Las rebajas de invierno han llegado a los servicios sociales españoles, con recortes que afectarán los derechos de 30,000 personas dependientes. Se retrasa un año la atención a dependientes moderados grado 1 nivel 1 y se suspende durante un año la atención a dependientes moderados grado 1 nivel 2. Además, la demanda de servicios sociales ha aumentado un 55% debido a la crisis económica, pero los presupuestos para servicios sociales están siendo recortados.
Recortes en Servicios Sociales: Las rebajas llegan a los derechos
1. Recortes en Servicios Sociales: Comienzan las Rebajas!!
Las “medidas de ajuste” en Sanidad, Educación y Empleo se adelantaron al resto de
pilares básicos del Estado de Bienestar, pero las rebajas de invierno ya han llegado a
los Servicios Sociales.
La última ganga tiene como protagonista la atención a la dependencia. Durante los
próximos años las arcas públicas podrán aprovechar para hacer frente a la crisis
gracias, entre otras ofertas, a la moratoria de un año en la obligación de atender a los
dependientes moderados (grado 1, nivel 2) que fueran dictaminados en 2012. Y como
las buenas “gangas” traen un “2 x 1”, los dependientes moderados en grado 1 nivel 1
no harán efectivo su derecho hasta el 1 de enero del 2014, un año después de lo
acordado en el calendario de la Ley 39/2006 de promoción de la autonomía personal y
atención a las personas en situación de dependencia.
Según los datos manejados desde la Asociación Estatal de Directoras y Gerentes de
Servicios Sociales en España, 30.000 personas serán despojadas de sus derechos
con la excusa de sanear la deuda pública. Más de 3.000 familias almerienses que,
desde los Servicios Sociales, habrá que explicarle cómo un derecho subjetivo se ha
convertido en unos días en algo parecido a la caridad y la beneficencia. Servicios de
apoyo y atención a la dependencia que no podrán recibir a través de la administración
pública y que tendrán que asumir por medio de iniciativas asistenciales privadas y
solidarias, durante el tiempo que dure la moratoria.
En tiempos de crisis, los servicios -anti crisis- en crisis
Los Servicios Sociales no sólo atienden a las personas en situación de dependencia.
En la actualidad son cerca de 6 millones de personas las que perciben anualmente
servicios sociales básicos. Con los efectos de la situación económica se está
produciendo un aumento en la demanda de servicios sociales por personas y familias
que nunca antes habían acudido. Esto ha provocado un aumento de la demanda de
prestaciones básicas de los servicios sociales en torno a un 55%, sobre todo de
prestaciones vinculadas a la cobertura de necesidades básicas 1. Paradójicamente
cuando la ciudadanía necesita y demanda más atención desde los Servicios Sociales,
asistimos al mayor recorte en el presupuesto destinado para tal fin. Organizaciones
sociales vienen denunciando el escenario generalizado de recortes del gasto social.
Las “rebajas” en este Sistema de Bienestar Social se extienden por toda la geografía
española. Canarias, Murcia, Madrid, Valencia, Castilla- La Mancha o, recientemente,
La Rioja, son algunos ejemplos donde se han tomado graves medidas que suponen un
riesgo inminente para la calidad de vida de las personas, los derechos de la
ciudadanía y el mantenimiento de la cohesión social.
En rebajas, los mismos Derechos
En los tiempos de rebajas debemos comprobar que los descuentos no han repercutido
en la calidad de los productos. Las ofertas no deben implicar una disminución de los
derechos de los consumidores.
1
Datos aproximados manejados por el Consejo de Trabajo Social en diferentes publicaciones y convocatorias públicas.
2. Las limitaciones de recursos no pueden servir de pretexto para demorar la aplicación
de los derechos de la ciudadanía, y no deben utilizarse para restringir el ámbito de
actuación de los Servicios Sociales públicos. El discurso economicista quiere servir de
excusa para anteponer los intereses de un gobierno a los derechos de las personas,
pero el marco jurídico al que deben atenerse los Estados a escala nacional, incluso en
tiempos de crisis, pasan por las normas internacionales de Derechos Humanos que
estipulan obligaciones ineludibles con los derechos económicos, sociales y culturales.
Así lo alerta la experta Magdalena Sepúlveda en la contribución por escrito de la
Conferencia de las Naciones Unidas sobre la Promoción y protección de todos los
derechos humanos, civiles, políticos, económicos, sociales y culturales, incluido el
derecho al desarrollo de 2011.
“La obligación de cumplir esas obligaciones mínimas indispensables no desaparece
durante los tiempos de crisis y recuperación. Incluso en las épocas de graves
limitaciones de recursos, cuando los recursos disponibles claramente son insuficientes,
los Estados siguen teniendo la obligación de demostrar que se ha hecho todo lo posible
para utilizar todos los recursos de que dispone en un esfuerzo por satisfacer, como
cuestión de prioridad, los niveles mínimos indispensables y proteger a los miembros o
grupos más desfavorecidos y marginados de la sociedad”.
Y para terminar…empieza la cuesta de enero
A la ciudadanía se nos pide que hagamos un esfuerzo, que nos apretemos el cinturón
en los tiempos difíciles, pero algunas personas tienen los pantalones sin cinturón,
otras no tienen ni pantalones.
Según datos oficiales publicados en 20112, el 21,8% de la población residente en
España está por debajo del umbral de pobreza, lo que supone un crecimiento de un
1,1 punto con respecto al año anterior. Aproximadamente el 3% de la población vive
en situación de pobreza severa y el 20% vive en situación de pobreza relativa. La
heterogeneidad es una característica fundamental del espacio social de la exclusión
relacionada en muy buena manera con los itinerarios diversos que la explican. En este
espacio encontramos los sectores marginales más “tradicionales”, como las personas
sin hogar, las que ejercen la prostitución o las que están en relación con el sistema
penitenciario. En otros casos, como en los hogares monoparentales, la exclusión
puede explicarse a partir de experiencias de ruptura familiar. La discapacidad, las
enfermedades mentales o el consumo de determinadas sustancias pueden llevar
también a la exclusión social en un contexto cultural, familiar, social o económico
desfavorable.
La situación de crisis económica está produciendo un aumento de la desigualdad, la
pobreza y la exclusión social. Una sociedad que vislumbraba síntomas de precariedad
antes de la crisis y que en la actualidad podemos constatar que se agudizan estos
síntomas y la sociedad se precariza y se empobrece.
Y los recortes, ofertas y oportunidades continúan…
2
Instituto Nacional de Estadística (2011). Encuesta de Condiciones de Vida (ECV). Disponible en
http://www.ine.es/jaxi/menu.do?type=pcaxis&path=/t25/p453&file=inebase
3. Ante este panorama recuerdo aquello que decían que para salir de la crisis hay que
empezar por uno mismo, pero no sabia que se referían a costa de uno mismo.
En este mercadillo de oportunidades seguimos escuchando el grito de mercaderes
anunciando sus gangas, “Bueno, bonito y barato”.
Y yo me pregunto ¿Cuánto cuesta una vida digna?
Y no dejemos de preguntarnos,
Una y otra vez,
Hasta que un puñado de tierra
Nos calla la boca…
Pero ¿es eso una respuesta?
Heinrich Heine, “Lazaro”
Jesús Muyor Rodríguez es Profesor de Grado en Trabajo Social. Universidad
de Almería.