nos podemos preguntar…
¿Qué se puede enseñar a través del juego?
¿Qué es lo que hay que saber para poder
jugar con otros?
7. Un “juego” de palabras con la
palabra juego
Las teorías sobre el juego “son muy diferentes y de ningún
modo se excluyen entre si”. Para Caillois las distintas
teorías sobre el juego “parecen no estar hablando de la
misma cosa”; Elkonin advierte que la palabra juego no es
“un concepto científico en sentido estricto”
Juego: ciertas actividades voluntarias regladas y
placenteras.
Dickerson señala que “es un error en la investigación
psicológica sobre el juego asumir que el juego es un grupo
homogéneo de actividades.”
Winnicott se preocupa no por el juego sino por el jugar.
8. El juego de las necesidades y de
las emociones
El juego es “una actividad con un fin en sí misma”, es decir, el juego no
es una necesidad en sí mismo sino, como diría Max Neef, un
“satisfactor” de necesidades más profundas.
Jugar es antes que nada un ejercicio de catarsis. Pero jugar
es, también, un poderoso ejercicio de comunicación. El jugar potencia
las posibilidades de interacción convenientemente “descomprometida”.
Desde la primera infancia “el interés por estar con otros enmarca el
acto de jugar y orienta las negociaciones y acuerdos consecuentes”.
La emoción - dicen Elías y Dunning - es “lo que da sabor a
todos los placeres relacionados con el juego.