El amor es paciente y bondadoso, no es envidioso ni jactancioso, no busca su propio interés y no se irrita fácilmente. El amor perdona siempre y se alegra con la verdad. Cada vez que se ve a la persona amada, el corazón late con más fuerza. El amor es un acto de perdón constante y una mirada tierna que se convierte en un hábito.