1. SU NOMBRE ES
MAGDALENA
Su nombre es Magdalena, quizás, por lo
grandioso y majestuoso, pues en muchos de los
significados que se le puede dar a este término,
está lo extenso, lo imponente e inmenso además
de lo indomable en la historia nacional de
Colombia, de su legado cultural y desde luego
natural, no hay confusiones, es obvio que se
está hablando del Río Magdalena.
Historia, economía, cultura y demás temas se
pueden abarcar, en el legado que tiene este Río
en el País considerado el mayor afluente de la
republica.
“Su nombre fue dado por el conquistador
llamado por diversos nombres, tales como las historias del MOHÁN, Sombrerón y demás
español Rodrigo de Bastidas él y sus hombres
Yuma, Arli, Guacahayo y también Karacalí” historias míticas del pueblo colombiano.
desembarcaron el 1 de Abril de 1501 con sus
comentaba un hombre de casi 80 años, él
naves en la desembocadura del Río Bocas de
sentado en una banca en el parque en frente de El río no solamente ofrece al municipio de
Cenizas. Como era costumbre en aquel tiempo,
la Iglesia Santa Lucia expresaba honrado de Ambalema una historia de desarrollo e
lo llamó en honor a un santo; en esa ocasión,
haber nacido en su gran Municipio Ambalema. importancia, también ofrece atractivos planes de
María Magdalena. No obstante Maria Magdalena
entretenimiento e interacción con los turistas,
no ha sido su único nombre en la historia
Para él y muchos habitantes los más como el paso al otro extremo en lancha o el paso
nacional, pues antes de los españoles, los
afamados mitos y leyendas del folclor de los carros en el Ferry Omayra, llamado de
antepasados indígenas ya conocían este
colombiano tienen que ver con el río, como esta manera para honrar la memoria de la niña
afluente debido a ello, el Río Magdalena fue
2. colombiana de 13 años, víctima del volcán
Nevado del Ruiz durante la erupción que arrasó
con el pueblo de Armero, aquí en este Ferry los
visitantes pueden disfrutar de un paseo por las
aguas de éste imponente Río.
Sin embargo, el panorama para el río
Magdalena es bastante desolador pues además
de recibir las aguas del río Bogotá, no existe un
plan de acción que permita su recuperación,
actualmente la navegación ya no es posible y la
pesca cada vez es más escasa, por demás
arriesgada por los altos niveles de
contaminantes que son depositados a sus
aguas.
Pero, por más conscientes que son los
ambalemunos de esta problemática, ellos saben
perfectamente que su municipio no dejará de ser
el pueblo donde la calidez de la gente se mezcla
con el suave balanceo de las hojas de mango, la
brisa del río y sus casas congeladas en el cual
sus balcones y columnas son piezas cable para
los enamorados.
POR: BRENDA CAROLINA VARÓN OSPINA
COMUNICACIÓN SOCIAL – PERIODISMO
UNIVERSIDAD DEL TOLIMA